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miércoles, 14 de abril de 2010

DEUDAS

“Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?” Lucas 14:28
Cuando construimos nuestro hogar a menudo pedimos créditos y tomamos préstamos que nos ayudan a alcanzar nuestros objetivos. Un nuevo dormitorio, un nuevo automóvil o una televisión son adquiridos sin tener en cuenta que luego se podrán convertir en una deuda. Algo nos empuja a tenerlo ya, a pensar que es sumamente necesario para nuestra vida diaria y que es imposible esperar más.
Descontrol y auto complacencia es lo que provoca que actuemos de esta manera loca, ¿pero qué existe detrás de esto? El espíritu de la deuda. Ese poder invisible que controla nuestras emociones y desestabiliza nuestro ambiente familiar. Al no poder pagar, surgen las presiones, estallan las discusiones en la pareja y el maltrato a los hijos. Y todo esto ¿por qué? Por no sentarnos a calcular cuál sería el costo futuro de nuestras acciones.
Sepa que la influencia para entrar en deudas es espiritual, para ser más claro, la deuda es un espíritu. Debe tomar dominio sobre él en el nombre de Jesús para luego tomar dominio sobre sus acciones, así le será más fácil.
“…aun los demonios se nos sujetan en tu nombre” Lucas 10:17b
El poder de la deuda puede ser quebrado en su vida hoy. Luego de que tome control sobre el espíritu, deje de pedir prestado. Haga una lista de todas sus deudas y empiece a pagarlas una a la vez. Pero preste atención, nunca deje de diezmar y ofrendar primero, no se convierta en un ladrón al dejar de hacerlo. Hágalo, se lo debe a su familia y vuelva a recobrar el control de la misma.
Oración: Padre te agradezco que me hayas dado autoridad sobre el mundo espiritual. Ahora mismo le hablo al espíritu de la deuda. En el nombre de Jesús, te declaro atado. Quiebro tu dominio en mi vida y en mis finanzas. En el nombre de Jesús me declaro libre de tu poder y declaro libre a mi familia también. Amén.
Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina.

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