Por Amy
Boucher Pye
Y hablaba el
Señor a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero… (v. 11).
Leer: Éxodo 33:7-14
La Biblia en un año: Salmos 10–12; Hechos
19:1-20
Aunque el
mundo está conectado electrónicamente como nunca antes, no hay nada como el
tiempo frente a frente. Cuando compartimos y nos reímos juntos, podemos
percibir las emociones del otro en sus expresiones faciales. Los que se aman,
disfrutan de compartir tiempo cara a cara.
Vemos esta
clase de relación personal entre el Señor y Moisés, el hombre a quien Dios
eligió para guiar a su pueblo. Durante los años de seguir a Dios, la confianza
de Moisés fue creciendo, y no dejó de seguirlo a pesar de la rebelión y la
idolatría del pueblo. Después de que los israelitas adoraron un becerro de oro
(Éxodo 32), Moisés levantó una tienda fuera del campamento para encontrarse con
Dios, mientras ellos miraban desde lejos (33:7-11). Cuando la columna de nube
—la presencia de Dios— descendía sobre la tienda, Moisés hablaba en favor de
ellos. Dios prometió que su presencia los acompañaría (v. 14).
Gracias a la
muerte de Jesús en la cruz y a su resurrección, ya no necesitamos que alguien
hable con Dios a nuestro favor. En cambio, podemos ser amigos de Dios a través
de Cristo (Juan 15:15). Nosotros también podemos encontrarnos con Él como con
un amigo.
«¡Cara a
cara! ¡Qué momento feliz! Cara a cara […] ¡poder ver y conocer, cara a cara con
mi Redentor, a Jesucristo, que tanto me ama!». Carrie E. Breck
Podemos
hablar con el Señor como con un amigo.
¿Te estás
preparando?
Por Jennifer
Benson Schuldt
… el Señor,
que me ha librado de las garras del león y […] del oso, él también me librará…
(v. 37).
Leer: 1 S. 17:8, 32-37, 48-50
La Biblia en un año: Salmos 13–15; Hechos
19:21-41
En la
adolescencia, trabajé en un restaurante de comida rápida. El trato con los
clientes no siempre era fácil, y recibía quejas por cosas que no eran mi culpa.
Al tiempo, me presenté para un empleo en informática en la universidad. A los
empleadores les interesó más mi experiencia con la comida rápida que mis
habilidades en computación. Querían estar seguros de que supiera lidiar con la
gente. ¡Mi experiencia en circunstancias desagradables me preparó para un mejor
trabajo!
Cuando
desafiaron a Israel a enviar a alguien a pelear contra Goliat, nadie fue lo
suficientemente valiente como para aceptar, excepto David. El rey Saúl no
estaba seguro de enviarlo, pero David le explicó que, como pastor, había matado
un león y un oso para cuidar las ovejas (1 Samuel 17:34-36). Afirmó: «El Señor,
que me ha librado de las garras del león […] también me librará de la mano de
este filisteo» (v. 37).
David no
había conseguido demasiado respeto por su experiencia como pastor, pero aquella
situación lo preparó para pelear contra Goliat y, con el tiempo, transformarse
en el rey más grande de Israel. Nuestras circunstancias pueden ser difíciles,
pero, a través de ellas, ¡Dios puede estar preparándonos para algo mucho mejor!
Señor,
ayúdame a resistir en momentos difíciles porque tal vez estás preparándome para
algo mejor.
Dios usa las
circunstancias presentes para prepararnos para el futuro.
Nuestro Pan
Diario
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