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viernes, 30 de abril de 2010

Una familia para Cristo

“No ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él; que él alumbre los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos “ Efesios 1:16-18
Si usted conoce a Jesucristo como su salvador personal y ha nacido de nuevo, esto se debe a que alguien ha orado por usted antes. Alguien se ha preocupado y ha intercedido por su vida antes.
Hoy usted puede hacer lo mismo por otros integrantes de su familia. Si tiene hijos o seres queridos que no conocen a Jesucristo, usted puede ayudar a que la luz del evangelio resplandezca en sus vidas y cambien para siempre. La palabra declara que: “La oración eficaz del justo puede mucho” Santiago 5:16b. En la oración hay poder. Pero si prestó atención al versículo dice “la oración eficaz”, esto es un requisito indispensable, ser eficaz.
¿Y qué quiere decir Eficaz? Quiere decir entre otras cosas:
que produce éxito, que produce el efecto esperado. Para que algo produzca el efecto esperado y sea exitoso simplemente se debe hacer correctamente y con entendimiento. Y ¿por qué le digo esto? Porque hay personas que han orado por seres queridos y no han visto que sus oraciones sean efectivas. Es como todo, uno puede tener las mejores intenciones de abrir la puerta de su casa con la llave, pero si no es la correcta no lo podrá hacer por más dueño que sea de su casa.
Como integrantes de la familia de Dios debemos orar unos por otros, y así debe ser en nuestro grupo familiar también. Debemos orar, pero correctamente y entendiendo lo que hacemos porque sino podemos desalentarnos pensando si realmente nuestras oraciones son de ayuda. Déjeme decirle que sí son de ayuda si lo hacemos bien.
Hoy debe entender esto: todo lo que se haga con entendimiento producirá cosecha. Medite en este pensamiento. Usted tiene la llave correcta para sus seres queridos.
Oración:Padre entiendo que lo que debo hacer lo necesito hacer con entendimiento en Tu palabra y en acuerdo con ella. Señor, Tu dices que al que le falte sabiduría que la pida, yo te la pido en el nombre de Jesús. Amén.
Por. Rev. Juan O. Crudo, Ministerio Cristo la solución.

jueves, 29 de abril de 2010

¿Casualidad o consecuencia?

“Corona de los viejos son los nietos, y la honra de los hijos, sus padres.” Proverbios 17:6
Llegar a viejo rodeado de nietos y con el respeto y el amor de los hijos es una bendición de Dios. Pero como toda bendición, viene como consecuencia del accionar en la Palabra de Dios. El aprecio de los hijos no es una cuestión de suerte, es el resultado de un trabajo que se ha hecho durante años, sembrando amor y respeto en sus propias vidas.
Es muy doloroso llegar a anciano y querer ver a los hijos y que ellos no tengan tiempo para usted. Pero sabe qué es lo más triste de todo, que usted puede haber sido el que les enseñó eso. Trabajar para sostener y proveer a la familia debe incluir también el tiempo para compartir con los suyos e instruirlos en la Palabra.
Todos necesitamos ser apreciados, escuchados y respetados, y esto se aprende en el círculo familiar. Si usted no tiene tiempo para escuchar a sus hijos, usted les está diciendo que hay cosas más importantes que ellos que requieren su atención. Ellos aprenderán ese estilo de vida y no sólo no lo respetarán a usted; sino que trasladarán esta herencia de maldición sobre sus nietos.
¿Ve por qué es importante cuidar lo que Dios le dio? Ellos serán su corona o su vergüenza de acuerdo a lo que usted haya sembrado en sus vidas.
Esta puede ser una palabra que no sea grata de escuchar pero es un alerta para detenerlo si va en esa dirección. Pare y rectifique su rumbo, invierta tiempo con ellos, escúchelos, guíelos. Y si usted está padeciendo estas consecuencias, no está todo perdido, Dios tiene una salida para usted. Ore para que sus hijos conozcan al Señor, Él tocará sus corazones y habrá un nuevo comienzo.
Oración: Padre, ayúdame a actuar sabiamente con la familia que me has dado, ayúdame a redimir bien el tiempo y a mantener las prioridades tal como Tú las has establecido. Te pido perdón por haber descuidado este tesoro tan preciado que has colocado en mis manos. Gracias, en el nombre de Jesús. Amén.

