… No temas, yo te ayudo (Isaías 41:13).
Lectura: Salmo 34:1-7
La biblia en un año: Proverbios 8–9; 2 Corintios 3
Cuando dejé de viajar en familia con mis
padres, raras veces iba a visitar a mis abuelos, los cuales vivían a cientos de
kilómetros de casa. Así que, un día, decidí tomar un avión para ir a visitarlos
durante un fin de semana largo. Mientras íbamos al aeropuerto para mi vuelo de
regreso, mi abuela, que nunca había volado, empezó a transmitirme sus temores:
«Ese avión en que viniste era tan pequeño… En realidad, no hay nada que te
sostenga allí arriba, ¿no? A mí me daría muchísimo miedo subir a esa altura».
Cuando llegó el momento de subir al
pequeño avión, yo tenía tanto miedo como la primera vez que volé. Es verdad,
¿qué es lo que, al fin y al cabo, sostiene este avión?
Los temores irracionales, e incluso los
legítimos, no tienen que aterrorizarnos. David vivió como un fugitivo;
perseguido por el rey Saúl, quien estaba celoso de su popularidad.
Solamente encontró paz y consuelo en su relación con Dios, como
escribió en el Salmo 34: «Busqué al Señor, y él me oyó, y me libró de
todos mis temores» (v. 4).
Nuestro Padre celestial es perfectamente
sabio y amoroso. Cuando el miedo comience a abrumarnos, debemos detenernos y
recordar que Él es nuestro Dios y que siempre nos sostendrá.
Padre, a pesar de mis temores, sé que
estás conmigo. ¡Que tu amor perfecto quite mis miedos y tranquilice mi corazón!
Cuando creemos que Dios es bueno,
aprendemos a liberarnos de nuestros miedos.
Nuestro Pan
Diario
Un perfume y una
carta
Porque para Dios
somos grato olor de Cristo… (v. 15).
Lectura: 2 Co. 2:14–3:3
La biblia en un
año: Proverbios 6–7; 2 Corintios 2
Cada vez que
paso junto a un rosal o a un ramo de flores, no puedo resistir la tentación de
acercar una flor a mi nariz para sentir el perfume. El aroma agradable me
incentiva y despierta en mi interior sensaciones agradables.
Hace siglos,
cuando el apóstol Pablo les escribió a los cristianos de Corinto, afirmó que,
como pertenecemos a Cristo, Dios «por medio de nosotros manifiesta en todo
lugar el olor de su conocimiento» (2 Corintios 2:14). El poder del Señor
nos capacita para tener una vida victoriosa, al sustituir nuestro egoísmo por
su amor y bondad, y proclamar la benignidad de su salvación. Cuando lo hacemos,
somos indudablemente un aroma fragante para Dios.
Luego, Pablo
pasa a una segunda imagen, en la cual describe a los creyentes como una «carta
de Cristo» (3:3). Nuestra vida es una carta que no se ha escrito con tinta
común, sino con el Espíritu de Dios. El Señor nos cambia al escribir su Palabra
en nuestro corazón, para que otros lean.
Ambas
ilustraciones nos incentivan a permitir que la belleza de Cristo se vea en
nosotros, para que podamos guiar a las personas a Él. Jesucristo es quien, como
escribió Pablo en Efesios 5:2, «nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros,
ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante».
—
Señor, que tu
esplendor perfume mi vida.
Nuestras acciones hablan más fuerte que
nuestras palabras.
Nuestro Pan
Diario
-----------------------------------------------------------------------------------------------
NOTICIAS CRISTIANAS
Ejército israelí se prepara para combatir invasores del Estado Islámico
Leer más
Miles de yihadistas están entrando a Europa disfrazados como refugiados
Leer más
Conductor cristiano se niega manejar autobús que promueve fiesta gay
Leer más
No hay comentarios:
Publicar un comentario