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martes, 30 de noviembre de 2010

La enfermedad es obra del diablo

Foto: Grupo de pastores # 1 Tucuman
“38 cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.” Hechos 10:38
Debemos reconocer la enfermedad como una obra del diablo. Esto no quiere decir que si usted está enfermo está endemoniado. No, la enfermedad es una opresión que Satanás trae a su vida para frenar su camino a la victoria.
Sepa que cuando Adán pecó, entró la muerte y la enfermedad, pero ahora estamos en Cristo, y tenemos que tener el pensamiento correcto, el pensamiento renovado. Al aceptarlo a Él, usted pasó de muerte a vida, de enfermedad a salud. Usted entró en un nuevo pacto.
Toque su cuerpo y diga: “este cuerpito va a estar sano.” Esta obra del diablo está desecha por Jesucristo. Entonces nunca más diga “Dios me envió esta enfermedad” “Dios me quiere enseñar con esta enfermedad” Dios le envió a Jesús para liberarlo de esa opresión. El Padre no oprime enviando trabas. Dios tiene una manera de enseñarle y es por el Espíritu Santo que está en usted.
Jesús, ungido por el Espíritu Santo, andaba haciendo bienes y sanado a los oprimidos por el diablo. Esa misma unción ahora está en usted. No sólo para que usted viva saludable sino también para que la imparta a otros. En su boca tiene el poder para declarar sanidad. Como Jesús lo hizo frente a la tumba de Lázaro declarando vida a un cuerpo muerto, así usted puede declarar vida y salud sobre su propio cuerpo y sobre su familia. Usted está para deshacer las obras del diablo. No se deje engañar. La salud es parte del pacto divino.
Crea a la Palabra, recíbala e impártala. Hasta las arrugas le van a desaparecer, rejuvenecerá como las águilas!
Caminar en buena salud depende de usted, reciba la Palabra y cuide su cuerpo. Haga ejercicio, aliméntelo saludablemente. Su mayordomía también es importante.
Oración: Gracias Padre, recibo la revelación de que Jesús me redimió de la maldición de la enfermedad. Declaro por fe que toda atadura del diablo, inclusive la enfermedad, es desatada en el nombre de Jesús. Amén. Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina

lunes, 29 de noviembre de 2010

ORA POR LOS PASTORES

Por. Mark Driscoll

HAY QUE ALIMENTAR A LAS OVEJAS, REPRENDER A LOS CERDOS, matar a los lobos, y pegarle a los perros. La mayor parte de este trabajo lo hacen los pastores. Y es por eso que los pastores necesitan las oraciones.
Si tú eres pastor, tú bien sabes que necesitas oración. Si tú eres oveja, por favor ora por tu pastor, para que lo puedas comprender, y para que él comprenda la voluntad de Dios para con las ovejas. Ayudará mucho si antes de apresurarte a la crítica, pasaras un tiempo en oración por él primero. De hecho, deberías pasar más tiempo en oración por tu pastor que el tiempo que pasas criticándolo.
Mientras consideras cómo orar por él en lugar de criticar, será bueno recordar el entorno en el que él vive. Al igual que en el Antiguo Testamento cuando los profetas batallaron contra los cananeos, y Jesús luchaba contra los fariseos, Pablo contendía con los judaizantes, Juan con el gnosticismo, Lutero con el papa de Roma, su pastor también podría estar librando una batalla férrea por el rebaño. A veces lo único que él necesita es un compañero de oración para mantener amor en su corazón, para no descuidar su hogar, y para resistir los ataques con un rostro de hierro.
Por todo el Nuevo Testamento Pablo a menudo pide que oren por él (Col 4.3; I Tes 5.25; II Tes 3.1). A veces Pablo desnuda su corazón, escribiendo acerca de su pobreza, enfermedades, luchas, frustraciones, traiciones, cárceles y necesidades. Para los que quieren ser fieles en orar por su pastor, quiero animarle a que ore por él en siete maneras.
1. ORA POR DISCERNIMIENTO
Tu pastor necesita poder discernir las ovejas, los cerdos, los lobos y los perros para saber cómo él y la congregación deben responder. Y necesita la sabiduría de Salomón para poder pastorear su rebaño bien. Dichosamente, Santiago 1.5 nos dice que si le pedimos a Dios sabiduría, Dios nos oirá y nos responderá. Por tanto, ora por sabiduría y discernimiento para tu pastor.
2 ORA POR PIEL DE CUERO PARA TU PASTOR
Los quejosos a menudo no tienen misericordia, y los traidores son aún más crueles. Tu pastor probablemente recibe correos electrónicos crueles de personas por las cuales él se preocupa. Probablemente sufre chismes constantes contra él y su familia, y muchas veces debe dar la mejilla. Cuando tropieza, lo critican por ser mal líder. Cuando tiene éxito, lo critican los celosos. Cuando es joven, lo critican por no tener experiencia. Cuando es viejo, lo critican por no tener la energía e innovación que tenía cuando era joven.
Todo pastor invariablemente termina con el rostro metido en manos manchadas de lágrimas, y las ovejas que nunca lo ven deben saberlo. Algunos pastores tenemos piel de cuero gruesa, y aun así padecemos de momentos de depresión. A veces sólo sus esposas u otro pastor saben de su dolor, porque saben que los lobos y los perros dentro del rebaño sentirán su debilidad y esto sólo despertará su deseo de sangre para devorar las ovejas. Por favor ora por tu pastor para que tenga piel gruesa y oídos sordos a los comentarios destructivos, y atentos a lo que sólo debe oír.
3. ORA PARA QUE TU PASTOR PUEDA TENER UN BUEN SENTIDO DE HUMOR
Sin esto, los pastores serán arrebatados por las presiones y el estrés, y perderán las maravillas oportunidades de reír profundamente como un acto de fe. Los pastores no son perfectos; tampoco lo son sus ovejas. El ministerio impone muchas presiones, y el buen humor es una válvula de escape, que ayuda a aliviar la presión. Sin esta válvula de escape, la presión sobre un pastor puede aumentarse hasta que estalle. Este quebrantamiento será espiritual, emocional, mental o físico, dependiendo de dónde están las fisuras más débiles en su vida. Demasiados pastores se quebrantan. Algunos abandonan para siempre el pastorado, mientras otros siguen renqueando mientras el panorama se vuelve más y más gris.
4. ORA POR FAVOR QUE TU PASTOR PUEDA TENER UN CORAZÓN DE TERNURA
Mientras pasa el tiempo, la tentación para todo pastor es volverse duro ante la vida. Muchas veces esta actitud es adoptada como medida de supervivencia en el pastorado, para que pueda seguir adelante. Una de las primeras tareas del pastor es percibir y tratar el pecado, la necedad y el horror en las vidas de las personas que ama. Es brutal esta tarea. Si tú no eres pastor, sólo trata de imaginarte pasar tiempo cada semana con los enfermos y los moribundos en el hospital, dirigir funerales, aconsejar matrimonios a punto de deshacerse, asistir a adictos, llorar con los que han sido abusados o violadas. Las necesidades son demasiadas, y el pastor se siente muy inadecuado para este trabajo. Nunca parece haber un fin. Para sobrevivir, un pastor es tentado a endurecer su corazón, retirarse de su congregación, o caer en momentos de ira. Ora por favor que el corazón de tu pastor se mantenga sensible para con Dios y el rebaño, porque esto requiere un milagro de la misericordia de Dios.
5. ORA POR FAVOR QUE TU PASTOR PUEDA TENER HUMILDAD
Los pastores tienen reputación de ser orgullosos, y deben perseguir la humildad por la gracia de Dios. En dos ocasiones en el Nuevo Testamento se declara que Dios se opone a los orgullosos, más da gracia a los humildes (Santiago 4.6; I Pedro 5.5), y el libro de Proverbios declara dos veces que Dios aborrece el orgullo (6.16, 17; 8.13). Los Proverbios afirman, además, que si no aprendemos humildad, Dios impondrá una humillación como disciplina (16.5, 18). En pocas palabras, el orgullo es la raíz que nutre el fruto de todos los pecados. Ser orgulloso es buscar pleito con Dios. Pero Dios promete dar su gracia a los humildes. Nada daña una iglesia como el orgullo, y nada edifica como la humildad. Jesucristo es el perfecto modelo de una persona que practicó la perfecta humildad.
Bajo la dirección de Jesús, el pastor debe poner un ejemplo de humildad para todo el rebaño. Esto significa que el pastor humilde debe considerar las necesidades de otros por encima de sus propias necesidades. Debe luchar para que el nombre de Jesucristo sea exaltado, y no su propio nombre. Si no practica la humildad, un pastor orgulloso contribuirá a una iglesia llena de rivalidades, egoísmo, competencias y ambiciones. Se creará una congregación de personas imposible de enseñar, quienes no se someterán a las autoridades que Dios pone en la iglesia, y no manifestarán una actitud de verdadero arrepentimiento.
Cuando ores por humildad para tu pastor, ora que el resultado de la humildad sea el de seguir la verdad dondequiera que lleve. Ora que tu pastor pueda recibir consejo y amonestación de otros pastores, y que tenga el valor y el coraje de dirigir su ministerio no importa el costo personal. Ora que pueda aprender de otros, arrepentirse rápidamente cuando sea necesario, y celebrar la obra de la gracia de Dios en las personas.
6. ORA POR FAVOR QUE TU PASTOR PUEDA TENER UNA FAMILIA QUE LO APOYE
Tu pastor enfrenta muchas luchas: las acusaciones de Satanás, el veneno de los que lo critican, y el conocimiento de sus propias faltas. Por lo tanto, él necesita una esposa que lo apoye, y un hogar en el cual la presencia del Espíritu Santo sea evidente. Ora también por su esposa, porque la vida pastoral impone muchas demandas sobre ella de ser amiga de mujeres en la congregación que tal vez no le caen bien, asistir a reuniones con personas que no conoce, divulgar detalles de su vida personal con personas en quienes no tiene confianza, compartir su matrimonio y familia con personas que la aprecian, y soportar chismes de parte de gente que nunca ha conocido, y todo esto mientras siente el deber de servir en amor.
Ora también por los hijos del pastor. Si están luchando con el pecado en su vida, o luchando con su fe, hay una gran presión sobre ellos de esconder sus luchas para que su padre no pierda el respeto de las ovejas, para que los cerdos no puedan burlarse de su padre, para que los lobos no tengan oportunidad de atacarlo, y que los perros no tengan motivo de ladrarle. Un pastor debe anhelar que su esposa e hijos sean ni más ni menos que cristianos maduros, por lo tanto que ellos, al igual que todo el rebaño, experimenten la santificación dentro de una congregación de amor.
7. ORA QUE TU PASTOR TENGA PASIÓN EVANGELÍSTICA
Hay personas que mueren y van al infierno cada día. Y fácil olvidar esto cuando un pastor tiene que pensar en las necesidades de las ovejas, la necedad de los cerdos, el peligro que presentan los lobos, y las amenazas de los perros. Por favor ora porque tu pastor nunca pierda una pasión por los perdidos, y que pueda apartar tiempo en su horario para luchar por su conversión.
Es apropiado dejar que la Palabra de Dios tenga la última palabra en todo esto:
“El impío es enredado en la prevaricación de sus labios; Mas el justo saldrá de la tribulación. El hombre será saciado de bien del fruto de su boca; Y le será pagado según la obra de sus manos. El camino del necio es derecho en su opinión; Mas el que obedece al consejo es sabio. El necio al punto da a conocer su ira; Mas el que no hace caso de la injuria es prudente. El que habla verdad declara justicia; Mas el testigo mentiroso, engaño. Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; Mas la lengua de los sabios es medicina. El labio veraz permanecerá para siempre; Mas la lengua mentirosa sólo por un momento” (Proverbios 12.13-19)


