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lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis (Mateo
25:40).
Lectura:
Nehemías 1:1-10
La
biblia en un año: Zacarías 9–12; Apocalipsis 20
El
salón estaba inundado de una gama de colores mientras las mujeres indias en hermosos
saris iban de un lado a otro dando los últimos toques para el evento. Aunque
ahora viven en otro país, con muchas comodidades, estas mujeres siguen
interesadas en tu tierra natal. Tras oír sobre las necesidades financieras de
una escuela cristiana para niños autistas en India, pusieron manos a la obra y
organizaron una actividad para reunir fondos y ayudarlos.
Nehemías
tampoco permitió que su posición como copero y consejero del hombre más
poderoso de su época le hiciera perder el interés en sus conciudadanos. Cuando
preguntó cómo estaban ellos y la ciudad de Jerusalén (Nehemías 1:2), se enteró
de que «los que quedaron de la cautividad, allí en la provincia, [estaban] en
gran mal y afrenta, y el muro de Jerusalén derribado, y sus puertas quemadas a
fuego» (v. 3).
La
noticia le rompió el corazón. Entonces, hizo luto, ayunó, y oró pidiéndole a
Dios que hiciera algo ante semejante tragedia (v. 4). El Señor le permitió
volver a Jerusalén para liderar la reconstrucción (2:1-8).
Nehemías
tuvo grandes logros porque actuó dependiendo de un Dios grande. Que
abramos nuestros ojos a las necesidades de otros y procuremos resolver sus
problemas con la ayuda del Señor.
Señor,
ayúdame a no desanimarme ni ser apático.
Nuestro
Pan Diario
Lugar
para refugiarse
…
Estaré seguro bajo la cubierta de tus alas (v. 4).
Lectura:
Salmo 61
La
biblia en un año: Zacarías 5–8; Apocalipsis 19
Los
vagabundos de Vancouver han descubierto una manera de dormir protegidos durante
la noche. Un centro de caridad fabricó bancos especiales que se convierten en
refugios temporales. La parte posterior del asiento se levanta para formar un
techo que protege a la persona del viento y la lluvia. De noche, estos lugares
para dormir son fáciles de encontrar porque tienen un mensaje luminoso que
dice: ESTA ES UNA HABITACIÓN.
La
necesidad de refugio puede ser tanto física como espiritual. Dios es un refugio
para el alma cuando estamos angustiados. El rey David escribió: «clamaré a ti,
cuando mi corazón desmayare. Llévame a la roca que es más alta que yo» (Salmo
61:2). Las cargas emocionales nos hacen más vulnerables a las tácticas del
enemigo; el temor, la culpa y los deseos están entre sus preferidas. Por eso,
necesitamos estabilidad y seguridad. Como expresó el salmista: «tú has sido mi
refugio, y torre fuerte delante del enemigo. […] Estaré seguro bajo la cubierta
de tus alas» (vv. 3-4).
Cuando
estamos agobiados, Jesucristo, el Hijo de Dios, nos ofrece paz y protección:
«Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis
aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo» (Juan 16:33).
Señor,
ayúdame a encontrar paz y descanso en ti cuando estoy angustiado
Nuestro Pan Diario
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NOTICIAS CRISTIANAS
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uestro
Pan Diario