miércoles, 28 de abril de 2010

Actuando en el acuerdo

“¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?” Amós 3:3
¿Sabe algo? La gente de campo, nunca pone a dos animales que sean distintos en un yugo, porque no van a ir parejo y como consecuencia no les podrá dar dirección. Lo mismo sucede con las parejas o en los negocios. Si no existe un acuerdo mutuo, todo esfuerzo por llegar a alguna parte, será en vano y Dios no los podrá guiar.
¿Sabe qué es lo que se siente cuando uno está atado a otro y cada uno hace fuerza o tira a destiempo en la pareja? Sólo se siente dolor, mucho dolor. Precisamente es lo que han experimentado millones de personas en el mundo a lo largo de la historia. Todos ellos han ignorado el secreto del poder del acuerdo. Cuando uno está de acuerdo con alguien, la carga es mucho más liviana de llevar y se llegarán mucho más lejos.
¿Y cómo se logra? Conociendo que tenemos un acuerdo con Dios y luego caminando en acuerdo con Su palabra.
“¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?”Romanos 8:31
Su matrimonio brillará nuevamente. Sus metas familiares serán alcanzadas.
La Palabra de Dios viene a producir en su vida bendiciones pero debe ponerse de acuerdo con ellas accionando a medida que las recibe.
Todo lo que emprenda en acuerdo con Dios y los suyos será prosperado y podrán ir a otro nivel de gloria.
“Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos”. Mateo 18:19
Póngase de acuerdo en este día y tendrá una familia viviendo en armonía y paz.
Oración: Padre, reconozco mi error de hacer las cosas sin ponerme de acuerdo contigo y mi familia. Sé que eres un Dios de oportunidades y te pido una. Lo haré como Tú me dices y mi vida cambiará. Gracias, en el nombre de Jesús. Amén. Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina.

martes, 27 de abril de 2010

Acarrear cubetas o crear una red hidraulica? Cual de los 2 eres tu?

Hola! Mis queridos colegas, amigos y consiervos, les quiero compartir la siguiente historia de dos personajes que nos pueden ayudar a emprender nuevos caminos. Recuerda el sedentarismo ministerial, pastoral u otro terminan como Bruno, muriendose en la alienación de ser un asalariado, he visto a muchos pastores que solo viven del salario, lo triste es que la iglesia se estanca y termina cerrandose. Pero, los que somos como Pablo no, siempre nos gusta que las cosas avance y crezcan, tengan fruto por eso Con cual de estas 2 personas que aparecen en el video te identificas?

Buenas relaciones

“El que da mal por bien, no se apartará el mal de su casa. El que comienza la discordia es como quien suelta las aguas. Deja, pues, la contienda, antes que se enrede.” Proverbios 17:13-14
¿Por qué no conseguimos tener buenas relaciones familiares? ¿Por qué siempre existe alguna discordia con algún componente de la familia? ¿Sabe por qué? Porque el diablo conoce el poder que hay en la unión familiar. El siempre buscara la división para romper ese escudo de protección.
La discordia lo lleva a vivir a los barrios bajos de la vida, por eso hay que devolver bien por mal. Usted nunca podrá decidir por los demás pero si lo puede hacer por usted mismo. Por ejemplo, es su decisión ofenderse o no. El que se ofende busca hacer lo mismo que le hicieron. El ofendido acumula heridas, estos son los que viven en los barrios bajos de la vida.
Recuerde que usted no tiene que reaccionar sino accionar.
La unidad produce la manifestación del poder de Dios. Las buenas relaciones producen un buen sistema de defensa contra cualquier ataque del enemigo.
Las malas relaciones son las causas del fracaso. Y ¿Cuál es la clave para tener buenas relaciones familiares? Es tener una buena relación con Dios. Si la tenemos, tendremos buenas relaciones con los demás. Dios creo al hombre para tener una relación personal con Él. La Biblia dice que Dios caminaba todas las tardes con el hombre. Se da cuenta que su relación familiar puede restaurarse colocando su relación personal con Dios en primer lugar. ¡Vamos! Busque sabiduría de Dios y su compañía y verá su relación familiar restaurada. Búsquelo hoy.
Oración: Padre, dejo la contienda de lado y decido buscarte y estrechar mi relación personal contigo. Señor te buscaré de corazón en este día. En el nombre de Jesús. Amén.
Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina.

