Foto: Grupo de pastores # 1 Tucuman
“38 cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.” Hechos 10:38
Debemos reconocer la enfermedad como una obra del diablo. Esto no quiere decir que si usted está enfermo está endemoniado. No, la enfermedad es una opresión que Satanás trae a su vida para frenar su camino a la victoria.
Sepa que cuando Adán pecó, entró la muerte y la enfermedad, pero ahora estamos en Cristo, y tenemos que tener el pensamiento correcto, el pensamiento renovado. Al aceptarlo a Él, usted pasó de muerte a vida, de enfermedad a salud. Usted entró en un nuevo pacto.
Toque su cuerpo y diga: “este cuerpito va a estar sano.” Esta obra del diablo está desecha por Jesucristo. Entonces nunca más diga “Dios me envió esta enfermedad” “Dios me quiere enseñar con esta enfermedad” Dios le envió a Jesús para liberarlo de esa opresión. El Padre no oprime enviando trabas. Dios tiene una manera de enseñarle y es por el Espíritu Santo que está en usted.
Jesús, ungido por el Espíritu Santo, andaba haciendo bienes y sanado a los oprimidos por el diablo. Esa misma unción ahora está en usted. No sólo para que usted viva saludable sino también para que la imparta a otros. En su boca tiene el poder para declarar sanidad. Como Jesús lo hizo frente a la tumba de Lázaro declarando vida a un cuerpo muerto, así usted puede declarar vida y salud sobre su propio cuerpo y sobre su familia. Usted está para deshacer las obras del diablo. No se deje engañar. La salud es parte del pacto divino.
Crea a la Palabra, recíbala e impártala. Hasta las arrugas le van a desaparecer, rejuvenecerá como las águilas!
Caminar en buena salud depende de usted, reciba la Palabra y cuide su cuerpo. Haga ejercicio, aliméntelo saludablemente. Su mayordomía también es importante.
Oración: Gracias Padre, recibo la revelación de que Jesús me redimió de la maldición de la enfermedad. Declaro por fe que toda atadura del diablo, inclusive la enfermedad, es desatada en el nombre de Jesús. Amén. Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina
“38 cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.” Hechos 10:38
Debemos reconocer la enfermedad como una obra del diablo. Esto no quiere decir que si usted está enfermo está endemoniado. No, la enfermedad es una opresión que Satanás trae a su vida para frenar su camino a la victoria.
Sepa que cuando Adán pecó, entró la muerte y la enfermedad, pero ahora estamos en Cristo, y tenemos que tener el pensamiento correcto, el pensamiento renovado. Al aceptarlo a Él, usted pasó de muerte a vida, de enfermedad a salud. Usted entró en un nuevo pacto.
Toque su cuerpo y diga: “este cuerpito va a estar sano.” Esta obra del diablo está desecha por Jesucristo. Entonces nunca más diga “Dios me envió esta enfermedad” “Dios me quiere enseñar con esta enfermedad” Dios le envió a Jesús para liberarlo de esa opresión. El Padre no oprime enviando trabas. Dios tiene una manera de enseñarle y es por el Espíritu Santo que está en usted.
Jesús, ungido por el Espíritu Santo, andaba haciendo bienes y sanado a los oprimidos por el diablo. Esa misma unción ahora está en usted. No sólo para que usted viva saludable sino también para que la imparta a otros. En su boca tiene el poder para declarar sanidad. Como Jesús lo hizo frente a la tumba de Lázaro declarando vida a un cuerpo muerto, así usted puede declarar vida y salud sobre su propio cuerpo y sobre su familia. Usted está para deshacer las obras del diablo. No se deje engañar. La salud es parte del pacto divino.
Crea a la Palabra, recíbala e impártala. Hasta las arrugas le van a desaparecer, rejuvenecerá como las águilas!
Caminar en buena salud depende de usted, reciba la Palabra y cuide su cuerpo. Haga ejercicio, aliméntelo saludablemente. Su mayordomía también es importante.
Oración: Gracias Padre, recibo la revelación de que Jesús me redimió de la maldición de la enfermedad. Declaro por fe que toda atadura del diablo, inclusive la enfermedad, es desatada en el nombre de Jesús. Amén. Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina
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