Por. Richard L. Mayhue, Th.D.
Traducido por Raúl Lavinz
Esta introducción al, muchas veces olvidado y frecuentemente malentendido, tema de la santificación bíblica sirve como el cimiento sobre el cual descansan los artículos subsiguientes y también del cual ellos surgen. El siguiente artículo, un “preparativo para la santificación” define la base bíblica comprehensiva para la santificación así como sus implicaciones para la vida del cristiano, tanto temporal como eternamente. En el tercer artículo nos dará “una perspectiva escrituraria sobre la santificación” resaltando los varios patrones de santificación en la jornada cristiana que uno transita. En tercer lugar, los detalles de la santificación bíblicamente enfatizados ayudan a que se distinga entre los elementos pasados, presentes y futuros en la experiencia de un cristiano. Por último, este artículo concluye en que la santificación en su completa amplitud abarca el comienzo de un cristiano en la salvación así como su continuación en el crecimiento para llegar a ser como Cristo lo cual alcanza su perfección con la glorificación de un verdadero cristiano después de la muerte ?
El Nuevo Testamento emplea una variedad de términos/expresiones que se refieren a los creyentes en el Señor Jesucristo. El más usado frecuentemente en la terminología contemporánea es “Cristiano” (Christianos). Sin embargo, este nombre aparece en las Escrituras sólo tres veces (Hechos 11:26, 26:28; 1 Pedro 4:16). La connotación precisa (positiva o negativa) permanece incierta; de cualquier manera, se aplica solamente a aquellos que han creído y seguido el camino de Cristo Jesús. Un término favorito empleado en los Evangelios y Hechos es el de “discípulo” (mathetes), que aparece más de 250 veces, con mayor frecuencia es usado en relación a aquellos que seguían a Cristo. De su conexión con “Cristianos” en Hechos 11:26, se puede concluir que el uso de “discípulo” precedió al de “Cristiano” y, más importante todavía, definió al Cristiano como a un auténtico discípulo de Cristo.
En todo el Nuevo Testamento la imagen de familia espiritual de el “nuevo nacimiento” es insinuada por el uso frecuente de “hermano” (adelphos) y la rara aparición de “hermana” (adelphe, Filemón 2; 2 Juan 13) en referencia a una relación espiritual en Cristo. Otra expresión llamativa es “esclavo” (doulos) en contraste a Cristo como “Señor” (kurios). 1. Cada uno de los cuatro términos mencionados arriba parecen más bien apropiados y obvios. Sin embargo, una referencia adicional a un creyente es “santo” (hagios). Es el más sorprendente, el más intrigante y el menos reconocido. Escasamente usado en los Evangelios y Hechos, “santo” es el término preferido en las epístolas y Apocalipsis.
¿Por qué los cristianos son discípulos, hermanos/hermanas y esclavos llamados “santos” o “santificados”?. Ellos no eran santos antes de la salvación; tampoco son santos, como sólo Dios lo es, durante sus vidas sobre la tierra; y no estarán sin pecado hasta después de muertos, en el cielo. Sin embargo, la Escritura clara, frecuente y enfáticamente declara que los creyentes son “santos” o “santificados”.
El concepto de “santo” o “santificado” sirve en la Biblia como si fuera un sujetador de libros. “Y bendijo Dios el séptimo día y lo santificó…” (Gén. 2:3). “…Que el que es santo siga guardándose santo” (Apoc. 22:11). Yendo más al punto, Dios ordenó a Moisés, “…Seréis santos porque yo, el Señor vuestro Dios, soy santo” (Lev. 19:2) y Pedro repite el mandato, “sino que así como aquel que os llamó es santo, así también sed vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: SED SANTOS PORQUE YO SOY SANTO” (1 Pedro 1:15-16). Esta idea de “ser separados de”, “dedicados a” y/o “santos” impregna toda la Escritura, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamentos. Un escritor fue mucho más lejos al declarar efusivamente: “’Santificación’ es una de las palabras más resplandecientes en nuestro vocabulario cristiano y la doctrina neotestamentaria de la santificación es uno de los distintivos supremos de nuestra fe cristiana”. 2. ¿Por qué “santo”? De los cinco nombres mencionados previamente, es el que se enfoca en el atributo de Dios de su santidad (cf. Isa. 6:1-8) y su designio de que todos los verdaderos creyentes en Cristo demuestren en una manera creciente, y también emulen, esta cualidad como su certificado de autenticidad cristiana (cf. Heb. 12:10).
En la discusión que sigue las implicaciones salvíficas de la santificación y la santidad van a ser exploradas así como aparecen en textos bíblicos familiares tales como:
Por tanto, sed vosotros perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto. Mat. 5:48
Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito. Porque a los que de antemano conoció, también los predestinó a ser hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que El sea el primogénito entre muchos hermanos; y a los que predestinó, a ésos también llamó; y a los que llamó, a ésos también justificó; y a los que justificó , a ésos también glorificó. Rom. 8:28-30
…estando convencido precisamente de esto: que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. Fil. 1:6
Amados, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que habremos de ser. Pero sabemos que cuando El se manifieste, seremos semejantes a El porque le veremos como El es. Y todo el que tiene esta esperanza puesta en El, se purifica, así como El es puro. 1 Juan 3:2-3
Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída y para presentaros sin mancha en presencia de su gloria con gran alegría… Judas 24
UNA EXPLICACIÓN PREPARATIVA DE LA SANTIFICACIÓN
En el Nuevo Testamento tres distintos grupos de palabras describen sinónimamente “salvación” en términos de lo que es pasado, presente y futuro. El siguiente cuadro, con pasajes representativos de la Escritura, ilustra este patrón.