lunes, 26 de abril de 2010

Una voz de fe

“Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina. Que los ancianos sean sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia”. Tito 2:1-2
Usted es la voz de la fe en su hogar; por lo tanto, procure hablar lo que dice la Palabra. Usted es muy influyente en su familia, por más que sea el único cristiano,- por el momento- usted tiene en sus labios el poder de la Palabra de Dios.
No se pliegue a hablar lo que habla el mundo: derrota, fracaso, temor, enfermedad; hable lo que dice Dios. Que su vida sea un ejemplo de fe y amor para los que lo rodean. Ellos verán a Cristo en su vida y verán que el cristianismo no es una religión, sino un estilo de vida que lleva a la victoria en toda situación.
Dios lo ha escogido como canal de bendición. No se desaliente si algunos lo rechazan o se burlan de lo que usted dice, tranquilo, aproveche esa situación para madurar en la fe, el amor, la paciencia y el dominio propio. No se salga del carril por nada. Así como Jesús enfrentó esas situaciones levantadas por el diablo y venció con la Palabra, de igual manera vencerá usted.
Ponga en práctica la paciencia y fluya en el amor. Que nada cambie su declaración de fe.
Oración: Padre gracias, has derramado en mí tu amor y has colocado la fe en mi interior. Seré Tu voz en mi hogar, no desmayaré porque veré la bendición en mi familia tal como Tú lo has dicho. Gracias. En el nombre de Jesús. Amén.
Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina.

domingo, 25 de abril de 2010

Cambios en la vida familiar

“a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas”. Hebreos 6:12
Hay promesas de bendición para toda su familia. Tal vez usted lleva tiempo orando por ellos sin ver aún los resultados, pero eso no quiere decir que no los verá. La Palabra aquí nos exhorta a no desmayar, a no ser perezosos en la batalla de la fe, a ser imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredaron las promesas. Fe más paciencia son los ingredientes necesarios para iniciar el cambio. Se necesita fe para cambiar y se necesita tiempo y perseverancia para establecer ese cambio. Se necesita fe para influenciar a otro y se necesita paciencia para que a esa persona se le revele la Palabra.
No se resigne a vivir fuera de los beneficios divinos, no se resigne a que sus hijos estén fuera del camino de Dios. Persevere en fe. La fe y la paciencia deben estar presentes siempre. Si usted dice que tiene fe pero al no ver el cambio dice: “esto no sucederá nunca”, realmente no tiene fe. La fe no es una varita mágica; la fe es la convicción sobre lo que Dios ha dicho en su Palabra y no la altera las circunstancias. Otros dicen “estoy esperando en el Señor” y dicen que son pacientes. Usted puede estar soportando todo, pero eso no es paciencia, es resignación, y esto lo lleva a la incredulidad porque ya no cree en el cambio.
Si está creyendo por un cambio en su vida familiar, alimente su fe con las promesas, ponga en práctica lo que cree y verá los resultados. No se desespere ni se desanime, persevere, el cambio vendrá.
Oración: Padre, yo no soy de los que retroceden, ni de los que se rinden. Cada integrante de mi familia vendrá a tus caminos. Les llevaré tu Palabra y les mostraré tu amor. Pondré por obra todo lo que Tú me dices y la fe crecerá en mí. La acompañaré con paciencia y veré los resultados. Gracias, en el nombre de Jesús. Amén.
Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina.

sábado, 24 de abril de 2010

MI VIDA ES UN DESCONTROL

Por Alejandra Stamateas, Argentina.

