Lectura: Salmo 39:4-13
Hazme saber, Señor, mi fin, y cuánta sea la medida de mis días; sepa yo cuán frágil soy. —Salmo 39:4
Hazme saber, Señor, mi fin, y cuánta sea la medida de mis días; sepa yo cuán frágil soy. —Salmo 39:4
Cuando pensamos en el Año Nuevo con sus planes y resoluciones, las voces de hombres santos del pasado nos instan a considerar algo que preferimos ignorar: nuestra muerte.
Tomás de Kempis (1379-1471) escribió: «Bienaventurado aquel que siempre considera la hora de su muerte y diariamente se prepara para morir». Y Francois Fénelon (1651-1715) señaló: «Nunca podremos deplorar bastante la ceguera de los hombres que no quieren pensar en la muerte y que dejan de lado una cuestión inevitable en la que felizmente podríamos pensar con frecuencia. La muerte solo perturba a los carnales».
Estos hombres no se referían a una preocupación excesiva por la muerte, sino a un enfoque dinámico frente a la vida. Como el salmista David, debemos orar: «Hazme saber, Señor, mi fin, y cuánta sea la medida de mis días; sepa yo cuán frágil soy. […] ciertamente es completa vanidad todo hombre que vive» (Salmo 39:4-5). David habla de aquellos que trabajan en vano y que acumulan riquezas sin saber quién las recibirá (v. 6). Concluye afirmando que su esperanza está en Dios, que es el único que puede guardarlo de la rebeldía espiritual y del desastre (vv. 7-8).
Cuando ponemos nuestra esperanza en el Señor, vale la pena considerar la brevedad de nuestra vida en este mundo… cada día.
—DCM
Pensar en la certeza de la muerte puede cambiar la dinámica de la vida.
Nuestro Pan Diario
Una estrategia ganadora
Cuando era entrenador de baloncesto en una escuela secundaria, cometí un grave error. Mandé a algunos de mis jugadores a espiar al equipo contrario. Volvieron con este informe: «Podemos ganarles fácilmente». Por estar demasiado confiados, perdimos contra ellos. ¿Te suena conocido? Me recuerda la situación en Hai, cuando Josué mandó sus espías y estos juzgaron mal la fortaleza del enemigo.
Pero hubo otras cosas que causaron la derrota en aquel lugar, aparte de la mala investigación. Israel perdió la batalla y 36 soldados por varias razones aleccionadoras.
Poco antes de la derrota, Josué había liderado exitosamente a su ejército frente a Jericó porque conocía el plan de ataque divino. Pero no se menciona que haya consultado a Dios antes de atacar Hai. Previamente a la batalla contra Jericó, los hombres se habían consagrado a Dios (Josué 5:2-8), pero en este caso, no se dice nada de que se hayan preparado espiritualmente. La razón que da la Biblia sobre la derrota de los israelitas es el pecado en el campamento. Acán había robado parte del botín de Jericó (7:1). Así que, no podrían conquistar Hai hasta que se confesara el pecado y el pueblo volviera a consagrarse (7:16-26). Recién entonces, Dios les dio un plan para triunfar (8:1-7).
¿Cuál es la estrategia para ganar nuestras batallas cotidianas? Confesar el pecado y vivir en el poder que Dios suministra.
—JDB
La pureza de corazón produce poder en la vida.
Nuestro Pan Diario
Nuestro Pan Diario
Viento y fuego
Lectura: 1 Pedro 2:9-17
Honrad a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al rey. —1 Pedro 2:17
Honrad a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al rey. —1 Pedro 2:17
A veces, cuando quiero encender un fuego, el viento lo apaga, pero cuando trato de mantenerlo ardiendo, el viento lo aviva. Así que, en el primer caso, digo que es «malo» porque frustra mis planes; en el otro, lo considero «bueno», ya que me ayuda a lograr lo que quiero.
Esta paradoja ilustra cómo juzgamos las cosas según el efecto que producen en nosotros. Declaramos que las circunstancias o las personas son «malas» si trastornan nuestros objetivos o nos resultan inconvenientes. Pero si coincidimos con ellas y benefician nuestra causa, las juzgamos como «buenas».
Sin embargo, Dios es quien determina qué es bueno y qué es malo, y no lo hace según cómo afecte nuestros planes, sino en función de que lleven a cabo o no sus designios. Su plan es que seamos «real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios», y su propósito es «que [anunciemos] las virtudes de aquel que [nos] llamó de las tinieblas a su luz admirable» (1 Pedro 2:9).
Para concretar el buen propósito divino, debemos respetar a todos, amar a los otros creyentes, temer a Dios y honrar a quienes nos gobiernan; incluso cuando algo no nos parezca bueno (v. 17). Estas acciones bondadosas pueden encender una chispa de fe en aquellos que observan nuestras reacciones ante las circunstancias «malas»; y más aun, son una expresión de alabanza al Señor.
—JAL
Cuando las cosas luzcan mal, recuerda que Dios es bueno.
Nuestro Pan Diario
--------------------------------------------------------------------------NOTICIAS CRISTIANAS PARA ESTAR INFORMADO
Hace 13.700 millones de años
| |
La NASA dice que el Universo se expandió en un período inicial de crecimiento de más de un billón de billones de veces en menos de un billón de una billonésima parte de segundo.
|
Ellul resumió así su pensamiento: “Describo un mundo que no tiene perspectivas, pero creo que Dios acompaña al ser humano a lo largo de toda su existencia.”
Samuel Escobar |
Estando a oscuras, con Cristo se nos transfigura la mañana, pero también el mañana, lo por venir.
Alfredo Pérez Alencart |
Se piensa que fue Boko Haram
| |
Un grupo de terroristas musulmanes asesinó a 15 cristianos cortándoles la garganta durante su sueño, en un ataque nocturno a una aldea en el nordeste de Nigeria.
|
Un año nuevo es para mí –y supongo que para mucha gente‑como un folio en blanco.
Roberto Velert |
Jaime Fernández Garrido, escritor, músico y comunicador, habla de su nuevo libro "Mejora tu ritmo" en una entrevista de Bea Garrido.
|
Candidato al Premio Nobel
| |
El profesor Higgs -"padre" del "Bosón" que lleva su nombre- se confiesa ´no creyente´, pero no comparte el ateísmo militante de colegas como Richard Dawkins al que tacha de "fundamentalista".
|