Pasado Heb. 10:14
“Porque por una ofrenda El ha hecho perfectos para siempre a los que son santificados”.
Traducido por Raúl Lavinz
Esta introducción al, muchas veces olvidado y frecuentemente malentendido, tema de la santificación bíblica sirve como el cimiento sobre el cual descansan los artículos subsiguientes y también del cual ellos surgen. El siguiente artículo, un “preparativo para la santificación” define la base bíblica comprehensiva para la santificación así como sus implicaciones para la vida del cristiano, tanto temporal como eternamente. En el tercer artículo nos dará “una perspectiva escrituraria sobre la santificación” resaltando los varios patrones de santificación en la jornada cristiana que uno transita. En tercer lugar, los detalles de la santificación bíblicamente enfatizados ayudan a que se distinga entre los elementos pasados, presentes y futuros en la experiencia de un cristiano. Por último, este artículo concluye en que la santificación en su completa amplitud abarca el comienzo de un cristiano en la salvación así como su continuación en el crecimiento para llegar a ser como Cristo lo cual alcanza su perfección con la glorificación de un verdadero cristiano después de la muerte ?
El Nuevo Testamento emplea una variedad de términos/expresiones que se refieren a los creyentes en el Señor Jesucristo. El más usado frecuentemente en la terminología contemporánea es “Cristiano” (Christianos). Sin embargo, este nombre aparece en las Escrituras sólo tres veces (Hechos 11:26, 26:28; 1 Pedro 4:16). La connotación precisa (positiva o negativa) permanece incierta; de cualquier manera, se aplica solamente a aquellos que han creído y seguido el camino de Cristo Jesús. Un término favorito empleado en los Evangelios y Hechos es el de “discípulo” (mathetes), que aparece más de 250 veces, con mayor frecuencia es usado en relación a aquellos que seguían a Cristo. De su conexión con “Cristianos” en Hechos 11:26, se puede concluir que el uso de “discípulo” precedió al de “Cristiano” y, más importante todavía, definió al Cristiano como a un auténtico discípulo de Cristo.
En todo el Nuevo Testamento la imagen de familia espiritual de el “nuevo nacimiento” es insinuada por el uso frecuente de “hermano” (adelphos) y la rara aparición de “hermana” (adelphe, Filemón 2; 2 Juan 13) en referencia a una relación espiritual en Cristo. Otra expresión llamativa es “esclavo” (doulos) en contraste a Cristo como “Señor” (kurios). 1. Cada uno de los cuatro términos mencionados arriba parecen más bien apropiados y obvios. Sin embargo, una referencia adicional a un creyente es “santo” (hagios). Es el más sorprendente, el más intrigante y el menos reconocido. Escasamente usado en los Evangelios y Hechos, “santo” es el término preferido en las epístolas y Apocalipsis.
¿Por qué los cristianos son discípulos, hermanos/hermanas y esclavos llamados “santos” o “santificados”?. Ellos no eran santos antes de la salvación; tampoco son santos, como sólo Dios lo es, durante sus vidas sobre la tierra; y no estarán sin pecado hasta después de muertos, en el cielo. Sin embargo, la Escritura clara, frecuente y enfáticamente declara que los creyentes son “santos” o “santificados”.
El concepto de “santo” o “santificado” sirve en la Biblia como si fuera un sujetador de libros. “Y bendijo Dios el séptimo día y lo santificó…” (Gén. 2:3). “…Que el que es santo siga guardándose santo” (Apoc. 22:11). Yendo más al punto, Dios ordenó a Moisés, “…Seréis santos porque yo, el Señor vuestro Dios, soy santo” (Lev. 19:2) y Pedro repite el mandato, “sino que así como aquel que os llamó es santo, así también sed vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: SED SANTOS PORQUE YO SOY SANTO” (1 Pedro 1:15-16). Esta idea de “ser separados de”, “dedicados a” y/o “santos” impregna toda la Escritura, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamentos. Un escritor fue mucho más lejos al declarar efusivamente: “’Santificación’ es una de las palabras más resplandecientes en nuestro vocabulario cristiano y la doctrina neotestamentaria de la santificación es uno de los distintivos supremos de nuestra fe cristiana”. 2. ¿Por qué “santo”? De los cinco nombres mencionados previamente, es el que se enfoca en el atributo de Dios de su santidad (cf. Isa. 6:1-8) y su designio de que todos los verdaderos creyentes en Cristo demuestren en una manera creciente, y también emulen, esta cualidad como su certificado de autenticidad cristiana (cf. Heb. 12:10).
En la discusión que sigue las implicaciones salvíficas de la santificación y la santidad van a ser exploradas así como aparecen en textos bíblicos familiares tales como:
Por tanto, sed vosotros perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto. Mat. 5:48
Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito. Porque a los que de antemano conoció, también los predestinó a ser hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que El sea el primogénito entre muchos hermanos; y a los que predestinó, a ésos también llamó; y a los que llamó, a ésos también justificó; y a los que justificó , a ésos también glorificó. Rom. 8:28-30
…estando convencido precisamente de esto: que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. Fil. 1:6
Amados, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que habremos de ser. Pero sabemos que cuando El se manifieste, seremos semejantes a El porque le veremos como El es. Y todo el que tiene esta esperanza puesta en El, se purifica, así como El es puro. 1 Juan 3:2-3
Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída y para presentaros sin mancha en presencia de su gloria con gran alegría… Judas 24
UNA EXPLICACIÓN PREPARATIVA DE LA SANTIFICACIÓN
En el Nuevo Testamento tres distintos grupos de palabras describen sinónimamente “salvación” en términos de lo que es pasado, presente y futuro. El siguiente cuadro, con pasajes representativos de la Escritura, ilustra este patrón.