Tomado de REFORMA SIGLO 21, Boletín Teológico de la Confraternidad Latinoamericana de las Iglesias Reformadas (CLIR), Volumen 12, Número 1, Julio 2010, Pgs. 126-132.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Respondiendo con fe, frente a lo imposible

Ella entonces subió, y lo puso sobre la cama del varón de Dios, y cerrando la puerta, se salió. Llamando luego a su marido, le dijo: Te ruego que envíes conmigo a alguno de los criados y una de las asnas, para que yo vaya corriendo al varón de Dios, y regrese. El dijo: ¿Para qué vas a verle hoy? No es nueva luna, ni día de reposo. Y ella respondió: Paz. Después hizo enalbardar el asna, y dijo al criado: Guía y anda; y no me hagas detener en el camino, sino cuando yo te lo dijere. Partió, pues, y vino al varón de Dios, al monte Carmelo. Y cuando el varón de Dios la vio de lejos, dijo a su criado Giezi: He aquí la sunamita. Te ruego que vayas ahora corriendo a recibirla, y le digas: ¿Te va bien a ti? ¿Le va bien a tu marido, y a tu hijo? Y ella dijo: Bien. 2 Reyes 4:21-26
Hoy quiero hablarle de un ejemplo de fe: la mujer sunamita. ¿Recuerda que ella le hizo un lugar al profeta Eliseo en su casa para que él siempre viniera? Si no lo recuerda lo puede leer en 2 Reyes 4. Eliseo le dio una palabra a través del sirviente y le dijo que de ahí a un año iba a tener un hijo. Ese hijo nació, un milagro sobrenatural por creer en la palabra de Dios. Fue una recompensa a esa mujer de pacto, porque siempre tenía una conexión de honra con el profeta. La Palabra dice que si honramos al profeta, tendremos recompensa de profeta. El hijo creció y vemos por la Palabra de Dios que el hijo muere, y ella tiene una reacción frente a todo eso. La mujer estaba frente a una situación trágica. Sin embargo va a tener una respuesta de confianza en Dios, de esperanza y de seguridad porque era una situación incambiable. Esto no había forma de cambiarlo, pero sin embargo Dios lo transformo en una victoria sobrenatural (2 Reyes 4:32-37) Cuando nosotros estamos declarando estamos trayendo los cielos a la tierra y vamos a entrar en una dimensión poderosa con el Señor.
Estamos diciendo que no hay circunstancias ni situaciones no hay prueba de la vida que nos pueda derrotar. Va a reinar sobre la adversidad y con Cristo va a ver la victoria en cada área de la vida. Cuando la mujer está expresando que su hijo estaba bien y su esposo estaba bien. Lo que ella no quiso hacer es poner en su boca la palabra que tenía que ver con la muerte, ella quería hablar vida y bendición. No es que ignoraba lo que había ocurrido ni tampoco era indiferente, porque la indiferencia no le va a proveer la victoria. Es que ella tenía fe para hablar la Palabra de Dios y creer que lo que estaba mal Dios lo iba hacer finalizar en bien. Tome ese ejemplo para ponerlo en práctica en su propia vida hoy.
Oración: Padre, te doy gracias por enseñarme una vez más lo que debo hacer para caminar en una vida llena de bendiciones y superar todos aquellos obstáculos que aparezcan en el camino. Iré de victoria en victoria. Lo creo, en el nombre de Jesús, amén. Por. Rev. Juan O. Crudo.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Multiplicar es mejor que sumar

“Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios.” Deuteronomio 28:2
La Palabra habla de guardar el pacto con Él. Como consecuencia de esto nos dice que los resultados siempre serán aumento y multiplicación. Cuando usted escucha la voz de Dios, la pone en su mente, en su corazón, la guarda y principalmente la pone por obra está guardando el Pacto. Un pacto que tiene dos parte: usted y Dios. Cada uno tiene algo por cumplir. Dios es fiel y siempre cumple, pero usted ¿Está haciendo su parte? No se quede limitado en su manera de pensar y derribe los límites. Deje que Dios se revele en su vida, para que usted crezca y sea el testimonio de Dios en la tierra, para que todos a su alrededor y en cualquier lugar que vayan se den cuenta que Dios vive y es real porque ven que vive en su vida. A usted no le faltará ningún bien si ama la perfecta ley de la libertad, entonces hará prosperar su camino y todo le saldrá bien.
Lo que está diciendo la Palabra de Dios es que al caminar a la luz de la Palabra y en pacto con Dios todas las bendiciones nos alcanzarán. Significa que hay un incremento y ese aumento seguirá creciendo. De acuerdo al significado de la palabra hebrea el incremento vendrá como de sorpresa. El otro día alguien hizo un pacto a la mañana y ese día como a las tres de la tarde lo llamaron para un trabajo importante. Justo el día del pacto, Dios se movió sobre su vida abriéndole una puerta grande. Ese aumento y esa bendición vendrán sobre familiares de ustedes también, para que ellos sepan que usted se mueve con el Dios de pacto, que Dios a usted no lo suelta, que no lo abandona hasta que cumpla lo que dijo que va a cumplir. Sus sueños se harán realidad porque son los sueños de Dios. Hay mucha gente que en este tiempo está recibiendo mucho más cuando va a cobrar, algunos doble y triple sueldo. A usted también las bendiciones lo alcanzarán porque es un hijo de un Dios de sorpresas, pero de sorpresas buenas. Cada día que se levante dé gracias a Dios, diciéndole: “Señor, en este día me vas a sorprender con algo. Como no sabes hacer ninguna cosa mala, lo que vienen es muy bueno.” Es imposible que le demos espacio a la escasez porque todo lo bueno va en aumento. Ahora, si ve que algo bueno no está ocurriendo, tiene que fijarse si en algún área no quebrantó el pacto con Dios. Y Dios lo iluminará para que se corrija, no para castigarlo. No se conforme con vivir una vida rutinaria, usted le tiene que dar lugar a la Palabra de Dios y debe tener un oído espiritual receptivo a la sabiduría que Dios le está dando. Dios quiere que viva de esa Palabra que dice que las bendiciones lo van persiguiendo.
Al mantenerse en la posición correcta, en la posición de pacto, usted es un receptor de todo eso. No se tiene que sorprender que esas bendiciones se manifiesten en su vida porque son parte de ese pacto que usted está guardando. Todo lo que recibe a través de la Palabra al congregarse, ya es una bendición. Porque todo está naciendo en el espíritu y usted lo está recibiendo y lo está creyendo. Sus herederos caminarán en niveles altos de bendición. Tiene que ir soltando palabras de bendición sobre hijos y sobre familiares, porque la tierra se va a llenar de la gloria de Dios. La bendición irá en aumento en su vida y en su familia.
Oración: Padre, gracias porque hoy aprendí que guardando tu pacto atraeré las bendiciones y todo mi vida irá en aumento. Todo se multiplicará. Creo que lo veré. En el nombre de Jesús, amén. Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina.

viernes, 26 de noviembre de 2010

La sanidad es la voluntad de Dios

4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.” Isaías 53:4-5
Lo primero que usted debe saber para poder recibir la sanidad divina es que esta es la voluntad_de_Dios_para_su_vida.
Algunos llevan años cargando enfermedades y dolencias en sus cuerpos alegando que es una prueba del Señor. Hijo de Dios, ¡NO! ¡Esto no es así! Dios no es el autor de las enfermedades. Él no enseña a sus hijos enviándoles fatalidades. Estos son engaños satánicos que han mantenido a los hijos de Dios que los creyeron fuera de la herencia de salud_otorgada_por_Jesús.
Lea atentamente el versículo. ¿Para qué murió Jesús? ¿Para qué pasó por la cruz? ¿Qué obtuvo? SU SALVACIÓN; SU SANIDAD. Que la obra de Cristo no sea en vano para usted. Él ya lo hizo, Él ya lo sanó. Ahora usted debe recibir por medio de la fe esta sanidad.
Sí, Él en la cruz se llevó eso que usted dijo esta mañana que le dolía.
Él llevó nuestras enfermedades. ¿Para qué va a sufrir si ya Él se las llevó? Ciertamente lo hizo. Debe partir de la base que en el pacto, Él pagó por sus pecados, sus enfermedades, la maldición_la_removió.
Declare: “Ya estoy curado. ¡Cuerpo estás sano! Es el pacto de la salud, de la bendición, gracias_Dios.”
Esta es la voluntad de Dios: que Jesús muriera en la cruz como nuestro sustituto para pagar por los pecados, la miseria, las enfermedades, la maldición. Ahora estamos en Él y en Él, que ha resucitado, recibimos esa vida de resurrección. Esa vida inmortal está dentro suyo porque Cristo vive dentro suyo y tiene todo el poder. ¡Hay salud divina corriendo por sus venas!
Si estaba acostumbrado a pensar de otra manera, si estaba acostumbrado a convivir con su enfermedad, CAMBIE. Deje que esta palabra renueve su entendimiento y lo lleve a otro nivel. Al nivel de la salud divina. ¡Usted está para impartir sanidad por todo lugar donde se mueva!
Oración: Gracias Padre porque ha llegado la restauración de la salud a mi vida, en el nombre de Jesús la recibo. Amén. Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Entendiendo y detectando fallas

“Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde”. Malaquías 3:10
Si usted no está firme en la fe, tendrá inestabilidad. Esto se ve cuando a lo mejor hace alguna cosa que dicen en la iglesia que tiene que hacer, pero los resultados son negativos. En ese momento tiene que entender que no es Dios quien falló. Porque el mundo siempre le echa la culpa a Dios de que las cosas no salgan como ellos quieren. Pero no es así.
Usted tiene que estar plenamente convencido de lo que cree. Para eso se congrega, para ser ministrado en la Palabra y tener una educación espiritual conforme a la verdad de la Palabra, bajo una unción apostólica, creyéndole a Dios en todos los planes que tiene para este tiempo. Tiene que creer en eso sobrenatural para verlo manifestado en su vida.
Entonces su vida irá en progreso y en avance y su carrera va a tomar una fuerza divina. Aunque haya tenido un atraso en las cosas en el último tiempo, no es para siempre. En ese retraso hay que prepararse mejor para la próxima etapa. Porque cuando se prepara mejor y conoce lo que va a venir no habrá dudas. Por eso es importante que usted entienda que tiene que estar firme en la fe y detectar en qué área está fallando. Porque esa es la clave para ver los resultados deseados.
Para vivir una vida estable, usted tiene que considerar sólo lo que Dios dice en su Palabra. No acepte menos de lo que Dios dice ni le eche la culpa de sus errores. Él es muy claro en su Palabra. Hay mandamientos que deben ser cumplidos, hay leyes y principios que deben ser aplicados para que las cosas funcionen bien. De lo contrario, nada ocurrirá.
Si Dios dijo en Deuteronomio 14:22 “Indefectiblemente diezmarás…” y en Malaquías 3:10 “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.” Todos tenemos que diezmar para que las ventanas de los cielos se abran y se derrame la bendición hasta sobreabundar. No hay vuelta que darle.
Hay creyentes que no diezman y luego le echan la culpa a Dios de sus pérdidas. En el versículo siguiente dice que cuando diezmamos Dios reprende al devorador. Si diezma no pierde, gana. Pruébelo. Revise su vida y detecte con ayuda del Espíritu Santo en qué áreas tiene que hacer ajustes. La bendición está asegurada.
Oración: Padre, gracias por enseñarme un vez más. Entendí que todavía hay áreas que tengo que ajustar para ver resultados al ciento por uno. Seré fiel a tu palabra, en el nombre de Jesús, amén. Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina.

