Todo
tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.
—Eclesiastés 3:1
Lectura:
Eclesiastés 3:1-13
La
biblia en un año: Números 28-30;Marcos 8:22-38
Si
eres como yo, a veces te cuesta decir que no a una nueva responsabilidad; en
especial, si es por una buena causa y se relaciona directamente con ayudar a
los demás. Podemos tener buenas razones para seleccionar con cuidado nuestras
prioridades. Sin embargo, a veces, al no acceder a asumir más responsabilidad,
podemos sentirnos culpables o pensar que, de alguna manera, fallamos en nuestro
andar de fe.
No
obstante, según Eclesiastés 3:1-8, la sabiduría reconoce que todo en la vida tiene
su tiempo, tanto en las actividades humanas como en la esfera natural. «Todo
tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora» (3:1).
Tal
vez vayas a casarte o a tener tu primer hijo. Quizá estés a punto de terminar
tus estudios y entrar en el mundo laboral, o dejes de trabajar a tiempo
completo para jubilarte. Al ir pasando de una etapa a otra, nuestras
prioridades cambian. Tal vez tengamos que dejar de lado lo que solíamos hacer y
canalizar nuestra energía en otra cosa.
Cuando
la vida produce cambios en nuestras circunstancias y obligaciones, tenemos que
discernir con responsabilidad y sabiduría qué clase de compromisos podemos
tomar, buscando siempre hacer «todo para la gloria de Dios» (1
Corintios 10:31). Proverbios 3:6 nos promete que, si reconocemos a Dios en
todos nuestros caminos, Él nos guiará y nos mostrará en qué dirección debemos
seguir.
El
compromiso con Cristo es un desafío diario.
Nuestro
Pan Diario
Hormigas
sabias
Señor,
tú nos has sido refugio de generación en generación. —Salmo 90:1
Lectura:
Números 13:25–14:19
La
biblia en un año: Números 31–33;Marcos 9:1-29
Según
los investigadores de la Universidad de Bristol, la hormiga roja, oriunda de
Europa, puede ser mejor que nosotros para dominar el mercado inmobiliario. Los
investigadores han descubierto que las colonias de estos animalitos usan
hormigas exploradoras para supervisar constantemente las condiciones de vida de
sus hormigueros. Valiéndose de habilidades sociales lo suficientemente
complejas como para asombrar a los científicos, estas hormigas trabajan juntas
para encontrar el espacio adecuado para vivir, y la oscuridad y la seguridad
necesarias para darles a la reina madre y a sus larvas la mejor vivienda
disponible.
En
la época de Moisés, las familias de Israel buscaban un nuevo hogar. El tiempo
de esclavitud en Egipto había sido brutal. El desierto de Sinaí no era lugar
para establecerse, pero había un problema: según los exploradores israelitas,
la tierra a la que Dios estaba guiándolos ya estaba ocupada por ciudades
amuralladas y gigantes que hacían que los mensajeros se sintieran como
langostas (Números 13:28, 33).
A
veces, puede ser útil compararnos con insectos. Las hormigas rojas exploradoras
siguen el instinto que Dios les dio. Sin embargo, nosotros solemos dejar que
nuestros temores nos impidan seguir al Señor y confiar en Él. Cuando
descansamos en la seguridad de su presencia y su amor, podemos decir: «Señor,
tú nos has sido refugio de generación en generación».
Nos
sentimos como en casa cuando estamos bien con Dios.
Nuestro
Pan Diario, 2015.
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EN ESTO PENSA!
Errores que los hombres deben evitar. Parte III.
Por. José
Luis y Silvia Cinalli, Argentina
1. No admitir sus errores.
Generalmente los hombres no admiten sus errores porque creen que sus
esposas no los querrán. Hay quienes creen que admitir un fracaso es sinónimo de
debilidad. Un error frecuente de los hombres es no escuchar a sus esposas. Son
muy pocos conversadores. Ahora bien, si eres mujer, déjale bien en claro a tu
esposo si quieres que te escuche o que te resuelva problemas, porque si no lo
haces todo cuanto obtendrás serán soluciones.
El hombre utiliza muchas menos palabras que una mujer. Pregúntele a un
chico adolescente qué tal fue la fiesta a la que asistió y murmurará: “Uhh...,
bien”. Una chica adolescente ofrecería un informe detallado de todo: quién dijo
qué a quién, cómo se sentía cada persona y qué llevaban puesto. Varón, lo más
valioso que puedes hacer es escuchar con atención a tu esposa, en vez de
ofrecer soluciones. Pero seamos justos en este punto con los hombres. Las
mujeres pasan de un tema a otro como un picaflor pasa de flor en flor. Las
mujeres se defienden en este punto diciendo que los hombres no saben hacer dos
cosas al mismo tiempo. Hay un dicho que reza: “Si un hombre se está afeitando y
usted le habla, se cortará. Si está clavando con el martillo y suena el timbre,
se golpeará el dedo. Si le habla cuando está conduciendo, se cruzará de carril.
Recuerde que son excelentes tácticas vengativas”. ¿No te has dado cuenta que un
hombre tiene que bajar el volumen de la radio para leer un mapa? Si el teléfono
suena, insistirá en que la gente deje de hablar, en que se baje el volumen de
la música y que se apague el televisor antes de contestar. Eso es porque es
monofuncional. O lee o escucha, pero no es capaz de hacer las dos cosas a la
vez. Si reconoces que tu pareja es así, aminora el paso y aborda los temas de
modo entendible.
2. Pasar por alto los detalles.
Otro error común de los hombres es ser muy pocos detallistas. Como le dijo
una mujer a su esposo: “Me puedo pintar de verde o vestirme de mono, tú no te
das cuenta”. Varón, haz el esfuerzo y observa los detalles, ya que en ellos
está el arte.
¿Cómo satisfacer siempre a una mujer? “Acariciándola, halagándola, mimándola, deleitándola, haciéndole masajes, arreglando cosas, comunicándose con ella, ayudándola, apoyándola, proveyendo a sus necesidades, tranquilizándola, haciéndola reír, estimulándola, consolándola, abrazándola, ignorando sus “rollitos”, acurrucándose junto a ella, besándola, perdonándola, regalándole accesorios, entreteniéndola, confiando en ella, defendiéndola, vistiéndola, contemplándola, escuchándola, etc.”. ¿Cómo satisfacer siempre a un hombre? “Estando desnuda”, A. Pease. Con razón alguien señaló: “La persona que dijo que a un hombre se lo conquista por el estómago estaba apuntando demasiado alto”.
¿Cómo satisfacer siempre a una mujer? “Acariciándola, halagándola, mimándola, deleitándola, haciéndole masajes, arreglando cosas, comunicándose con ella, ayudándola, apoyándola, proveyendo a sus necesidades, tranquilizándola, haciéndola reír, estimulándola, consolándola, abrazándola, ignorando sus “rollitos”, acurrucándose junto a ella, besándola, perdonándola, regalándole accesorios, entreteniéndola, confiando en ella, defendiéndola, vistiéndola, contemplándola, escuchándola, etc.”. ¿Cómo satisfacer siempre a un hombre? “Estando desnuda”, A. Pease. Con razón alguien señaló: “La persona que dijo que a un hombre se lo conquista por el estómago estaba apuntando demasiado alto”.
Fuente: Boletinplaceresperfectos, Secreto Nº 16, 2015.
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