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sábado, 17 de abril de 2010

Lenguas Filosas

El poder más grande que tenemos los seres humanos está en nuestro hablar, en nuestra boca. La Biblia dice que el poder de la vida y de la muerte está en la boca. Las palabras pueden levantar, matar, construir o destruir.
Hay personas llamadas "pasivo-agresivas", son aquellos que han guardado broncas, las han reprimido y las sacan de a poco con una lengua filosa. Son personas que no han podido expresar por miedo sus broncas, sus conflictos, sus problemas, sus diferencias con otra gente, entonces te pasan la factura por debajo. Son personas que te clavan un puñal, que les decís: "dale, vestíte que tenemos que ir a la reunión", y se visten bien lento para que llegues tarde; o que les decís: "hacé esto", "si, lo voy a hacer" contestan, y después hacen lo que quieren ellos.
Estas personas han reprimido broncas, tienen furia guardada y te van a acribillar con lenguas filosas. Ellos nunca pueden lograr nada porque el poder de la vida está en las palabras. Si mis palabras las calibro, las conecto con mis broncas, mis palabras no van a construir; pero si mis palabras las conecto con las palabras de Dios, se van a cancelar las deudas, mis hijos van a ser liberados y mi familia va a ser bendecida.
Distintos tipos de lengua filosa
1. El sádico-sarcástico:
Son esas personas que con humor y con sonrisitas sarcásticas te tiran una bomba: "demos libertad a todo como les gusta decir acá", "mirá la grasa que tiene esa mujer en las caderas, ¿no se da cuenta de que está gorda?". El sádico-sarcástico te tira una bomba tranquilo con una sonrisa, porque son personas que te tienen que humillar, aniquilar con las palabras. Son aquellos que de la nada te tiran una granada y se van.
2. El bala directo:
Son las personas que te apuntan y te tiran la bala en el medio de los ojos. Dicen: "¿qué te pasó?, estás destruida, ¡como engordaste!". Son quienes apenas te ven te preguntan: "¿vos estás descompuesto?". O te dicen: "¿vos sos abogado y no sabés lo que te estoy diciendo?". El marido de la mujer del relato se murió y le dejó una deuda muy grande que no había manera de pagar, entonces le iban a llevar a los dos hijos de esclavos. Cuando viene el profeta Eliseo, la viuda le dice: "tu siervo, mi marido que amaba al Señor, me dejó esta deuda". Traducido es: "esa basura me dejó una deuda que yo ahora no puedo pagar". Son personas que te tiran la bala directo porque te quieren hacer sentir mal, culpable. ¿Cuántos nos hemos encontrado con personas así?
3. El taladro quejoso, la ametralladora:
Son las personas que te tiran una palabra negativa detrás de otra. Les decís: "conseguí trabajo". "Sí", te responden, "pero lo vas a perder con la crisis mundial". "Tengo marido", "seguro que es un misógeno". "Me puse de novio", "te va a ser infiel, seguro". "Vino gente a la iglesia", "sí, pero cualquiera se convierte ahora". "Se bautizaron", "sí, pero el agua estaba fria". "Consegui un buen médico", "sí, pero seguro te va a hacer mala praxis".
Son personas que tiran una detrás de otra. Gente quejosa, que no hay nada que les venga bien. ¿Qué le ocurre a esa gente?. Tienen broncas reprimidas, por eso no logran nada.
Cuando esta mujer le dijo al profeta "tu siervo", Eliseo le respondió: "¿qué tengo yo que ver, mujer?" Porque el profeta se había dado cuenta de que esa mujer nunca iba a salir de la deuda hasta que no calibrara sus palabras. Entonces la vida y la muerte dependen de cómo hablamos.
4. El monótono dulce asesino:
Es el que te descuartiza despacito. "Mirá, quiero decirte algo que me molestó mucho". Te va descuartizando, te habla lento. Vos le pedís: "dale, rápido que a las ocho empieza la fiesta". Y te dice: "me estoy vistiendo". Y lo hace despacio para que llegues tarde. Una vez estuve en un casamiento donde los padres del novio llegaron cuando ya había terminado el casamiento civil. Cuando salían, los padres venían, y el novio les dijo: "papá, mamá, ¿qué pasó que no llegaron?". "Tu padre tardó tres horas para afeitarse", "y bueno", le respondió el padre. Te hablan despacio para que vos estés atento y lo hacen en voz baja .
