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lunes, 22 de junio de 2015

El desafío de la transición



… esfuérzate y sé muy valiente… (v. 7).
Lectura: Josué 1:6-11
La biblia en un año: Ester 6–8; Hechos 6
Tras la lesión que terminó con su carrera, el deportista profesional Chris Sanders le dijo a un grupo de militares retirados que él entendía las presiones que generaban las transiciones.
La pérdida del trabajo, una ruptura matrimonial, una enfermedad grave o un revés financiero; todo cambio importante implica un desafío. Aquel atleta también explicó que la clave para triunfar en esas transiciones es buscar ayuda.
Es recomendable leer el libro de Josué cuando atravesamos transiciones. Después de 40 años de peregrinación y complicaciones, el pueblo de Dios estaba listo para entrar en la tierra prometida. Moisés había muerto, y su colaborador Josué estaba entonces a cargo.
Dios le dijo: «esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas» (Josué 1:7). Estas instrucciones debían ser el fundamento para las decisiones de Josué en cada situación.
La indicación y la promesa del Señor para Josué también se aplican a nosotros: «te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque el Señor tu Dios estará contigo» (v. 9).
Él está con nosotros en todas las transiciones.
Dios permanece fiel ante todo cambio.
Nuestro Pan Diario

Un Padre amoroso
Como el padre se compadece de los hijos, se compadece el Señor… (v. 13).
La biblia en un año: Ester 3–5; Hechos 5:22-42
Era evidente que los padres estaban cansados de llevar a sus dos hiperactivos hijitos a través de aeropuertos y aviones. Y, ahora, el último vuelo estaba demorado… Mientras observaba a los muchachitos que corrían por el área de embarque llena de gente, me preguntaba cómo iban a hacer papá y mamá para mantenerlos quietos durante el vuelo de media hora hasta nuestro destino. Cuando embarcamos, noté que el padre y uno de los hijos estaban sentados detrás de mí. Después, escuché que el padre, agotado, le decía al niño: «¿No quieres que te lea uno de los libros de cuentos?». Entonces, durante todo el viaje, este papá amoroso le leyó con dulzura y paciencia a su hijo, y, así, lo mantuvo tranquilo y concentrado.
En uno de sus salmos, David declara: «Como el padre se compadece de los hijos, se compadece el Señor de los que le temen» (Salmo 103:13). El verbo se compadece habla de mostrar amor y compasión. Esta expresión nos brinda un cuadro de la profundidad con que nuestro Padre celestial ama a sus hijos y nos recuerda el maravilloso regalo que significa poder mirar a Dios y exclamar: «Abba, Padre» (Romanos 8:15).
Cuando estés inquieto en medio de las circunstancias de la vida, el Señor anhela volver a alentarte con la historia de su amor por ti.
El gran amor de Dios hacia sus hijos es uno de sus mayores regalos.
Nuestro Pan Diario

La oveja que falta
… Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado (Salmo 100:3).
Lectura: Lucas 15:1-10
La biblia en un año: Ester 1–2; Hechos 5:1-21
Laura cargó una cabra y una oveja prestadas en un camión para llevarlas a la iglesia al ensayo de una obra en vivo de Navidad. Los animales se pelearon y se acosaron por un rato, y, después, se calmaron. Laura partió para la iglesia, pero tuvo que detenerse a cargar combustible.
Mientras estaba allí, ¡vio que la cabra estaba parada en el área de estacionamiento… y que la oveja había desaparecido! En medio del lío para subirlas, había olvidado trabar una de las cerraduras. Llamó a la policía y a algunos amigos, los cuales buscaron desesperadamente por todas partes hasta que oscureció. Muchos oraban para que encontrara los animales prestados.
Al día siguiente, salieron a poner carteles que decían: «Se perdió una oveja». Fueron a la gasolinera y, allí, un cliente que escuchó lo que hablaban dijo: «¡Me parece que sé dónde está!». Un vecino suyo la había visto en su granja y la metió en el corral, para que pasara la noche.
Al Señor le interesan las ovejas perdidas, incluidos tú y yo. Jesús vino del cielo a la Tierra para mostrarnos su amor y salvarnos (Juan 3:16), y no escatima esfuerzos para encontrarnos (Lucas 19:10).
Cuando Laura encontró la oveja, la llamó Milagros. Para nosotros, la salvación en Dios es un milagro de su gracia.
… el buen pastor su vida da por las ovejas. Juan 10:11
Nuestro Pan Diario
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 MEDITACION

Tiempos de fe
«La desesperación, la más oscura de las emociones humanas, puede atraernos, tentarnos e, incluso, destruirnos. Es una de las batallas más difíciles de enfrentar, y el profeta la pelearía en una cueva. No peleó su peor batalla en el monte Carmelo, sino en una cueva en Horeb. Y eso no difiere de las situaciones que todos hemos experimentado. Esa batalla no fue contra Baal, sino contra sí mismo».
Descubre cómo un Dios extraordinario puede usar a una persona común y corriente como tú para lograr grandes cosas para su gloria.
 


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NOTICIAS CRISTIANAS


 







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