martes, 23 de noviembre de 2010

3 Ataduras

Por Bernardo Stamateas, Argentina.
Job 42:10;16
«Después de haber orado Job por sus amigos, el Señor lo hizo prosperar de nuevo y le dio dos veces más de lo que antes tenía. Todos sus hermanos y hermanas, y todos los que antes lo habían conocido, fueron a su casa y celebraron con él un banquete. Lo animaron y lo consolaron por todas las calamidades que el Señor le había enviado, y cada uno de ellos le dio una
moneda de plata y un anillo de oro.
El Señor bendijo más los últimos años de Job que los primeros, pues
llegó a tener catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil
asnas. Tuvo también catorce hijos y tres hijas.
Después de estos sucesos Job vivió ciento cuarenta años. Llegó a ver a
sus hijos, y a los hijos de sus hijos, hasta la cuarta generación. Disfrutó de
una larga vida y murió en plena ancianidad.»


Este mes es el mes de las puertas imposibles; de casos difíciles; y hoy vamos a estar orando para que obtengamos cosas de grandes bendiciones para nosotros.
"Si hoy corto tres ataduras, en su lugar vendrán sobre mí tres bendiciones. Hoy dejaré tres ataduras y me llevaré para mi casa las tres bendiciones. ¡Amén!"
La atadura es un apego; un pegamento; un vínculo negativo; un lazo emocional y espiritual con algo o con alguien; eso es una atadura. En psicología se lo llama 'apego'; a nivel espiritual lo llamamos 'atadura'. Es un apego, un lazo, un vínculo negativo con algo o con alguien. Dice acá que Job tenía mucho de todo, y el diablo se le presentó a Dios; y le dijo: "Job te quiere porque tiene de todo; pero si le tocamos las cosas, vas a descubrir que en realidad Job nunca te quiso; lo que en realidad Job quiso fue las cosas". Entonces se suelta la historia donde Job pierde absolutamente todo; tiene la desgracia de ver morir a sus diez hijos; la esposa lo abandona; le viene como un cáncer de piel; y termina en un basurero rascándose con un pedazo de jarro, sólo y abandonado.
Atadura es cuando algo o alguien ocupa un lugar obsesivo en mi mente, y siempre pienso en eso, o en esa persona. Podemos tener ataduras con cosas; poder tener ataduras con gente; con ritos, con ideas, con recuerdos; y siempre la atadura nos trae angustia porque nos apegamos a algo y tenemos miedo de perderlo, porque pensamos que si perdemos eso o esa persona vamos a perder una parte importante de nuestra vida. Entonces empezamos a controlar; y resulta que todo lo que controlamos nos termina controlando; todas las ataduras siempre son esclavizantes porque vivimos atados a algo o a alguien bajo la angustia y el miedo de perderlo. Esa angustia de perder ese trabajo, esa idea, esa persona, esa pareja, ese rito, se transforma en un dolor muy grande.
Pero, ¿qué pasa? Siempre vamos a perder; porque la vida se compone de pérdidas...
nada ni nadie es eterno. Una persona puede atarse a un coche, pero el coche tiene un ciclo de vida útil. Va a haber un momento donde el coche se va a romper; la pareja tiene un ciclo de vida útil, en un momento habrá una separación o va a haber una muerte.
Todo en la vida es pérdida, porque todo y todos los que estamos en la vida somos temporales. Entonces, cuando una persona queda atada a algo o a alguien, siempre va a estar sufriendo, y lo que es peor, cuando tengo una atadura -un vínculo negativo con algo o con alguien- no puedo tomar la bendición que Dios tenía preparada para mí. Pero cuando yo rompo esa atadura me desato de eso o de esa persona, y puedo tomar la bendición.
Vamos a hablar de tres ataduras, y vamos a orar y a cortar las ataduras. Vamos a hacer un acto profético y nos vamos a llevar tres bendiciones.
1) La atadura de las ideas de mi mente
Cuando yo me apego a las ideas de mi mente, las ideas terminan esclavizándome. Tengo que romper la atadura de las ideas de mi mente, de las ideas chicas.
Tendemos a evaluar al otro según nuestras ideas. Si el otro me gusta, entonces me cae bien, y si el otro no se parece a mí, entonces me cae mal. Y muchas veces tomamos los primeros minutos para evaluar a la persona y vemos: "se viste como yo, entonces me gusta; no se viste como yo, no me gusta. Tiene aritos por todas partes, no me gusta; tiene pelo largo, me gusta. Habla de esta manera, me gusta; no habla de esta manera, no me gusta". Y eso es una atadura a las ideas de nuestra mente. Porque no nos tomamos tiempo para conocer a la persona. Y cuando estamos atados a nuestras ideas, categorizamos, pre-juzgamos, estigmatizamos. Decimos, "mirá: ese es un gordo", pero no sabemos qué le pasó a esa persona; no sabemos su crianza, no sabemos su dolor. "Ese se separó"; pero no caminamos en sus zapatos; no sabemos la historia que tuvieron; las pérdidas que tuvieron; las luchas que tuvieron. Entonces, ¿qué hacemos? Nos atamos a nuestra idea de gusto, y entonces decimos: "si me gusta, entonces lo acepto; y si no me gusta lo rechazo". Ideas pequeñas...
Dice que fue un hombre a una iglesia; estaba vestido común, y en la iglesia estaban todos bien vestidos. Entonces el pastor se acerca y le dice: "muy mal que usted vino vestido así. Pregúntele al Señor Jesús cómo quiere que usted se vista... váyase". A la otra semana el hombre volvió vestido igual. El pastor le dice: "muy mal cómo usted está vestido; pregúntele a Jesús cómo quiere Él que usted se vista... váyase". La otra semana volvió a la reunión y viene el pastor y le dice: "muy mal vestido... pregúntele a Jesús..." y el hombre le dice: "yo le pregunté a Jesús, y me dijo que él nunca había entrado en esta iglesia, ¡y no tenia la más pálida idea!
Lo importante es darnos tiempo para conocer a la gente. ¿Cuántas veces nos guiamos por comentarios...? "Mirá, cuidado porque ese es así; porque aquel es asá..." y no nos dimos tiempo para conocer a la gente, para evaluar según su corazón y no según los gustos que nosotros tenemos. Eso era lo que hacían los fariseos: miraban el exterior, pero por dentro estaban podridos, tenían maldad. Y Jesús dijo: "ustedes miran lo de afuera y no se dan tiempo para conocer a las personas". Darnos tiempo para ver cómo es el otro; respetar que el otro puede tener gustos distintos. A veces miramos cómo está vestido, o "mirá cómo habla; no me gusta", pero no te gusta, y no tiene por qué gustarte. Pero cuando vos podés tomar tiempo, descubrís que tal vez esa persona que es distinta a vos es una persona maravillosa, tiene el corazón lleno de amor, lleno de paz y de bendición. Entonces nos damos tiempo para conocer, y le damos tiempo a la gente para cambiar. A veces cuando tenemos las ideas chiquitas decimos: "¿qué pasa que no cambia, que no crece?"; "¿qué pasa que no deja de fumar?" Y no le damos tiempo; queremos que Dios cambie de esa persona en un mes, lo que no nos cambió a nosotros en cincuenta años. Que deje de fumar, que está dando mal testimonio... pero vos hace veinte años que tenés esa lengua chismosa y venenosa, que es peor que el cigarrillo... porque el cigarrillo mata a uno, ¡pero tu lengua mata a mil!
"Toda la misericordia que suelte a los demás, alguien la soltará para mi casa".
No nos apresuremos a juzgar. La gente antes entraba a la iglesia y decía: "mirá cómo vino vestida; vino 'la vedette'; mirá ese... que los aritos, el tatuaje; mirá ese pelo, no me gusta." Y si le preguntás a ese, no le va a gustar el peinado tuyo. Entonces: darnos tiempo. Tenemos que soltarnos de las ideas pequeñas. "Hoy me voy a desatar." Tenemos que soltarnos de las ideas que nos torturan.
Job perdió los diez hijos. Satanás no le mató a los hijos; Satanás le tocó las finanzas. Lo de los hijos fue una desgracia. Pero a Job se le mezcló todo y dijo: "Dios me mató a los hijos; perdí todo." Y los tres amigos que se le paran al lado de Job le dicen: "si tus hijos murieron, fue por su pecado". Tenemos que desatarnos de esas ideas. A una persona que perdió un hijo le dijeron que Dios le mató al hijo porque venía a esta iglesia. Esas son ideas diabólicas y malvadas. "Algo habrás hecho; no estarás orando lo suficiente; ¿faltaste a la reunión del viernes...? por eso te pisó un camión; por algo será..." Como esa gente que usa la Biblia: "tengo un pasaje para vos: Ezequiel 31, que dice: "Dios pudrirá tu yugo y tu cabeza también y te aplastará". Todas esas ideas de tortura, eso era lo que le cuestionaban a Pablo: que donde iba lo apedreaban, lo metían en la cárcel; y los religiosos decían: "¿Cómo...? Si es tan de Dios no puede sufrir." ¡¿Cómo que no va a sufrir, si la vida se compone de sufrimiento?! Pero la gente a la que le pasan cosas difíciles, no es la gente que está haciendo las cosas mal; es la gente que está haciendo las cosas bien. Tenemos que desatarnos de las ideas torturantes que te dijeron: "eso te pasa por no leer la Biblia; eso te pasa por no ayunar; por ir a ese lugar; Dios te castigó por aquello."
Me desato de esas ideas diabólicas.
Nos tenemos que desatar de las ideas de los demás; son solamente opiniones. Hay personas que viven diciendo: "mirá lo que me dijo." Hay parejas que están atadas a la opinión de él o de ella: "¡¿cómo me dijiste eso?! Pero, ¿quién te creés que sos?" Y divinizamos la opinión del otro, y nos atamos a la opinión del otro, sencillamente porque nos apegamos a esa idea, en vez de decir: "esa es tu opinión; vos pensás así; que Dios te bendiga; yo opino de otra manera" ¡y se terminó la historia!
Desatarnos de la opinión; de cómo nos ve el otro. Las ideas; tenemos que desatarnos de las ideas. No te apegues a tus ideas; las ideas hoy te sirven, mañana Dios te va a dar mejores. No nos atemos a nuestra mente, porque nuestra mente es pequeña, pero las ideas que Dios nos va a dar son maravillosas. Tenemos que desatarnos: "hoy me voy a desatar de mis ideas, de las ideas de los demás y de las ideas de mi infancia."
Las ideas que nos sembraron en nuestra infancia son las más poderosas, porque esas ideas marcaron nuestro concepto de normalidad. Si yo me crié con papás depresivos, para mí tener depresión va a ser mi normalidad. Si yo me crié en una casa donde no había para comer, la pobreza va a ser mi normalidad. Si yo me crié en una casa donde había conflicto, conflicto va a ser mi normalidad; y la mente siempre vuelve a su normalidad. Entonces, una persona que fue criada con pobreza empieza a prosperar, empieza a crecer, empieza a hacer buenos negocios, hasta que se va a mandar una equivocación para volver otra vez a la pobreza, porque están atados a sus ideas de la infancia. Hay personas que se criaron con depresión y dijeron: "tristeza es mi herencia"; y de pronto le empiezan a pasar cosas buenas en la vida; Dios lo bendice, avanzan; pero hacen algo para volver otra vez a su normalidad de tristeza y de depresión.
Hasta que no nos desatemos de esas ideas; hasta que no nos desenamoremos de nuestra mente, Dios no va a poder derramar sus ideas, que son bendición, vida y abundancia.
Había un paralítico tirado treinta y ocho años en un lugar, con todos los leprosos, con todos los enfermos; abandonado literalmente por la sociedad y por la gente; treinta y ocho años paralítico. Viene el Señor y le dice: "¿querés ser sano...? ¡¿Cómo le va a preguntar eso a una persona paralítica?! ¡¿Qué va a querer?! Y él le responde: "no tengo quién me meta en el estanque" Porque en ese entonces estaba la idea que, si al enfermo lo metían en un estanque con agua, se iba a sanar. Entonces Jesús le dice: "levantate y tomá tu camilla." Cuando se levanta, el hombre empieza a caminar... ¡imagínense! Treinta y ocho años, y por primera vez deja el suelo como su casa; se pone de pie; ¡treinta y ocho años! Podía correr; caminar; saltar; una emoción enorme. Y él se va con la camilla. Dios le sanó las piernas. Y cuando aparecen los religiosos -porque siempre están por ahí...- le dicen: "¿quién te sanó?" Y les responde: "no sé quién me sanó; yo lo que sé es que me dijo: 'levantate y andá'... no sé quién." Y dice que se va el hombre caminando, va para el templo, y... ¿quién estaba en el templo?: Jesús. Lo mira; le dice al ex-paralítico: "no peques, para que no te venga algo peor" ¿Por qué le dijo eso? ¿Por qué le dijo: "no peques para que no te venga algo peor"? ¿Puede haber algo peor que no caminar? ¿Por qué le dijo eso? Y dice que inmediatamente el paralítico se fue: fue a los religiosos a botonearle que había sido Jesús el que lo sanó; porque los religiosos lo estaban buscando para matarlo a Jesús. Ese lisiado fue sano de las piernas, pero en su mente, su normalidad nunca fue cambiada. Ese fue -antes que Judas- el primer traidor de los evangélicos; porque al que lo amaba, él lo terminó odiando; y a los que lo odiaban, los terminó amando. Porque hay gente que ama a los que lo odian, y odian a los que lo aman. Por eso, bendición no alcanza, si nuestra mentalidad de normalidad no es rota.
Lo primero
Hoy nos tenemos que desenamorar de nuestras ideas y tomar las ideas de Dios, tenemos que establecer nuestra normalidad. Y nuestra normalidad no se estableció en nuestra infancia... ¿saben dónde se estableció?: en nuestro origen; en el Génesis. Cuando Dios creó la tierra, dijo: "bueno"; creó los animales, y dijo: "bueno"; creó la hierba y dijo: "bueno". Pero cuando creó al ser humano dijo: "¡muy bueno!". Yo soy 'muy bueno'; esa es mi normalidad. "¡Acá hay alguien muy bueno, saludando a alguien muy bueno!" Dios nos ha hecho 'muy buenos'. Yo soy muy bueno para prosperar; para hacer finanzas; para avanzar; para alcanzar los sueños. Yo soy muy bueno para todo lo que Dios me pide que haga. Esa es la voz de Dios que llena mi mente.
Lo segundo que hizo: los bendijo. "Yo soy amado por Dios".
"Alguien amado por Dios salude a otro amado por Dios." Estamos bendecidos; hay gente acá que está bendecida por la mano del Señor.
Lo tercero; en Salmo 8 dice que cuando nos formó, nos coronó con honra. Eso quiere decir que somos muy buenos, somos amados y somos valiosos.
Honra; sos un rey. Dios te ha coronado para que reines, para que seas el mejor, para que te destaques en todo lo que hagas. Esa es la normalidad original con la cual Dios hoy nos va a establecer.
Y después dice que lo hizo a imagen y semejanza.