También encontramos a:
El entrometido: la integrante del coro que dice: "acá ponen a cualquiera en el coro, ¿no?". Vive chusmeando y metiéndose en la vida de todo el mundo. Vos tenés que cuidarte de la gente que se mete siempre para ayudar. Cuando una persona más habla de los demás, más quiere hablar de sí mismo; y cuando una persona menos quiera hablar de sí mismo, es porque más esconde. El entrometido oculta cosas y no quiere hablar de sí mismo, siempre se mete en la vida de los demás. Una vez estábamos en una provincia y un hombre diácono me dijo que estaba preocupado por los jóvenes bautistas. Ese hombre estuvo preso porque mantenía relaciones incestuosas con la hija. Cuanto más una persona se mete en la vida de los demás, menos cosas va a lograr.
El "yo no": cuando una persona te dice:"yo no" es porque quiere decir: "yo sí". Por ejemplo: "yo no me quiero meter, pero te digo algo". Sí se quiere meter, ¿si no para qué lo niega?. O: "yo no tengo nada en contra de vos, lo quiero aclarar". Es decir: "estoy en contra tuyo". "Yo no soy legalista". O sea: sos legalista. "No lo digo para criticarte, lo de la ropa". O sea: te lo dice para criticarte. "Espero que no te ofendas por lo que te voy a decir". Es decir: le gustaria que te ofendas. "Espero que no te moleste lo que pienso". O sea: quiere que te moleste. "En mi humilde opinión" quiere decir: mi experiencia es muy grande y nadie la supera. "Lo que me pasa a mí, no le pasa a nadie" significa: soy único, admírenme. "Tiene un carácter muy especial" significa: es un loco insoportable. Cuando una persona te niega algo es porque lo está afirmando, y es alguien que tiene broncas reprimidas.
El "yo-yo": "mi perro es más grande que el tuyo". Es el ególatra, el narcisista. Todo tiene que estar, centrarse y girar alrededor de esa persona. Es el seductor: "hola bebé, hola linda, ¿cómo estás? hermosa, dulce, mi amor". ¿Qué son los seductores? A menos que el hombre le guste a la mujer y la mujer al hombre, sacando eso que está bien, el seductor tiene una agenda secreta y necesita seducir para usar al otro, sacarle lo que necesita y descartarlo. Por eso hay que tener cuidado con ellos porque son mentirosos, son esas personas que dicen: "sinceramente te lo digo, te estoy hablando de todo corazón y te lo juro por mis hijos". Te están engañando.
El silenciador: es la persona que no está ni con vos, ni en contra de vos. Te está observando y espera que te pase algo malo, y cuando te pase algo malo, te va a decir: "¿viste?, faltó ayuno, faltó palabra". No te dice nada cuando estás bien pero está esperando que te pase algo malo. Hay gente que te está mirando, no está ni a tu favor ni en tu contra pero está esperando que te pase algo malo. Por eso las crisis son buenas para que sepas quién está con vos, y quién no está con vos. Cuando esta mujer tuvo la crisis de la deuda todos desaparecieron, no quedó nadie. Porque las crisis son la mano de Dios que separa la gente que te va a acompañar en momentos difíciles, de la gente agresiva que estaba con vos, ni en contra ni a favor, pero te estaban mirando y esperando para luego decirte algo porque te tienen bronca.
Tengo que tener confianza en mí, yo tengo la capacidad de salir de cualquier situación.
Cuenta el pasaje que la mujer fue a buscar al profeta y le pidió: "me tenés que ayudar, tengo una deuda, el que trabajaba con vos me dejó esta deuda". Pero el profeta le dijo:
Primero:
"¿Qué tienes en tu casa?, yo no te voy a ayudar, vos vas a aprender a confiar en vos".
Una buena noticia para la iglesia: el diablo no se llevará a nuestros hijos, la deuda no nos va a aplastar, porque lo que él no sabe es que tenemos la capacidad para cancelar cualquier deuda, para levantarnos de cualquier crisis, para llegar a la cima de los sueños. Porque tenemos la capacidad de que "todo lo podemos en Cristo que nos fortalece".
El profeta le contestó: "yo no voy a hacer nada por vos, vos vas a hacer algo por vos misma". Por eso tenés que aprender a confiar en vos, porque tenés la capacidad que Dios te ha dado para resolver cualquier problema. Ella fue a pedirle ayuda a otro, pero el profeta le dijo: "yo no te voy a ayudar, porque si yo te doy el milagro en mis manos, voy a seguir fomentando tu baja estima. Sino que vos vas a aprender que tenés la capacidad de resolver todos tus problemas, todas tus deudas, todas tus dificultades".