Pasado Heb. 10:14
“Porque por una ofrenda El ha hecho perfectos para siempre a los que son santificados”.
Tito 3:5
“El nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino conforme a su misericordia, por medio del lavamiento de la regeneración y la renovación por el Espíritu Santo,…”
“El nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino conforme a su misericordia, por medio del lavamiento de la regeneración y la renovación por el Espíritu Santo,…”
1 Cor. 6:11
“Y esto érais algunos de vosotros; pero fuisteis lavados, pero fuisteis santificados, pero fuisteis justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios”.
Presente 2 Cor. 7:1
“Por tanto, amados, teniendo estas promesas, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios”.
Fil. 2:12
“Así que, amados míos, tal como siempre habéis obedecido, no sólo en mi presencia, sino ahora
mucho más en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor…”
1 Tes. 4:3-4,7
“Porque esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación; es decir, que os abstengáis de inmoralidad sexual; que cada uno de vosotros sepa cómo poseer su propio vaso en santificación y honor…Porque Dios no nos ha llamado a impureza, sino a santificación”.
Futuro Heb. 12:23
“a la asamblea general e iglesia de los primogénitos que están inscritos en los cielos, y a Dios, el juez de todos, y a los espíritus de los justos hechos ya perfectos,…”
Rom. 13:11
“Y haced todo esto, conociendo el tiempo, que ya es hora de despertaros del sueño; porque ahora la salvación está más cerca de nosotros que cuando creímos”.
1 Tes. 5:23
“Y que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y que todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”.
Los datos de arriba se pueden resumir mejor en estas diez observaciones/conclusiones.
•“Salvación”, “santificación” y “terminación”/“perfección” son usadas en forma sinónima en la Escritura como grupos de palabras poseedoras de importancia salvífica significativa.
•La salvación es parte de la santificación en su sentido más amplio y la santificación es una parte de la salvación en su sentido más completo.
Por consiguiente, salvación y santificación son inseparables. No se puede tener la una sin la otra.
•Cada uno de los tres grupos de palabras previamente mencionados se puede usar para describir el pasado, el presente y/o el futuro.
•Cada uno de estos tres grupos de palabras puede ser usado para describir el inicio, la continuación y/o la culminación en el contexto de la redención.
•Cada uno de estos tres grupos de palabras puede ser usado para describir la parte o el todo de la salvación.
•A menos que uno equilibre esta tensión bíblica, entonces, de seguro, se llegará a conclusiones erróneas en el desarrollo de una soteriología correcta.
•En la Escritura se dice que una persona ya es lo que en realidad esa persona está llegando a ser.
•En la Biblia se ordena a la persona que sea ahora lo que no puede ser, por completo, sino hasta la eternidad.
•La clave para mantener claridad en medio de posibles confusiones de interpretación es identificar correctamente las partes individuales en cada texto bíblico.
El Dr. R.C. Sproul enfoca estas grandes verdades de la justificación, santificación y glorificación.
¿Cuánto tiempo transcurre antes que el pecador empiece a convertirse en puro? La respuesta es ninguno. No hay lapso de tiempo entre nuestra justificación y el comienzo de nuestra santificación. Sin embargo, sí hay un gran lapso de tiempo entre nuestra justificación y la culminación de nuestra santificación.
Lutero usaba una analogía simple para explicarlo. El describía la condición de un paciente que estaba mortalmente enfermo. El doctor declaraba que tenía la medicina que con seguridad curaría al enfermo. En el instante que la medicina le era administrada [al enfermo] el doctor declaraba que el paciente estaba bien. En ese instante el paciente todavía estaba enfermo, pero tan pronto como la medicina pasaba por sus labios y entraba en su cuerpo el paciente empezaba a mejorarse. Es así con nuestra justificación. Tan pronto como en verdad creemos, en ese mismo instante comenzamos a mejorar. El proceso de llegar a ser puro y santo está en progreso y su futura culminación es segura. 3.
PATRONES QUE DEFINEN LA SANTIFICACIÓN
Este artículo introductorio tiene que ver con la santificación en sus varias partes y en su todo como un contexto para los escritos que vendrán luego. Dado el diseño editorial de este número los artículos subsecuentes se enfocarán primordialmente, aunque no exclusivamente, en la santificación “progresiva”.
1. Agente divino principal
Padre
1 Tes. 4:7
“Porque Dios no nos ha llamado a impureza, sino a santificación”.
Hijo
1 Cor. 1:2
“…a la iglesia que está en Corinto, a los que han sido santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos, con todos los que en cualquier parte invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro…”
Espíritu Santo
2 Tes. 2:13
“Pero nosotros siempre tenemos que dar gracias a Dios por vosotros, hermanos amados por el Señor, porque Dios os ha escogido desde el principio para salvación mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad”.
2. Secuencia de tiempo Pasado
Hechos 20:32
“Ahora os encomiendo a Dios y a la palabra de su gracia, que es poderosa para edificaros y daros la herencia entre todos los santificados”.
Presente
1 Tes. 4:4
“…que cada uno de vosotros sepa cómo poseer su propio vaso en santificación y honor,…”
Futuro
1 Tes. 3:13
“…a fin de que El afirme vuestros corazones irreprensibles en santidad delante de nuestro Dios y Padre, en la venida de nuestro Señor Jesús con todos sus santos”.
3. Medios principales Evangelio
Ef. 5:26
“…para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra…”
Escritura
Juan 17:17 “Santifícalos en la verdad; tu palabra es verdad”.
