¡Vos podes ayudarnos!

---

Translate


jueves, 28 de diciembre de 2017

Dios con nosotros

Por Amy Boucher Pye
He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel… (v. 23).
Leer: Mateo 1:18-23 
La Biblia en un año: Nahum 1–3; Apocalipsis 14
«Cristo conmigo, Cristo delante de mí, Cristo detrás de mí, Cristo dentro de mí, Cristo debajo de mí, Cristo arriba de mí, Cristo a mi derecha, Cristo a mi izquierda…». La letra de este himno escrito en el siglo v por San Patricio resuena en mi mente cuando leo el relato de Mateo del nacimiento de Jesús. La siento como un cálido abrazo que me recuerda que no estoy sola nunca.
El pasaje de Mateo nos revela que la morada de Dios con su pueblo es la esencia de la Navidad. Al citar la profecía de Isaías sobre un niño que sería llamado Emanuel, «Dios con nosotros» (Isaías 7:14), el evangelista señala hacia el cumplimiento final de lo profetizado: Jesús, Aquel nacido por el poder del Espíritu Santo para ser Dios con nosotros. Esta verdad es tan fundamental que Mateo empieza y termina con ella, y concluye con las palabras de Jesús a sus discípulos: «he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo» (Mateo 28:20).
Los versos de San Patricio me recuerdan que Cristo está siempre con los creyentes a través del Espíritu Santo que mora en ellos. Cuando estoy nerviosa o con miedo, puedo aferrarme a su promesa de que nunca me dejará. Si no puedo dormir, puedo pedirle su paz. Cuando tengo gozo y celebro, puedo agradecerle por su salvación.
Señor, que hoy sienta tu presencia conmigo.
El amor de Dios tomó forma de carne en Belén.

Un estremecimiento de esperanza
Por ap
… que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor (v. 11).
Leer: Lucas 2:11-20 
La Biblia en un año: Habacuc 1–3; Apocalipsis 15
Reginald Fessenden había trabajado durante años para lograr una comunicación radial inalámbrica. Algunos científicos consideraban que sus ideas eran extremas y heterodoxas, y dudaban de su éxito. Pero él afirma que, el 24 de diciembre de 1906, se convirtió en la primera persona en transmitir música por radio.
Fessenden hizo un contrato con una compañía de frutas que había instalado un sistema inalámbrico en unos doce barcos para informar sobre la cosecha y la venta de bananas. Esa Noche Buena, Fessenden les dijo a los operadores de los barcos que prestaran atención. A las nueve en punto, escucharon su voz. Luego, sobre la grabación de un aria, interpretó en su violín «Noche de Paz», cantando todas sus estrofas. Finalmente, dio saludos de Navidad y leyó en Lucas 2 la historia de los ángeles que anunciaron a los pastores el nacimiento del Salvador en Belén.
Tanto esos pastores, hace más de 2.000 años, como aquellos marineros en 1906, escucharon un inesperado y sorprendente mensaje de esperanza en una noche oscura. Y Dios sigue dando ese mensaje hoy. Nos ha nacido un Salvador: ¡Cristo el Señor! (Lucas 2:11). Podemos unirnos al coro de ángeles y a creyentes de todas las generaciones, respondiendo: «¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz!» (v. 14).
¡Jesús, gracias por venir para salvarnos!
«Sin Cristo, no hay esperanza». Charles Spurgeon

Nuestro Pan Diario

No hay comentarios:

Publicar un comentario