“Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos.”Mateo 25:14-15
Algunas personas creen que todo lo que tienen se mide por lo que poseen dentro de sus bolsillos ahora. Pero están muy equivocados. Dios nos ha dado mucho. Nadie debería animarse a decir que Dios no le dio nada. Como hijo de Dios, usted tiene entre muchas cosas que le han sido dadas, la unción del Santo, la mente de Cristo, la ciudadanía del cielo ¿Eso le parece poco?
Mire un poquito los versículos 28 y 29 de Mateo25. Hablan de aquel que no usó bien el talento que recibió de Dios. Al que no le da importancia a lo que le fue dado dice que se le debe quitar para dárselo a aquél que realmente se va a ocupar de multiplicarlo. Fíjese que el hombre le dio a cada siervo según su capacidad ¿Podemos darle un millón de pesos a un niño pequeño y pensar que nos lo devolverá con intereses? Por supuesto que no. Necesita estar capacitado para tal acción. De la misma manera ocurre en la realidad. El que tiene mucho, por algo lo tiene.
Todos nosotros tenemos que agradecerle a Dios porque estamos recibiendo luz y revelación para caminar en una vida de gloria y ayudarle a las personas a ser bendecidas, pero también para comprender que todos tienen algo para ser productivos en la vida. Estamos hablando de que cada hijo de Dios tiene algo que le ha sido dado para producir más. Hablamos de buena administración. Esto rompe con muchas ideas humanas de “repartir equitativamente” porque mucha gente no tiene nada porque no supo administrar lo que tenía.
De acuerdo a lo que dice la Palabra, el versículo 15 dice que nos dio de acuerdo a la habilidad de hacer algo para que podamos canalizar lo que Dios ha puesto en nuestra vida. El versículo 17 dice que fue y negoció. Negoció lo que Dios le dio para usarlo en una tarea asignada. Eso es lo que Dios quiere que hagamos con lo que él ya nos dio. Dios da semilla al que siembra. Si no sembramos no tenemos cosecha. Si no producimos nada, nunca obtendremos producción. Busque en su vida todo lo que Dios le dio: en lo espiritual, en lo físico, en su alma y en lo material. Todos tenemos algo para multiplicar.
Sea un buen administrador del amor que Dios le dio, de las habilidades que Dios le dio, de los dones que le otorgó, de los recursos con los cuales lo premió. Observe cada área de su vida y medite en esta Palabra de Mateo 25. Dios quiere mostrarle hoy que tiene muchas bendiciones preparadas para su vida.
Oración: Padre, gracias por todo los que pusiste en mi vida. Gracias por darme la habilidad para poder multiplicarlo. Quiero ser productivo para tu reino y que no me sea quitado, sino que me sea añadido para poder dar cada vez más. Yo sé que lo alcanzaré. En el nombre de Jesús, amén.
Algunas personas creen que todo lo que tienen se mide por lo que poseen dentro de sus bolsillos ahora. Pero están muy equivocados. Dios nos ha dado mucho. Nadie debería animarse a decir que Dios no le dio nada. Como hijo de Dios, usted tiene entre muchas cosas que le han sido dadas, la unción del Santo, la mente de Cristo, la ciudadanía del cielo ¿Eso le parece poco?
Mire un poquito los versículos 28 y 29 de Mateo25. Hablan de aquel que no usó bien el talento que recibió de Dios. Al que no le da importancia a lo que le fue dado dice que se le debe quitar para dárselo a aquél que realmente se va a ocupar de multiplicarlo. Fíjese que el hombre le dio a cada siervo según su capacidad ¿Podemos darle un millón de pesos a un niño pequeño y pensar que nos lo devolverá con intereses? Por supuesto que no. Necesita estar capacitado para tal acción. De la misma manera ocurre en la realidad. El que tiene mucho, por algo lo tiene.
Todos nosotros tenemos que agradecerle a Dios porque estamos recibiendo luz y revelación para caminar en una vida de gloria y ayudarle a las personas a ser bendecidas, pero también para comprender que todos tienen algo para ser productivos en la vida. Estamos hablando de que cada hijo de Dios tiene algo que le ha sido dado para producir más. Hablamos de buena administración. Esto rompe con muchas ideas humanas de “repartir equitativamente” porque mucha gente no tiene nada porque no supo administrar lo que tenía.
De acuerdo a lo que dice la Palabra, el versículo 15 dice que nos dio de acuerdo a la habilidad de hacer algo para que podamos canalizar lo que Dios ha puesto en nuestra vida. El versículo 17 dice que fue y negoció. Negoció lo que Dios le dio para usarlo en una tarea asignada. Eso es lo que Dios quiere que hagamos con lo que él ya nos dio. Dios da semilla al que siembra. Si no sembramos no tenemos cosecha. Si no producimos nada, nunca obtendremos producción. Busque en su vida todo lo que Dios le dio: en lo espiritual, en lo físico, en su alma y en lo material. Todos tenemos algo para multiplicar.
Sea un buen administrador del amor que Dios le dio, de las habilidades que Dios le dio, de los dones que le otorgó, de los recursos con los cuales lo premió. Observe cada área de su vida y medite en esta Palabra de Mateo 25. Dios quiere mostrarle hoy que tiene muchas bendiciones preparadas para su vida.
Oración: Padre, gracias por todo los que pusiste en mi vida. Gracias por darme la habilidad para poder multiplicarlo. Quiero ser productivo para tu reino y que no me sea quitado, sino que me sea añadido para poder dar cada vez más. Yo sé que lo alcanzaré. En el nombre de Jesús, amén.
Por. Rev. Juan O. Crudo, Pastor del Ministerio Cristo la solución, Argentina.
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