Resurrección
Rom. 8:23 “Y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, aun nosotros mismos gemimos en nuestro interior, aguardando ansiosamente la adopción como hijos, la redención de nuestro cuerpo”.
4. Efectos Inicio
Heb. 10:10
“Por esta voluntad hemos sido santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo una vez para siempre”.
Continuación
2 Cor. 7:1
“Por tanto, amados, teniendo estas promesas, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios”.
Culminación
Apoc. 22:11
“Que el injusto siga haciendo injusticias, que el impuro siga siendo impuro, que el justo siga practicando la justicia, y que el que es santo siga guardándose santo”.
5. Resultados principales
Posición
Hech. 26:18
“…para que abras sus ojos a fin de que se vuelvan de la oscuridad a la luz, y del dominio de Satanás a Dios, para que reciban, por la fe en mí, el perdón de pecados y herencia entre los que
han sido santificados”.
Progresión
Rom. 6:22
“Pero ahora, habiendo sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como resultado la vida eterna”.
Perfección
1 Tes. 3:13
“…a fin de que El afirme vuestros corazones irreprensibles en santidad delante de nuestro Dios y Padre, en la venida de nuestro señor Jesús con todos sus santos”.
6. Resultados personales
Justificación
1 Cor. 6:11
“Y esto érais algunos de vosotros; pero fuisteis lavados, pero fuisteis santificados, pero fuisteis justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios”.
Santificación
1 Tes. 4:3
“Porque esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación; es decir, que os abstengáis de inmoralidad sexual;…”
Glorificación
Rom. 8:28:30
“Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito. Porque a los que de antemano conoció, también los predestinó a ser hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que El sea el primogénito entre muchos hermanos; y a los que predestinó, a ésos también llamó; a ésos también justificó; y a los que justificó, a ésos también glorificó”.
7. Realidades espirituales
Declaración Forense
Heb. 10:14
“Porque por una ofrenda El ha hecho perfectos para siempre a los que son santificados”.
Rendición
Obediente
Rom. 6:19
“Hablo en términos humanos, por causa de la debilidad de vuestra carne. Porque de la manera que presentasteis vuestros miembros como esclavos a la impureza y a la iniquidad, para iniquidad, así ahora presentad vuestros miembros como esclavos a la justicia, para santificación”.
Culminación
Sobrenatural
1 Tes. 5:23
“Y que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y que todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”.
Alguien podría preguntar, ¿Y qué? Esta árida teología parece distante de lo espiritualmente vibrante. Pero, justamente lo opuesto es cierto. William Ames (1576-1633), posiblemente el más brillante de los teólogos puritanos, escribió correctamente, “La Teología es la doctrina o enseñanza de vivir para Dios”. 4.
La Teología Sistemática cede al plan de Dios por una Teología “espiritual”. La doctrina cristiana se traduce en vivencia cristiana. Toda la teología, toda la vivencia cristiana puede ser bíblicamente discutida, desarrollada y discernida, en un sentido muy real, comenzando con lo que la Biblia dice acerca de la “santificación”. El concepto de santificación podría ser considerado como el “alfa y omega” de la redención.
PASAJES QUE SIRVEN DE ILUSTRACIÓN SOBRE LA SANTIFICACIÓN
Esta sección permite que la Escritura hable por sí misma en lo concerniente a la triple perspectiva de la santificación: posicional, progresiva y perfectiva.
INICIO—Posicional (es nuestra al recibir a Cristo):
•Hechos 20:32 “Ahora os encomiendo a Dios y a la palabra de su gracia, que es poderosa para edificaros y daros la herencia entre todos los santificados”.
•Hechos 26:18 “para que abras sus ojos a fin de que se vuelvan de la oscuridad a la luz, y del dominio de Satanás a Dios, para que reciban, por la fe en mí, el perdón de pecados y herencia entre los que han sido santificados”.
•1 Cor. 1:2 “a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los que han sido santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos , con todos los que en cualquier parte invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro…”.
•1 Cor. 1:30 “Mas por obra suya estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual se hizo para nosotros sabiduría de Dios, y justificación, y santificación, y redención…”
•1 Cor. 6:11 “Y esto érais algunos de vosotros; pero fuisteis lavados, pero fuisteis santificados, pero fuisteis justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios”.
•Ef. 5:26 “para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra…”
•1 Tes. 4:7 “Porque Dios no nos ha llamado a impureza, sino a santificación”.
•2 Tes. 2:13 “Pero nosotros siempre tenemos que dar gracias a Dios por vosotros, hermanos amados por el Señor, porque Dios os ha escogido desde el principio para salvación mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad”.
•Heb. 10:10 “Por esta voluntad hemos sido santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo una vez para siempre”.
•Heb. 10:14 “Porque por una ofrenda El ha hecho perfectos para siempre a los que son santificados”.
•Heb. 12 :14 “Buscad la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor”.
•1 Ped. 1:2 “según el previo conocimiento de Dios Padre, por la obra santificadora del Espíritu, para obedecer a Jesucristo y ser rociados con su sangre: Que la gracia y la paz os sean multiplicadas”.
Comienza con la salvación continúa al creyente crecer en Cristo; por tanto es progresiva
•Juan 17:17 “Santifícalos en la verdad; tu palabra es verdad”.
•Rom. 6:19 “Hablo en términos humanos, por causa de la debilidad de vuestra carne. Porque de la manera que presentasteis vuestros miembros como esclavos a la impureza y a la iniquidad, para iniquidad, así ahora presentad vuestros miembros como esclavos a la justicia, para santificación”.
•Rom. 6:22 “Pero ahora, habiendo sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como resultado la vida eterna”.
