¡Vos podes ayudarnos!

---

Translate


domingo, 8 de abril de 2012

La última cena del hombre condenado

Léase 1ª a los Corintios 11.23-26
Por lo tanto, siempre que coman este pan, y beban esta copa, proclaman la muerte del Señor, hasta que él venga. 1ª A LOS CORINTIOS 11.26 (RVC)
EN muchas culturas, los condenados a muerte pueden pedir lo que quieran para su última cena. Me he preguntado qué sentiría si supiera que estoy comiendo la última cena y qué pediría.
Mientras Jesús comía su última cena, continuó enseñándole a sus discípulos, usando el pan y el vino para enfatizar un punto que ellos no estaban dispuestos a aceptar: él iba a morir. Ellos no captaron todo el significado del mensaje hasta su muerte sacrificial y su resurrección gloriosa. Pero, siglos después, las personas cristianas celebramos la Cena del Señor para recordar lo que Jesús hizo por nosotros.
La próxima vez que nos sentemos a comer, ¿qué ocurriría si imagináramos que ésta es nuestra última cena? Quizás nos saldríamos de nuestra rutina para hacer que el resto del día sea de valor. Podríamos animarnos a hablarle a alguien acerca del Salvador, quien en su última cena y hasta su último aliento pensó en nosotros. Nos dio un hermoso regalo. ¿Por qué no compartirlo con otras personas?
SR. RICHARD MABRY (TEXAS, EUA)
ORACIÓN: Amado Padre, no nos dejes olvidar el sacrificio que tu resurrección implica. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA
Hoy puede ser el último día para compartir las nuevas de salvación.
OREMOS: Por quienes nunca han escuchado el evangelio.
Tomado de http://elaposentoalto.upperroom.org/es/blog/2012/04/meditacin-5-de-abril