Cuando una persona confía en sí misma, se ama y se respeta, no va a dejar que el diablo le camine sobre los hombros, y no va a dejar que la gente la pisotee .Por eso hay gente que no soporta que hablemos de que nos tenemos que amar, cuidar. Eso no es egoísmo, no es narcisismo, no es pedantería. Es respetarnos, es saber que somos valiosos por creacíon y por redención. Valemos doblemente y tenemos la capacidad para levantarnos de cualquier dificultad. Cuando una persona se ama le va a decir al diablo: "no me vas a pisar la cabeza, yo te voy a pisar y vas a estar debajo de mis pies".
Con los pies firmes sobre la tierra y la cabeza alta, declará: "tengo la capacidad para salir de cualquier situación, de alcanzar cualquier sueño, para vencer cualquier crisis, porque todo lo puedo en Cristo que me fortalece". Amén, ¡gloria a Dios!
Segundo:
"Busca muchas vasijas vacías y enciérrate en tu casa."
¡Tengo que aprender a no meterme en la casa de nadie, a dejar de mirar a los demás!
Si vos querés el milagro tenés que aprender a mirarte a vos. No juzgues a nadie, no te metas en la vida de nadie, porque mientras le sigas echando la culpa a tu marido muerto, al acreedor, a tus hijos, no vas a ver el milagro. Por eso los quejosos no resuelven nada, porque siempre están mirando, y hablando de los demás, en lugar de mirarse a sí mismos. No debo meterme en la vida de nadie. Yo no puedo construir destruyendo a los demás, yo no crezco hablando mal de otros, yo no puedo avanzar aplastando a otros La clave para que yo gane no es que el otro pierda, nadie crece en ningún ámbito privando a los demás.
Le preguntamos al gerente de Starbucks cómo hacen para entrenar a la gente, con quién compiten. Y nos contestó que no compiten con nadie, sólo con ellos mismos. Si un Starbucks del barrio vende tantos cafés por mes, y el otro vende el doble, y al primero se le dice: "ahora vas a duplicarlo", compiten contra ellos mismos. Y tienen una política: "no hablar mal de nadie".
Eso es lo que el profeta le dijo a la mujer: "encerrate en tu casa, concentrate en vos, dejá de meterte en la vida de los demás, no te rebajes al nivel de los cerdos porque éstos se ensucian y a ellos les gusta pero a nosotros no, concentrémonos en nosotros".
Tercero:
Voy a descubrir y explotar mi singularidad. Le dijo el profeta:" ¿Qué tienes tuyo?". Ella le dijo: "tengo un poquito de aceite". Eso simboliza la singularidad. Nadie puede competir contra tu singularidad, vos no tenés que ser diferente de los demás, vos tenés que ser único, porque tenés que ser quién sos vos. Cuando una persona quiere ser distinta de otra persona se está comparando, pero cuando una persona dice: "yo no quiero ser distinto, no quiero ser diferente, yo quiero ser quien yo soy", ésta es tu singularidad porque vos sos de una manera que nadie es.
Los que trabajan en negocios, tienen empresas, no hablen mal de la competencia, no estén mirando lo que hace el otro, descubran su singularidad, lo propio, lo característico, lo que los hace únicos, y exploten y desarollen eso. Porque eso va a ser lo que va a atraer gente. Vienen días en que todas las deudas se nos van a cancelar, porque tenemos la capacidad de levantarnos de cualquier situación, tenemos características únicas y nos vamos a concentrar en nosotros. Vamos a dejar de mirar a los otros porque se viene una abundancia aplastante, maravillosa, una abundancia como jamás hubo en nuestras casas.
Cuarto:
"Busca vasijas, todas las que puedas, no pocas, pídeselas a los vecinos, enciérrate en tu casa y empieza a echar ese poquito de aceite en las vasijas y se va a multiplicar". Para cancelar las deudas tenés que expandir tu arsenal de recursos, tenés que ensanchar tus recursos internos. Dios te va a poner en situaciones distintas para que puedas funcionar de maneras nuevas. Una cosa es predicar, otra cosa es enseñar. Cuando uno enseña en el instituto no está predicando, pero cuando uno da una charla o conferencia, eso es distinto. Y cuando uno da una clase en la universidad eso es distinto también. Yo me podría encerrar y decir: "a mí me gusta predicar, nada más". Pero Dios nos va a meter en otros esecenarios para que aprendamos a ensanchar el arsenal de recursos.
