Lectura: Mateo 20:1-16
… quiero dar a este postrero, como a ti. —Mateo 20:14
Una tarde, cuando visitaba un hogar de ancianos, un residente llamado Tomás salió silenciosamente de su cuarto, esperando encontrarme para charlar. Después de un rato, preguntó: «¿No será un insulto para Dios si me convierto en creyente en Cristo a esta altura de mi vida?». Su pregunta no me sorprendió. Como capellán, suelo oírla expresada de diversas formas por ancianos, por quienes luchan contra las adicciones y por ex prisioneros. Ellos piensan que tienen una razón legítima para creer que es demasiado tarde para conocer a Dios y para que Él los utilice.
Tomás y yo dedicamos un tiempo para leer sobre personas en las Escrituras que, por su pasado, podrían haber pensado lo mismo. Pero Rahab, una prostituta (Josué 2:12-14; Hebreos 11:31), y Zaqueo, un cobrador de impuestos (Lucas 19:1-8), decidieron poner su fe en Dios, a pesar de su pasado.
También leímos la parábola de Jesús sobre los obreros de la viña (Mateo 20:1-16). Cuanto antes fueron contratados, más pudieron trabajar para el dueño (vv. 2,7), pero los que fueron contratados después descubrieron que valían lo mismo ante los ojos del amo y que serían recompensados igual que los otros (vv. 8-16). El propietario de la viña decidió aplicar la misma gracia con todos.
Independientemente de nuestro pasado o presente, Dios anhela mostrarnos su gracia e invitarnos a tener comunión con Él.
—RKK
Dar tu vida a Cristo ahora es conservarla para siempre.
NUESTRO PAN DIARIO
Amor y oración
Lectura: Salmo 92
Aun en la vejez fructificarán; estarán vigorosos y verdes. —Salmo 92:14
En un popular libro para niños, Winnie the Pooh observa a Kanga mientras esta se aleja saltando. Ojalá yo pudiera saltar así, piensa. Algunos pueden y otros no. Así son las cosas.
Vemos que hombres y mujeres más jóvenes y más habilidosos hacen cosas extraordinarias que nosotros no podemos hacer. Ellos sí… nosotros no. Así son las cosas. Es fácil sentirse inútil cuando uno no puede hacer lo que antes podía.
Es cierto que quizá no podamos «saltar» como solíamos hacerlo, pero podemos amar y orar. Estas son actividades que el tiempo y la experiencia nos han preparado para hacerlas bien.
El amor es el regalo más maravilloso que tenemos para dar a Dios y los demás. No es un asunto intrascendente, ya que es el medio por el cual cumplimos por completo nuestro deber para con Él y nuestro prójimo. Que amemos a una persona puede parecer una acción insignificante, pero el amor es el don más grandioso de todos (1 Corintios 13:13).
Además, podemos orar. Pablo instó a los colosenses a «[perseverar] en la oración, velando en ella con acción de gracias» (Colosenses 4:2). ¡Nuestras oraciones son una fuerza poderosa en el universo!
Sin duda, el amor y la oración son obras poderosas, las más grandes que podamos realizar. ¿Por qué? Porque el Señor, que desea utilizarnos, es un Dios todopoderoso y con un amor ilimitado.
—DHR
Dios derrama su amor en nuestro corazón para que fluya hacia los demás.NUESTRO PAN DIARIO
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Jóvenes sabios
Jóvenes sabios
Por. Rev. Juan Crudo, Argentina
“Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará Dios.
Quita, pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu carne el mal; porque la adolescencia y la juventud son vanidad.Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, ylleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento”Eclesiastés 11:9-10,12:1
Es de sabios elegir los caminos de Dios desde la juventud. Hay gran ganancia en hacerlo. Dios no es sólo para los viejos como muchos dicen. Dios llama a todos y tiene un propósito con cada uno. Si lo escuchas cuando eres joven podrás llevar una vida entera bendecida y librarte de muchos males.
Hay jóvenes que piensan que sus acciones no tienen consecuencias o que nunca les llegarán. Esto no es así, hay una ley espiritual que es la de la siembra y la cosecha que dice que todo lo que el hombre siembra eso cosechará. Es una ley, es inalterable. Si la semilla es mala, la cosecha será mala. Si tus acciones no están alineadas con la Palabra de Dios, no podrás recibir las bendiciones de ella.
Por eso es de sabios conducir tu vida desde temprana edad en los principios de Dios. Él te exaltará, te pondrá por cabeza y no por cola, estarás arriba y no abajo y todo lo que toquen tus manos prosperará. La bendición de Dios te llevará de gloria en gloria, de victoria en victoria. ¡Es emocionante!. Piensa en grande, porque Dios piensa en grande de Ti y no negocies por nada tu integridad. El diablo jamás podrá darte todo lo que Dios te puede dar.
Oración: Padre, consagro mi vida a Ti, andaré en tus principios y recibo de Ti la fuerza para vencer toda tentación. Tú tienes algo muy especial para mi vida, no lo perderé por nada de este mundo. Gracias por cuidarme. En el nombre de Jesús. Amén
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