Lectura: Romanos 5:1-8
[Jesús], por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes… —Romanos 5:2
[Jesús], por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes… —Romanos 5:2
La palabra «papeleo» [traducción de red tape: cinta roja] describe la forma irritante en que la burocracia impide la concreción de los trámites. Inicialmente, se refería a la práctica común de sujetar los documentos oficiales con una cinta roja. A principios del siglo xix, el término se popularizó en los escritos del historiador escocés Thomas Carlyle, el cual se quejaba de la negligencia del gobierno. Después de la Guerra Civil en Estados Unidos, el problema del «papeleo» resurgió cuando los veteranos de guerra luchaban para recibir sus beneficios. Esta palabra denota frustración y decepción ante los agobiantes obstáculos para alcanzar las metas.
El papeleo burocrático es casi legendario, pero hay un lugar en el universo donde jamás ocurre: el trono de Dios. En Romanos 5:2, Pablo habla de Cristo, «por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes». Cuando tenemos el corazón destrozado o nuestra vida se complica, no hay ningún papeleo que nos obstaculice acceder a Dios. Jesucristo ha abierto el camino para que podamos entrar con confianza en la presencia del Rey del cielo (Hebreos 4:16).
Recuerda: cuando tu corazón esté dolido, no hace falta llenar ningún formulario para presentarle tus necesidades a Dios. Mediante Cristo, tenemos acceso pleno e inmediato.
—WEC
Los hijos de Dios siempre tienen acceso al trono divino.
Nuestro Pan Diario
Imparable
Lectura: Números 22:10-34
Entonces el Señor abrió los ojos de Balaam, y vio al ángel del Señor que estaba en el camino… —Números 22:31
Entonces el Señor abrió los ojos de Balaam, y vio al ángel del Señor que estaba en el camino… —Números 22:31
«De ninguna manera ni por ningún medio, nada ni nadie impedirá que lo haga». A menudo, oigo personas que manifiestan este tipo de actitud cuando tienen una idea o ven una oportunidad que consideran buena y provechosa. Invierten todos sus recursos para lograr el objetivo.
Para probar que esta manera de pensar puede ser errónea, presentaré como testigo una asna que le pertenecía a un hombre llamado Balaam.
Un rey vecino le ofreció a Balaam una tarea rentable, y este le pidió permiso a Dios para aceptarla (Números 22). Cuando Dios le dijo que no, los embajadores del rey mejoraron la oferta. Pensando que el Señor podía cambiar de idea, aquel hombre volvió a preguntarle. Entonces, Dios le permitió que fuera con ellos, pero con ciertas condiciones estrictas. Conocía el corazón de Balaam y no le agradó; por eso, puso a su ángel en el camino. El hombre no podía verlo, pero su asna sí. Cuando esta se negó a seguir avanzando, Balaam se enojó con el animal por impedirle continuar el camino.
La historia de Balaam nos enseña que no hay que vencer todos los obstáculos. Dios coloca algunos para impedir que hagamos cosas insensatas. Cuando algo se interpone en nuestros planes, no debemos suponer que es Satanás el que trata de detenernos. Quizá sea Dios que intenta protegernos.
—JAL
Dios siempre nos protege; aun cuando no comprendemos que lo necesitamos.
Nuestro Pan Diario
Rescatado
Manuel González fue el primer rescatador que llegó al lugar donde 33 mineros estuvieron atrapados durante 69 días en una mina chilena en 2010. Arriesgó su vida al descender más de 600 metros (2.000 pies) para llevarlos a la superficie. El mundo miraba con asombro mientras un minero tras otro era rescatado y liberado.
La Biblia nos habla de un rescate aun más asombroso. Por la desobediencia de Adán y Eva, toda la humanidad está atrapada en el pecado (Génesis 2:17; 3:6, 19; Romanos 5:12). Incapaz de liberarse, cada ser humano enfrenta la muerte, física y eterna. Pero Dios ha provisto un Rescatador: Jesucristo, el Hijo de Dios. Todo aquel que acepta el regalo de la salvación ofrecido mediante su muerte y resurrección es liberado de las garras del pecado y de la pena de muerte resultante (Romanos 5:8-11; 10:9-11; Efesios 2:1-10). Jesucristo es «primicias de los que durmieron» (1 Corintios 15:20). Fue el primero en resucitar de los muertos, para no volver a morir jamás. Asimismo, todos los que ponen su fe en Él reciben la vida (Romanos 8:11).
¿Sigues atrapado en tus pecados? Acepta el regalo de la salvación que Dios ofrece y disfruta de la libertad en Cristo en esta vida y de la eternidad con Él (Hechos 16:31; Efesios 2:1; Colosenses 2:13).
—CPH
Mediante su cruz, Jesús rescata y redime.
Nuestro Pan Diario----------------------------------------------------------------------------------------
UN PROBLEMA GRAVE EN NUESTRAS IGLESIAS POSMODERNAS:
¿QUE HACER CON LA INMORALIDAD?
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