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lunes, 8 de agosto de 2016

Porque lo amo



… Amén; sí, ven, Señor Jesús (v. 20).
La biblia en un año: Romanos 9:16-33
El día antes de que mi esposo regresara de un viaje de negocios, mi hijo dijo: «¡Mamá, quiero que papá vuelva!». Le pregunté por qué quería que volviera, esperando que mencionara algo sobre los regalos que su padre solía traerle o que echara de menos jugar a la pelota con él. Sin embargo, respondió muy serio: «¡Quiero que vuelva porque lo amo!».
Su respuesta me hizo pensar en nuestro Señor Jesús y su promesa de volver: «Ciertamente vengo en breve» (Apocalipsis 22:20). Yo espero con ansias su regreso, pero ¿por qué quiero que vuelva? ¿Es porque estaré en su presencia, sin enfermedades ni muerte? ¿Porque estoy cansada de vivir en un mundo complicado? ¿O se debe a que, como lo he amado tanto en la vida, hemos compartido lágrimas y risas, y ha sido más real que cualquier otra persona deseo estar con Él para siempre?
Me alegra que mi hijo extrañe a su padre cuando está lejos. Sería terrible que no le importara en absoluto que volviera o que pensara que interferiría en sus planes. ¿Cómo nos sentimos con respecto al regreso de nuestro Señor? Anhelemos apasionadamente ese día y digamos con ansias: «¡Señor, ven ya! ¡Te amamos!».
¡Señor, por favor, vuelve pronto!
Espera con ansias la venida del Señor.

¿A quién defiendes?
Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos (Romanos 5:6).
Lectura: Marcos 10:13-16
La biblia en un año: Romanos 9:1-15
Cuando el maestro la llamó para que pasara al frente y analizara una frase en la pizarra, Kathleen se aterrorizó. Como había cambiado de escuela hacía poco, no había aprendido esa lección de gramática. La clase se rio de ella.
De inmediato, el maestro la defendió: «¡Ella escribe mejor que cualquiera de ustedes!». Varios años después, Kathleen recordó con gratitud aquel momento: «Ese día, empecé a tratar de escribir lo mejor posible, como él había dicho». Con el tiempo, Kathleen Parker ganaría el Premio Pulitzer.
Tal como aquel maestro, Jesús se identificaba con los indefensos y los vulnerables. Cuando los discípulos impidieron que los niños se le acercaran, se indignó y les dijo: «Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis» (Marcos 10:14). También alcanzó a un grupo étnico despreciado, al convertir al buen samaritano en el héroe de su parábola (Lucas 10:25-37) y brindarle esperanza genuina a una insatisfecha mujer samaritana (Juan 4:1-26). Protegió y perdonó a otra mujer descubierta en adulterio (Juan 8:1-11). Además, aunque nosotros estábamos perdidos, Cristo dio su vida para salvarnos (Romanos 5:6).
Al defender a los vulnerables, los ayudamos a descubrir su potencial y reflejamos el corazón amoroso de Jesús.
Señor, ayúdame a reconocer a quienes necesitan mi respaldo.
Es imposible amar a Cristo sin amar a los demás.
Nuestro Pan Diario
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MEDITAR EN ESTO

HABLAR CARA A CARA
Por. Arnold Enns
“Tengo mucho más que decirles, pero no quiero hacerlo con papel y tinta. Pues espero visitarlos pronto y hablarles cara a cara.” 2 Juan 1:12
¿Sera que la tecnología está destruyendo nuestra calidad de comunicación?
Si no me gusta lo que dices o posteas, te borro de mi lista de contactos o te pido remover y ya está. Es fácil enviar un texto o mensaje a alguien en esta era de la comunicación electrónica. Es fácil ir a un restaurante en familia y cada uno mirando a su pantalla personal.
El problema no está en el medio o la herramienta de comunicación sino en el mensajero. Hay elementos de la comunicación que jamás serán reemplazados por una reunión cara a cara.
Pero esto también lo fue ya desde hace muchos años atrás. Juan sabía que el estar cara a cara con aquellos que él ministró era importante y no podía hacerlo vía un correo ni mucho menos en Facebook o Twitter. Juan comprendió que la incomodidad de viajar físicamente para estar con ellos tenía un valor sin medida.
Confieso personalmente que enviar un correo es más fácil que sentarse a conversar detenidamente con alguien. Sin embargo, al igual como cuesta empezar a hacer ejercicios, una vez que entraste en calor lo disfrutas y al final uno sale mas satisfecho.
Puedes mandar muchos mensajes a “Dios@cielo.com” con 144 caracteres o menos para hacer tu pedido de ayuda del día. Pero nada reemplaza estar cara a cara, frente a frente en intimidad con Dios para abrir tu corazón y derramarte delante de Él.
Dios está interesado más en el encuentro cara a cara contigo que los muchos versos floridos que podamos escribir acerca de El en algún medio de comunicación.
CONCEPTO IMPORTANTE
La comunicación personal cara a cara nunca puede reemplazarse por medio de un correo o una llamada. El esfuerzo realizado en comunicar en persona tiene un valor inmensurable.
Dios está más interesado en tener un encuentro personal contigo que un mensaje enviado 10 segundos antes que inicies tu día de actividades.
MOTIVO DE ORACION
¿Has tenido ya hoy tu tiempo cara a cara con Él? Pídele a Dios que pueda darte fuerzas para desprenderte de la tecnología y cultivar la relación personal tanto con El como con otros alrededor tuyo.
Fuente: VTRH
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