Santiago 1:6
«Pero que pida con fe, sin dudar,porque quien duda es como las olas del mar, agitadas y llevadas de un lado aotro por el viento. Quien es así no piense que va a recibir cosa alguna delSeñor; es indeciso e inconstante en todo lo que hace»
¿Cuántas alguna vez sintieron que se les descontroló la vida, que se les fue para cualquier parte, que ya no tienen control de nada? El que duda nunca recibe nada porque es un indeciso.
Hay momentos en nuestra vida que parece que enloquecemos; tanta presión interna, presión externa, a veces presión interna y externa juntas que empiezan a presionar desde adentro y desde afuera. Un día parece que estamos arriba; otro día parece que estamos abajo; un mismo día podemos llorar y reír miles de veces, cambiar nuestro humor, cambiar nuestras emociones. Parece que no hay control de nada en nuestra vida y se trastocó totalmente. Y cuando llega el descontrol aparece un síntoma muy común que son las privaciones sutiles. ¿Qué es esto de las privaciones sutiles? Mujeres que descuidan algunas tareas cotidianas; lo que antes te resultaba fácil, lo que antes era algo de rutina, de pronto ya no podés llevarlo adelante. Por ejemplo, te olvidás la cacerola en el fuego, te fuiste de tu casa y dejaste la hornalla prendida, te olvidaste las llaves puestas en la puerta, saliste a comprar algo, volviste, y lo que saliste a comprar no lo trajiste, o te olvidas de un cumpleaños, vos que eras siempre la que te acordabas de todos los cumpleaños; o de pronto te olvidaste de ir a visitar a una persona que le habías prometido que ibas a ir. Un montón de cosas que anuncian que estas en un estado de descontrol y de agotamiento total. ¿Cuántas sintieron agotamiento?, ¿cuántas dijeron "empezó el año y ya estoy cansada"? O viniste de las vacaciones y te sentís cansada, porque entraste en un estado de agotamiento emocional, empezás a perder el sentido del humor; lo que antes te causaba gracia ahora ya no causa gracia, practicamente no te reís, dejaste de sonreír, te molesta cuando otra persona se ríe, y te ponés en crítica de esa persona: "mirá la tontería por la que se ríe, mirá qué pavadas que hace", porque a vos la vida ya no te sonríe y vos tampoco le sonreís a la vida. Empezás a tratar de evitar todo lo que sea fiesta, reunión, contacto social; preferís aislarte, quedarte sola, quedarte solo, porque exponerte te trae mayor agotamiento. Fumás más, o tomás más café, o te dedicás al alcohol.
Leí la historia de una mujer cuyos sus hijos llegaban a la casa en horarios diferentes: uno llegaba a la una del mediodía, otro llegaba a las dos y el otro llegaba a las tres de la tarde; y ella tenía que tener la comida preparada para el de la una, el de las dos y el de las tres; y lo que hacía era comer todas las sobras que dejaba el primer hijo, el segundo y el tercero. ¿Cuántas hicieron eso alguna vez? Y vos después te preguntás "¿por qué estoy gorda si no como nada?". Y esta mujer se dio cuenta que nunca se cocinaba para ella; le cocinaba a los hijos, comía lo que sobraba, pero nunca dedicaba tiempo exclusivo para cocinarse y hacerse una buena comida y alimentarse bien ella misma. Se había dado cuenta que había entrado en un estado de agotamiento.
¿A quién echarle la culpa? ¿A quién le echamos la culpa de que a veces queremos hacer todo? Hemos hecho todo y ya no damos más.
Les voy a contar una historia de la mitología clásica. Ulises era un guerrero y tenía todo su equipo de guerreros que iban a todos lados juntos; un día para descansar se metieron en una cueva. Pasaron dos minutos y entró un cíclope, que tenía un solo ojo en el medio de la frente, cuando el cíclope entro a su cueva -que era el lugar donde vivía- cerró con una piedra gigante la entrada de la cueva y Ulises con sus guerreros quedaron adentro de la cueva... Pensaron "¿cómo hacemos para salir?" Cuando el gigante escucha que había alguien adentro, empieza a matar a algunos guerreros y dice "nadie va a salir de esta cueva con vida" y ellos sabían que tenían que mantener al gigante vivo, porque si el gigante no abría la cueva y no sacaba esa piedra, ellos no iban a poder. Decían "¿cómo vencerlo sin matarlo, para que salga de la cueva y que nosotros podamos huir?". Entonces se le ocurrió algo: buscó una madera, le afiló la punta, le puso fuego y entre todos los guerreros se la tiraron en el medio del ojo, y entonces sin poder ver el cíclope empezó a gritar "¡denme el nombre de quién me hizo esto!" y Ulises le dijo "cuando te pregunten vas a decir mi nombre, y mi nombre es nadie". Entonces el gigante corrió la piedra, salió afuera gritando como un loco. Vinieron los otros gigantes y le dijeron "¿quién te hizo eso?" y el cíclope le decía "nadie me hizo esto", porque era el nombre que le había dado Ulises, y como los otros gigantes dijeron "éste está loco" ni siquiera lo ayudaron y lo dejaron con su locura, "¿quién te hizo eso? Nadie".
¿Por qué estás en el estado que estás? ¿Quién te lo hizo? ¡Nadie! A veces no encontramos responsables del estado en el que estamos porque lo que nos está matando son los pensamientos que luchan dentro de nuestra mente. Acá está tu gran problema: en tu mente. Tenemos que aprender a funcionar en los ciclos de presión; cada tanto los seres humanos entramos en tiempos de presión. La presión no la queremos pero va a estar ahí; vos ayer te volviste loca porque tenías que volver a arreglar todos tus horarios para llevar a los chicos a la escuela; el año que viene también va a haber escuela, sino es la primaria será la secundaria o la universidad; o sea que la presión siempre va a estar. Problemas económicos tal vez tengas, y aunque estés muy bien económicamente tal vez quieras crecer más, y el querer más también te va a llevar a sentir presión. La presión siempre va a estar, por eso tenemos que aprender a manejarnos en los ciclos de presión, para no salir lastimados y no salir heridos y descontrolados.
¿Qué es lo que no hay que hacer cuando estás en momentos de presión?

