Salmo 91:1
Las personas en general caminan en lo natural y no tienen cobertura, no tienen quién los guarde, quién los defienda. Esos son los que si viene un fuego natural los quema y los hace desaparecer. Hay creyentes que oyen a esos y quieren hacer las cosas como ellos, porque sino piensan que pasan vergüenza delante de los demás. Y hasta algunos creyentes terminan caminando en lo natural. Pero tiene que saber algo: su felicidad, su éxito no dependen de las cosas de la casa, de su trabajo, ni de lo del mundo sino de su conexión con Dios. Porque al estar conectado con Dios está bajo su cobertura. ¿Qué quiere decir esto? Que Dios es su defensa, él manda a sus ángeles que lo guarden en todos sus caminos. Nunca más estará solo y desamparado.Usted es lo que Dios dice y lo que la Palabra de Dios dice y esto se le tiene que ir revelando en su interior porque es un proceso de crecimiento que lo lleva a un nivel de autoridad espiritual que lo ayudarán a manifestar el reino de Dios aquí en la tierra.
Usted tiene que entrar a otro nivel de autoridad espiritual. Ya no puede seguir diciendo que nadie lo escucha, que nadie lo ama, que está solo, que nadie lo quiere y vivir llorando. Eso no quiere Dios.Usted elige en qué camino transitar, qué es lo que va a hacer, qué es lo que confiesa. Y de acuerdo a eso será cómo le va a ir en la vida. Los cristianos tenemos que ser en todos lados una luz. A medida que va confesando la fe que tiene la luz suya va a iluminar más y tiene que trasmitírselo a sus herederos. Usted es un hijo de Dios, elegido por el Padre y ordenado por el cielo para ser un instrumento de Dios en esta tierra. Está ungido para romper con todo los jugos de Satanás y remover las cargas pesadas que vienen a su vida.
Usted tiene el poder de hablar palabras que son creativas y que traen a Dios a intervenir en su situación. Entonces deje ya de vivir en el pasado y llevar arrastrando a otros. Usted tiene un futuro glorioso, una herencia poderosa que va a llenar la tierra de la gloria de Dios. Créale. Viva en conexión de pacto con él. De esta manera recibirá todas las bendiciones que le vienen por añadidura. Estará sano, bendecido, fuerte, próspero, seguro, en paz, libre, será cabeza y no cola, es un favorecido, un embajador de Dios sobre la tierra, un verdadero hijo de Dios. Confiéselo en este momento. Soy un verdadero hijo de Dios. Vivo bajo su cobertura, él me guarda, me defiende, él es mi escudo ¿De quién podré temer?El Salmo 91: 11 dice:
“11Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos.”Aquí está hablando de aquellos que viven en conexión con el Altísimo, que viven bajo su cobertura, bajo sus alas. Que habitan al abrigo del Altísimo y moran bajo la sombra del Omnipotente. Ellos son los hijos de Dios. Usted es un hijo de Dios. Viva bajo su cobertura y siempre saldrá en victoria.
“11Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos.”Aquí está hablando de aquellos que viven en conexión con el Altísimo, que viven bajo su cobertura, bajo sus alas. Que habitan al abrigo del Altísimo y moran bajo la sombra del Omnipotente. Ellos son los hijos de Dios. Usted es un hijo de Dios. Viva bajo su cobertura y siempre saldrá en victoria.
Oración: Padre, gracias por dejarme morar bajo tus alas. No quiero salirme de tu cobertura, quiero hacer tu voluntad. Procuraré seguir tu palabra y ponerla por obra en todos mis caminos. Quiero hacer tu voluntad. Confieso que veré la gloria de Dios manifestada en mi vida. Gracias por guardarme y bendecirme. En el nombre de Jesús, amén.
Fuente: Rev. Juan O. Crudo, Argentina.
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Fuente: Rev. Juan O. Crudo, Argentina.
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Léase Eclesiastés 3.1-8
«¡Si ni siquiera saben cómo será el día de mañana! ¿Y qué es la vida de ustedes? Es como la neblina, que en un momento aparece, y luego se evapora». - Santiago 4.14 (RVC)
Recientemente leí una meditación en Mesto Vstrechi («Lugar de reunión”, la edición en ruso de El Aposento Alto) acerca de una mujer que fue a visitar a una amiga que había salido del hospital. Las dos amigas pasaron varias horas juntas hablando. Al día siguiente, la mujer recién salida del hospital falleció.
