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jueves, 3 de febrero de 2011

La diferencia es la obediencia

“5 Pues así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad bien sobre vuestros caminos.6 Sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os saciáis; bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto. 7 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad sobre vuestros caminos.” Hageo 1:5-7
La palabra maldición no existiría si Adán no hubiera desobedecido en el Jardín del Edén, Dios le dijo: “por tu causa es maldita la tierra”. Así como por desobediencia apareció la maldición, también apareció el postrer Adán que se llama Jesucristo y nos redimió completamente de la maldición.
Si va a establecer en su vida un caminar de obediencia y fe se va a dar cuenta que el camino que Adán abrió a la maldición, Jesús lo cerró y nos abrió un camino para la bendición. Un compañerismo con el padre, le dio una posición en Dios, un lugar en el cielo sentado con Cristo Jesús en lugares celestiales.
La diferencia entre la gente que opera en bendición y aquellos que operan en la maldición ¿Sabe cuál es? Que los que operan en bendición son obedientes. Sí, la clave es la obediencia en fe a la palabra de Dios.
El Señor mismo nos marcó el camino de la obediencia porque fue la forma en que completó el plan de Dios. Es muy bueno que camine a la manera de él y vaya desarrollando su vida estableciendo el reino de Dios en su interior y en su mentalidad. En la economía y en la familia hay que establecer los principios del reino de Dios y va a ver poder y favor de Dios en todas las cosas.
En Hageo 1 el Señor le dice al pueblo dos veces “meditad en vuestros caminos”, es para prestarle mucha atención. Esto es la clave, que meditemos en los caminos que estamos transitando. Ver si se relacionan con los caminos trazados por Dios y con la palabra revelada de Dios para nuestra vida o están lejos de la obediencia a Dios. Alguien se tiene que levantar para hacer algo y cambiar una situación.
Dios les estaba diciendo que estaban operando bajo maldición porque ponían primero lo personal y lo que no era la voluntad de Dios. El Señor les dice: mediten bien los caminos que están transitando porque están caminando de tal manera que todo lo que están haciendo, hablando y desarrollando es enfocados en ustedes mismos. Ellos estaban operando en maldición. Dios les estaba revelando que sembraban y no cosechaban, comían y no se saciaban. Su salario le venía y se iba como en saco roto.
Hay cosas así que le pasan a los creyentes aunque ya tiene la palabra, tienen al Señor y son templo del Espíritu Santo pero piensan demasiado en si mismos y en cosas personales y no colocan a Dios primero en todas las áreas de la vida. Dios quiere que ponga primero su palabra porque debe ser nuestra prioridad y nuestra máxima autoridad en la vida.
Porque la Palabra nos revela el plan y propósito de Dios para que caminemos de gloria en gloria y empecemos a hacer aquello que verdaderamente responde a los caminos de Dios.
Dios quiere que piense primero en las cosas de él, poniéndolo a él y su palabra primero y la misma palabra le va a dar luz y revelación para caminar en ella y salir de la condición en que se encuentra. Tiene que levantarse con la palabra de Dios y hacer caminos que antes no ha hecho. Verá manifestada la presencia de Dios. La obediencia trae bendición.
Oración: Padre, hoy comenzaré a enfocarme en lo que dice tu palabra. Quiero obedecerte y ponerte siempre primero. Atraigo la bendición a mi vida y rechazo toda maldición. No pertenece a mi vida. En el nombre de Jesús, amén. Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina.

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