El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. Salmo 91:1
Fuiste fortaleza al pobre, fortaleza al menesteroso en su aflicción, refugio contra el turbión, sombra contra el calor. Isaías 25:4
Tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. Romanos 5:1
La seguridad, palabra clave en las campañas políticas, preocupación internacional de mayor importancia y desafío comercial, es la prioridad de nuestra época, sencillamente porque nadie está seguro en ningún sitio. La delincuencia en todos los ámbitos está presente. Tanto en la ciudad como en el campo, ricos o pobres, jóvenes o viejos, ¿Quién está a salvo de esos peligros? ¿Qué nación no teme las guerras, las hambrunas y las catástrofes? Esta inseguridad constante crea al hombre ansiedad. Se pregunta: aunque ponga candados y alarmas, ¿Estaré a salvo de los ladrones? ¿El futuro será mejor gracias a las leyes de seguridad?
Dios dice: “Cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina… y no escaparán” (1 Tesalonicenses 5:3). Un mundo que rechaza a Dios vive lógicamente en la inseguridad y la ansiedad. Sólo hay una solución: creer en Jesús a fin de obtener la paz con Dios y descansar en la fidelidad y en la fuerza del Señor, poniendo en sus manos nuestra propia vida y la de los nuestros. Él quiere ser para nosotros una fortaleza secreta y segura, una roca sólida. Sí, solamente en los brazos del Dios de paz, tierno y fuerte, encontraremos una verdadera y eterna seguridad. “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí”, dice Jesús (Juan 14:1).
Regreso de vacaciones
Pasó la siega, terminó el verano, y nosotros no hemos sido salvos. Jeremías 8:20
He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación. 2 Corintios 6:2
Después de un período de vacaciones, del cual algunos pueden disfrutar, es necesario reincorporarse a la actividad laboral. Ya sea escolar o profesional, significa volver a tomar las múltiples actividades cotidianas. Cada uno vuelve a ver a sus compañeros, sus colegas, el jefe, los clientes… Cargados de recuerdos, todos retoman sus puestos.
Pero no todas las personas toman vacaciones. También la naturaleza cumple sin cesar con sus obligaciones desde la creación del mundo, ofrece sus servicios y prodiga su belleza. Dios tampoco se toma unas vacaciones. De forma figurativa está escrito: “…ni se dormirá el que te guarda… el Señor es tu guardador” (Salmo 121:3, 5).
¡Cuántas personas sufren, lloran y mueren sin esperanza, sin Dios! El nuevo año de trabajo ¿Será como el anterior, lleno de reivindicaciones, preocupaciones, tristezas y pruebas? ¿Quién puede cambiar las cosas? Para usted en particular, hoy aún hay una buena noticia: Dios le ofrece su amor, su perdón y su paz. No dice que las circunstancias de su vida serán mejores, pero ofrece el perdón y el reposo al que cree en Jesucristo. También promete estar presente en sus dificultades diarias. Si usted se lo pide, él le ayudará a llevar la carga del día y disipará el miedo al mañana.
Así podrá empezar nuevamente sus estudios o su trabajo con el Señor, no con buenas resoluciones humanas, sino con la seguridad de que Dios se preocupa de usted y lo acompaña.
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© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
http://labuenasemilla.net calendarios@labuenasemilla.net
http://ediciones-biblicas.ch
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Vale la pena ver:
Parábola, la casa sobre la roca
En nuestra serie sobre las parabolas de Jesus, usamos esta clip (reditado) para ilustrar la imagen que Jesus nos da en la parabola en Lucas 6:47-49.
Enlace
Salir, Estar o Ser de Cristo
Conferencia que habla sobre cómo distinguir a un verdadero discípulo; es decir, cuáles son las marcas de un genuino seguidor de Cristo. Nuestra vida siempre debe llevar la marca de SER cristiano. 1 Juan 2:26-29
Enlace
Fuiste fortaleza al pobre, fortaleza al menesteroso en su aflicción, refugio contra el turbión, sombra contra el calor. Isaías 25:4
Tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. Romanos 5:1
La seguridad, palabra clave en las campañas políticas, preocupación internacional de mayor importancia y desafío comercial, es la prioridad de nuestra época, sencillamente porque nadie está seguro en ningún sitio. La delincuencia en todos los ámbitos está presente. Tanto en la ciudad como en el campo, ricos o pobres, jóvenes o viejos, ¿Quién está a salvo de esos peligros? ¿Qué nación no teme las guerras, las hambrunas y las catástrofes? Esta inseguridad constante crea al hombre ansiedad. Se pregunta: aunque ponga candados y alarmas, ¿Estaré a salvo de los ladrones? ¿El futuro será mejor gracias a las leyes de seguridad?
Dios dice: “Cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina… y no escaparán” (1 Tesalonicenses 5:3). Un mundo que rechaza a Dios vive lógicamente en la inseguridad y la ansiedad. Sólo hay una solución: creer en Jesús a fin de obtener la paz con Dios y descansar en la fidelidad y en la fuerza del Señor, poniendo en sus manos nuestra propia vida y la de los nuestros. Él quiere ser para nosotros una fortaleza secreta y segura, una roca sólida. Sí, solamente en los brazos del Dios de paz, tierno y fuerte, encontraremos una verdadera y eterna seguridad. “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí”, dice Jesús (Juan 14:1).
Regreso de vacaciones
Pasó la siega, terminó el verano, y nosotros no hemos sido salvos. Jeremías 8:20
He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación. 2 Corintios 6:2
Después de un período de vacaciones, del cual algunos pueden disfrutar, es necesario reincorporarse a la actividad laboral. Ya sea escolar o profesional, significa volver a tomar las múltiples actividades cotidianas. Cada uno vuelve a ver a sus compañeros, sus colegas, el jefe, los clientes… Cargados de recuerdos, todos retoman sus puestos.
Pero no todas las personas toman vacaciones. También la naturaleza cumple sin cesar con sus obligaciones desde la creación del mundo, ofrece sus servicios y prodiga su belleza. Dios tampoco se toma unas vacaciones. De forma figurativa está escrito: “…ni se dormirá el que te guarda… el Señor es tu guardador” (Salmo 121:3, 5).
¡Cuántas personas sufren, lloran y mueren sin esperanza, sin Dios! El nuevo año de trabajo ¿Será como el anterior, lleno de reivindicaciones, preocupaciones, tristezas y pruebas? ¿Quién puede cambiar las cosas? Para usted en particular, hoy aún hay una buena noticia: Dios le ofrece su amor, su perdón y su paz. No dice que las circunstancias de su vida serán mejores, pero ofrece el perdón y el reposo al que cree en Jesucristo. También promete estar presente en sus dificultades diarias. Si usted se lo pide, él le ayudará a llevar la carga del día y disipará el miedo al mañana.
Así podrá empezar nuevamente sus estudios o su trabajo con el Señor, no con buenas resoluciones humanas, sino con la seguridad de que Dios se preocupa de usted y lo acompaña.
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Parábola, la casa sobre la roca
En nuestra serie sobre las parabolas de Jesus, usamos esta clip (reditado) para ilustrar la imagen que Jesus nos da en la parabola en Lucas 6:47-49.
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Salir, Estar o Ser de Cristo
Conferencia que habla sobre cómo distinguir a un verdadero discípulo; es decir, cuáles son las marcas de un genuino seguidor de Cristo. Nuestra vida siempre debe llevar la marca de SER cristiano. 1 Juan 2:26-29
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