El relato me impresionó, porque mi esposo y yo habíamos intentado visitar a sus abuelos, pero los afanes diarios y la falta de tiempo nos habían impedido hacerlo. La meditación en Mesto Vstrechi nos dio el impulso final para visitarlos. Pasamos una tarde maravillosa. Reimos, compartimos historias y miramos fotografías. Una semana más tarde, la abuela falleció de repente. Le di gracias a Dios por esa tarde hermosa que pasamos juntos.
Comprobé una vez más que Dios nos habla en muchas formas, recordándonos que es importante vivir cada día como si fuera el último. Ahora tratamos de obedecer al Espíritu al mostrar el amor de Dios y su compasión.
Sra. Yulia Parygina (Pskov, Rusia)
Pensamiento para el día
¿Qué puedo hacer hoy para hacer sonreír a Dios?
Oración
Señor, ayúdame a vivir en obediencia a ti, valorando cada minuto como un don tuyo. Amén.
«¡Si ni siquiera saben cómo será el día de mañana! ¿Y qué es la vida de ustedes? Es como la neblina, que en un momento aparece, y luego se evapora». - Santiago 4.14 (RVC)
Recientemente leí una meditación en Mesto Vstrechi («Lugar de reunión”, la edición en ruso de El Aposento Alto) acerca de una mujer que fue a visitar a una amiga que había salido del hospital. Las dos amigas pasaron varias horas juntas hablando. Al día siguiente, la mujer recién salida del hospital falleció.
El relato me impresionó, porque mi esposo y yo habíamos intentado visitar a sus abuelos, pero los afanes diarios y la falta de tiempo nos habían impedido hacerlo. La meditación en Mesto Vstrechi nos dio el impulso final para visitarlos. Pasamos una tarde maravillosa. Reimos, compartimos historias y miramos fotografías. Una semana más tarde, la abuela falleció de repente. Le di gracias a Dios por esa tarde hermosa que pasamos juntos.
Comprobé una vez más que Dios nos habla en muchas formas, recordándonos que es importante vivir cada día como si fuera el último. Ahora tratamos de obedecer al Espíritu al mostrar el amor de Dios y su compasión.
Sra. Yulia Parygina (Pskov, Rusia)
Pensamiento para el día
¿Qué puedo hacer hoy para hacer sonreír a Dios?
Oración
Señor, ayúdame a vivir en obediencia a ti, valorando cada minuto como un don tuyo. Amén.
OREMOS: Por alguien que sufre la muerte de un ser querido.
Tomado de http://elaposentoalto.upperroom.org/es/devotionals/2012-01-09
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Dispararon indiscriminadamente desde las ventanas al interior del templo cristiano protestante.
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Bendice las interrupciones
Lectura: Salmo 33:10-15
El Señor frustra los planes de las naciones. Los planes del Señor quedan firmes para siempre… —Salmo 33:10-11 nvi
Si tu vida se parece un poco a la mía, estará bastante bien planificada. Tengo un calendario que me recuerda las citas, las reuniones y otras actividades que debo realizar. Inevitablemente, las interrupciones me cambian el día de manera dramática; y aunque pueden ser frustrantes, también tienen su lado positivo.
Algunos de los grandes avances en los planes de Dios se han producido mediante «interrupciones» a la rutina diaria. Tomemos, por ejemplo, a María. Un ángel la interrumpió para anunciarle que tendría un hijo que se llamaría Jesús. Como ella era virgen y estaba comprometida para casarse, esta noticia fue, sin duda, completamente perturbadora y angustiante (Lucas 1:26-31). Y Saulo, el zelote judío que perseguía a los primeros cristianos, iba camino a Damasco para arrestar a otros seguidores del «Camino» cuando el propio Jesús lo dejó ciego (Hechos 9:1-9). Esta interrupción que le cambió la vida tuvo inmensas implicaciones para el futuro del cristianismo.
El salmista nos recuerda que el Señor puede frustrar «los planes de las naciones» (Salmo 33:10 nvi). No obstante, con suma frecuencia reaccionamos con frustración, irritación, temor y dudas frente a las interrupciones de nuestra bien esquematizada vida. Las sorpresas de Dios a lo largo del día están llenas de oportunidades. Recibámoslas con agrado como si fuera una nueva «lista de cosas para hacer» elaborada por el Señor. —JMS
Busca el propósito de Dios en tu próxima interrupción.
NUESTRO PAN DIARIO
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