"Tengo el potencial divino para alcanzar todo lo que me proponga".
Esa es nuestra normalidad; esas son las ideas a las que hoy nos atamos. Nos atamos a que somos valiosos, a que somos amados, a que somos muy buenos, y a que somos a imagen y a semejanza de Dios. Y nos desatamos de toda idea pequeña; de todo gusto personal; de toda opinión de la gente, y de todo lo que digan y no digan. Y nos atamos a la voz del Señor, que es nuestro creador, nuestro rey y nuestro padre. ¡¡Que alguien celebre eso!!
En China, había uno que tenia un tatuaje que decía: "nacido para perder." Y el pastor le preguntó al que tatuaba: "¿por qué se pone la gente 'nacido para perder'?" Y el chino le respondió: "antes de tatuar brazo, mente tatuada..."
Hoy Dios te pone el tatuaje que 'todo lo que hagas te saldrá bien'.
Mi normalidad es que soy muy bueno, amado, valioso y a imagen de Dios. Toda idea que no coincida con las ideas de Dios, hoy las cancelo de mi vida.
2) La atadura de los ritos y la rutina
Nos encantan los ritos; siempre lo mismo, de la misma manera, de la misma forma, por el mismo camino, la misma comida, los mismos besos, la misma discusión, las mismas malas palabras. Siempre lo mismo, de la misma manera; nos encantan los ritos. Por ejemplo la gente dice: "¿cuándo dan la santa cena?" La santa cena no existe, porque no es santa;es cena. Pero nos metieron eso en la cabeza: que es santa. Y cuando vos lees la Biblia, el único santo es Dios. Y, ¿sabés por qué se llama la cena del Señor? ¡Porque estaban cenando! Si hubiesen desayunado, hubiese sido el santo desayuno; y si hubiese sido en la merienda, la merienda del Señor. "Pero la dan muy rápida la santa cena" ...¡no es santa! Me dijo una vez una persona que la 'santa cena' hay que darla al final de la reunión.. ¿de dónde sacó eso? Primero: cuando Jesús estableció la cena, no era una reunión; era una cena. Pero alguien le dijo que es al final de la reunión. Pero cuando Jesús estableció la cena, estaban comiendo y no era el final, estaban por la mitad. Pero le metieron eso el rito. "¡Pero acá lo agarré, pastor!: Él tomó el pan, y dio gracias; ¡acá no dan gracias!" ...porque celebraban la Pascua; por la Pascua daban las gracias. Pero le metieron el rito...
"A mí me enseñaron que la santa cena (¡no es santa; es cena!) tenia que ser todos los domingos; no podía ser el jueves..." No sé por qué la tomaron el primer día... ¡es que algún día la tenían que tomar! "¿Por qué la tomaron el primer día y no la tomaron en el segundo...?" Porque si la hubiesen tomado en el segundo, ¡era el segundo día! "Sí; pero acá la toman todos..." Es que Jesús se la dio a todos los que estaban ahí; sí habían más, se la daba a más.
Me tengo que desatar de los ritos.
La otra vez le dijo una persona de otra iglesia al pastor Alejandro: "¿por qué dice 'iglesia poderosa', si el único poderoso es Dios...?" Pero en la Biblia dice que Jesús viene a buscar a una iglesia sin mancha y sin arruga, y sin pecado. Y sin arruga significa que no va a estar vieja; eso es ¡poderosa!
¿Quiénes tienen más de cuarenta años? Después de los cuarenta sentís que el tiempo pasa más rápido... "¡ya llegó el viernes!" Vas caminando y te dicen: "señor..." ¡señor tu abuela!, le decís al pibe. Te tratan de usted. Más de cincuenta: pasa el tiempo más rápido. Si tenés setenta, más rápido... ahí ya hablás de 'décadas': "Me acuerdo hace cuarenta y ocho años; hace treinta años...", y el tiempo se va más rápido. Eso es un mecanismo psicológico: sentimos que el tiempo pasa más rápido. Y me puse a investigar por qué sentimos que pasa el tiempo más rápido. Descubrí que cuanto más crecemos, más rápido sentimos que se nos va; pero el tiempo no se va; en lo natural siempre es el mismo tiempo; pero la sensación es que se nos va rápido. Y descubrí que es por culpa de los ritos; porque se hizo una investigación con mil cuatrocientas personas: ¿qué recuerdos tenían? Sus recuerdos más lindos. La mayoría habló de los recuerdos a los veinte años; porque a los veinte años hay acción, ganas, entusiasmo, experiencias nuevas; no te importa nada. ¿Habrá alguien así acá ...espiritualmente hablando? Pero después de los cuarenta... Alejandra me dice: "vamos a pasear Bernardo"; "noooo... hay mucho secuestro". Me dice: "¡vamos al cine!"; "noooo... Leo me prestó un dvd" ...todo de la misma manera. Y cuanto más avanzamos, más ritos: "dos besos de acá; giro de acá; tres de acá ...y a dormir." Todo lo mismo; todo igual. Y se nos va el tiempo más rápido. Y descubrí lo que Dios le dio a Job... ¿Saben que la vida de Job era un rito? Él se levantaba; mataba animales; visitaba a los hijos; hasta que le vino un cáncer en la piel... ocho meses sufriendo. Perdió todo; lo dejaron los amigos. Pero dice que al final de los ocho meses, Dios vino y le regaló ciento cuarenta años más: ¡una vida llena de sentido! Cuando nos desatamos de los ritos, vienen las experiencias hermosas; viene el sentido maravilloso.
Hoy vamos a apagar el piloto automático y vamos a decir: "ya no me voy a mover de memoria; quiero que Dios me dé experiencias nuevas, en lugares nuevos; que Dios me dé oraciones nuevas; me dé gloria nueva; me dé poder nuevo; finanzas nuevas; amigos nuevos; toque nuevo; viajes nuevos; y enriquezca mi vida." Porque se vienen las experiencias que nos van a mantener jóvenes, fuertes y vigorosos.
Hay que sacarnos ritos. El bautismo tampoco es un rito; nada en la vida cristiana es un rito. "¿Acá por qué hacen gritar...?" Porque hay gente que nunca gritó. Después tienen para hablar toda la semana: "fui a la iglesia esa de los 'psicólogos' que enseñan 'humanismo', y nos hizo gritar." Por eso Dios te puso la loca y el loco que hoy tenés al lado: para que tengas algo para hablar. Dios nos va a dar experiencias nuevas. Dios nos va a mover adonde nunca fuimos; vas a pisar lugares extraños; el lugar te resultará extraño a vos, pero vos no resultarás extraño a la tierra; porque ese lugar te ha estado esperando durante toda tu vida. Porque la tierra clama para que los hijos de Dios nos manifestemos, para que salgamos del adormecimiento, de vivir siempre lo mismo. Dios te va a llevar a lugares donde nunca fuiste. Conocerás gente distinta en tu vida; hablarás de temas que nunca hablaste; porque Dios hará de nuestra vida una aventura extraordinaria.
Que puedas dar un grito; porque con este grito nos vamos a desatar de los ritos. ¡¡Despertá; despertá, despertá!! Hoy hay gente que ha despertado otra vez a la vida.
Quiero avisarte, que te prepares para vivir cosas nuevas en el Señor. Porque Dios es novedad de vida. Toda la vida de Job estaba dormida, hasta que le vino ese cáncer en la piel; todo el mundo se le derrumbó. Pero Dios apareció al final de la historia y le dijo: "Job, nunca te iba a dejar. Te voy a dar una vida con sentido.
" Quiero hablarle a la gente que ha pasado momentos difíciles: después de ese momento Dios va a inaugurar; vas a despertar a las mejores experiencias de toda la historia de tu vida. Dice que Job vio hasta la cuarta generación de los hijos de sus hijos bendecidos. Quiero decirte que vas a sembrar en tu descendencia bendición sobrenatural. Tus hijos y tus nietos van a hablar de vos; van a decir: "mi abuelo estaba dormido; quería 'la santa cena'; pero alguien lo despertó. Dios le cayó con un 'camión' de la unción del Espíritu Santo, y dijo 'estoy vivo; voy a aprovechar cada minuto; no lo voy a peder más. No voy a repetir más tonterías, sino que voy a capturar el destino, el propósito, los sueños. Porque yo soy valioso; yo soy honrado; soy imagen del Señor; soy bendito y soy ¡¡¡muy, muy, muy bueno!!!"
3) La atadura de las cosas
Job tenía cosas. Nosotros tenemos dos problemas con las cosas; primero: la mente monástica. Me traje de España un libro grande sobre todos los monasterios del Siglo III en adelante. Me puse a leer cómo era la vida monárquica... Pobreza: las cosas son malas; diabólicas. Pero la Biblia dice: "todas las cosas nos ayudan a bien"; y Jesús dijo: "cuánto más, vuestro padre celestial sabe que tenéis necesidades de éstas... cosas." Dios nos va a dar cosas. Hay gente que se ató a las cosas, porque las cosas le sanan la estima. Entonces -como tienen baja estima- dicen: "tengo este reloj de tal marca; tengo este coche nuevo, me siento mejor; tengo esta 'marquita', me siento mejor"; y eso es una atadura, porque las cosas no son necesarias para que te sientas bien. Tenés que sentirte bien con cosas o sin cosas, en riqueza o en pobreza. "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece"; esa es la gente a quienes las cosas los van a perseguir. No necesito de las cosas para sentirme bien... porque me siento bien, persigo las cosas. Cuando Dios nos da cosas, tenemos que disfrutarlas, no tener mente de monasterio: "mirá, eso es diabólico"; porque Jesús dijo: ." Entonces Dios nos va a bendecir económicamente; nos va a bendecir materialmente; pero las cosas no van a ser para lucirlas, para mostrarlas, para sentirnos bien; van a ser para disfrutarlas. Cuando Dios te da coche, te da casa, Dios te lo va a dar, pero vos decile: "Padre, lo voy a disfrutar, y ya mismo lo suelto de mi vida, para que cuando se vaya de mi vida, no me duela" Porque todo es temporal; todo. Y cuando ya soltaste algo antes que recibirlo, cuando Dios te lo da lo disfrutás, y la cosa no es tu amo. El dinero no es tu obsesión porque ya lo soltaste; y cuando lo soltaste, lo podés disfrutar; y cuando lo soltaste, podés tomar algo más grande. Las cosas no son proyectos. Dios no me hizo para las cosas, sino para los proyectos, y las cosas no son el proyecto. ¿Por qué muchos pibes se drogan, se deprimen? Porque creen que las cosas son el proyecto; y las cosas son un medio para el sueño, pero no son el sueño. Por eso a los pibes les falta proyecto, no cosas. Confunden las cosas con el proyecto, pero cuando vos tenés el proyecto, las cosas te siguen. Pero cuando las cosas son tu proyecto, las cosas te atan y no te siguen.
Hoy nos vamos a soltar de ideas; ideas humanas. Las ideas las usamos y las soltamos; no nos enamoramos. Job llega al final de esos ocho meses; todo cáncer; sólo, en un basurero; todos lo habían dejado... los tres amigos de Job le decían: "tus diez hijos se murieron por su pecado; Dios te castigó". ¿Sabés lo que es eso, que te digan que un hijo se murió porque vos actuaste mal...? Eso es perverso. El hombre lleno de cáncer, y Sofar -el otro amigo- le decía: "esto te pasa porque no amaste a Dios con todo tu corazón." ¿Vos sabés lo que es estar sufriendo una enfermedad terrible y encima te digan que Dios te lo mandó? Pero Job oró por ellos; los desató.
Me desato de estas ideas; estas ideas no son de Dios. Me desato de todos los ritos; me desato de las cosas.
Y dice que Dios vino y lo bendijo. Y Job dijo: "de oídas te había oído, pero ahora mis ojos te ven." Job se movía por ideas; ideas de la gente. Pero cuando él se desató, dijo: "de oídas te había oído, pero ahora yo te he visto." Dios te va a dar revelación de Él. Hoy nos tenemos que desatar de las ideas, de nuestros gustos, de las opiniones de los demás. Esa persona que hoy te lastimó, desatate; es una opinión. Dice que se desató de los ritos y Dios le dio una vida larga de ciento cuarenta años.
Dios te va a dar experiencias hermosas cuando salgas del rito.
Cuando Dios me dinamitó a mí todos los ritos que yo tenia (y algunos me los está dinamitando) ya no era más 'la santa cena'; ya el bautismo no era como lo hacía; ya la lectura de la Biblia exegética no era como lo había aprendido... yo le dije: "Señor, y ahora qué?" Y el Señor me dijo: "ahora vas a vivir abundantemente; ahora te voy a mostrar; vas a ir adonde no fuiste; vas hablar lo que no hablaste; ahora vas a ver: donde jamás soñaste, yo te voy a meter, lo que jamás pensaste, yo te voy a usar; porque saliste del rito y porque saliste del adormecimiento, y porque saliste del piloto automático. Lo único que te queda es oír mi voz, y la vida va a ser una aventura extraordinaria."
Cuando nos desatemos de las cosas -ese coche que te preocupa; el sueldo que te atormenta; el trabajo; ese jarrón de la abuela que lo cuidás-; cuando digas: "Señor, me desato; te lo entrego; esto tiene un ciclo de vida, y antes que se me rompa el jarrón, te lo entrego, para que cuando se me rompa no me duela." Y cuando vos se lo entregás, Dios dice: "éste tiene proyecto; éste tiene sueño; le voy a dar el doble"; y si leí bien de a diez miles: diez mil; catorce mil; dieciséis mil... porque cuando Dios multiplica, lo hace a lo grande. Iglesia: Febrero es nuestro mes; es el mes de los cristianos desatados. La tierra dará voces de júbilo, porque Dios nos va a dar revelación, vida abundante y prosperidad material. Porque sos muy bueno; sos su imagen; estás coronado de honra, y sos la imagen de Él.
¿Estamos listos para las cosas buenas de Dios? Dios bendijo al doble toda la vida de Job; tuvo catorce hijos más. Pero los hijos nunca reemplazan a los hijos fallecidos. Yo le dije: "Señor, ¿qué significa esto? Porque una cosa se reemplaza, pero un hijo no..." Y el Señor me respondió: "los catorce hijos simbolizan paz con la historia de tu pasado." Quiero hablarles a los que han tenido pérdidas grandes: Dios te va a dar paz con tu historia; Dios va a cerrar los duelos. Porque la vida sigue; el propósito sigue. Los que partieron, hoy nos están viendo junto con los ángeles del Señor; y nos están escuchando. No pueden participar con nosotros, pero nos pueden ver, así como los ángeles. Y hay una hinchada que nos está alentando hoy a que sigamos adelante, hasta ver el cumplimiento de todas las promesas del Señor. Yo profetizo sobre tu vida que de oídas habías oído, pero ahora verás la gloria del Señor. Profetizo años de vida larga y abundante; experiencias hermosas en el Señor. Y profetizo que todo lo material que hemos perdido, volverá multiplicado otra vez. ¡Amén!
Sos muy bueno; estás bendecido; sos imagen de Dios; y todo lo que hagas te saldrá bien. Despierta tú que duermes, y te alumbrará Cristo.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Mirando hacia la fuente correcta

