Léase Mateo 4.12-17 Decía: «El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado. ¡Arrepentíos y creed en el evangelio!».
Marcos 1.15 (RVR)
La conversación fue tensa y nadie parecía dispuesto a cambiar. Finalmente dije: «Sé que he cometido algunos errores». Otros reconocieron que también habían fallado. Las condiciones eran favorables para la confesión, el perdón y la reconciliación, pero eso no ocurrió. Salimos de la reunión frustrados.
La conversación fue tensa y nadie parecía dispuesto a cambiar. Finalmente dije: «Sé que he cometido algunos errores». Otros reconocieron que también habían fallado. Las condiciones eran favorables para la confesión, el perdón y la reconciliación, pero eso no ocurrió. Salimos de la reunión frustrados.
Horas más tarde, recreé la reunión en mi mente. ¿Qué debimos hacer para llevar nuestra confrontación a una conclusión productiva? Comprendí que, aunque todos reconocimos que cometimos errores, ninguno se arrepintió. Ninguno buscó el perdón ni aceptó el perdón que Dios ofrece. El arrepentimiento más que admitir errores, significa que verdaderamente nos arrepentimos de nuestras acciones y buscamos una nueva relación con quienes se afectaron por nuestras palabras y acciones.
Al meditar en esa reunión, comprendí que la autojustificación se puede volver un hábito. Esperamos que Dios transforme a otras personas en lugar de permitirle a Dios que nos transforme a nosotros. El llamado de Jesús a arrepentirnos puede ser difícil de escuchar, pero produce buenas nuevas.
Sr. D. Max Whitfield (Nuevo México, EUA)Pensamiento para el día
El verdadero arrepentimiento trae cambio.
Oración Maravilloso Dios, transfórmanos. Crea en nosotros un espíritu reconciliador. Amén.
OREMOS: Por los comités de la iglesia.
Tomado de http://elaposentoalto.upperroom.org/es/devotionals/2011-10-31
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Saque provecho a la enseñanza “
15 Yo, yo hablé, y le llamé y le traje; por tanto, será prosperado su camino.”Isaías 48:15
Es muy importante qué palabra oye, qué es lo que pone en práctica y en dónde pone su fe, porque Dios siempre enseña provechosamente. Nunca puede decir que lo que Dios le enseña no le sirve para nada. Muchos escuchan una prédica o enseñanza y dicen: “No es para mí, es para….” y ponen allí el nombre de alguna persona que conocen. Pero toda enseñanza que viene de Dios es siempre primeramente provechosa para usted. Sí, tal vez usted reconozca cosas que sean buenas para la edificación de algún hermano y se las pueda transmitir, pero ese no es el primer fin. Lo primero es que usted oiga y sea edificado. Luego trasmitirá lo que aprendió.
La enseñanza viene para encaminarlo hacia donde tiene que ir, mostrarle el camino, no un estancamiento, no para estar sentado como un espectador. Es un camino en el que hay que avanzar, hay que ir hacia las metas y el destino que Dios tiene para su vida. Si es papá o mamá usted es el que enseña provechosamente dentro de la familia, porque está conectado a una paternidad espiritual y a un liderazgo que le enseña provechosamente y luego usted trasmite eso a su familia.
Usted recibe algo que viene de Dios y Dios siempre lo encamina para algo provechoso. Él quiere para su vida la victoria, el éxito, la excelencia, no la mediocridad, no es algo regular.
Si ve que hay algo en su vida que no funciona bien, lo tiene que ordenar. La enseñanza no viene para que usted se ofenda o castigarlo, sino para que ordene lo desordenado. Si no lo quiere hacer, usted elige su destino. En cambio si usted elige poner en práctica lo que va aprendiendo, no hay duda que su camino va a ser bendito y próspero.
Cuando Dios le enseña, siempre es algo sobrenatural y hay que tener una apertura de corazón. Él le habla desde su perspectiva para que lo comprenda, pero usted tiene que tener una apertura para subir a ese nivel.
Él quiere hacer algo más que resolver una crisis financiera. Tiene que confiar, tiene que creer y va a recibir aunque haya presiones en la vida. A Dios no lo vamos a apretar con el apuro y el nerviosismo, Dios viene a trabajar en su vida y tiene que tener quietud y templanza en el corazón para recibir la sabiduría que Dios le da. Es de otro nivel, pero si usted la recibe y renueva la mente con esa sabiduría cada vez está más cerca del nivel que Dios quiere llevarlo y cada vez lo entiende más a Dios. No lo entiende por cumplir con asistencia perfecta en venir a la iglesia, lo entiende por tener apertura de corazón mientras escucha la palabra de Dios. Tiene que saber que él es su fuente de provisión para todo. Por eso bendice lo que va a comer, la ropa, porque se lo dio Dios y todo viene de Dios.
Él interviene para aquellos que son sus llamados para hacerle prosperar su camino. Dios está trayendo a su corazón y a su vida interior revelación sobrenatural para encaminarlo a cosas que son verdaderamente grandes y gloriosas. Saque provecho de la enseñanza que recibe a diario y su camino será prosperado.
Oración: Padre, a partir de hoy sacaré provecho de toda enseñanza que envíes a mi vida. No dejaré pasar ninguna revelación y tomaré cada palabra para mi vida. Sé que fui llamado por ti para cumplir un propósito muy grande. Mi camino será prosperado. Lo creo y lo veré manifestado. En el nombre de Jesús, amén.
Fuente: Rev. Juan O. Crudo, Argentina
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