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lunes, 11 de marzo de 2013

Creando lo que no existe

Por. Pr. Juan Crudo, Argentina
“La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos”Proverbios 18:21
Nuestro Dios es el creador del cielo y la tierra. El creó todo por la Palabra.
Él creó al ser humano para reflejar su presencia. Lo creó a su imagen y semejanza, y como consecuencia hay poder creativo en nuestras palabras.
Cuando ponemos sus palabras en nuestra boca manifestamos ese poder creativo sobre nuestras circunstancias.
El hombre ve un terreno vacío y dice: "Podemos hacer una hermosa casa" y comienza a crear una cosa que no existe. Todas las fuerzas creativas comienzan con sus palabras.
Jesús es nuestro ejemplo; demostró el poder de Dios al hablar. Frente a la tormenta habló y dijo: "Calla, enmudece" y detrás de esa expresión el Espíritu Santo trajo paz.
¿Hay alguna tormenta en su vida?
Hable la palabra de Dios.
En la casa de Jairo, le habló con poder a la niña muerta diciéndole: "Niña a ti te digo, levántate" y el poder penetró en su cuerpo. No dio una explicación de porqué murió. Habló la palabra y un milagro tomó lugar.
¿Hay algo que parece sin solución en su familia?
Hable la palabra de vida y algo sucederá. Al enfermo le dijo: "Toma tu lecho, levántate y anda”. Él le dio dirección al poder de Dios con palabras.
¡Ese mismo poder se manifiesta hoy!
Jesús dijo para nosotros: "Obras mayores harán". Son palabras que atraviesan los siglos y llegan a usted.
Use las palabras para crear una atmósfera de bendición.
Oración: Padre, gracias por las palabras que dejaste para mí en las sagradas escrituras. Yo las tomo para mí y las confieso. Mi mundo alrededor cambiará para bien, en el nombre de Jesús. Amén.
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La expectativa de la gran cosecha
“Y cuando el fruto está maduro, en seguida se mete la hoz, porque la siega ha llegado.”
Marcos 4:29
Todo lo que el labrador hace, lo hace con algo en mente: “La expectativa de la gran cosecha”. No hay que esperar y decir: “¡Dios lo hará!” Debe esperar de manera activa haciendo lo que Dios lo guía. ¿Por qué? Porque el que comenzó la buena obra la completará. Dios tiene un propósito en mente y usted tiene que tener la expectativa de una gran cosecha. Tiene que tener expectativas grandes para que mucha gente reciba la Palabra de Dios y la semilla de fe. Usted invierte igual que el labrador. El labrador invierte tiempo, dinero, esfuerzo y tiene la expectativa de que le producirá un precioso fruto. En esa área que está esperando tiene que trabajar con el Espíritu Santo en el desarrollo de esa planta. No se desanime, ni abandone su cosecha porque a su tiempo vendrá. Uno no puede sembrar una semilla y pensar que al otro día se levantará y ya tendrá su árbol de manzanas. Creo que todos conocemos la ley que rige a la naturaleza: la ley de la siembra y la cosecha. Esta ley dice que si usted pone una semilla en tierra fértil, a su tiempo dará una planta, que a su tiempo dará fruto y ese fruto tiene dentro más semilla que dará más fruto. Pero la clave está en que la semilla debe caer en tierra fértil. Y lo más maravilloso es saber que de una semilla se obtienen muchas semillas multiplicadas.
En el Reino de Dios todo funciona así. Usted siembra y su cosecha viene multiplicada al 30, al 60 o al ciento por uno. Por eso el labrador tiene la expectativa de la gran cosecha, porque conoce el funcionamiento de esta ley. De la misma manera usted debe esperar su gran cosecha. La Palabra de Dios lo dice y usted debe creerle a Dios.
Siembre hoy una semilla de lo que usted está esperando, porque no puedo sembrar tomate si quiero cosechar bananas. Espere con paciencia y a su tiempo verá la cosecha multiplicada entre sus manos.
Oración: Padre, hoy siembro mi semilla y creo que recibiré en el tiempo correcto mi gran cosecha. Sé que viene multiplicada. La recibo, en el nombre de Jesús, amén.
Fuente: CRISTO LA SOLUCION

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