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sábado, 26 de diciembre de 2015

Sacrificio de Navidad



… cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo… (v. 4).
Lectura: Gálatas 4:1-7 
La biblia en un año: Hageo 1–2; Apocalipsis 17
El clásico cuento de O. Henry, El regalo de los reyes magos, narra la historia de Jim y Delia, un matrimonio que atravesaba problemas financieros. La Navidad se acercaba y querían hacerse regalos especiales, pero la falta de dinero los llevó a tomar medidas drásticas. El bien más preciado de Jim era un reloj de oro, y el de Delia, su cabello largo y hermoso. Entonces, Jim vendió su reloj para comprarle unas peinetas a su esposa, mientras que ella vendió su cabello y compró una cadena para el reloj de su marido.
Merecidamente, esta historia se ha vuelto muy preciada, ya que señala que la esencia y la medida del amor verdadero es el sacrificio. Este concepto se aplica particularmente a la Navidad, porque el sacrificio es la clave de la historia del nacimiento de Cristo: nació para morir, y para morir por nosotros. Por eso, el ángel dijo a José: «llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados» (Mateo 1:21).
Mucho antes de que Jesús naciera, se había determinado que viniera a rescatarnos del pecado en que habíamos caído. Así que, jamás podremos apreciar en plenitud el pesebre a menos que lo veamos a la sombra de la cruz. La Navidad se trata del amor de Cristo, el cual destella con total intensidad en su sacrificio por nosotros.
¿Cómo agradecerás el amor de Dios?
Nuestro Pan Diario

Regalo frágil
¡Gracias a Dios por su don inefable! (2 Corintios 9:15).
Lectura: Lucas 2:1-7 
La biblia en un año: Sofonías 1–3; Apocalipsis 16
Cuando regalamos algo que puede romperse, nos aseguramos de que la caja lleve impresa en letras grandes la palabra FRÁGIL, ya que queremos que la traten con cuidado.
El regalo de Dios para nosotros vino en el paquete más frágil de todos: un bebé. A veces, imaginamos que el día de Navidad fue una escena hermosa como la de las tarjetas, pero cualquier madre puede decirte que no fue así. María estaba cansada y, probablemente, se sentía insegura. Era su primer hijo, y este había nacido en un lugar totalmente antihigiénico. Ella «lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón» (Lucas 2:7).
Un bebé necesita cuidados permanentes. Llora, come, duerme y depende de quienes lo cuidan. Tampoco puede tomar decisiones. En la época de María, la mortalidad infantil era elevada, y, a menudo, las madres morían al dar a luz.
¿Por qué escogió Dios una manera tan frágil de enviar a su Hijo al mundo? Porque tenía que ser como nosotros para poder salvarnos. El mayor regalo del cielo vino en el frágil cuerpo de un bebé, pero Dios asumió ese riesgo porque nos ama. ¡Estemos hoy agradecidos por semejante regalo!
— 
Señor fuerte y poderoso, gracias por volverte pequeño y frágil aquel día hace tantos años. Me asombra lo que hiciste por mí y por el resto del mundo.
Nuestro Pan Diario
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EN ESTO PENSAR
La dieta de los ojos
“Tu ojo es una lámpara que da luz a tu cuerpo...", Lucas 11:34-36 (NTV).
El ojo es como la boca, tendrá apetito de aquello con que suele alimentarse. Por ejemplo, si dejas que tus ojos se saturen de pornografía verás que cuanto más miras, más deseas; y cuánto más deseas, mayor será la probabilidad de que tengas algún tipo de práctica sexual. ¿Quién se tomaría un vaso de agua sabiendo que tiene unas gotas de veneno? Nadie en su lucidez mental lo acercaría a su boca para ingerirlo por el hecho de que lo podría enfermar. Lo mismo sucede con nuestra mente. Nuestra mente es como una esponja, absorbe todo lo que se le acerca. Lo que entra en la mente de alguna forma vuelve a salir.
El cuerpo es siervo de la mente y la mente puede condicionarse y dirigirse. John White explica: “La mente es como una computadora, responde de acuerdo a los patrones de información que han sido programados en ella. Si tú sientas a un niño de cinco años frente a un televisor y lo dejas mirar televisión chatarra por diez horas al día, ¿qué canciones crees que cantará, y hacia qué productos crees que correrá en el shopping? Es posible programar el pensamiento de la gente al controlar los procesos educativos. Si una persona ha estado alimentando su mente con pornografía, participando en actividades sexuales ilícitas, asociándose con personas que lo impulsan al mundo del libertinaje, ¿cuánto tiempo crees que pasará antes de que su cuerpo responda de una manera acorde a los estímulos recibidos?
Cierta vez un joven se acercó al gran evangelista Billy Graham y le hizo el siguiente comentario: “Pastor, a veces tengo la sensación de que dentro de mí hay dos perros, uno bueno y otro malo. Hay momentos cuando pienso que el perro bueno va ganando la batalla y otras veces siento que el perro malo gana. ¿Qué tengo que hacer?”. Sabiamente, el anciano predicador le dijo: “Deja de alimentar el perro malo. Mátalo de hambre”.
A menudo no nos damos cuenta de que podemos controlar nuestros sentimientos mediante el control de los pensamientos a través de la dieta de nuestra mente.
El apóstol Pablo enseñó en 1ª Tesalonicenses 4:7 que el Señor no nos ha llamado a inmundicia sino a santificación. Job 31:1 dice: "Hice pacto con mis ojos...". De este hombre Dios habló: "No hay en toda la tierra nadie tan bueno como él. Siempre me obedece en todo y evita hacer lo malo", Job 1:8 (TLA). La dieta de los ojos puede ser la llave que abrirá la puerta a tus más grandes bendiciones.

Fuente: Secretosperfectos, # 35, 2015
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