•2 Cor. 7:1 “Por tanto, amados, teniendo estas promesas, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios”.
•1 Tes. 4:3 “Porque esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación; es decir, que os abstengáis de inmoralidad sexual…”.
•1 Tes. 4:4 “que cada uno de vosotros sepa cómo poseer su propio vaso en santificación y honor…”
•2 Tim. 2:21 “Por tanto, si alguno se limpia de estas cosas, será un vaso para honra, santificado, útil para el Señor, preparado para toda buena obra”.
•Apoc. 22:11 “Que el injusto siga haciendo injusticias, que el impuro siga siendo impuro, que el justo siga practicando la justicia, y que el que es santo siga guardándose santo”.
Finalmente será perfeccionada en la Segunda Venida de Cristo
•1 Tes. 3:13 “a fin de que El afirme vuestros corazones irreprensibles en santidad delante de nuestro Dios y Padre, en la venida de nuestro Señor Jesús con todos sus santos”.
•1 Tes. 5:23 “Y que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y que todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”.
PRINCIPIOS QUE RESUMEN LA SANTIFICACIÓN
•Una obra salvífica iniciada por Dios y en la que participan los tres miembros de la deidad.
•Una obra salvífica que es continuada por Dios, en esta vida, hasta su culminación en el cielo.
•Una obra salvífica que no puede ser separada de la salvación ni de la glorificación
•Una obra salvífica de Dios que recibe su poder de la Palabra de Dios y del Espíritu de Dios.
•Una obra salvífica de Dios la cual, una vez comenzada, no puede ser perdida, detenida o deshecha.
•Una obra salvífica de Dios que provoca una respuesta santa de obediencia bíblica de parte de aquellos que son santos genuinos.
•Una obra salvífica de Dios que no erradica el pecado de la vida del creyente sino hasta la glorificación.
•Una obra salvífica que provee una esperanza confiable en esta vida por causa de la certeza de una esperanza eterna en la vida siguiente.
Hace casi cuatro siglos Thomas Watson escribió elocuentemente acerca de la primacía y centralidad de la santificación en la Escritura y en la vida cristiana. Lo principal que un cristiano debería atender es la santificación. Esto es lo unum necessarium, “la única cosa necesaria”. La santificación es nuestro cariz más puro, nos hace como el cielo, adornado con estrellas; es nuestra nobleza, por ella somos nacidos de Dios, y partícipes de la naturaleza divina; es nuestra riqueza, comparada, por tanto, con hileras de joyas y cadenas de oro. 5.
NOTAS
Todas las citas bíblicas han sido tomadas de la versión La Biblia de Las Américas (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation Usadas con permiso.
Notes:
I.John MacArthur, Esclavo: La Palabra Escondida Que Revela las Riquezas de Su Salvación (Wheaton, Ill.: Crossway, 2010) coloca ?????? en la perspectiva bíblica apropiada (cf. Lucas 17:5-10). ↩
II.Sidlow Baxter, Santidad Cristiana: Reestudiada y Replanteada (grand Rapids, Zondervan, 1977), 13. ↩
III.Sproul, La Santidad de Dios, 214. ↩
IV.William Ames, La Médula de la Teología (1629: reimpr. Grand Rapids: Baker, 1997) 77. ↩
V.Thomas Watson, Un Cuerpo de Divinidad, Ed. Rev. (1692, reimpr. Edimburgo: Banner of Truth [Estandarte de Verdad], 1965) 247. ↩
* Richard L. Mayhue, Vice Presidente Principal y Decano. Profesor de Ministerio Pastoral y Teología.
Fuente: Recursos biblicos Logoi, 2011.
“Y esto érais algunos de vosotros; pero fuisteis lavados, pero fuisteis santificados, pero fuisteis justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios”.
Presente 2 Cor. 7:1
“Por tanto, amados, teniendo estas promesas, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios”.
Fil. 2:12
“Así que, amados míos, tal como siempre habéis obedecido, no sólo en mi presencia, sino ahora
mucho más en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor…”
1 Tes. 4:3-4,7
“Porque esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación; es decir, que os abstengáis de inmoralidad sexual; que cada uno de vosotros sepa cómo poseer su propio vaso en santificación y honor…Porque Dios no nos ha llamado a impureza, sino a santificación”.
Futuro Heb. 12:23
“a la asamblea general e iglesia de los primogénitos que están inscritos en los cielos, y a Dios, el juez de todos, y a los espíritus de los justos hechos ya perfectos,…”
Rom. 13:11
“Y haced todo esto, conociendo el tiempo, que ya es hora de despertaros del sueño; porque ahora la salvación está más cerca de nosotros que cuando creímos”.
1 Tes. 5:23
“Y que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y que todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”.
Los datos de arriba se pueden resumir mejor en estas diez observaciones/conclusiones.
•“Salvación”, “santificación” y “terminación”/“perfección” son usadas en forma sinónima en la Escritura como grupos de palabras poseedoras de importancia salvífica significativa.
•La salvación es parte de la santificación en su sentido más amplio y la santificación es una parte de la salvación en su sentido más completo.
Por consiguiente, salvación y santificación son inseparables. No se puede tener la una sin la otra.
•Cada uno de los tres grupos de palabras previamente mencionados se puede usar para describir el pasado, el presente y/o el futuro.
•Cada uno de estos tres grupos de palabras puede ser usado para describir el inicio, la continuación y/o la culminación en el contexto de la redención.
•Cada uno de estos tres grupos de palabras puede ser usado para describir la parte o el todo de la salvación.
•A menos que uno equilibre esta tensión bíblica, entonces, de seguro, se llegará a conclusiones erróneas en el desarrollo de una soteriología correcta.