1) No debo hacer el dedo bíblico
Es cuando estás presionada, no tenés una respuesta, no sabés a donde ir y decís "yo voy a abrir la Biblia y a ver qué me dice el Señor...". No hagas dedo bíblico, no sirve. En los momentos de presión vos tenés que ser sabia. ¿Qué significa ser sabia?, seguir con tu rutina espiritual; tenés que tener una rutina espiritual, y ahí la palabra rutina no está mal; es bueno tener una rutina espiritual para que cuando llegue el momento de presión todo tu ser esté lleno de la Palabra de Dios, de la victoria de Dios, del aliento de Dios para salir adelante y saber que esto pasará, y pasaremos al próximo nivel.
Hay gente que en los momentos de presión se pone híper espiritual, exageradamente espiritual, a orar como nunca oró antes, a pedir oración como nunca antes, porque no tiene una rutina espiritual de vida, porque nunca te juntás con el Señor, porque no hablas con Él, porque no leés su Palabra. Si vos tuvieras una rutina espiritual te darías cuenta que en el momento de la presión vas a tener respuestas espirituales para tu problema, que te van a alentar y te van a sacar mucho más rápido de ese momento de presión. El problema es cuando nos encontramos vacíos; y dice la Palabra que el Espíritu Santo es el que nos hace recordar. Ahora, si dentro tuyo no hay nada espiritual... ¿qué es lo que te va a hacer recordar el Espíritu Santo? Nada, porque en realidad te hace recordar lo que ya sabés de la Palabra de Dios; y si no hay Palabra de Dios dentro tuyo, si no hay fe dentro tuyo, no te puede hacer recordar nada. Por eso vos agarrás el dedo y tratás de buscar un pasaje bíblico, y no te habla nada y decís "Dios te olvidaste de mí; ni siquiera me hablás", es que Dios quiere hablarte todos los días de tu vida.
Tenés que tener una rutina espiritual, no depender del 'dedo bíblico'.
2) No debo moverme por lo que siento
¿Qué es moverme por lo que siento? Es movernos emocionalmente; las mujeres somos muy sensibles emocionalmente y nos dejamos llevar por nuestras emociones. Y eso muchas veces nos lleva a tomar en el momento de presión decisiones impulsivas: hacés un gasto impulsivo que no lo pensaste bien, fuiste y vendiste el auto, o te compraste un departamento sin saber si tenías el dinero para pagarlo, te casaste impulsivamente, ¿cuántas se casaron impulsivamente?, elegiste al primero que salió por esa puerta, lo enganchaste impulsivamente y después te agarrás la cabeza; o hiciste una compra impulsiva, tuviste una reacción impulsiva. Porque te dejaste llevar por las emociones y la victoria frente a la presión siempre va a estar dada en la medida que puedas controlar tu impulsividad. Hay cosas que en los momentos de presión querés hacer sin pensar, sin tomarte tiempo, sin darte el tiempo que necesitás para tomar esa decisión. Cuando te venga eso impulsivamente, frenate porque si vos podés trascender esa impulsividad vas a tomar una decisión con sabiduría. ¿Cuántas tomaron decisiones impulsivas alguna vez en su vida?
3) Escuchar a los demás sin dejarme llevar por lo que dicen
Muchas veces en momentos de presión alguien viene y te dice algo, y como vos no sabés para dónde disparar te dejás llevar por lo que el otro te dice. Y muchas veces nos dejamos llevar también por lo que creemos que el otro quiere. Hay un gran problema que tenemos las mujeres: nos gusta anticiparnos a los estados de ánimo de los demás; nos encanta leer a los demás. Nos encanta saber qué quiere, qué le pasa qué desea, y dárselo antes de que lo pida.... ¿a cuántas les pasa esto? Por ejemplo, leí de una mujer que cuando era chiquita sabía muy bien cómo tratar al papá de acuerdo a como venía del trabajo; si venía con la camisa desabrochada no se le podía hablar porque venía cansado, agotado y de mal humor; pero si venía con la camisa abrochada y la corbata puesta se le podía hablar porque venía tranquilo y contento. O sea que ella se adelantaba a cómo iba a estar el papá cuando llegara; y así era su actitud de vida. Y lo mismo hacía con la mamá, leía las emociones de la mamá; entonces sabía que cuando la mamá guardaba la ropa y golpeaba fuerte el cajón no se le podía hablar; pero cuando la mamá guardaba la ropa en el cajón y lo cerraba despacito ahí ella podía hablar. Y se acostumbró a leer las emociones de todo el mundo y a responder a las emociones de todo el mundo; por eso se adelantaba.
