Siempre hay algo nuevo

“Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino.” Salmo 119:105
Frecuentemente hay un choque entre lo que es conocido y familiar y lo que es nuevo. En todo lugar es así, si entra a un trabajo nuevo le chocan cosas y se tiene que adaptar. Si va a la escuela todos los días aprende algo nuevo. En la escuela de Dios pasa lo mismo. Siempre hay cosas nuevas que el Espíritu Santo le quiere revelar a su vida. Vendrán palabras y a veces puede que le choquen porque quizá le toque en algún área que tenga que hacer cambios.
Porque cuando yo le digo que tiene que amar y perdonar, y que Dios quiere amar a través de su vida algunos piensan: ¡si! que Dios lo ame, pero a esos muchachos que son delincuentes hay que matarlos. Si piensa así, está pensando igual que en el mundo. Cristo vino para otra cosa. ¿O cree usted que algunos de nosotros sin Cristo no seríamos delincuentes también? Gracias a Cristo ahora usted tiene vida, es de bendición y puede tener una nueva mentalidad.
En su hogar espiritual, su iglesia, usted recibe perfeccionamiento en su vida y se va conformando a la imagen de Jesucristo. Cada vez se parecerá más a Cristo, cada vez reflejará más el amor, el poder, la unción y se manifestará y se reflejará más la gloria de Dios a través de su vida. Pero tenga en cuenta que cuando va recibiendo cosas nuevas se confrontará con aquellas que tenía del viejo hombre y de la vieja creencia. Entonces la luz de la Palabra se revelará a su vida para que usted abrace la verdad con pasión que lo llevará a su destino. Si recibe un principio que lo remueve de una cosa vieja que tenía en su vida tiene que abrazar esa verdad y tiene que decir: con Dios voy a salir adelante, voy a tener victoria en esta área, voy a ver la bendición en mi vida. Quizás hay algo en su vida que tiene que ser transformado y cambiado y que le cuesta un sacrificio, pero hay que hacerlo.
Afírmese con la Palabra de Dios, afirme los principios y el conocimiento de la Palabra en su vida y verá que comenzará a vivir una vida de bendición.
Oración: Padre, hoy conozco que siempre tienes una palabra de revelación para mi vida. Por eso me esforzaré para cambiar todo aquello que me vayas mostrando. Gracias por tu palabra que alumbra mi vida. Sé que alcanzaré nuevos niveles de bendición. En el nombre de Jesús, amén.

Lo del mundo no le pertenece

“17 En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo.”1 Juan 4:17

Hay familias en las cuales la pobreza se ha pasado como una maldición de generación en generación y tienen orgullo de ser pobres. Y todavía desprecian a los que son ricos. Pero si usted es un hijo de Dios sabe que al recibir la palabra las maldiciones se tienen que revertir en bendiciones. Porque la pobreza está dentro de la lista de las maldiciones en la palabra, y lo puede ver en las cosas que se sufren en este mundo presente como resultado de la miseria, pobreza y deuda. Eso no es ninguna bendición.
Usted tiene la palabra y tiene que poner en orden alguna cosa en su vida, es usted quien lo tiene que hacer. Si vive en pobreza es porque hay algo en desorden en su vida. La vida de Dios es la que tiene que vivir y si no la vive, es usted el que pierde y va a hacer perder a otros y si la vive, es usted el que gana y hace ganar a los de su familia. Usted será feliz, tendrá paz, tendrá victoria y caminará en bendición y verá que dejará una herencia de bendición.
Fíjese el versículo de 1 Juan 4 dice que nosotros somos en el mundo como es Dios Y ¿Cómo es Dios? Lo vemos a través de la Biblia y en la persona de Jesucristo mayormente. Él es amor, es fe, es bendición, es fortaleza y muchas cosas más. Pero le aseguro que su vida nada tiene que ver con las cosas malas de este mundo. Usted está en ele mundo para vivir la vida de Dios. Una vida bendecida.
Cuando usted pone primero a Dios va a ganar todo lo que Dios dice que va a ganar y va a tener todo lo que Dios dice que va a tener. Usted se tiene que levantar en su familia para poner las cosas en orden. No hace falta un informe de un periódico para darse cuenta de los males y problemas que hay en este mundo. Lo que usted tiene que saber es que no le pertenecen. A usted sólo le pertenece la bendición.
Por eso es importante que ponga orden en su vida, no es fácil, pero por poner las cosas en orden viene un milagro sobrenatural. Cuando Dios lo vea ordenando, van a venir bendiciones y se va a dar cuenta que en algunas áreas el enemigo lo va atacar, pero así como vino por un camino se va a tener que ir por siete porque el que vive dentro suyo es mayor que el enemigo. Dios le ha dado autoridad espiritual frente a las fuerzas del mal.
Declare: lo del mundo no me pertenece. Enfermedad ¡fuera! Pobreza ¡fuera! Depresión ¡fuera! Estrés ¡fuera! Deudas ¡fuera! Confiese cada cosa que pueda estar afectando su vida y que no le pertenecen, como que ya se van de su vida. Y lo más importante es que crea que se van de su vida y confiese lo que dice la Palabra de Dios especto a esa situación. Por ejemplo si está enfermo, la Palabra dice que usted ya fue sano por las llagas de Cristo en la cruz. ¿Entiende? Haga esto con las cosas de todas las áreas que no estén ordenadas y comience a caminar en la dirección de lo que Dios dice. Verá como todo en su vida y en su familia comenzará a enderezarse y a cambiar. La maldición se tornará en bendición. Se lo aseguro porque lo dice la Palabra de Dios.
Oración: Padre, gracias porque estoy sano, soy fuerte, estoy bendito, soy libre de las deudas, los dolores se van. La opresión se va, el estrés se va, las aciones se van de mi vida y de la vida de mi familia. Gracias porque sé que todo eso no me pertenece. Son cosas del mundo en el cual vivo pero al cual no pertenezco. Yo soy un ciudadano del reino viviendo la vida del cielo sobre la tierra. Lo haré y lo creo, en el nombre de Jesús, amén.

Fuente: Rev. Juan O. Crudo, Argentina