•En la Escritura se dice que una persona ya es lo que en realidad esa persona está llegando a ser.
•En la Biblia se ordena a la persona que sea ahora lo que no puede ser, por completo, sino hasta la eternidad.
•La clave para mantener claridad en medio de posibles confusiones de interpretación es identificar correctamente las partes individuales en cada texto bíblico.
El Dr. R.C. Sproul enfoca estas grandes verdades de la justificación, santificación y glorificación.
¿Cuánto tiempo transcurre antes que el pecador empiece a convertirse en puro? La respuesta es ninguno. No hay lapso de tiempo entre nuestra justificación y el comienzo de nuestra santificación. Sin embargo, sí hay un gran lapso de tiempo entre nuestra justificación y la culminación de nuestra santificación.
Lutero usaba una analogía simple para explicarlo. El describía la condición de un paciente que estaba mortalmente enfermo. El doctor declaraba que tenía la medicina que con seguridad curaría al enfermo. En el instante que la medicina le era administrada [al enfermo] el doctor declaraba que el paciente estaba bien. En ese instante el paciente todavía estaba enfermo, pero tan pronto como la medicina pasaba por sus labios y entraba en su cuerpo el paciente empezaba a mejorarse. Es así con nuestra justificación. Tan pronto como en verdad creemos, en ese mismo instante comenzamos a mejorar. El proceso de llegar a ser puro y santo está en progreso y su futura culminación es segura. 3.
PATRONES QUE DEFINEN LA SANTIFICACIÓN
Este artículo introductorio tiene que ver con la santificación en sus varias partes y en su todo como un contexto para los escritos que vendrán luego. Dado el diseño editorial de este número los artículos subsecuentes se enfocarán primordialmente, aunque no exclusivamente, en la santificación “progresiva”.
1. Agente divino principal
Padre
1 Tes. 4:7
“Porque Dios no nos ha llamado a impureza, sino a santificación”.
Hijo
1 Cor. 1:2
“…a la iglesia que está en Corinto, a los que han sido santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos, con todos los que en cualquier parte invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro…”
Espíritu Santo
2 Tes. 2:13
“Pero nosotros siempre tenemos que dar gracias a Dios por vosotros, hermanos amados por el Señor, porque Dios os ha escogido desde el principio para salvación mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad”.
2. Secuencia de tiempo Pasado
Hechos 20:32
“Ahora os encomiendo a Dios y a la palabra de su gracia, que es poderosa para edificaros y daros la herencia entre todos los santificados”.
Presente
1 Tes. 4:4
“…que cada uno de vosotros sepa cómo poseer su propio vaso en santificación y honor,…”
Futuro
1 Tes. 3:13
“…a fin de que El afirme vuestros corazones irreprensibles en santidad delante de nuestro Dios y Padre, en la venida de nuestro Señor Jesús con todos sus santos”.
3. Medios principales Evangelio
Ef. 5:26
“…para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra…”
Escritura
Juan 17:17 “Santifícalos en la verdad; tu palabra es verdad”.
Resurrección
Rom. 8:23 “Y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, aun nosotros mismos gemimos en nuestro interior, aguardando ansiosamente la adopción como hijos, la redención de nuestro cuerpo”.
4. Efectos Inicio
Heb. 10:10
“Por esta voluntad hemos sido santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo una vez para siempre”.
Continuación
2 Cor. 7:1
“Por tanto, amados, teniendo estas promesas, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios”.
Culminación
Apoc. 22:11
“Que el injusto siga haciendo injusticias, que el impuro siga siendo impuro, que el justo siga practicando la justicia, y que el que es santo siga guardándose santo”.
5. Resultados principales
Posición
Hech. 26:18
“…para que abras sus ojos a fin de que se vuelvan de la oscuridad a la luz, y del dominio de Satanás a Dios, para que reciban, por la fe en mí, el perdón de pecados y herencia entre los que
han sido santificados”.
Progresión
Rom. 6:22
“Pero ahora, habiendo sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como resultado la vida eterna”.
Perfección
1 Tes. 3:13
“…a fin de que El afirme vuestros corazones irreprensibles en santidad delante de nuestro Dios y Padre, en la venida de nuestro señor Jesús con todos sus santos”.
6. Resultados personales
Justificación
1 Cor. 6:11
“Y esto érais algunos de vosotros; pero fuisteis lavados, pero fuisteis santificados, pero fuisteis justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios”.
Santificación
1 Tes. 4:3
“Porque esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación; es decir, que os abstengáis de inmoralidad sexual;…”
Glorificación
Rom. 8:28:30
“Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito. Porque a los que de antemano conoció, también los predestinó a ser hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que El sea el primogénito entre muchos hermanos; y a los que predestinó, a ésos también llamó; a ésos también justificó; y a los que justificó, a ésos también glorificó”.
7. Realidades espirituales
Declaración Forense
Heb. 10:14
“Porque por una ofrenda El ha hecho perfectos para siempre a los que son santificados”.
Rendición
Obediente
Rom. 6:19
“Hablo en términos humanos, por causa de la debilidad de vuestra carne. Porque de la manera que presentasteis vuestros miembros como esclavos a la impureza y a la iniquidad, para iniquidad, así ahora presentad vuestros miembros como esclavos a la justicia, para santificación”.
Culminación
Sobrenatural
1 Tes. 5:23
“Y que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y que todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”.
Alguien podría preguntar, ¿Y qué? Esta árida teología parece distante de lo espiritualmente vibrante. Pero, justamente lo opuesto es cierto. William Ames (1576-1633), posiblemente el más brillante de los teólogos puritanos, escribió correctamente, “La Teología es la doctrina o enseñanza de vivir para Dios”. 4.
