¡Vos podes ayudarnos!

---

Translate


domingo, 31 de diciembre de 2017

Diario de agradecimiento

Por Poh Fang Chia
Alabad al Señor, naciones todas; pueblos todos, alabadle (v. 1).
Leer: Salmo 117
La Biblia en un año: Zacarías 1–4; Apocalipsis 18
Cuando recién había creído en Jesús como Salvador, un consejero espiritual me instó a escribir un diario de agradecimiento: un librito que llevaba a todas partes. A veces, registraba un motivo de gratitud de inmediato. Otras, lo escribía el fin de semana mientras dedicaba un tiempo a reflexionar.
Registrar notas de alabanza es una buena costumbre; algo que estoy considerando volver a hacer. Me ayudaría a tomar conciencia de la presencia del Señor y dar gracias por su cuidado y provisión.
En el salmo más corto de la Biblia, el 117, el escritor insta a todos a alabar al Señor «porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia» (v. 2).
¿Cómo te ha mostrado el Señor su misericordia hoy, esta semana, este mes o este año? No busques cosas espectaculares. Su misericordia se ve en las circunstancias comunes y corrientes de cada día. Piensa en cómo la ha mostrado hacia tu familia, iglesia y otras personas. Inunda tu mente de la grandeza de su misericordia para todos.
El salmista agregó: «Y la fidelidad del Señor es para siempre» (v. 2, énfasis agregado). En otras palabras, ¡Él seguirá amándonos! Por eso, tendremos muchas cosas para alabar al Señor en el futuro. ¡Que la gratitud a Dios caracterice nuestras vidas!
Señor, hoy quiero decirte: «¡Gracias por tu misericordia y fidelidad!».
Da gracias a Dios por lo común y corriente así como por lo extraordinario.

Situaciones cotidianas
Por Em
El corazón alegre hermosea el rostro; mas por el dolor del corazón el espíritu se abate (v. 13).
La Biblia en un año: Zacarías 5–8; Apocalipsis 19
Coloqué las bolsas en mi auto y, con cuidado, salí del estacionamiento. De repente, un hombre se cruzó, sin darse cuenta de que yo salía. Apreté el freno a fondo y evité atropellarlo. Sobresaltado, él levantó la vista y se encontró con mi mirada… En ese momento, supe que debía decidir entre responderle enojada o sonreírle a manera de perdón. Sonreí.
El alivio se le vio en la cara, y sonrió agradecido.
Proverbios 15:13 dice: «El corazón alegre hermosea el rostro; mas por el dolor del corazón el espíritu se abate». ¿El escritor está diciendo que debemos sonreír frente a toda interrupción, decepción e inconveniente de la vida? ¡Por supuesto que no! Hay momentos para el lamento genuino, la desesperación e, incluso, el enojo ante las injusticias. Pero, en las situaciones cotidianas, una sonrisa puede brindar alivio, esperanza y la gracia necesaria para seguir adelante.
Quizá la idea del proverbio es que una sonrisa brota naturalmente de la condición de nuestro ser interior. Un «corazón alegre» está en paz, satisfecho y confiado en que Dios siempre hace lo mejor. Con esta clase de corazón, podemos reaccionar ante las circunstancias sorprendentes con una sonrisa franca, que invita a los demás a abrazar la esperanza y la paz que pueden experimentar en Dios.
Señor, ayúdame a reflejar un corazón gozoso.
«… animaos unos a otros, y edificaos unos a otros…». 1 Tesalonicenses 5:11

Nuestro Pan Diario

No hay comentarios:

Publicar un comentario