“Mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.” Juan 4:14
Ese vacío que tiene la gente y que busca en otras cosas, tiene la forma de Dios solamente. Observe un poquito lo que nos enseña la palabra de Dios. En el jardín del Edén, eso es lo que perdió Adán. Por la desobediencia a Dios, quedó separado de su fuente. Ese vacío lo llena Dios nada más porque Dios es su fuente.
Usted que está lleno de la presencia de Dios entiende de qué le hablo. La gente a diario quiere llenar ese vacío con medicamentos, drogas, alcohol o simplemente con algún vicio o mal hábito. Pero usted que conoce cuál es la raíz de ese problema tiene que extenderlo y cuanto más lo extienda más bendición vendrá a su vida.
Siempre pregúntese ¿es lo mejor que le puedo dar a mis hijos, a mis padres, a mis compañeros de trabajo, vecinos y amigos? Usted siempre tiene mucho para repartir. La Biblia dice que de su interior correrán ríos de agua viva. Mientras usted no lo hace correr el buen depósito tiene las compuertas cerradas.
El buen depósito que dice el apóstol Pablo que usted tiene adentro tiene que tener las compuertas abiertas y el amor tiene que estar fluyendo. No se haga problemas si alguien lo tomó para mal o se abuso de usted por algo del amor y la fe en Dios. No se haga problemas porque cada uno tiene su recompensa en el camino. Pero usted no pierda la suya por decepciones que haya tenido en la vida.
Dios no lo engañó nunca ni lo va a engañar. Se va a levantar como un estandarte y la gente lo va a ver que está bien bendecido y bien triunfante. Entonces lo van a buscar para preguntarle cómo llenó ese vacío. Porque la gente prueba y prueba cosas y se da cuenta de que nada puede llenarlo.
Prepárese entonces para ser de bendición a toda la gente que lo rodee, esté alerta porque siempre está fluyendo la fuente que hay en su interior. Déjela correr y suelte el amor de Dios.
Oración: Padre, hoy deseo soltar todo lo que pusiste dentro de mí. Quiero que la gente sepa que lo que busca por ahí lo puede encontrar en ti y comienza brotando desde mi interior cuando yo les hable tu Palabra. Gracias porque sé que seré de bendición para mucha gente. En el nombre de Jesús, amén. Por. Rev. Juan O. Crudo. Argentina.
Usted que está lleno de la presencia de Dios entiende de qué le hablo. La gente a diario quiere llenar ese vacío con medicamentos, drogas, alcohol o simplemente con algún vicio o mal hábito. Pero usted que conoce cuál es la raíz de ese problema tiene que extenderlo y cuanto más lo extienda más bendición vendrá a su vida.
Siempre pregúntese ¿es lo mejor que le puedo dar a mis hijos, a mis padres, a mis compañeros de trabajo, vecinos y amigos? Usted siempre tiene mucho para repartir. La Biblia dice que de su interior correrán ríos de agua viva. Mientras usted no lo hace correr el buen depósito tiene las compuertas cerradas.
El buen depósito que dice el apóstol Pablo que usted tiene adentro tiene que tener las compuertas abiertas y el amor tiene que estar fluyendo. No se haga problemas si alguien lo tomó para mal o se abuso de usted por algo del amor y la fe en Dios. No se haga problemas porque cada uno tiene su recompensa en el camino. Pero usted no pierda la suya por decepciones que haya tenido en la vida.
Dios no lo engañó nunca ni lo va a engañar. Se va a levantar como un estandarte y la gente lo va a ver que está bien bendecido y bien triunfante. Entonces lo van a buscar para preguntarle cómo llenó ese vacío. Porque la gente prueba y prueba cosas y se da cuenta de que nada puede llenarlo.
Prepárese entonces para ser de bendición a toda la gente que lo rodee, esté alerta porque siempre está fluyendo la fuente que hay en su interior. Déjela correr y suelte el amor de Dios.
Oración: Padre, hoy deseo soltar todo lo que pusiste dentro de mí. Quiero que la gente sepa que lo que busca por ahí lo puede encontrar en ti y comienza brotando desde mi interior cuando yo les hable tu Palabra. Gracias porque sé que seré de bendición para mucha gente. En el nombre de Jesús, amén. Por. Rev. Juan O. Crudo. Argentina.
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