¿Cuántas veces te adelantaste a que alguien te dijera algo y dijiste "me parece que mi hijo está mal, me parece que mi marido hoy no vino bien"? ¿O cuántas veces le dijiste a tus hijos: "ojo porque hoy papá está en esos días..." y nos adelantamos?, en lugar de esperar que el otro nos comunique cómo está, qué es lo que le pasa o qué es lo que no le pasa. A veces vemos a nuestra pareja que parece que está serio y enojado, y es porque está concentrado en el partido de fútbol, nada más; pero ya pensamos "me es infiel, me está engañando, no me quiere más, me odia, le hice fea la comida", y esas tonterías que pensamos a veces las mujeres.
Hay mujeres que parece que tienen poderes de anticipación: "yo sé lo que le está pasando, yo sé lo que quiere, yo sé lo que está sintiendo", "comé, comé que yo sé qué necesitás". Poderes de anticipación: ¡fuera de mi vida! ¿Cuántas se identificaron en este punto? ¿Cuántas de chiquititas tenían que analizar bien cómo venía el papá o la mamá? Es muy común eso, las mujeres tenemos una capacidad especial para detectar emociones ajenas, nos damos cuenta enseguida y muchas veces metemos la pata porque queremos leerle la historia al otro y en realidad el otro no está sintiendo o pensando lo que nosotros creemos que está sintiendo o pensando.
Una mujer descontrolada parece una mujer que se hace cargo de todo por fuera, pero por dentro se está deshaciendo; es una mujer que parece que tiene el control de todo pero en realidad ese control es un descontrol por la angustia que siente internamente, porque sus emociones chocan todo el día. ¿Qué hacemos con una mujer que parece que por fuera todo bien pero por dentro se está muriendo? Jesús habló muy bien de esta gente, habló muy bien para describirlas y usó esta descripción: "son blancos por fuera pero muertos por dentro". ¿De quién hablaba Jesús? De los fariseos; decía "ellos por fuera son una cosa pero por dentro están muertos". Y a veces las mujeres tenemos esta actitud farisea, la actitud de mostrarle a todo el mundo que tenemos el control de todo, que afuera podemos con todo, que está todo bien, pero adentro estamos muertas. Es una actitud farisea, y fíjense qué interesante lo que dice Santiago, que los llamó a esta gente "gente de doble ánimo", que significa "doble alma". Es gente que tiene dos mentes, como si tuviera dentro dos mentes y cada una piensa algo diferente. Dice "yo tengo que hacer esto, pero pienso esto; yo quiero hacer lo otro, pero hago esto otro", eso es ser una persona de doble mente, de doble ánimo. Y dice la Palabra en el pasaje que leímos al principio que la persona de doble ánimo no va a recibir cosa alguna del Señor, ¿por qué Dios no se la quiere dar? La persona que tiene doble ánimo, dos mentes -que quiere una cosa pero en realidad quiere otra, que hoy quiere esto pero mañana lo otro, que ahora se ríe pero al segundo llora por el mismo tema- es una persona de doble ánimo; dice "no piense que va a recibir algo del Señor", no es porque el Señor no le quiera dar algo -porque Dios está desesperado por darnos toda la riqueza que Él tiene-, sino porque es una persona que duda. Si vos dudás no pienses que vas a recibir algo de Dios; no porque Dios es malo y Dios te lo va a quitar, sino porque estás dudando y tu propia mente no te permite recibir lo que Dios quiere darte. ¡Dejá de dudar!
Por eso fíjense qué interesante: cuando Jesús llegaba delante de un enfermo le decía "¿qué quieres que te haga?". Lo que le estaba diciendo Jesús era "sé claro, quiero que me seas clara", es lo que te dice el Señor. "Estás confundida, estás agotada, estás desorientada, pero no me sos clara... ¿qué es lo que querés?" Hoy Jesús te pregunta "¿qué es lo que querés?". Todavía no pudiste decidir qué es lo que querés que te pase, todavía estás viviendo de acuerdo a las exigencias de los demás, pero todavía tenés cuarenta, cincuenta, sesenta, setenta años y no definiste cómo querés vivir tu vida. Y Jesús dice "sé clara, no me des vueltas, hablame claro". ¿Qué pasa si no sé lo que quiero? Sé honesta y sé clara con el Señor, y decile "no sé