”Respondió Juan y dijo: No puede el hombre recibir nada, si no le fuere dado del cielo.” Juan 3:27
Hay personas que se la pasan mirando hacia atrás. Eso puede ser el pasado, a sus antepasados o simplemente a malos ejemplos.
Usted no tiene que estar mirando a quienes les fue mal, porque el favor de Dios está en usted. Ni su trabajo, ni sus riquezas, ni sus ahorros deben ser su fuente. Declare: “Dios es mi fuente.”
El favor divino va a ir en aumento y Dios le enseña los caminos para que ese favor se manifieste en todo lo que haga. ¡Confíe y crea! Si aún no ha formado una familia, confíe que con el favor de Dios lo podrá hacer. Herederos de bendición saldrán de su casa y sus hijos serán tremendamente bendecidos. El mismo Dios que sacó al pueblo de la esclavitud de Egipto, los acompañó con su favor en todo el viaje hacia la tierra prometida. Y los sacó con las manos llenas, lo dice la Palabra de Dios en Exodo 3:20-22, y también dice que no se presenten delante de Dios con las manos vacías. Siempre las manos llenas son para que circule la bendición a través de su vida, para que dependa de Él y sepa que con Dios siempre le irá bien.
Por eso es muy importante que esté enfocado en Dios, que es su fuente. No mire a quienes les fue mal, ellos no son su fuente. Enfóquese en la fuente correcta.
Dios no solamente fue la fuente para bendecirlos en la tierra de Egipto y sacarlos con las manos llenas sino que en el desierto fue la fuente de provisión. Las ropas no se les gastaban y todos los días estaba el alimento delante de ellos. Él era la fuente de provisión y los llevaba a otro nivel que era la tierra prometida para que vivieran en otra dimensión. Todos los días tenían el alimento necesario y también la Palabra dice que de la roca fluía el agua para que todos bebieran. Había más de 2 millones y medio de personas caminando en el desierto, sin embargo, había agua para todos. Él es la fuente de agua que provee para todos los aspectos de nuestra vida, porque cuando lo espiritual va creciendo en nuestras vidas vamos creciendo y ascendiendo para ver manifestada la bendición en todos los aspectos. ¡El favor de Dios está en su vida!
Oración: Padre, hoy te doy gracias porque tú eres mi fuente y sé que puedo confiar en que siempre me proveerás y nada me faltaré. Me mantendré enfocado en ti y no miraré al pasado. Todo me irá bien. En el nombre de Jesús, amén. Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina

