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miércoles, 30 de junio de 2010

Bendición en todo tiempo

“El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas.” Mateo 12:35
Cuando hablamos de la ley de la confesión estamos hablando de que nosotros fuimos creados a la imagen y semejanza de Dios y Dios todo lo creó a través de Palabra. Entonces, ahora que somos hijos de Dios, tenemos que funcionar a la manera de Dios. Una forma de hacerlo es fluyendo en palabras. ¿Qué quiero decir? Por ejemplo, que para ir creando una familia bendita, una vida prospera y saludable tengo que declarar, confesar, soltar palabras de fe sobre esa realidad que quiero vivir. En lugar de hablar mal de su esposo inconverso diga: mi esposo es el mejor, me honra, me bendice, es próspero, está bendecido. Eso es confesar en fe. Aunque usted todavía no lo esté viviendo, pero lo ve por la fe.
Algunos cristianos que entendieron esta ley, ya empezaron a fluir en fe en sus pensamientos, en su manera de hablar y no le dan lugar a la duda. Eso es muy importante, porque si está hablando duda está formando a otra gente con duda también. La Biblia dice que si duda no piense recibir algo del Señor. Tiene que echar afuera la duda y alimentar la fe con la buena Palabra de Dios. Porque por la Palabra viene sabiduría divina a su vida.
Ahora, lo que le quiero dejar en esta oportunidad como enseñanza es que a través de su vida tiene que soltar la bendición de Dios que ha recibido en la vida de otros. Todo lo que usted hace sobre otros, los ayuda a formarse. Sabe que la Palabra de Dios tiene mucho poder. Piense que si usted suelta palabras de bendición sobre la vida de alguien que se cree que no vale nada, que no sabe por qué vive esa palabra poderosa va a llegar hasta lo más profundo de su ser, como dice la Biblia y va a producir un efecto. Lo mismo pasa si usted trata mal a esa persona. Imagínese que daño tan grande le podría crear con tan sólo alguna palabra negativa que usted pudiera soltarle sobre su vida.
Por eso hoy lo invito a reflexionar sobre su forma de hablar ¿es de bendición para el que lo oye? ¿Es de bendición para su propia vida? Como hijos de Dios fuimos creados con la bendición para soltarla sobre la vida de otros y una forma de soltarla es hablándola. La Palabra de Dios es una bendición para la vida de la gente. Procure ser de bendición en todo tiempo y siga renovando su mente cada día con la Palabra de Dios. El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca cosas buenas.
Oración: Padre, gracias por enseñarme a ser de bendición en la vida de otros. Miraré a mi alrededor y buscaré en todo tiempo ser de bendición lo todo el que se me cruce en mi camino. En el nombre de Jesús, amén.
Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina.

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