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domingo, 4 de abril de 2010

Armonía familiar

“Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.” Mateo 5:23-24
Tener buenas relaciones es más importante de lo que usted piensa. ¿Sabía que usted no puede presentarse a adorar a Dios si tiene algún problema sin resolver con alguien? ¿Y sabía que a Dios no le importa quién tiene la razón; sino le importa que usted tenga la iniciativa de reconciliación?
Nadie puede presentar una ofrenda a Dios si tiene en su corazón enojo o resentimiento contra alguien o si la otra persona quedó ofendida por lo que usted hizo. Dios nos instruye a dejar allí la ofrenda e ir primero a resolver el conflicto y luego nos podremos presentar a adorar.
En lo que a usted respecta, es usted quien debe tomar la iniciativa haya sido usted el culpable o no, y ¿sabe por qué? Porque los hijos de Dios son pacificadores, trabajan por establecer la paz en las relaciones para que el amor de Dios se vea. (Mateo 5:9)
Esto no quiere decir que huya de las situaciones, finja que no existen o se deje pasar por encima agachando la cabeza. Esto significa que es usted el que debe poner de su parte para resolver el conflicto, pedir perdón y perdonar. Lo que haga la otra persona ya no depende de usted, pero es usted quien debe comenzar.
Sé que no es fácil tomar la iniciativa, tendrá que vencer el orgullo, el egoísmo, la soberbia, el sarcasmo y actuar sabiamente, pero como consecuencia, será llamado hijo de Dios y los demás verán en usted el amor y la sabiduría de Dios.
Tómese ahora un tiempo para orar por esa persona, deje que Dios se lleve todo su enojo y luego hable con ella. Recuerde que no es una lucha para ver quien tiene la razón, es un paso para dejar fluir el perdón y el amor restaurador de Dios.
Oración: Padre, perdono a………..Saco de mi corazón todo enojo y rencor. En lo que a mi respecta, procuraré vivir en armonía con él/ella, no buscando establecer mis razones sino tu voluntad para que conozcan que soy tu hijo fluyendo en el amor sobrenatural que has derramado en mi corazón. Gracias por guiarme por caminos de bendición y cuidarme para que no tropiece. En el nombre de Jesús. Amén.
Por. Juan O. Crudo, Argentina.

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