lo que quiero, ando dando vueltas, hoy quiero esto, mañana lo otro, pasado lo otro; hoy esto ya no me gusta y lo otro no lo quiero"; sé clara con el Señor. Tengo que ser cabeza dura e insistente con lo que quiero que me pase de bueno en la vida. Yo tengo que ser una mujer de cosas claras, no de doble mente, no de doble ánimo, porque sino nunca voy a recibir nada. Tengo que aprender a ser como la viuda que insistía hasta que logró que el juez le hiciera justicia. Tengo que ser como Elías que mandó veinte mil veces al siervo para ver si veía una nubecita, y que le anunciara que dentro de poco tiempo iba a llover. Yo tengo que ser como Jacob, que le dijo al ángel "no me voy a mover de acá hasta que no me bendigas".
Tenés que ser una mujer cabeza dura en las cosas que querés.
El enemigo siempre va a querer atacar tu fe; al enemigo no le importa tanto atacar tus cosas, tu gente, le interesa atacar tu fe, porque si ataca tu fe y vos ayer creías y hoy no creés nada, no vas a recibir nada. Si atacó tu fe y la debilitó pudo hacer que digas con tu boca "esto no lo voy a tener nunca" o "me voy a morir de esta manera" o "esta enfermedad es grave, de esta no me sano", cuando atacó tu fe te robó la bendición, porque dudaste, no porque Dios no te la quiera dar sino porque dudaste. Y el que duda no puede recibir nunca nada, porque no se pone de acuerdo para recibir, no sabe qué quiere; "no sé si me quiero sanar, porque si me sano mi hijo no va a venir a visitar más, y también quiero estar sana porque sino estoy encerrada"; y Jesús viene y te dice "¿qué querés que te haga, que te sane o que te empeore la enfermedad para que tu hijo venga? sé clara".
¿Cuántas a veces no pueden ser claras con el Señor? Y no somos claras porque muchas veces somos de doble ánimo. El ser de doble ánimo es como vivir con una hermana gemela... ¿se imaginan tener al lado alguien igual a vos? Impresionante, vivir con una mentalidad de doble ánimo es como tener a tu hermana gemela al lado: vos querés una cosa, ella quiere otra; vos tenés una idea, ella tiene otra; vos tenés principios y ella tiene otros principios; y hay una lucha permanente y constante. Y en esa lucha no recibís nada porque en algún momento dudás de lo que vos querés, y no sabés si está bien lo que la otra te está diciendo o está bien lo que vos estás diciendo. Y esa es la lucha que a veces las mujeres tenemos con nuestra mente, como si tuviéramos otra hermana gemela dentro de nuestra cabeza. Por eso Pablo decía "en mi hombre interior me deleito en la ley de Dios, pero a veces hago lo que no quiero, y no entiendo por qué hago lo que no quiero"; él tenía como ese hermano gemelo. Pero hay una gran respuesta de parte del Señor: dice la palabra "si dos de ustedes en la tierra se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan les será concedida por mi Padre que está en el cielo". Si yo no me puedo poner de acuerdo con la persona que tengo al lado, y si yo no estoy de acuerdo conmigo mismo, ¿por qué no me da resultado?, ¿por qué todo el mundo habla de la ley del acuerdo pero a mí la ley del acuerdo no me funciona? Porque no es solamente ponerse de acuerdo con el de al lado; es ponerme de acuerdo conmigo misma, ser de una sola mente, no tener la mente dividida. Y para ponerme de acuerdo tengo que saber qué es lo que quiero, qué quiero que me pase en la vida, qué es lo que quiero lograr. Tengo que tener mi fe intacta, que el enemigo no pueda tocar mi fe a pesar de la presión, de la angustia, de la crisis o del dolor. Tenés que ponerte de acuerdo. Tal vez al principio decidas mal, tal vez seas cabeza dura y digas "no me importa Señor, yo voy a seguir decretando esto hasta que lo vea", y van a venir los de afuera y te van a criticar, y van a venir de otro lado y te van a decir "estás loca", pero vos vas a ser cabeza dura porque sos de una sola mente, de una sola pieza y vas a decir "yo lo voy a seguir manteniendo hasta ver que Dios me lo entrega en mis manos, porque soy una mujer de fe".