domingo, 21 de noviembre de 2010

Actuando en el acuerdo

“¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?” Amós 3:3
¿Sabe algo? La gente de campo, nunca pone a dos animales que sean distintos en un yugo, porque no van a ir parejo y como consecuencia no les podrá dar dirección. Lo mismo sucede con las parejas o en los negocios. Si no existe un acuerdo mutuo, todo esfuerzo por llegar a alguna parte, será en vano y Dios no los podrá guiar.
¿Sabe qué es lo que se siente cuando uno está atado a otro y cada uno hace fuerza o tira a destiempo en la pareja? Sólo se siente dolor, mucho dolor. Precisamente es lo que han experimentado millones de personas en el mundo a lo largo de la historia. Todos ellos han ignorado el secreto del poder del acuerdo. Cuando uno está de acuerdo con alguien, la carga es mucho más liviana de llevar y se llegarán mucho más lejos.
¿Y cómo se logra? Conociendo que tenemos un acuerdo con Dios y luego caminando en acuerdo con Su palabra.
“¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?”_Romanos 8:31
Su matrimonio brillará nuevamente. Sus metas familiares serán alcanzadas.
La Palabra de Dios viene a producir en su vida bendiciones pero debe ponerse de acuerdo con ellas accionando a medida que las recibe.
Todo lo que emprenda en acuerdo con Dios y los suyos será prosperado y podrán ir a otro nivel de gloria.
“Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos”. Mateo 18:19
Póngase de acuerdo en este día y tendrá una familia viviendo en armonía y paz.
Oración: Padre, reconozco mi error de hacer las cosas sin ponerme de acuerdo contigo y mi familia. Sé que eres un Dios de oportunidades y te pido una. Lo haré como Tú me dices y mi vida cambiará. Gracias, en el nombre de Jesús. Amén. Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina

sábado, 20 de noviembre de 2010

Restitución

23 Vosotros también, hijos de Sion, alegraos y gozaos en Jehová vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo, y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio. 24 Las eras se llenarán de trigo, y los lagares rebosarán de vino y aceite. 25 Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros. 26 Comeréis hasta saciaros, y alabaréis el nombre de Jehová vuestro Dios, el cual hizo maravillas con vosotros; y nunca jamás será mi pueblo avergonzado.” Joel 2:23-26
Hoy lo invito a observar un poco la vida del pueblo de Israel. Por haber hecho las cosas a la manera del mundo, a la manera de los incrédulos hubo pérdida y Dios permitió que llegaran cosas que no tenían que llegar a la vida de ellos. Pero Dios les dice ahora: no solamente verán abundancia y multiplicación y grandes cosas a favor de ustedes sino hasta lo que perdieron va a ser restituido.
Seguramente usted puede sentirse identificado. Quizás ha perdido cosas por ignorancia en el camino de la vida, pero Dios le dice hoy que viene restitución, que viene recuperación de lo robado.
Hay algunos creyentes que se hacen los sufridos o tiene la doctrina del sufrimiento haciendo parte de su estilo de vida de pagarle a Dios cosas con sufrimiento y no sé si no les gustaría pasar vergüenza varias veces diciendo que es el nombre del Señor ¡Dios les para el carro! Nunca, Jamás será avergonzado. Entonces no invente teorías de su vergüenza porque ya no será más avergonzado.
Jesús en la cruz llevó su vergüenza y mi vergüenza para que ahora nos gocemos nos alegremos y disfrutemos de la herencia y no hagamos de esta vida una muestra de sufrimiento o de escasez o de pérdida para hacernos los creyentes. Si tenemos que demostrar nuestra creencia no pasará vergüenza de vuelta, al contrario, la gente dirá es un bendecido, sus hijos son bendecidos, son prósperos en todas las áreas.
Esa gente que lo ha tratado o lo trata con desprecio, como el último orejón del tarro, de repente lo empezará a respetar. Hay gente que lo ha tenido en poco, en baja autoestima, no le ha dado valor y no se ha dado cuenta que adentro hay una corona para reinar que lo va a empezar a ver manifestado en todas las áreas. Va a estar en lugares donde no se llega por su propia cuenta, sólo Dios le abre el camino, él le ha dado el tesoro y le va a traer la manifestación de ese tesoro, porque es un sembrador y respeta la ley de siembra y cosecha. Todo lo que Dios le ha dado es para que lo administre como un sembrador fiel que sin saber cómo, su semilla le trae cosecha.
Esta posición que Dios le da como hijo, también toma posesión de lo que Dios le da como tesoro. Eso es lo que le dice Dios: tus graneros van a estar llenos, tus manos van a estar llenas, no va a ver escasez, no va a pasar vergüenza de vuelta, va a ver la abundancia de Dios. El reino de Dios se va a establecer, Dios no miente, es verdadero, su palabra es verdadera, él es fiel.
No se quede estancado en un estilo de vida pasado, renueve el entendimiento, cambiando sistema de creencias y párese en el lugar y la posición correcta de hijo, de recibir la revelación de esta herencia y disfrutar de esta vida sin igual. Lo que le ha sido robado o destruido le será restituido.
Oración: Padre, gracias por guardarme y declarar que lo que he perdido, lo que ha sido destruido en mi vida para a ser restaurado: mi matrimonio, mis finanzas, mi hogar, mi familia. Yo lo creo y lo veré hecho. En el nombre de Jesús, amén. Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Cambios en la vida familiar

“a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas”. Hebreos 6:12
Hay promesas de bendición para toda su familia. Tal vez usted lleva tiempo orando por ellos sin ver aún los resultados, pero eso no quiere decir que no los verá. La Palabra aquí nos exhorta a no desmayar, a no ser perezosos en la batalla de la fe, a ser imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredaron las promesas. Fe más paciencia son los ingredientes necesarios para iniciar el cambio. Se necesita fe para cambiar y se necesita tiempo y perseverancia para establecer ese cambio. Se necesita fe para influenciar a otro y se necesita paciencia para que a esa persona se le revele la Palabra.
No se resigne a vivir fuera de los beneficios divinos, no se resigne a que sus hijos estén fuera del camino de Dios. Persevere en fe. La fe y la paciencia deben estar presentes siempre. Si usted dice que tiene fe pero al no ver el cambio dice: “esto no sucederá nunca”, realmente no tiene fe. La fe no es una varita mágica; la fe es la convicción sobre lo que Dios ha dicho en su Palabra y no la altera las circunstancias. Otros dicen “estoy esperando en el Señor” y dicen que son pacientes. Usted puede estar soportando todo, pero eso no es paciencia, es resignación, y esto lo lleva a la incredulidad porque ya no cree en el cambio.
Si está creyendo por un cambio en su vida familiar, alimente su fe con las promesas, ponga en práctica lo que cree y verá los resultados. No se desespere ni se desanime, persevere, el cambio vendrá.
Oración: Padre, yo no soy de los que retroceden, ni de los que se rinden. Cada integrante de mi familia vendrá a tus caminos. Les llevaré tu Palabra y les mostraré tu amor. Pondré por obra todo lo que Tú me dices y la fe crecerá en mí. La acompañaré con paciencia y veré los resultados. Gracias, en el nombre de Jesús. Amén. Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Dos modelos de reflexión: Humanista y Espiritual

Un Ganador
Cuando un ganador comete un error, dice: "Yo me equivoque"
Cuando un perdedor comete un error, dice: "No fue mi culpa"
Un ganador trabaja mas fuerte que el perdedor y tiene mas tiempo.
Un perdedor esta siempre "muy ocupado" para hacer lo que es necesario.
Un ganador enfrenta y supera el problema.
Un perdedor le da vueltas y nunca logra pasarlo.
Un ganador se compromete.
Un perdedor hace promesas.
Un ganador dice, "Yo soy bueno, pero no tan bueno como a mi me gustaria ser"
Un perdedor dice, "Yo no soy tan malo como lo es mucha otra gente"
Un ganador escucha, comprende y responde.
Un perdedor solo espera hasta que le toque su turno para hablar.
Un ganador respeta a aquellos que son superiores a él y trata de aprender algo de ellos.
Un perdedor se resiente con aquellos que son superiores a él y trata de encontrarle los defectos.
Un ganador se siente responsable por algo mas que su trabajo solamente.
Un perdedor no colabora y siempre dice, "Yo solo hago mi trabajo"
Un ganador dice, "Debe haber una mejor forma de hacerlo..."
Un perdedor dice, "Esta es la manera en que siempre lo hemos hecho"
Un ganador como tu, comparte este mensaje con sus amigos...
Un perdedor como los otros es egoista y se lo guarda para si mismo...
Fuente: Buenos pensamientos
Ampliando la capacidad para recibir
“Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos.” Mateo 25:14 y 15
Hoy quiero transmitirle algunos puntos clave para que pueda ampliar su capacidad de recibir.
1. Usted debe descubrir que tiene esa habilidad
2. Usted debe descubrir los recursos que hacen que la habilidad crezca
3. Lo importante para ampliar la capacidad de recibir es la actitud
4. Usted tiene que ser un buen administrador.
Cuando usted renueva sus pensamientos con la Palabra de Dios va descubriendo las cosas que tiene, que puede y que es en Dios. Entonces, se da cuenta que tiene que obtener todo lo que Dios ha preparado para su vida para poder disfrutarlo. Es ahí cuando descubre que tiene dones, talentos, habilidades que Dios ha depositado dentro suyo para que las desarrolle. Por eso es muy importante que sepa que tiene que ampliar su capacidad de recibir.
Todo lo que usted desee y sueñe vendrá a su vida si está en línea con la Palabra de Dios. Pero tiene que desarrollar su capacidad de recibir para poder multiplicarlo.
Fíjese que Jesús les dijo a sus discípulos que el Reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos le deja a sus siervos talentos, que eran sus bienes. Los deja en manos de ellos para que los administren.
No a todos les dejó la misma cantidad porque cada uno tenía una capacidad diferente. Si usted quiere recibir mucho, tiene que ampliar su capacidad de recibir. Nadie le podrá confiar mucho si no sabe administrar lo poco que tiene.
En la parábola el hombre que había recibido un solo talento no lo supo administrar bien. Y al regreso de su Señor seguía teniendo lo mismo. Dios le entrega cosas en sus manos para que usted las multiplique, usted tiene ese poder.
Por eso le repito: tiene que descubrir la habilidad que tiene para recibir, tiene que descubrir qué recursos Dios le ha dado para multiplicar lo que recibe, tiene que tener una buena actitud frente a la situación y tiene que ser un buen administrador con lo que ha sido dado.
Haga todo lo posible para que su Señor le pueda decir: “Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu Señor” (Mateo 25: 23)
Descubra las habilidades fuera de lo común que tiene. Traiga beneficios, utilidades al Reino de Dios. Si es fiel en lo poco se le podrá confiar mucho.
Oración: Padre, gracias por enseñarme una vez más cómo ir en aumento en mi vida. Tú eres un Dios que todo lo multiplica y me has dado esa habilidad. la voy a desarrollar y sé que podrás decir que soy un buen siervo y fiel. Me convertiré en un buen administrador de todo lo que pones en mis manos. En el nombre de Jesús, amén.
Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Hacer

