¡Vos podes ayudarnos!

---

Translate


domingo, 1 de enero de 2012

Diez pasos en un nuevo año

Vamos a comenzar un nuevo año como un reto grande pero también como un regalo de bendición de Dios. Hoy, quizás te preguntas como puedes vivir de tal manera que al terminar este año puedas tener grandes alegrías y satisfacciones. He aquí 10 pasos que necesitas dar con firmeza si quieres finalizar este año con grandes satisfacciones:
Estos son mismos 10 pasos que Dios le pidió a Josué que diera cuando iba a poseer la tierra prometida. Un nuevo año es una tierra prometía.
JOSUÉ 1:1-10
1.- Escuche a Dios. 1:1.
Dios le dijo a Josué hijo de Nun, asistente de Moisés. Dios siempre habla, a través de su palabra, al corazón, a través de personas o de las circunstancias de la vida. Esté atento a lo que Dios te dirá.
2.- Entierre el pasado. 1:2.
Mi siervo Moisés ha muerto. Por eso tú y todo este pueblo deberán prepararse para cruzar el río Jordán y entrar a la tierra que les daré a ustedes los israelitas. Moisés, representó para Moisés el pasado. Entierra tu pasado, no vivas más del ayer y prepárate a caminar en un nuevo año, sin estar llorando el ayer.
3.- Levántese y comience a andar. 1:3
Tal como le prometí a Moisés, yo les entregaré a ustedes todo lugar que toquen sus pies. Levántese, no se quede postrado donde estas. Lo que pises, se te dará, pero para eso hay que comenzar a andar.
4.- Conozca el cuadro completo. 1:4
Su territorio se extenderá desde el desierto hasta el Líbano, y desde el gran río Éufrates, territorio de los hititas, hasta el mar Mediterráneo, que se encuentra al oeste. No te quedes mirando un pedacito de tu vida. Mira todo lo que Dios ha hecho en ti y contempla el cuadro completo de tu vida.
5.- Practique la Presencia de Dios. 1:5
Durante todos los días de tu vida, nadie será capaz de enfrentarse a ti. Así como estuve con Moisés, también estaré contigo; no te dejaré ni te abandonaré. Recuerda, lo más importante en tu vida, es la presencia de Dios, disfrútala, gózala y vive en esa presencia.
6.- Párese en la Promesa. 1:6
Sé fuerte y valiente, porque tú harás que este pueblo herede la tierra que les prometí a sus antepasados. Dios te ha dado y te dará promesas, parate en ellas, porque las promesas de Dios son reales y se cumplen
7.- Practique la habilidad de ver directo hacía adelante. 1:7
Sólo te pido que tengas mucho valor y firmeza para obedecer toda la *ley que mi siervo Moisés te mandó. No te apartes de ella para nada; sólo así tendrás éxito dondequiera que vayas. Recuerda, mira siempre hacía adelante y no te vayas ni a la izquierda ni a la derecha.
8.- Juegue de acuerdo a las reglas. 1:8
Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito.
Las reglas de juego las marca la Palabra de Dios, vive en esos principios.
9- Muévase en fe y no en temor. 1:9
Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará donde quiera que vayas. Habrá cosas que te harán temblar, pero no temas, vive por fe.
10:- Tome una posición sobre las órdenes de Dios. 1:10
Entonces Josué dio la siguiente orden a los jefes del pueblo:
Vayan por todo el campamento y díganle al pueblo que prepare provisiones, porque dentro de tres días cruzará el río Jordán para tomar posesión del territorio que Dios el Señor le da como herencia. Mantén una posición firme en amar y obedecer a Dios. Y entonces tendrás

RENUEVO DE PLENITUD

----------------------------------------------------------------------------

¡Feliz año!


Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. Juan 17:3

Al finalizar un año y comenzar uno nuevo las felicitaciones van y vienen entre familiares, amigos, vecinos, en el trabajo… Por doquier escuchamos expresiones como: «¡Feliz año, y sobre todo salud, que es lo principal!».

Sí, pero ¿qué se escribirá en esa gran página blanca que constituye el nuevo año? ¿Qué nos traerá? ¿Qué nos quitará? Nadie sabe con antelación qué le está reservado. ¿Qué desear? ¡Salud, por supuesto! Pero, ¿es eso lo esencial? Cada uno tiene esperanzas y planes los cuales espera que se hagan realidad, pero ni siquiera estamos seguros del día de mañana. ¿Quién responderá a mis preguntas? ¿Quién dirigirá efectivamente mi vida? ¿El azar o el control minucioso de mis actividades y de mi salud? ¡Eso sería olvidar que hay muchas circunstancias que desconozco! Nuestra salud es tan frágil que puede depender de la solidez de un pequeño vaso cerebral, un poco más grueso que un cabello. Si me preocupo por lo esencial, no puedo conformarme con apostar por el futuro convencido de que todo irá bien.

Sólo una relación con Dios basada en la confianza puede iluminar nuestro futuro y darnos la paz, no sólo por un día, sino para toda la vida; ¡la vida presente y la venidera, la que tendremos más allá de la muerte! Conocer a Jesús como Salvador es recibir la vida eterna, es entrar en una verdadera relación con Dios, esperanza y guía segura de nuestra vida.

Nuestro deseo, para cada lector de estas meditaciones cotidianas, es que experimente la verdadera felicidad que Cristo ofrece.


© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)



No hay comentarios:

Publicar un comentario