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sábado, 12 de marzo de 2011

4° mandamiento: El sábado

Acuérdate del día de reposo… Seis días trabajarás… mas el séptimo día es reposo para el Señor tu Dios; no hagas en él obra alguna. Éxodo 20:8-10
Los que hemos creído entramos en el reposo. Hebreos 4:3

El sábado, “el día de reposo” (en la versión Reina Valera), era el séptimo día de la semana, un día en el que se dejaban las actividades habituales para consagrarse a Dios. Él dio este mandamiento a su pueblo Israel, reconociendo así que el descanso era necesario. Pero él deseaba que ese día de descanso fuese también un día conmemorativo. El pueblo debía recordar que había sido liberado de la esclavitud de Egipto (Deuteronomio 5:14-15).¿Qué significa esto para el cristiano de hoy? Jesucristo murió en la cruz. El día séptimo, el sábado, todavía estaba en la tumba. Pero el domingo, el primer día de la semana, ¡Resucitó! Mediante su muerte y su resurrección abrió una nueva era: ¡La era de la gracia! En el Nuevo Testamento el cristiano, liberado de la ley de Moisés, es llamado a servir en “régimen nuevo del Espíritu” (Romanos 7:6), y no hay una orden precisa en cuanto a respetar un día concreto (Colosenses 2:16-17). Sin embargo, como los primeros creyentes y como la Iglesia en su conjunto lo han hecho a lo largo de los siglos, los cristianos deberían gozarse consagrando tiempo a Dios el domingo, “día del Señor”, para rendirle culto, recordando con agradecimiento (al participar en la Cena del Señor hasta su regreso) que Jesucristo, muerto y resucitado, nos liberó de la esclavitud del pecado y nos dio la paz y la tranquilidad del alma.(Mañana continuará)

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© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
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Decida qué camino transitar
“34 No olvidaré mi pacto, Ni mudaré lo que ha salido de mis labios.” Salmos 89:34
Aunque viva en medio de un mundo negativo usted puede vivir una vida positiva, de fe, de bendición y de gloria, porque no se está alimentando interiormente con las cosas que se alimenta el mundo y la gente de las estadísticas de lo que no funciona. Para usted eso no existe, porque está con Dios y la palabra. Entonces a ese tipo de gente le puede decir que con Dios hay esperanza, con Dios puede ser tremendamente feliz y bendecido. Porque esa es la vida que usted eligió.
Cuando vienen las influencias destructoras para causar división en su vida, recuerde que hay algo firme y fuerte adentro suyo. Resista firme en la fe y va a ver al diablo y a toda cosa mala y perversa huir de su vida. Tiene garantía de bendiciones por mil generaciones después de la suya. La garantía de que mañana esté mejor que hoy, que su futuro esté lleno de sabiduría de bendición de prosperidad, de victoria por la palabra.
Cuando la gente comienza a hablar que las cosas no le salen bien, y dicen: fracasé voy a intentar de vuelta. Se están declarando fracasados y no se están apoyando en Dios y confiando en Dios. Quizá eso podamos oírlo de una persona que no conoce todavía a Dios, pero de un cristiano jamás. Porque eso querría decir que está quebrando leyes espirituales que lo están conectando con el fracaso. Por eso tenga cuidado.
Usted hoy puede decidir vivir de acuerdo a la Palabra o no. Si decide vivir por la Palabra, disfrute de hoy porque mañana será mejor.
Hay personas que vinieron quebradas a la iglesia y hoy están súper prósperas, no es el lugar, es la palabra que cree y recibe. A lo mejor al lado de ese prosperado hay alguno que se cansó de quebrarse y le pregunto ¿No tiene el mismo apóstol, o pastor, los mismos líderes? ¿Cuál es su problema entonces? Si la palabra es la misma, es usted quién decide cuál es su futuro y su destino ¿Entiende?
Cuando usted se decide caminar en la Palabra va a encontrarse con sorpresas en el camino, de cosas contradictorias, porque el enemigo no se va a quedar en el molde. Pero usted sabe que tiene un respaldo de poder, de autoridad y todo lo que está haciendo en línea y acuerdo a la Palabra, respetando las leyes espirituales le van a producir un mañana mejor. Dios no hace acepción de personas. Todo nacido de nuevo que cree en el Señor tiene la provisión de la palabra de Dios para vivir una vida extraordinaria, fuera de lo común, con cosas grandes.
Cuando Dios dice algo, se convierte en algo legal, en un contrato y pacto que hay que cumplir. Dios cumple, usted tiene que cumplir con su parte también. Usted recibe la palabra, la dirección y va creciendo, yendo en ascenso cuando hace la parte del pacto que le corresponde: poner en práctica la palabra que creyó.
Ahora, no se olvide que es usted, y nada más que usted quien decide, Dios no decide por usted qué futuro quiere tener. Él le ofrece lo mejor, usted decide si lo quiere o no. Hay un pacto para cumplir. Cuando elige la palabra y la aplica con fe hará fluir esa bendición extraordinaria para que Dios lo sorprenda. Lo bendigo en este día y animo a que tome la mejor elección guiado por la sabiduría de Dios.
Oración: Padre, hoy decido caminar hacia el futuro de gloria que preparaste para mí. Me determino a cumplir con mi parte del pacto sabiendo que tú nunca fallas y que lo que has dicho se cumplirá, así será. En el nombre de Jesús, amén.

Fuente: Por. Rev. Juan O. Crudo, Ministerio Cristo la solución.

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