La Teología Sistemática cede al plan de Dios por una Teología “espiritual”. La doctrina cristiana se traduce en vivencia cristiana. Toda la teología, toda la vivencia cristiana puede ser bíblicamente discutida, desarrollada y discernida, en un sentido muy real, comenzando con lo que la Biblia dice acerca de la “santificación”. El concepto de santificación podría ser considerado como el “alfa y omega” de la redención.
PASAJES QUE SIRVEN DE ILUSTRACIÓN SOBRE LA SANTIFICACIÓN
Esta sección permite que la Escritura hable por sí misma en lo concerniente a la triple perspectiva de la santificación: posicional, progresiva y perfectiva.
INICIO—Posicional (es nuestra al recibir a Cristo):
•Hechos 20:32 “Ahora os encomiendo a Dios y a la palabra de su gracia, que es poderosa para edificaros y daros la herencia entre todos los santificados”.
•Hechos 26:18 “para que abras sus ojos a fin de que se vuelvan de la oscuridad a la luz, y del dominio de Satanás a Dios, para que reciban, por la fe en mí, el perdón de pecados y herencia entre los que han sido santificados”.
•1 Cor. 1:2 “a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los que han sido santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos , con todos los que en cualquier parte invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro…”.
•1 Cor. 1:30 “Mas por obra suya estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual se hizo para nosotros sabiduría de Dios, y justificación, y santificación, y redención…”
•1 Cor. 6:11 “Y esto érais algunos de vosotros; pero fuisteis lavados, pero fuisteis santificados, pero fuisteis justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios”.
•Ef. 5:26 “para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra…”
•1 Tes. 4:7 “Porque Dios no nos ha llamado a impureza, sino a santificación”.
•2 Tes. 2:13 “Pero nosotros siempre tenemos que dar gracias a Dios por vosotros, hermanos amados por el Señor, porque Dios os ha escogido desde el principio para salvación mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad”.
•Heb. 10:10 “Por esta voluntad hemos sido santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo una vez para siempre”.
•Heb. 10:14 “Porque por una ofrenda El ha hecho perfectos para siempre a los que son santificados”.
•Heb. 12 :14 “Buscad la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor”.
•1 Ped. 1:2 “según el previo conocimiento de Dios Padre, por la obra santificadora del Espíritu, para obedecer a Jesucristo y ser rociados con su sangre: Que la gracia y la paz os sean multiplicadas”.
Comienza con la salvación continúa al creyente crecer en Cristo; por tanto es progresiva
•Juan 17:17 “Santifícalos en la verdad; tu palabra es verdad”.
•Rom. 6:19 “Hablo en términos humanos, por causa de la debilidad de vuestra carne. Porque de la manera que presentasteis vuestros miembros como esclavos a la impureza y a la iniquidad, para iniquidad, así ahora presentad vuestros miembros como esclavos a la justicia, para santificación”.
•Rom. 6:22 “Pero ahora, habiendo sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como resultado la vida eterna”.
•2 Cor. 7:1 “Por tanto, amados, teniendo estas promesas, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios”.
•1 Tes. 4:3 “Porque esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación; es decir, que os abstengáis de inmoralidad sexual…”.
•1 Tes. 4:4 “que cada uno de vosotros sepa cómo poseer su propio vaso en santificación y honor…”
•2 Tim. 2:21 “Por tanto, si alguno se limpia de estas cosas, será un vaso para honra, santificado, útil para el Señor, preparado para toda buena obra”.
•Apoc. 22:11 “Que el injusto siga haciendo injusticias, que el impuro siga siendo impuro, que el justo siga practicando la justicia, y que el que es santo siga guardándose santo”.
Finalmente será perfeccionada en la Segunda Venida de Cristo
•1 Tes. 3:13 “a fin de que El afirme vuestros corazones irreprensibles en santidad delante de nuestro Dios y Padre, en la venida de nuestro Señor Jesús con todos sus santos”.
•1 Tes. 5:23 “Y que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y que todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”.
PRINCIPIOS QUE RESUMEN LA SANTIFICACIÓN
•Una obra salvífica iniciada por Dios y en la que participan los tres miembros de la deidad.
•Una obra salvífica que es continuada por Dios, en esta vida, hasta su culminación en el cielo.
•Una obra salvífica que no puede ser separada de la salvación ni de la glorificación
•Una obra salvífica de Dios que recibe su poder de la Palabra de Dios y del Espíritu de Dios.
•Una obra salvífica de Dios la cual, una vez comenzada, no puede ser perdida, detenida o deshecha.
•Una obra salvífica de Dios que provoca una respuesta santa de obediencia bíblica de parte de aquellos que son santos genuinos.
•Una obra salvífica de Dios que no erradica el pecado de la vida del creyente sino hasta la glorificación.
•Una obra salvífica que provee una esperanza confiable en esta vida por causa de la certeza de una esperanza eterna en la vida siguiente.
Hace casi cuatro siglos Thomas Watson escribió elocuentemente acerca de la primacía y centralidad de la santificación en la Escritura y en la vida cristiana. Lo principal que un cristiano debería atender es la santificación. Esto es lo unum necessarium, “la única cosa necesaria”. La santificación es nuestro cariz más puro, nos hace como el cielo, adornado con estrellas; es nuestra nobleza, por ella somos nacidos de Dios, y partícipes de la naturaleza divina; es nuestra riqueza, comparada, por tanto, con hileras de joyas y cadenas de oro. 5.