“2 Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios.” Deuteronomio 28:2
Hoy quiero mencionarle algo que ya hemos hablado anteriormente pero desde una perspectiva diferente. ¿Qué quiere decir Apóstol? Que muchas veces oímos enseñanzas, prédicas que quizá hablan de los mismos temas, pero no es que el Pastor o líder no tenga de qué hablar. La razón porque muchas veces se puede llegara a hablar de lo mismo, es porque Dios lo quiere así y es porque sus hijos todavía no lo tienen bien aprendido. Sí, todos tenemos áreas en las que tenemos que seguir creciendo y por eso nos es necesario oír una y otra vez la palabra de Dios.
Fíjese que el versículo de Deuteronomio 28:2 dice que vendrán bendiciones sobre su vida y lo alcanzarán. Pero no vienen así solas, hay algo que usted tiene que hacer: oír la voz de Dios ¿Se da cuenta? Una y otra vez tiene que escuchar la voz de Dios. Cuando viene a las reuniones, oye la voz de Dios, cuando lee la Palabra, Dios le habla. Cuando lee los devocionales, Dios le está hablando también. Él le hablará de muchas formas y hasta de algunas que usted no se imagina.
Pero la clave de todo esto, y es lo que le quiero recordar en este día, es que usted tiene que oír la voz de Dios para ponerla en práctica, porque de esta manera se va a manifestar a su alrededor todo lo que Dios ha prometido. Cuando usted oye y hace se manifiestan las bendiciones.
Observe lo que Dios decía en el versículo anterior: “1 Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra”. Oír, guardar y poner por obra (hacer).
Dios desea que usted reciba todas las promesas que él ha soltado para su vida pero usted tiene que creerlas. Por eso es necesario que lea, estudie la Palabra, medite en ella para que descubra cuáles son las promesas de Dios para su vida.
Nunca se olvide que todo lo que Dios ha prometido se cumple. Él es fiel y verdadero, no miente. Entonces si lo ha dicho, se cumplirá. Esto quiere decir que la parte de Dios ya está hecha. Ahora falta que usted haga su parte.
Busque cada día oír la voz de Dios, llénese de ella, renueve su mente y no deje que la voz del mundo le traiga confusión. Si usted oye mucho lo que el mundo dice y lo pone por encima de lo que Dios dice, terminará creyendo en eso y entonces lo que Dios dijo no tendrá efecto en su vida y no, como le dije anteriormente, porque Dios mineta o falle, sino porque usted no hizo su parte.
Dios se mueve por su fe. Cuando usted le cree a Dios, esto le agrada y lo hace moverse a su favor. Por eso es tan importante que oiga la palabra porque la fe viene por oírla. Entonces si hay fe en su vida las bendiciones vendrán.
Oración: Padre, gracias por enseñarme una vez más cosas que todavía no tengo claras en mi vida. Recibo tu Palabra y la creo con fe, sé que las promesas se cumplirán en mi vida. En el nombre de Jesús, amén. Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina.

viernes, 12 de noviembre de 2010

El ministerio de la consolación







En un mundo sobrecargado de stress, presiones, decepciones y sufrimientos personales, el ministerio de la consolación llega a ser una tarea primordial en la actividad pastoral. El Pastor José M. Martines autor español describe su propia experiencia con la consolación: “En el ejercicio de este ministerio, dos bendiciones se hacen manifiestas: el bien que el consolador hace y el bien que recibe. Entre muchos motivos de gozo en el ministerio cristiano, el que me ha producido una satisfacción más profunda ha sido el del contacto pastoral con personas que sufrían intensamente”.
La vida tiene tantos momentos de dolor, que inclusive los miembros de nuestras congregaciones, que son cristianos ya por años, pueden sumergirse fácilmente en la tristeza e incluso en la desesperación. En tales situaciones es necesario que los hermanos y las hermanas estén preparados para este ministerio y enfrentar el sufrimiento del individuo con la Biblia y la oración. El pastor no podrá estar presente, cada vez que se derrame una lágrima. Pero usted como pastor si puede preparar a su congregación para un servicio de consolación mutuo entre hermanos.
Para un corazón doliente y afligido recibir consolación significa recibir la paz de Dios, recibir esperanza para el futuro y por sobre todo la seguridad de la salvación. Aunque el consuelo puede llegar a través del pastor o algún hermano en la fe, debemos estar conscientes de que la consolación siempre viene de Dios, del Padre: “Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren. Pues así como participamos abundantemente en los sufrimientos de Cristo, así también por medio de él tenemos abundante consuelo.” 2 Corintios 1:3-5, NVI.
Pablo presenta a Dios como “el Dios de todo consuelo”. El término griego traducido “consuelo” se refiere al hecho de “reconfortar a quien se encuentra en aprietos o está triste, y también animarlo o ayudarlo”. Pero quizás nos preguntemos: “¿Cómo nos reconforta Dios? ¿Cómo nos da aliento para sobrellevar el dolor?”. Dios conforta principalmente, dándonos su Palabra, la Biblia, y la oportunidad de comunicarnos con Él, mediante la oración. En efecto, Pablo explica que Dios nos proporciona su Palabra “para que [...] mediante el consuelo de las Escrituras tengamos esperanza”. Y además muestra que uno de los beneficios de orar con sinceridad es disfrutar de “la paz de Dios que supera a todo pensamiento” (Romanos 15:4; Filipenses 4:7).
A continuación algunas sugerencias para desarrollar el ministerio de consolación en la iglesia:
6 diferentes maneras de consolar. 7 textos bíblicos para dar consolación al afligido. 8 textos que refieren a Dios como el consolador.
1. Job 21:1-2
2. Job 42:11
3. Rut 2:13
4. Salmo 119:52
5. 1 Corintios 14:3
6. Filemón 1:7 1. Juan 1:12
2. Isaías 58:11
3. Jeremías 33:3
4. Isaías 41:10
5. Filipenses 4:6-7
6. Juan 8:32
7. Deuteronomio 31:8 1. Isaías 51:12
2. Isaías 66:13
3. Salmo 86:17
4. Salmo 94:19
5. Salmo 119:50
6. Jeremías 31:13
7. 2 Corintios 1:3-5
8. Romanos 8:26

Fuente: Liderazgo pastor. El blog de la Revista La Fuente

jueves, 11 de noviembre de 2010

Transformados de gloria en gloria

“18 Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.”
2 Corintios 3:18
Usted es transformado de un nivel de gloria a otro nivel de mayor gloria porque la gloria del Señor crecerá en su vida cuando usted más se enfoque en el Señor y más sea afectado por esa presencia de Dios.
Va a ir descubriendo la herencia y las riquezas que tiene, los tesoros que le han sido depositados en su interior para ir llegando a otros niveles de mejor y más grande manifestación de presencia de Dios.
Gloria es presencia de Dios manifestada y esa presencia de Dios cada vez será más fuerte. Las personas pueden tener su concepto de lo que es la presencia de Dios manifestada. Pero a medida que se le va revelando la palabra lo va a vivir, lo va a practicar y lo va a ver manifestado a través de su vida y cada vez más fuerte la gloria de Dios se va a manifestar.
Todo el proceso de crecimiento tiene que ir en avance, hasta que usted esté en la gloria del Señor para la eternidad. Todo tiene que ir creciendo y avanzando, usted puede tener un estilo de vida hoy, pero tiene que tener la visión con Dios que mañana estará mejor, más arriba, más cerca de la excelencia y este año Dios lo va a llevar a una posición más elevada de bendición divina. Eso tiene que creerlo, vivirlo, hablarlo, extenderlo en todo lugar. Porque por ser heredero de Dios usted tiene que empezar a manifestar las riquezas de ese herencia.
Hemos aprendido en la religión a no tener nada, a no poder nada, todo trabado y cerrado.
Cuanto más sufrida está la cosa, parece que más gloria a Dios le vamos a dar. Sin embargo es al revés, Dios no le pidió ni a usted ni a mi, ninguna clase de sufrimientos porque ya Jesús sufrió por nosotros. Si tenemos que pasar por espacios donde tenemos que luchar y esforzarnos para tener la victoria y establecer la herencia en nuestra vida hay que hacerlo. Pero no tiene que creer que está sufriendo en esta tierra y ahí se tiene que quedar para tratar de agradarlo a Dios a través de eso, porque eso no es agradable a Dios. Eso demuestra que no está confiando en la obra redentora y completa que Jesús hizo en la cruz del calvario. La obra que él hizo es completa y no necesita que le dé ninguna mano con algún sufrimiento.
Si hay que pasar por alguna situación y demostrar que le seremos fieles en todos los niveles, hay que demostrárselo a Dios y hay que creerlo. Pero de ahí hay que salir. Job no pasó demasiado tiempo en los sufrimientos, se calcula en los estudios hechos de la palabra que no pasó de los nueve meses las cosas malas que vivió. Si antes era rico y tenía abundancia de todo, después de esos nueve meses le vino el doble de la bendición en todo. Hay gente que en vez de nueve meses, ya hace nueve años y dicen: yo soy el Job de este siglo.
Dios lo llamó para que viva en Cristo la herencia que le corresponde, revele a Dios en esta tierra y la gloria de Dios sea cada día mayor en su vida. La gloria de Dios viene a su vida, con avance de prosperidad. La gloria y el gozo de Dios están en su vida para extenderse y expandirse. Usted tiene que ser transformado de gloria en gloria. No lo olvide.
Oración: Padre, iré de gloria en gloria porque entendí que le sufrimiento, la pobreza, la escasez no forman parte de tu Reino, de tu Voluntad y de mi vida. Soy tu heredero y tengo que vivir la vida que preparaste para mí que va en ascenso. En el nombre de Jesús, amén.
Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

La Biblia: ¿Cómo comprenderla? (3)

Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón.
Jeremías 15:16
Sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios.
1 Tesalonicenses 2:13
¿Cuál es la actitud que debemos tener para comprender el mensaje espiritual de la Biblia? Abrir la Biblia sin haber pedido a Dios, de todo corazón, que su lectura sea nutritiva para nuestra alma, nos expone a no sacar provecho alguno de ella.
Para comprender la Palabra necesito la ayuda de Dios, pero también es preciso que mi mente esté:
–Disponible: primeramente tomándome tiempo para leer el texto bíblico.
–Abierta: poniendo a un lado mis prejuicios, dejándome interpelar por ella con un espíritu de humildad y fe. En efecto, es Dios quien me habla; puedo confiar en él porque me ama y siempre me dice la verdad.
–Receptiva: Dios me revela sus pensamientos, me ofrece su amor, se da a sí mismo. Recibo todo esto como un regalo.
–Obediente: porque la fe conduce a obedecer. Cuando Dios me habla, mi respuesta debería ser espontánea: hacer lo que él me dice.
El mensaje central de la Palabra es que Dios es amor y dio a su Hijo muy amado. Cuando la leemos con confianza, Dios nos atrae hacia Cristo, su Hijo unigénito, el Salvador. Al recibir su mensaje, recibimos a Jesús, el Salvador. Él es el único camino para conocer a Dios como nuestro Padre.