Corre hacia la cruz
Lectura: Hebreos 10:28-39
¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo! —Hebreos 10:31
Cada vez que se alerta sobre un maremoto en la costa norte de Maui, en Hawái, la gente que vive en la localidad de Hana sube corriendo por la ladera de una montaña, para refugiarse en un lugar elevado. Hace muchos años, unos misioneros colocaron cerca de allí una cruz alta de madera. Para protegerse físicamente, la gente corre al sitio donde está ubicada esa cruz.
De manera similar, todos necesitamos un lugar de refugio espiritual. ¿Por qué? Porque el Señor nos advierte en su Palabra: «Porque cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios», y «la paga del pecado es muerte» (Romanos 3:23: 6:23). Hebreos 9:27 declara: «… está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio». Tal vez no nos guste pensar en cuáles serán las consecuencias de nuestro pecado cuando nos enfrentemos con un Dios santo, pero es algo grave «caer en las manos del Dios vivo» (10:31).
La buena noticia es que, por amor a nosotros, ¡el Padre ha provisto un lugar seguro! Envió a su Hijo Jesús a morir para que no tuviéramos que estar separados de Él para siempre (Romanos 5:8-10; Colosenses 1:19-22).
Por la muerte de Jesucristo en la cruz y su resurrección de entre los muertos, ese sitio de refugio está disponible. ¿Has corrido hacia la cruz?
—AMC
Para escapar de la maldición del pecado, corre hacia la cruz.
NUESTRO PAN DIARIO
--------------------------------------------------------------------
NOTICIAS CRISTIANAS
Será de oferta obligatoria
Andalucía equipara enseñanza protestante y católica en los colegios
Los colegios garantizarán la enseñanza de religión evangélicaen centros docentes sostenidos con fondos públicos.
México
Sacrifica a tres familiares en ofrenda a la Santa Muerte
Silvia Meraz, junto con cuatro menores, asesinó dos niños de 10 años y una mujer.
Una mañana sin par
Su acto era un ejercicio de la más profunda piedad; pero al mismo tiempo la constatación de que en aquella tumba la inapelable ley de la muerte había cincelado su sello irrevocable.
Wenceslao Calvo
La gloria y verdad de la resurrección
De no haber mediado la resurrección de Jesús, la Iglesia cristiana jamás habría existido.
José María Martínez
----------------------------------------------------------------
Las 7 palabras de Jesús en la cruz... desde la ciudad
¡PADRE, PERDÓNALOS PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN!
¡Perdónalos...!
Y estalló en el aire
un rayo fulminante,
una semilla germinada;
Porque esta palabra hiere,
pero también florece.
Los días de la ciudad transcurren,
y entre el sol y la luna
se roba la inocencia a una niña de 10 años.
No hay vacantes, no hay techos,
pero sí abundancia de injusticia y duelo;
hoy con quijadas de metal se derrama
sangre inocente.
De la cruz, como rayo y semilla,
viene el canto yla aurora…
perdón, perdón,
perdón, porque hay que reconocer
que después de esta palabra –rayo y semilla–
entre Caín y Judas, el corazón humano...
aún hoy seguimos sin saber lo que hacemos.
HOY ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAÍSO
Aquí síhay respiro.
Entre los días del caos,
y de la miseria humana,
una voz herida,
un cuerpo exhausto…
un último grito apagado
pedirá auxilio,
en el lugar y la hora menos pensada.
Entre el asfalto y los miedos,
de una niña, un joven,
un anciano,
desde su infierno,
o lágrima, o duelo,
miran una pequeñísima luz
que se despierta.
Viene de esa cruz:
aliento nuevo… respira vida...
respira.
MADRE, HE AHÍ A TU HIJO; HIJO, HE AHÍ A TU MADRE
Concibe y gesta… es
matriz fecunda.
pero por allí hay ángeles
olvidados
que se tiran en la basura,
o se esconden en las alcantarillas.
Porque para comer
se vende el cuerpo,
o la sangre,
o la vida,
por las esquinas de la noche.
–porque hay tantas madres e hijos
que no tienen hijos o madres–
Si esta cruz empezó en una cuna,
entonces no hay soledad;
en esta cruz, habrá familia:
siempre será matriz fecunda.
¡DIOS MÍO, DIOS MÍO!, ¿POR QUÉ ME HAS DESAMPARADO?
Como una lanza que traspasa,
como una lanza, esa cruz.
Un grito desgarrado
de misterio,
de agonía,
de cansancio.
Un grito deestrellas
errantes,
entre tanta multitud,
el galope de mil caballos,
entre tanta multitud y tanto ruido…
los sueños de la muerte.
Un grito ignorado,
como mano que pide,
como ojos que suplican,
como una lanza que traspasa.
Esa cruz, como una lanza:
su grito nos acerca a un Dios lejano.
TENGO SED
Ella es el agua,
una gota de lluvia encendida.
Mas el desierto continúa
aquí, entre el asfalto y la jungla de acero;
y la estopa y el lanza fuegos,
son sequedad y vacío;
como esa hiel y ese vinagre
aún damos lo que no se pide,
lo que no sacia, lo que no llena,
lo que no salva.
Esta cruz es una gota de lluvia encendida,
es fresca y cristalina,
es gratuidad, fuente y río.
Dejarla caer es saciar los sueños:
porque de ella viene la vida.
CONSUMADO ES
Esta cruz es una misión cumplida.
Concluye su destino de amor y de pasión.
Pero sabemos que aquí donde vivimos,
en esta ciudad,
aún con la misión cumplida
del hijo encarnado,
los sueños se quedan a mitad del camino…
e inconclusa la tarea de ser felices.
Que hay más rupturas que uniones,
que hay más caos que creación.
No, mientras no haya más oportunidades,
que como polvo de estrellas
y aliento de cristales,
hagan menos difícil
forjar un destino digno y justo;
mientras no llevemos esta cruz
a la medida,
habrá que seguir muriendo...
y consumar este amor que no termina.
EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPÍRITU
La cruz y las manos de Dios se funden.
Ahora son una, son el mismo amor
y el mismo sacrificio.
Aquí termina la agonía,
aquí se calla el dolor de la carne
y la sangre, de los clavos
y las espinas
...el silencio de la muerte.
Sus manos como cruz,
y su cruz como manos
abiertas, tiernas, seguras,
extendidas
–rompen el velo que ignora y separa–
Es temprano aún, pero en esta ciudad
ya despierta (o que nunca duerme),
la cruz y las manos inician su recorrido.
La luz de una estrella muere,
mas inician su camino los ángeles,
y una piedra espera ser removida.
Las mujeres se preparan y esperan...
en sus manos.
Pronto, una cruz quedará vacía.
Autores: Rebeca Montemayor
Fuentes: Red Electrónica de Liturgia del CLAI

No hay comentarios:

Publicar un comentario