Otra cosa muy distinta es estar en la television, no es lo mismo que estar en la iglesia. Hacer una nota periodistica donde no sabés cómo el periodista lo va a traducir después y qué va a publicar , eso es otra cuatión. Uno tiene que aprender. En una oportunidad estuve dando un seminario para unas empresas, pero no les dijeron que les iban a dar un seminario, lo hicieron a escondidas. Cuando me presentaron para hablar de "Resultados extraordinarios" la gente empezó a preguntarse: "¿y éste quién es?, ¿de dónde salió?, esto no es una charla". Mientras yo hablaba, la gente murmuraba entre ellos. Cuando terminó el seminario el Espiritu Santo me dijo:"te voy a enseñar cómo moverte en ambientes hostiles, y debés entrenarte para eso". Mi primera reacción fue: "yo no vengo nunca más, esto no es para mí". Pero Dios me va a entrenar en ámbitos nuevos.
Dios te está llevando a situaciones nuevas para que aprendas a moverte como pez en el agua, para que aprendas a buscar mentores, para que te acerques a la palabra profética, para que sepas cómo moverte, para que tengas más recursos. La gente en la televisión no quiere invitar pastores para que no les digan siempre lo mismo que Dios los ama, sino que quieren hablar de otros temas, porque es otro escenario. Para esto necesitamos aprender recursos distintos. No importa la situación que estés pasando, Dios te va a sacar de ahí, y vas a salir con una idea de oro, con un recurso de oro, y con experiencia maravillosa. Vas a declarar que en esa situación no sabías, pero Dios te ha enseñado y vas camino a la abundancia.
Mi debilidad de hoy será mañana mi fortaleza, porque con Dios siempre hay expansion.
La deuda era la crisis más grande de la viuda, pero ¿cuál era el don más grande que tenía?. La riqueza. Allí donde es tu mayor crisis, será tu mayor bendicion, donde más el enemigo te ha atacado es donde más fruto habrá. ¿Te ha atacado en la pareja? Tendrás la mejor pareja del planeta. ¿Te ha atacado en las finanzas, en lo ministerial, en la salud? No importa nos vamos a volver a levantar, porque donde había deuda habrá abundancia, donde había soledad, habrá gente, donde había crisis, habrá expansion. Porque cuando Dios viene, siempre te va a llevar a un nivel más grande del que has estado.
¿Por qué le dijo el profeta buscá vasijas? Para que deje de quejarse la puso a hacer, porque la gente que logra cosas no es la gente con lengua filosa, es la gente que se mueve. Por eso cuando alguien te diga algo, vos fijáte qué está haciendo esa persona, porque el que más habla es el que menos hace, y el que menos habla es el que más hace.
La viuda empezó a llenar las vasijas con su singularidad, con lo único que ella tenía, con lo distinto. Empezó a echar el aceite, y el aceite se multiplicó, y cuando llegó donde estaba el profeta le dijo: "profeta, hice tal cual me dijiste, busqué las vasijas y puse el aceite". Y el profeta le contestó: "vende el aceite". Era tanto aceite en medio de la pobreza que le dijo que vendiera el aceite, pagara la deuda, y de lo que quedara no iba a trabajar más. Dios nos va a llevar a un momento donde nos dará una abundancia tan grande que vamos a tener para nosotros, y para las próximas generaciones.
Cuando la viuda declaró que habia juntado las vasijas, ella empezó a hablar como hablaba el profeta. El profeta representa la Palabra de Dios. Nosotros tenemos que hablar lo que Dios habla, porque cuando hablamos lo que Dios habla, Él respalda su Palabra. Dios te llevará a un nuevo nivel. Esta mujer sólo quería saldar la deuda, pero Dios no sólo le saldó la deuda, le dio más de lo que estaba esperando. Dios nos va a dar mucho más de lo que nosotros estábamos esperando y necesitando, porque cuando Él viene siempre nos pone en un nuevo nivel. Cuando viene el Señor, nos da un corazón nuevo, una mente nueva, una canción nueva, una revelación nueva, una visión nueva. Dios nos va a elevar a niveles de bendición, no te rindas, creé que Dios te ha dado la capacidad para pisar fuerte la tierra, para dejar de mirar a los demás, para explotar tu singularidad, para usar esta crisis, para aprender herramientas nuevas, para sacar las broncas, para aprender a usar tu boca y calibrarla con la Palabra del Señor. Nuestra oración debe ser: "Señor, usá mi crisis para ver tu gloria". Y el milagro va a acontecer porque vamos a ponernos de acuerdo y a hablar abundancia, milagro, bendicion. La historia termina con la viuda millonaria. Dios te va a hacer millonario de ideas, de fuerza, de recursos, de amistades, de revelación, de oportunidades. Hoy parece que el diablo nos va a cobrar las deudas, pero no serán cobradas porque el poder sanador del Señor va a hacer que se cancelen.
Por. Rev. Bernardo Stamateas, Argentina. Miniterio Presencia de Dios, Argentina

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