¡Vos podes ayudarnos!

---

Translate


miércoles, 11 de febrero de 2015

La chica de amarillo



Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. —Génesis 2:24
Lectura: Génesis 2:18-25
La biblia en un año: Levítico 6–7Mateo 25:1-30
Fue su impermeable amarillo lo que me llamó la atención. Rápidamente, aumentó mi interés en esta bonita alumna de primer año, de cabello castaño y largo. Poco después, me armé de valor e interrumpí a Sue mientras ella caminaba leyendo una carta de un muchacho de su ciudad, y, torpemente, la invité a salir. Me sorprendí cuando me dijo que sí.
Más de cuatro décadas después, Sue y yo miramos atrás y nos reímos de nuestro primer encuentro en aquella universidad… y nos maravillamos de cómo Dios unió a esos dos jóvenes tímidos. A través de los años, hemos enfrentado innumerables crisis mientras formábamos nuestra familia. Nos esforzamos para criar cuatro hijos y nos dolió tremendamente cuando perdimos a nuestra hija Melissa. Problemas grandes y pequeños han probado nuestra fe, pero hemos permanecido juntos. Todo esto implicó un compromiso de parte de ambos y la gracia de Dios. Hoy nos regocijamos en los designios del Señor, expresados en Génesis 2:24: dejar a nuestros padres, unirnos como hombre y mujer, y convertirnos en una sola carne. Amamos este plan asombroso que nos ha dado una vida tan maravillosa juntos.
El diseño de Dios para el matrimonio es hermoso. Por eso, oramos para que las parejas casadas experimenten cuán maravilloso es disfrutar juntos de la vida con la bendición de la guía amorosa del Señor.
El matrimonio florece en un clima de amor, honra y respeto.
Nuestro Pan Diario+

Volver de la muerte
Aun estando nosotros muertos […], [Dios] nos dio vida juntamente con Cristo… —Efesios 2:5
Lectura: Efesios 2:1-10
La biblia en un año: Levítico 11–12Mateo 26:1-25
¿Puede una persona estar oficialmente viva después de ser declarada legalmente muerta? Esta pregunta se convirtió en una noticia internacional cuando un hombre apareció 25 años después de haber sido declarado desaparecido. En aquel momento, no tenía trabajo, era adicto a las drogas y había dejado de pagar la cuota alimentaria para sus hijos. Por eso, decidió desaparecer. No obstante, al reaparecer, descubrió cuán difícil es volver de la muerte. Cuando fue a los tribunales para revertir el fallo que lo declaraba legalmente muerto, el juez rechazó su pedido, ya que se requería un período de tres años para modificar la medida.
Ese pedido inusual a un tribunal humano es una experiencia habitual para Dios. En su carta a los efesios, Pablo señala que, aunque estábamos espiritualmente muertos, Dios «nos dio vida juntamente con Cristo» (Efesios 2:1, 5). No obstante, declararnos y hacernos espiritualmente vivos fue una cuestión sumamente dolorosa para Dios, ya que nuestro pecado y su consecuente muerte espiritual exigieron el sufrimiento, la muerte y la resurrección de su Hijo (vv. 4-7).
Una cosa es probar que estamos físicamente vivos, pero nuestro desafío es demostrar vida espiritual. Al ser declarados vivos en Cristo, se nos llama a vivir agradecidos por la inconmensurable misericordia y la vida que hemos recibido.
Jesús murió para que nosotros pudiéramos vivir.
Nuestro Pan Diario

El visitante
Estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. —Mateo 25:36
Lectura: Mateo 25:31-40
La biblia en un año: Levítico 8–10Mateo 25:31-46
Un amigo mío le preguntó a un hombre recién jubilado qué iba a hacer ahora que ya no trabajaba todo el tiempo. «Me considero un visitante —respondió el hombre—. Voy a ver a integrantes de nuestra iglesia y comunidad que están en el hospital o en centros de cuidados especiales, que viven solos o que, simplemente, necesitan alguien que hable y ore con ellos. ¡Y me encanta hacerlo!». Mi amigo quedó impresionado ante la claridad de propósito de este hombre y su interés en los demás.
Unos días antes de que Jesús fuera crucificado, contó a sus seguidores una historia que enfatizaba la importancia de visitar a los necesitados. «Entonces el Rey dirá a los de su derecha: […] estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí» (Mateo 25:34, 36). Cuando le preguntaran: «¿… cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?», el Rey responderá: «De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis» (vv. 39-40).
Nuestro ministerio de visitación tiene dos beneficiarios: la persona visitada y Jesús mismo. Ir a ver a una persona para ayudarla y alentarla es servir al Señor directamente.
¿Hay alguien a quien lo alentaría que lo visitaras hoy?
Compasión es entender los problemas de los demás y tener un deseo urgente de ayudar.
Nuestro Pan Diario
-------------------------------------------------------------------------------------
NOTICIAS CRISTIANAS
 











































No hay comentarios:

Publicar un comentario