Lectura: Lucas 7:36-49
… sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho… —Lucas 7:47
Hace varios años, estaba haciendo una caminata junto al Río Salmón y me encontré con una arboleda de pinos que tenían el tronco parcialmente descortezado. Un amigo mío, que es guardabosques, me había contado que los aborígenes norteamericanos que cazaban en esta zona mucho tiempo atrás habían quitado la corteza de los troncos y sacado la capa subyacente para hacer goma de mascar. Algunas de las marcas eran horribles, pero otras, llenas de sabia cristalizada y pulidas por el viento y el clima, se habían transformado en figuras de una extraña belleza.
Así sucede con nuestras transgresiones. Podemos llevar marcas de los pecados del pasado, pero esos pecados, de los que nos hemos arrepentido y que ya pusimos delante de Jesús para que los perdonara, pueden dejar marcas hermosas.
Algunas personas, después de haber probado la amargura del pecado, ahora lo detestan. Odian el mal y aman la rectitud. Tienen la belleza de la santidad.
Otros, al comprender lo lejos que se encontraban (Romanos 3:23), tienen un corazón tierno hacia los demás. Se muestran comprensivos, compasivos y bondadosos cuando otros fracasan. Tienen la belleza de la humildad.
Por último, el perdón gratuito y completo de los pecados lleva a tener intimidad con Aquel que ha mostrado misericordia. Tales pecadores aman mucho porque mucho se les ha perdonado (Lucas 7:47). Tienen la belleza del amor.
—DHR
La fuente de la belleza es un corazón perdonado.
El amor inalterable de Dios
Lectura: Oseas 10:9-15
Sembrad para vosotros en justicia, segad para vosotros en misericordia… —Oseas 10:12
El libro de Oseas, en el Antiguo Testamento, es la historia del amor fiel de Dios hacia su pueblo infiel. De un modo que nos parece extraño, el Señor le ordenó a Oseas que se casara con una mujer que quebrantaría los votos matrimoniales y lo haría sufrir (Oseas 1:2-3). Después de que ella abandonó al profeta por otro hombre, el Señor le dijo a Oseas que la recibiera de nuevo: un cuadro del «amor del Señor para con los hijos de Israel» (3:1).
Tiempo después, el profeta recibió la orden de comunicarles a los israelitas que, por haberse rebelado contra el Señor, una potencia extranjera los llevaría cautivos. «… en tus pueblos se levantará alboroto, y todas tus fortalezas serán destruidas…» (10:14).
Sin embargo, en medio de su pecado y castigo, la gracia de Dios para con su pueblo nunca se agotaría. En una exhortación llena de bondad, el Señor dijo: «Sembrad para vosotros en justicia, segad para vosotros en misericordia; haced para vosotros barbecho; porque es el tiempo de buscar al Señor, hasta que venga y os enseñe justicia» (10:12).
Aunque hayamos «arado impiedad» y segado «iniquidad» (10:13), Dios no deja de amarnos. Cualquiera que sea nuestra situación hoy, podemos volvernos al Señor y encontrar el perdón que nos dará un nuevo comienzo. ¡Su amor nunca falla!
—DCM
Ninguna fuerza supera el poder del amor de Dios.
NUESTRO PAN DIARIO
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UN MOMENTO PARA REFLEXIONAR
1. Dios no te preguntará qué modelo de auto usabas; te preguntará a cuánta gente llevaste.
2. Dios no te preguntará los metros cuadrados de tu casa; te preguntará a cuánta gente recibiste en ella.
3. Dios no te preguntará la marca de la ropa en tu armario; te preguntará a cuántos ayudaste a vestirse.
4. Dios no te preguntará cuán alto era tu sueldo; te preguntará si vendiste tu conciencia para obtenerlo
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Respuestas sobre misiones mundiales:
¿Estamos trabajando en el poder de Jesucristo?
