Lectura: Romanos 5:6-15
Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. —Romanos 5:8
Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. —Romanos 5:8
Un amigo mío estaba conversando con un hombre que tenía muy pocas cosas buenas que decir sobre la fe cristiana. Sabía que si al hablar con él sonaba demasiado «religioso», tendría menos probabilidades de testificarle. Entonces, en medio de la charla, dijo:—Oye, Roberto, ¿sabes adónde van los pecadores?
—Por supuesto —respondió—. Vas a decirme que van al infierno.
—No —contestó mi amigo—, van a la iglesia.
Roberto quedó mudo, ya que no esperaba esa respuesta. No imaginó que un creyente aceptara que no era perfecto. Mi amigo tuvo oportunidad de compartirle que los cristianos reconocen que son pecadores y necesitan una constante renovación espiritual. Pudo explicarle qué significa la gracia: un favor inmerecido que Dios nos concede a pesar de nuestra condición pecaminosa (Romanos 5:8-9; Efesios 2:8-9).
Quizá no estamos dándoles a aquellos que no asisten a la iglesia un cuadro claro de lo que sucede dentro de ella. Tal vez no entienden que estamos allí para alabar a nuestro Salvador por habernos concedido «redención por su sangre, el perdón de pecados» (Colosenses 1:14).
Sí, los pecadores van a la iglesia. Además, los pecadores perdonados van al cielo por la gracia de Dios.
—JDB
La iglesia es un hospital para pecadores, no un club para santos.
Nuestro Pan Diario
¿Qué a ti?
Lectura: Juan 21:15-22
… ¿qué a ti? Sígueme tú. —Juan 21:22
… ¿qué a ti? Sígueme tú. —Juan 21:22
Cuando uno asiste a un concierto coral de niños, no debe sorprender que miren hacia todos lados, menos al director. Se sonríen, se mueven y se codean unos a otros. Se ponen de puntillas para buscar a los padres entre la audiencia. Cuando los ven, levantan la mano para saludarlos. Ah, sí… a veces, también cantan. Nos reímos de sus travesuras; ese comportamiento es agradable en los pequeños. Pero no lo es tanto cuando los miembros adultos de un coro no miran al director. La buena música surge cuando le prestan atención al conductor para poder cantar juntos.
En ocasiones, los creyentes somos como los niños de un coro. En vez de mirar a Jesús, el gran Director de la sinfonía de la vida, nos distraemos mirándonos unos a otros u observando a la audiencia.
Jesús reprendió a Pedro por comportarse así. Cuando le dijo lo que esperaba que hiciera, Pedro señaló a Juan y preguntó: «¿Y qué de éste?». Jesús le respondió con otra pregunta: «¿Qué a ti? Sígueme tú» (Juan 21:21-22).
A veces, nos distraemos mirando lo que hacen los demás. Pensamos que el plan de Dios para sus vidas es mejor que el que tiene para nosotros. Pero el designio divino para cada ser humano es el mismo: seguir a Cristo. Si fijamos nuestra mirada en Él, no nos distraerá el propósito que tiene para los demás.
—JAL
Cada hijo de Dios tiene un lugar especial en el plan divino
Nuestro Pan Diario
Corregir los errores
Lectura: Lucas 19:1-10
… si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. —Lucas 19:8
… si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. —Lucas 19:8
Era un día perfecto para nuestra venta de garaje… cálido y radiante. La gente hurgaba entre la ropa, los libros y la vajilla de diversos diseños. Observé a una mujer que miraba un collar de cuentas blancas. A los pocos minutos, el adorno desapareció junto con su admiradora. La localicé en la calle, corrí hasta el borde de la acera y encontré el collar en su mano. Cuando nos enfrentamos, sabiendo ambas lo que había sucedido, ofreció pagar por lo que había robado.
Zaqueo, el cobrador de impuestos que había trepado a un árbol, se encontró con Jesús y cambió. Prometió devolver cuadruplicada la suma de dinero que había tomado indignamente de otras personas (Lucas 19:8). En aquella época, los publicanos solían cobrarles de más a los ciudadanos y se guardaban el dinero sobrante. El deseo imperioso de Zaqueo de devolver el dinero y donar la mitad de sus bienes a los pobres demostró su importante cambio de actitud. Había tomado lo perteneciente a otros, pero después de encontrarse con Jesús, decidió convertirse en dador y devolver lo que había robado.
El ejemplo de Zaqueo puede estimularnos a experimentar la misma clase de cambio. Si Dios nos recuerda artículos que tomamos, impuestos que no pagamos o acciones que realizamos en perjuicio de otros, podemos honrarlo haciendo lo correcto.
—JBS
Para la persona honesta, nunca es demasiado tarde para pagar una deuda-------------------------------------------------------------------------------------------
Cita célebre para reflexionar y comentar:
“Habla cuando estés enojado, y harás el mejor discurso que siempre lamentarás.”
A. Bierce
Preguntas de reflexión: ¿Por qué es importante controlar el enojo? ¿De qué manera estoy controlando mi enojo? ¿Necesito mejorar este aspecto en mi vida? ¿Qué puedo hacer esta semana para cambiar mi hábito de enojo de una manera que glorifique a Dios? enlace
--------------------------------------------------------------------------------------
Vídeo recomendado:
Críticas del cine:
Noticias de interés a los cristianos:
Recurso recomendado de la semana:
Oremos por la iglesia perseguida:
No hay comentarios:
Publicar un comentario