“Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde”. Malaquías 3:10
Si usted no está firme en la fe, tendrá inestabilidad. Esto se ve cuando a lo mejor hace alguna cosa que dicen en la iglesia que tiene que hacer, pero los resultados son negativos. En ese momento tiene que entender que no es Dios quien falló. Porque el mundo siempre le echa la culpa a Dios de que las cosas no salgan como ellos quieren. Pero no es así.
Usted tiene que estar plenamente convencido de lo que cree. Para eso se congrega, para ser ministrado en la Palabra y tener una educación espiritual conforme a la verdad de la Palabra, bajo una unción apostólica, creyéndole a Dios en todos los planes que tiene para este tiempo. Tiene que creer en eso sobrenatural para verlo manifestado en su vida.
Entonces su vida irá en progreso y en avance y su carrera va a tomar una fuerza divina. Aunque haya tenido un atraso en las cosas en el último tiempo, no es para siempre. En ese retraso hay que prepararse mejor para la próxima etapa. Porque cuando se prepara mejor y conoce lo que va a venir no habrá dudas. Por eso es importante que usted entienda que tiene que estar firme en la fe y detectar en qué área está fallando. Porque esa es la clave para ver los resultados deseados.
Para vivir una vida estable, usted tiene que considerar sólo lo que Dios dice en su Palabra. No acepte menos de lo que Dios dice ni le eche la culpa de sus errores. Él es muy claro en su Palabra. Hay mandamientos que deben ser cumplidos, hay leyes y principios que deben ser aplicados para que las cosas funcionen bien. De lo contrario, nada ocurrirá.
Si Dios dijo en Deuteronomio 14:22 “Indefectiblemente diezmarás…” y en Malaquías 3:10 “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.” Todos tenemos que diezmar para que las ventanas de los cielos se abran y se derrame la bendición hasta sobreabundar. No hay vuelta que darle.
Hay creyentes que no diezman y luego le echan la culpa a Dios de sus pérdidas. En el versículo siguiente dice que cuando diezmamos Dios reprende al devorador. Si diezma no pierde, gana. Pruébelo. Revise su vida y detecte con ayuda del Espíritu Santo en qué áreas tiene que hacer ajustes. La bendición está asegurada.
Oración: Padre, gracias por enseñarme un vez más. Entendí que todavía hay áreas que tengo que ajustar para ver resultados al ciento por uno. Seré fiel a tu palabra, en el nombre de Jesús, amén. Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina.
Si usted no está firme en la fe, tendrá inestabilidad. Esto se ve cuando a lo mejor hace alguna cosa que dicen en la iglesia que tiene que hacer, pero los resultados son negativos. En ese momento tiene que entender que no es Dios quien falló. Porque el mundo siempre le echa la culpa a Dios de que las cosas no salgan como ellos quieren. Pero no es así.
Usted tiene que estar plenamente convencido de lo que cree. Para eso se congrega, para ser ministrado en la Palabra y tener una educación espiritual conforme a la verdad de la Palabra, bajo una unción apostólica, creyéndole a Dios en todos los planes que tiene para este tiempo. Tiene que creer en eso sobrenatural para verlo manifestado en su vida.
Entonces su vida irá en progreso y en avance y su carrera va a tomar una fuerza divina. Aunque haya tenido un atraso en las cosas en el último tiempo, no es para siempre. En ese retraso hay que prepararse mejor para la próxima etapa. Porque cuando se prepara mejor y conoce lo que va a venir no habrá dudas. Por eso es importante que usted entienda que tiene que estar firme en la fe y detectar en qué área está fallando. Porque esa es la clave para ver los resultados deseados.
Para vivir una vida estable, usted tiene que considerar sólo lo que Dios dice en su Palabra. No acepte menos de lo que Dios dice ni le eche la culpa de sus errores. Él es muy claro en su Palabra. Hay mandamientos que deben ser cumplidos, hay leyes y principios que deben ser aplicados para que las cosas funcionen bien. De lo contrario, nada ocurrirá.
Si Dios dijo en Deuteronomio 14:22 “Indefectiblemente diezmarás…” y en Malaquías 3:10 “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.” Todos tenemos que diezmar para que las ventanas de los cielos se abran y se derrame la bendición hasta sobreabundar. No hay vuelta que darle.
Hay creyentes que no diezman y luego le echan la culpa a Dios de sus pérdidas. En el versículo siguiente dice que cuando diezmamos Dios reprende al devorador. Si diezma no pierde, gana. Pruébelo. Revise su vida y detecte con ayuda del Espíritu Santo en qué áreas tiene que hacer ajustes. La bendición está asegurada.
Oración: Padre, gracias por enseñarme un vez más. Entendí que todavía hay áreas que tengo que ajustar para ver resultados al ciento por uno. Seré fiel a tu palabra, en el nombre de Jesús, amén. Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina.
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