La obra y el ministerio de Jesucristo refleja en los evangelios, que en su diseño misionero, él llamó a quienes estableció para continuar su obra. Hoy nos hallamos ante esa misma realidad, no es nuestro ministerio sino el servicio de Jesús capitaneado por el Espíritu Santo, enviando hombres dispuestos a proclamar su verdad y suplir las necesidades de otros. Todas nuestras estrategias, que de hecho son necesarias deben persuadirse de buscar el propósito de Dios en lugar de realizar nuestras expectativas. El presente nos desafía más que el pasado, aceptar la misión desde el contexto y diseño divino. Continue leyendo...
---------------------------------------------------------------------------------- Cita célebre:
Buscando a Dios
“Considero que hay sólo dos clases de hombres racionales: el que ama a Dios con todo su corazón porque lo ha hallado, y aquel que busca a Dios con todo su corazón porque no lo ha hallado todavía”. (Citado en Berean Call, Enero 2003, pág. 1) Blaise Pascal
Preguntas de Reflexión: ¿Qué clase de hombre es usted? Si ya ha encontrado a Dios, ¿esta ayudando a otros para que también lo conozcan?
---------------------------------------------------------------------- El justo y los pecadores
SALMO 1:1-6
Por. Lic. Pr. Guillermo Sebastian Olivera, Argentina
Introducción
El carácter y condición, y el destino presente y futuro, de los piadosos y de los impíos se describen y se contrastan, enseñando que la verdadera piedad es la fuente de la felicidad final, y el pecado, la de la miseria. Como tal es el resumen de todo el libro, este Salmo, haya sido puesto así de propósito o no, forma un prefacio muy propio. Meditar en la palabra de Dios es discernir con nosotros mismos acerca de las grandes cosas en ella contenidas, con una íntima aplicación de la mente y concentración en el pensar. Debemos referirnos constantemente a la palabra de Dios como regla de nuestras acciones, y fuente de nuestro consuelo; y hemos de tenerla en nuestros pensamientos noche y día. Con este propósito no hay momento que no sea oportuno.
Desarrollo
Este salmo, pórtico al salterio, contrapone dos modos de ser y de proceder. El justo es dichoso porque hace de la instrucción divina, convertida ya en Ley, su tarea. La Ley es como un caudal de agua perenne, vivifica todo y confiere al hombre justo una vitalidad como la de un vegetal que no se marchita Así como todo lo que produce el árbol llega a su sazón, la vida del justo tendrá éxito, porque Dios custodia o se ocupa del camino de los justos . Los malvados son «pecadores» y «arrogantes». Se mofan del Nombre divino y desprecian su instrucción y su Ley. Por muy organizados que parezcan –en «reunión», «camino» y «sesión»–, Dios disolverá sus organizaciones cuando ejerza como juez, y los malvados se convertirán en paja a merced del viento. Quien ora con este salmo, buscando la auténtica felicidad, sabe que unidos al Señor daremos mucho fruto.
Meditar en la palabra de Dios es discurrir con nosotros mismos acerca de las grandes cosas en ella contenidas, con una íntima aplicación de la mente y concentración en el pensar. Debemos referirnos constantemente a la palabra de Dios como regla de nuestras acciones, y fuente de nuestro consuelo; y hemos de tenerla en nuestros pensamientos noche y día. Con este propósito no hay momento que no sea oportuno.
Conclusión
Este Salmo sirve de introducción a todo el libro de los Salmos y prepara al lector para que esté alerta de los falsos adoradores, haciendo un contraste entre dos caminos: el camino bienaventurado de los justos y el camino de condenación de los impíos No hay otro camino. En forma alternada, describe a los impíos y a los justos y contrasta a los dos, usando dos símiles y dos destinos. El justo es bienaventurado, porque ha escogido tener una relación vital y victoriosa con Dios, relación que se manifiesta por medio de la fe y la obediencia a los mandamientos del SEÑOR recibiendo abundantes bendiciones. El impío, sin embargo, por el camino que ha escogido, no se sostendrá en el juicio, y no podrá resistir la ira de Dios cuando El separe a los justos de los impíos. Ahora somos nosotros los que debemos decidir en camino estamos, Dios conoce nuestro corazón y nuestro andar, entonces la invitación es a sincerarnos en la presencia del Señor y que siempre estemos transitando por la huella de los justos, pues es en esa instancia donde está, nuestra verdadera delicia.
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