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Fuente: © Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
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martes, 9 de noviembre de 2010

La Biblia: ¿Dónde está la verdad? (2)

Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. 1 Corintios 2:2
(Testificando)… acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo. Hechos 20:21

Muchas personas leen la Biblia pero no todos la interpretan de la misma forma. ¿A quién se debe creer? Es una pregunta muy legítima. No equivocarse acerca del mensaje de la Palabra de Dios es primordial. He aquí algunas sugerencias sencillas para no ser engañado:
–El agua de un río es más pura cerca de la fuente que kilómetros más abajo. Asimismo, el mensaje de la Escritura puede ser deformado por todas las interpretaciones que se le dan. De ahí la necesidad de leer la Biblia misma y no aceptar interpretaciones sin buscar primeramente en la fuente.
–Además, Jesucristo dijo que Dios se reveló a los niños. Cada uno puede, pues, hacer un examen muy sencillo: lo que pretenden explicarme de la Biblia, ¿Lo puede comprender un niño o es un mensaje complicado, simbólico, reservado a los expertos?
–Ya que la Palabra afirma ser enteramente inspirada por Dios, preguntémonos si lo que nos dicen nos ayuda a comprender lo que leemos o si sólo se apoya en algunas expresiones aisladas de su contexto.
–Finalmente juzguemos, si en todo lo que se nos enseña, se le da a Jesucristo el primer lugar, tal como lo vemos en la Palabra, pues así es como debe ser.
Leámosla, pues sólo ella transforma la vida y la muerte. Sólo ella libera y da la paz, la fuerza, la felicidad y la esperanza.

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Fuente: © Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
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domingo, 7 de noviembre de 2010

La Biblia: ¿Cómo leerla y estudiarla? (1)

Ocúpate en la lectura (de la Palabra de Dios), la exhortación y la enseñanza… Ocúpate en estas cosas. 1 Timoteo 4:13, 15
¿Entiendes lo que lees?… ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare?
Hechos 8:30-31
Según un sondeo hecho en Francia, el 71% de las personas interrogadas afirmó que entre los personajes más célebres, Jesucristo es aquel cuyos pensamientos mejor conocen. Pero sólo el 23% de esas mismas personas declararon haber leído la Biblia. Entonces uno puede preguntarse de dónde sacan sus conocimientos acerca de Jesucristo. Quizá de una película sobre la vida de Jesús, la que sólo es una interpretación de su vida y de su enseñanza. En efecto, no podemos tener un conocimiento justo y preciso de Jesucristo sin haber leído la Escritura. No se obtiene la fe cristiana sólo por lo que otros dicen sobre Jesucristo, sino que la fe viene por “el oír, y el oír, por la palabra de Dios” (Romanos 10:17). Ni la educación cristiana ni los libros de historia son suficientes para fundamentar nuestra fe.
A veces se oye decir: –Traté de leer la Biblia, pero fui desalentado por las dificultades. Es posible, pero seamos sinceros: –¿Puede usted, después de haber leído un libro de matemáticas, pretender haber asimilado su contenido? No, todos los estudiantes le dirán que no basta leerlo, sino que se debe estudiarlo, hacer ejercicios y a menudo dejarse ayudar. Así ocurre con la Biblia, que es a la vez sencilla y difícil de entender. Para aquel que la lee con confianza, le habla a su corazón y a su conciencia. Pero el que quiere juzgarla no conseguirá entender su sentido profundo. Es, pues, necesario leerla con humildad, fe y oración.


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Fuente: © Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
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sábado, 6 de noviembre de 2010

Cambios en la vida familiar

“a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas”. Hebreos 6:12
Hay promesas de bendición para toda su familia. Tal vez usted lleva tiempo orando por ellos sin ver aún los resultados, pero eso no quiere decir que no los verá. La Palabra aquí nos exhorta a no desmayar, a no ser perezosos en la batalla de la fe, a ser imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredaron las promesas. Fe más paciencia son los ingredientes necesarios para iniciar el cambio. Se necesita fe para cambiar y se necesita tiempo y perseverancia para establecer ese cambio. Se necesita fe para influenciar a otro y se necesita paciencia para que a esa persona se le revele la Palabra.
No se resigne a vivir fuera de los beneficios divinos, no se resigne a que sus hijos estén fuera del camino de Dios. Persevere en fe. La fe y la paciencia deben estar presentes siempre. Si usted dice que tiene fe pero al no ver el cambio dice: “esto no sucederá nunca”, realmente no tiene fe. La fe no es una varita mágica; la fe es la convicción sobre lo que Dios ha dicho en su Palabra y no la altera las circunstancias. Otros dicen “estoy esperando en el Señor” y dicen que son pacientes. Usted puede estar soportando todo, pero eso no es paciencia, es resignación, y esto lo lleva a la incredulidad porque ya no cree en el cambio.
Si está creyendo por un cambio en su vida familiar, alimente su fe con las promesas, ponga en práctica lo que cree y verá los resultados. No se desespere ni se desanime, persevere, el cambio vendrá.
Oración: Padre, yo no soy de los que retroceden, ni de los que se rinden. Cada integrante de mi familia vendrá a tus caminos. Les llevaré tu Palabra y les mostraré tu amor. Pondré por obra todo lo que Tú me dices y la fe crecerá en mí. La acompañaré con paciencia y veré los resultados. Gracias, en el nombre de Jesús. Amén. Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Entendiendo y detectando fallas

“Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde”. Malaquías 3:10
Si usted no está firme en la fe, tendrá inestabilidad. Esto se ve cuando a lo mejor hace alguna cosa que dicen en la iglesia que tiene que hacer, pero los resultados son negativos. En ese momento tiene que entender que no es Dios quien falló. Porque el mundo siempre le echa la culpa a Dios de que las cosas no salgan como ellos quieren. Pero no es así.
Usted tiene que estar plenamente convencido de lo que cree. Para eso se congrega, para ser ministrado en la Palabra y tener una educación espiritual conforme a la verdad de la Palabra, bajo una unción apostólica, creyéndole a Dios en todos los planes que tiene para este tiempo. Tiene que creer en eso sobrenatural para verlo manifestado en su vida.
Entonces su vida irá en progreso y en avance y su carrera va a tomar una fuerza divina. Aunque haya tenido un atraso en las cosas en el último tiempo, no es para siempre. En ese retraso hay que prepararse mejor para la próxima etapa. Porque cuando se prepara mejor y conoce lo que va a venir no habrá dudas. Por eso es importante que usted entienda que tiene que estar firme en la fe y detectar en qué área está fallando. Porque esa es la clave para ver los resultados deseados.
Para vivir una vida estable, usted tiene que considerar sólo lo que Dios dice en su Palabra. No acepte menos de lo que Dios dice ni le eche la culpa de sus errores. Él es muy claro en su Palabra. Hay mandamientos que deben ser cumplidos, hay leyes y principios que deben ser aplicados para que las cosas funcionen bien. De lo contrario, nada ocurrirá.
Si Dios dijo en Deuteronomio 14:22 “Indefectiblemente diezmarás…” y en Malaquías 3:10 “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.” Todos tenemos que diezmar para que las ventanas de los cielos se abran y se derrame la bendición hasta sobreabundar. No hay vuelta que darle.
Hay creyentes que no diezman y luego le echan la culpa a Dios de sus pérdidas. En el versículo siguiente dice que cuando diezmamos Dios reprende al devorador. Si diezma no pierde, gana. Pruébelo. Revise su vida y detecte con ayuda del Espíritu Santo en qué áreas tiene que hacer ajustes. La bendición está asegurada.
Oración: Padre, gracias por enseñarme un vez más. Entendí que todavía hay áreas que tengo que ajustar para ver resultados al ciento por uno. Seré fiel a tu palabra, en el nombre de Jesús, amén. Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Aguardando con paciencia

“Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía.”Santiago 5:7
Lea atentamente este versículo de Santiago 5.
Vemos que se menciona al labrador para ayudarnos a entender la actitud correcta que va a traer una manifestación de lo que sembramos.
El labrador espera el precioso fruto de la tierra aguardándolo con paciencia. Toda buena semilla que responde a la Palabra de Dios, va a tener el tiempo de la manifestación, luego de haber sido plantada.
Lo que le quiero transmitir en esta oportunidad es que muchas veces usted tendrá que esperar el tiempo de la cosecha. Toda semilla de la Palabra está destinada a cada uno de sus hijos. Eso es seguro. Todas Sus semillas son para cada hombre de pacto. Pero lo que no sabemos es el tiempo de esa manifestación, cuánto tardará en aparecer. Santiago muestra cómo el labrador siembra su semilla y espera con paciencia que venga la lluvia para que produzca.
Es importante, en primer lugar, que usted que es un labrador y tiene la semilla, la plante, para que luego, cuando venga la lluvia, el precioso fruto aparezca. Tiene que hacer las cosas a la manera de Dios para que Él intervenga. El pueblo de Israel plantaba la semilla y ésta recibía la lluvia temprana, y con esa humedad la semilla se afirmaba. Luego tiene que venir la lluvia tardía que producirá que el fruto aparezca.
Pero durante ese tiempo se debe tener paciencia y la paciencia no es una espera inactiva. El labrador va a cuidar la semilla desde el comienzo para que no aparezcan animales ni plagas que atenten contra ella. Eso es estar con paciencia pero activo. Y mientras tanto, el Espíritu Santo está trabajando y Dios le preparará la lluvia tardía.
Recuerde que toda semilla tiene poder reproductor; todo lo que viene de la Palabra en forma de semilla, tiene ese poder. Entonces usted tiene que desarrollar una mentalidad de acuerdo con lo que Dios ha planeado para que se desarrolle en el terreno del crecimiento. Debe esperar la intervención, la participación de Dios sobre la semilla que ya ha plantado. Todo lo que recibe y le va siendo revelando viene a ser sembrado en su vida para este tiempo. Muévase hacia delante con fe porque estará preparando la atmósfera o el clima para que la lluvia venga. Y mientras espera la manifestación de Dios sobre su vida, tiene que tener esa paciencia para aplicarla con fe y de manera constante. No abandone, aunque al presente no vea los resultados. La cosecha vendrá.
Oración: Padre, hoy aguardo con paciencia y me muevo en fe esperando la lluvia tardía que producirá el fruto. Sé que vendrá a su tiempo. Lo creo y lo recibo en el nombre de Jesús, amén.
Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina.