Sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama.
Lucas 7:47
«Pronto cumpliré 68 años de edad, pero sólo 12 años de haber nacido “de nuevo”. Hoy quisiera parafrasear al obispo de Hipona: ‘¡Qué tarde te conocí!’. Deudor de “diez mil talentos” (Mateo 18:24), perdonado por la suficiente gracia de Dios, ¿cómo no estar agradecido y dedicar mi vida al Señor?
Dios me dio el don de escribir, pero lamentablemente lo usé para lo malo. Sin conocer a Dios usé mi pluma para el pecado (conquistas amorosas, luchas sindicales, etc.). En verso o en prosa, muchas veces ofendí a mi Señor, pero él en su insondable amor, en ese amor de naturaleza extraña y hermosa, me lavó con su preciosa sangre luego de ocupar mi lugar en aquella cruz que era para mí. Con un corazón profundamente agradecido, deseoso de brindarle alabanza y adoración, ansío ardientemente estar en la Casa de oro. Sé que será muchísimo mejor estar con mi Jesús, caminando por las calles de oro, navegando por el mar de cristal, pasando por las puertas de perlas y contemplando en sublime adoración las eternas evidencias de Su amor: las huellas de los clavos en sus manos y pies, dejadas para siempre por mi maldad. Sí, amados hermanos, quisiera estar ya en nuestro hogar…
Falta muy poco, según está escrito en su santa, divina y eterna Palabra, y la esperanza viva será una bellísima realidad. Mientras tanto, sigamos trabajando; nos urge la gran comisión de alcanzar las almas que están –como estuve yo durante 50 años– muertas en delitos y pecados…».
El hermano que escribió esta carta se fue para estar con el Señor en el año 2011.
Dios me dio el don de escribir, pero lamentablemente lo usé para lo malo. Sin conocer a Dios usé mi pluma para el pecado (conquistas amorosas, luchas sindicales, etc.). En verso o en prosa, muchas veces ofendí a mi Señor, pero él en su insondable amor, en ese amor de naturaleza extraña y hermosa, me lavó con su preciosa sangre luego de ocupar mi lugar en aquella cruz que era para mí. Con un corazón profundamente agradecido, deseoso de brindarle alabanza y adoración, ansío ardientemente estar en la Casa de oro. Sé que será muchísimo mejor estar con mi Jesús, caminando por las calles de oro, navegando por el mar de cristal, pasando por las puertas de perlas y contemplando en sublime adoración las eternas evidencias de Su amor: las huellas de los clavos en sus manos y pies, dejadas para siempre por mi maldad. Sí, amados hermanos, quisiera estar ya en nuestro hogar…
Falta muy poco, según está escrito en su santa, divina y eterna Palabra, y la esperanza viva será una bellísima realidad. Mientras tanto, sigamos trabajando; nos urge la gran comisión de alcanzar las almas que están –como estuve yo durante 50 años– muertas en delitos y pecados…».
El hermano que escribió esta carta se fue para estar con el Señor en el año 2011.
© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
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De su mano
Lectura: Romanos 8:31-39
… prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. —Filipenses 3:12
… prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. —Filipenses 3:12
Cuando cruzamos una calle transitada acompañados de niños pequeños, extendemos la mano y decimos: «Tómate fuerte», y ellos se aferran a nuestra mano lo más fuerte que pueden. Pero nunca deberíamos depender de su fuerza en esto. Lo que los sostiene y protege es nuestra manera de tomarlos de la mano. Por eso, Pablo insiste: «… fui también asido por Cristo Jesús» (Filipenses 3:12). O mejor aun: «¡Cristo me sostiene de la mano!».
Una cosa es cierta: lo que nos mantiene a salvo no es cómo nos asimos a Dios, sino la fuerza con que Él nos sostiene. Nadie puede separarnos de sus manos; ni el diablo ni nosotros mismos. Una vez que estamos en ellas, Jesucristo no nos soltará.
Tenemos esta certeza: «y yo [Jesús] les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre» (Juan 10:28-29).
Una doble seguridad: nuestro Padre de un lado y nuestro Señor y Salvador del otro, rodeándonos como una abrazadera. Estas son las manos que formaron las montañas y los océanos, y que arrojaron las estrellas en el espacio. Nada en esta vida ni en la futura «nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro» (Romanos 8:39).
—DHR
Aquel que nos salvó es también el que nos guarda
NUESTRO PAN DIARIO
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Primera parte
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Supongo que la gran Historia de la Humanidad se abriría al lograrse la paz que trajo el Niño a quien descubristeis como Dios.
Roberto Velert |
Comprar compulsivamente, obtener hoy para pagar mañana, gastar y gastar y así satisfacer la irrefrenable demanda de felicidad.
Yolanda Tamayo |
Mujeres sirias refugiadas (II)
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Omayna llevaba una vida cómoda cuando los bombardeos les obligaron a marcharse. Al igual que miles de familias, esperan en Jordania al fin de un conflicto que les permita volver a su tierra.
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FADE
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Este nuevo proyecto quiere acercar el mensaje del evangelio a través de testimonios en esta página web.
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En una entrevista, el Papa ha hablado acerca de la unidad de los cristianos.
Leonardo de Chirico |
Protestantismo y globalización (IV)
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El nacimiento de Cristo durante el primer siglo de la era cristiana tuvo lugar también dentro de un evidente proceso de globalización.
Antonio Cruz Suárez |
Camus y el protestantismo (II)
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La lectura de la Biblia no decepcionó a Albert Camus.
Juan Antonio Monroy |
Voy a referirme con mayor detenimiento a quienes tuvieron a su cargo las exposiciones bíblicas en las jornadas inaugurales de la Iglesia metodista en Ciudad de México.
Carlos Martínez García |
Obediencia a la fe (15)
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El “calendario” de la gracia no tiene ritual, ni días de fiesta; el tiempo es fiesta.
Emilio Monjo Bellido |
Tercera antología navideña.
Alfredo Pérez Alencart |
Los cristianos y el dinero (I)
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La miniserie que comienza hoy es en respuesta a una idea que nació algunos meses atrás, al leer un comentario sobre la pobreza en un diario secular.
Osvaldo J. Maccio | |||||
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Jesús nos dejó bien claro que los ciudadanos de su reino tampoco eran del mundo, pero sí habían sido enviados al mismo como el Padre lo había enviado a Él.
Jacqueline Alencar |
Estadísticas de EVAF
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Los lugares de culto protestantes alcanzaron la centena en el año 2012.
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Las fotos no las hacen las cámaras, sino las personas que las manejan con mayor o menor destreza o habilidad.
Manuel López |
Resumen PD 2013
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José de Segovia, autor del blog cultural 'mARTES' en Protestante Digital, nos lleva de viaje por estos doce meses con sus recomendaciones.
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Resumen PD 2013
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Los protagonistas de lo que ha sucedido este año
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El psicólogo Josep Araguás habla de “La soltería, una opción como significado” para creyentes y no creyentes en esta entrevista de Daniel Oval.
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