“15 La fiesta de los panes sin levadura guardarás. Siete días comerás los panes sin levadura, como yo te mandé, en el tiempo del mes de Abib, porque en él saliste de Egipto; y ninguno se presentará delante de mí con las manos vacías.”
Éxodo 23:15
Al leer Éxodo 23 observamos que hay una lista de siete bendiciones prometidas de parte del Señor para todos los que respetan las fiestas de la pascua y lo que el señor habla también allí es que en ninguna de estas fiestas podían presentarse delante de Dios con las manos vacías.
Todo esto que vamos viendo del antiguo pacto apunta a Cristo, a la vida del Creyente y a la iglesia. Lo que vamos aprendiendo es que Cristo es nuestra pascua, fue sacrificado por nosotros y al celebrar fiesta hacia él estamos experimentando a favor de nuestras vidas toda clase de bendición que el Señor ha destinado para cada uno de nosotros.
Aunque esa es la verdad, en la realidad no todos los creyentes viven una vida de continua manifestación de bendición. Si Dios ha dicho que estamos bendecidos con toda bendición tenemos que descubrir la manera en que tienen que ser liberadas esas bendiciones y podamos verlas manifestadas en todas las áreas de nuestras vidas. Son sobrenaturales, no es sólo un deseo que a uno o a otro le vaya bien.
Fíjese que el versículo 15 de Éxodo 23 tiene la clave para la manifestación de las bendiciones. “Ninguno se presentará delante de mí con las manos vacías.” Esto es lo que hacía la conexión para que en esa celebración estén garantizadas las siete bendiciones que se iban a soltar. Lo mismo es para su vida hoy.
Le quiero recordar algunos principios y leyes importantes para su vida que hacen que la bendición se manifieste.
Las primicias: tienen que ver con la ley de las primeras cosas. Usted tiene la bendición de ponerla en práctica para ver los resultados prometidos por Dios. Darle a Dios lo primero en todo, ponerlo primero. Eso lo bendice.
Los diezmos: Son un mandato de Dios y hacen que las ventanas de los cielos se abran y permanezcan así para que las bendiciones sean derramadas en sobreabundancia sobre su vida en todo lo que usted haga. Dios dice que lo pruebe si quiere. Verá que esto es así.
La vida cristiana, la madurez espiritual y la prosperidad son procesos con Dios. Es mejor que tenga la paciencia y la fe para ir poco a poco y no esperar que todo venga de golpe y usted no haga nada. Dios se mueve con los que se mueven. Usted tiene que hacer algo. Por eso es bueno que vaya poniendo en práctica estos principios y leyes de Dios. Muévase en Su Voluntad y él hará.
Dios le aumentará, le dará crecimiento y le dará herencia. Le va a hacer multiplicar todo lo bueno en su vida y de su familia y además le va a traer luz y revelación de la herencia que le ha dado. Es un heredero de Dios, es coheredero con Cristo, lo que Cristo hizo a favor de su vida es suyo. No sólo lo redimió de la maldición sino que también lo hizo heredero de la bendición. Entonces, si Dios lo dijo, usted está bendecido.
Oración: Padre, hoy creo que estoy bendecido y entendí que hay cosas que yo tengo que hacer, tengo que moverme para que tú te muevas a mi favor. Diezmaré, ofrendaré, daré mis primicias y pondré en práctica todas las leyes y principios que enseña tu Palabra porque declaro que si me muevo en obediencia todo me saldrá bien. En el nombre de Jesús, amén.
Éxodo 23:15
Al leer Éxodo 23 observamos que hay una lista de siete bendiciones prometidas de parte del Señor para todos los que respetan las fiestas de la pascua y lo que el señor habla también allí es que en ninguna de estas fiestas podían presentarse delante de Dios con las manos vacías.
Todo esto que vamos viendo del antiguo pacto apunta a Cristo, a la vida del Creyente y a la iglesia. Lo que vamos aprendiendo es que Cristo es nuestra pascua, fue sacrificado por nosotros y al celebrar fiesta hacia él estamos experimentando a favor de nuestras vidas toda clase de bendición que el Señor ha destinado para cada uno de nosotros.
Aunque esa es la verdad, en la realidad no todos los creyentes viven una vida de continua manifestación de bendición. Si Dios ha dicho que estamos bendecidos con toda bendición tenemos que descubrir la manera en que tienen que ser liberadas esas bendiciones y podamos verlas manifestadas en todas las áreas de nuestras vidas. Son sobrenaturales, no es sólo un deseo que a uno o a otro le vaya bien.
Fíjese que el versículo 15 de Éxodo 23 tiene la clave para la manifestación de las bendiciones. “Ninguno se presentará delante de mí con las manos vacías.” Esto es lo que hacía la conexión para que en esa celebración estén garantizadas las siete bendiciones que se iban a soltar. Lo mismo es para su vida hoy.
Le quiero recordar algunos principios y leyes importantes para su vida que hacen que la bendición se manifieste.
Las primicias: tienen que ver con la ley de las primeras cosas. Usted tiene la bendición de ponerla en práctica para ver los resultados prometidos por Dios. Darle a Dios lo primero en todo, ponerlo primero. Eso lo bendice.
Los diezmos: Son un mandato de Dios y hacen que las ventanas de los cielos se abran y permanezcan así para que las bendiciones sean derramadas en sobreabundancia sobre su vida en todo lo que usted haga. Dios dice que lo pruebe si quiere. Verá que esto es así.
La vida cristiana, la madurez espiritual y la prosperidad son procesos con Dios. Es mejor que tenga la paciencia y la fe para ir poco a poco y no esperar que todo venga de golpe y usted no haga nada. Dios se mueve con los que se mueven. Usted tiene que hacer algo. Por eso es bueno que vaya poniendo en práctica estos principios y leyes de Dios. Muévase en Su Voluntad y él hará.
Dios le aumentará, le dará crecimiento y le dará herencia. Le va a hacer multiplicar todo lo bueno en su vida y de su familia y además le va a traer luz y revelación de la herencia que le ha dado. Es un heredero de Dios, es coheredero con Cristo, lo que Cristo hizo a favor de su vida es suyo. No sólo lo redimió de la maldición sino que también lo hizo heredero de la bendición. Entonces, si Dios lo dijo, usted está bendecido.
Oración: Padre, hoy creo que estoy bendecido y entendí que hay cosas que yo tengo que hacer, tengo que moverme para que tú te muevas a mi favor. Diezmaré, ofrendaré, daré mis primicias y pondré en práctica todas las leyes y principios que enseña tu Palabra porque declaro que si me muevo en obediencia todo me saldrá bien. En el nombre de Jesús, amén.
Por. Rev. Juan O. Crudo. Argentina.
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