NOTAS
Todas las citas bíblicas han sido tomadas de la versión La Biblia de Las Américas (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation Usadas con permiso.
Notes:
I.John MacArthur, Esclavo: La Palabra Escondida Que Revela las Riquezas de Su Salvación (Wheaton, Ill.: Crossway, 2010) coloca ?????? en la perspectiva bíblica apropiada (cf. Lucas 17:5-10). ↩
II.Sidlow Baxter, Santidad Cristiana: Reestudiada y Replanteada (grand Rapids, Zondervan, 1977), 13. ↩
III.Sproul, La Santidad de Dios, 214. ↩
IV.William Ames, La Médula de la Teología (1629: reimpr. Grand Rapids: Baker, 1997) 77. ↩
V.Thomas Watson, Un Cuerpo de Divinidad, Ed. Rev. (1692, reimpr. Edimburgo: Banner of Truth [Estandarte de Verdad], 1965) 247. ↩
* Richard L. Mayhue, Vice Presidente Principal y Decano. Profesor de Ministerio Pastoral y Teología.
Fuente: Recursos biblicos Logoi, 2011.
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Esperando la manifestación
“Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. 9Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; 10porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.”
Hebreos 11:8-10
El apóstol Juan dice en la escritura que somos hijos de Dios pero que aún no se ha manifestado lo que debemos de ser. Y que seremos semejantes a Él, a Dios. El Espíritu Santo trabaja en su interior para que descubra el tesoro que hay escondido dentro de usted.
Manifestación quiere decir que aparece algo que estaba escondido o ignorado. Todo en su vida tiene que ir en crecimiento. De esta manera usted irá a nuevos niveles que lo llevarán a caminar con autoridad espiritual, con sabiduría y respaldo de Dios para manifestar lo que va a ser: un hijo de Dios que trae los cielos a la tierra.
Abraham siguió a Dios para entrar en su destino. Recibió el llamado de Dios y comenzó a caminar en dirección hacia ese destino divino que tenía con el Señor, sin saber a dónde iba pero obedeció a la Palabra de Dios. Es clave obedecer a la voz y a la revelación de Dios en nuestra vida. No siempre vemos rápidamente lo que Dios tiene para nuestro propósito. A veces en el proceso vamos a tener que enfrentar contratiempos, pero justamente los hijos de Dios tienen que saber que siempre van a salir como ganadores.
Obedecer es fundamental, porque es el primer paso para ir caminando hacia nuestro destino. Abraham salió sin saber hacia donde iba. No tenía claro el panorama, pero sí sabía que estaba obedeciendo al Señor. A medida que la Palabra del Señor se va aplicando a su vida, usted va renovando la mente y va comenzando a ver por medio del entendimiento el destino espiritual que hay para su vida. Tiene que saber que tiene que ir dando pasos que acompañen ese destino espiritual. Dios le ha dado talentos, dones, gracia y todo eso tiene que comenzar a fluir más fuerte en su vida para acercarse a su destino y para que vaya cumpliendo aquello que Dios espera que usted cumpla.
Espere la manifestación de lo que Dios le ha prometido caminando hacia su destino que es glorioso y de bendición.
Oración: Padre, hoy quiero agradecerte por lo que se va a manifestar en mi vida y que viene de ti. Caminaré hacia mi destino de gloria cada día con fe. Lo haré y sé que veré la manifestación de lo prometido, en el nombre de Jesús, amén.
Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina.
Esperando la manifestación
“Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. 9Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; 10porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.”
Hebreos 11:8-10
El apóstol Juan dice en la escritura que somos hijos de Dios pero que aún no se ha manifestado lo que debemos de ser. Y que seremos semejantes a Él, a Dios. El Espíritu Santo trabaja en su interior para que descubra el tesoro que hay escondido dentro de usted.
Manifestación quiere decir que aparece algo que estaba escondido o ignorado. Todo en su vida tiene que ir en crecimiento. De esta manera usted irá a nuevos niveles que lo llevarán a caminar con autoridad espiritual, con sabiduría y respaldo de Dios para manifestar lo que va a ser: un hijo de Dios que trae los cielos a la tierra.
Abraham siguió a Dios para entrar en su destino. Recibió el llamado de Dios y comenzó a caminar en dirección hacia ese destino divino que tenía con el Señor, sin saber a dónde iba pero obedeció a la Palabra de Dios. Es clave obedecer a la voz y a la revelación de Dios en nuestra vida. No siempre vemos rápidamente lo que Dios tiene para nuestro propósito. A veces en el proceso vamos a tener que enfrentar contratiempos, pero justamente los hijos de Dios tienen que saber que siempre van a salir como ganadores.
Obedecer es fundamental, porque es el primer paso para ir caminando hacia nuestro destino. Abraham salió sin saber hacia donde iba. No tenía claro el panorama, pero sí sabía que estaba obedeciendo al Señor. A medida que la Palabra del Señor se va aplicando a su vida, usted va renovando la mente y va comenzando a ver por medio del entendimiento el destino espiritual que hay para su vida. Tiene que saber que tiene que ir dando pasos que acompañen ese destino espiritual. Dios le ha dado talentos, dones, gracia y todo eso tiene que comenzar a fluir más fuerte en su vida para acercarse a su destino y para que vaya cumpliendo aquello que Dios espera que usted cumpla.
Espere la manifestación de lo que Dios le ha prometido caminando hacia su destino que es glorioso y de bendición.
Oración: Padre, hoy quiero agradecerte por lo que se va a manifestar en mi vida y que viene de ti. Caminaré hacia mi destino de gloria cada día con fe. Lo haré y sé que veré la manifestación de lo prometido, en el nombre de Jesús, amén.
Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina.
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