Tenés que estar enfocada mujer, tenés que estar enfocada en que Dios te lo va a dar, porque Dios te lo ha prometido. Y si decidís mal, no te preocupes. Esto es como el tango. Supongamos que voy a la academia de tango y le digo "quiero aprender a bailar el tango, ¿me podrías enseñar?", me tengo que poner derecha, mantener el equilibrio, que me balancee sobre los pies. La base del tango es la caminata; caminamos y el otro va a saber dónde están mis pies. Él me va a dirigir; al principio estaba dura, yo no sabía para dónde ir, y así nos pasa con Dios, porque nosotros queremos que Dios nos guíe -porque es la promesa que Dios nos ha dado al principio-, tal vez no escuchemos muy bien la voz de Dios, no escuchemos la guía de Dios y estamos hundidas en un momento desesperado, no tenemos respuesta, no sabemos para dónde ir. Y el Señor nos está hablando, pero torpemente vamos diciendo "yo creo que Dios me va a conducir, yo tengo fe que Dios me va a guiar, pero todavía me cuesta un poco". Hacemos un poco más... "porque yo tengo fe que voy aprender", luego un paso algo más complejo. Y así el Señor sabe que ya sé: para atrás, para adelante, al costado... que le estoy obedeciendo de a poquito, que mantengo mi fe, que digo "Señor todavía las cosas no están saliendo como yo quiero, pero mantengo mi fe", "Señor no veo respuesta pero mantengo mi fe", "Señor no veo una señal todavía pero mantengo mi fe", "Señor las cosas en mi matrimonio no andan bien pero mantengo mi fe", "soy torpe todavía, a veces no sé cuándo hablar, a veces no sé cuándo callar, a veces no sé cuándo decirle a mi hijo algo, a veces hablo y me enojo, soy torpe todavía, pero Señor enseñame un poco más", y el Señor te guía un poco más. Y Dios te dice "ahora vamos a movernos de otra manera, y tal vez venga mucha más presión, pero vos estás agarrada de mí y yo te voy a conducir y te voy a guiar", y hay un momento en que vas a aprender a bailar como bailan las grandes parejas de tango.
Dios te quiere guiar; dejate guiar por el Señor
hasta que seas una experta en 'baile' para el Señor.
A ese nivel de la relación con Dios tenemos que llegar todos; Él me dice "para allá" y yo le sigo; Él me dice "para acá" y también voy; Él me dice que "dé vuelta" y lo hago; Él me dice que estire la pierna y lo hago; porque he aprendido a obedecer la guía de Dios. Si vos querés vencer el desorden, si querés vencer la angustia, el dolor, el descontrol, tenés que ser una mujer y un varón de fe que diga "no importa lo que esté viviendo, yo sé lo que Dios me ha prometido, yo estoy mirando a los ojos del Señor, Él me ha tomado, Él me hace bailar con Él y me lleva a la victoria en todo lo que haga". Eso es pelear la batalla de la fe; y los que peleamos la batalla de la fe siempre tenemos la victoria.
No hay nada más lindo que bailar guiado por el Señor. Dios lo hace atractivo siempre. Dios va a hacer camino donde no lo hay; Dios va a hacer un camino en tu vida donde no lo hay. Y lo único que vos tenés que hacer es mantener la fe en esto: "a mí Dios me va a dar la victoria, me va a dar la salida, me va a hacer salir de esta situación en ventaja, a mí Dios me dará lo que necesito"; porque lo que vale es tu fe, no tus circunstancias, sino que mantengas en alto tu fe, que no seas una persona de doble ánimo que hoy cree y mañana no cree, hoy se ríe y mañana llora. Que seas una mujer y un varón que sepa mirar a los ojos del Señor, y si no hay una respuesta clara en el momento de presión, estás agotada, estás cansada, vos sí sé clara con el Señor; decile: "no sé para donde ir Señor".
Que vos no tengas una respuesta para tu problema no quiere decir que Dios no la tenga; vos no la tendrás pero Dios ya se encargó de solucionar ese problema.
Tenés que ser una persona de fe; lo que Dios te prometió ya está viniendo para tu vida. Hoy el Señor te está pidiendo que seas clara con Él: "¿qué querés pedir, qué querés hijita mía, hijito mío?". Sé clara en qué querés que te pase a partir de ahora en la vida; por qué tanta confusión, por qué tanta presión interna y externa. Sé clara, ¿qué querés? El Señor te pide que le digas hoy qué es lo que querés, y si no sabés decile "no sé, realmente no sé", pero sé le claro con el Señor, séle clara. Contale claramente; no le digas "y... sí, quiero prosperidad, pero tengo miedo, no sé si la quiero..." Decile por ejemplo "Señor yo quiero ser próspera, quiero que me prosperes". "Ay Señor, yo quisiera que mi marido se arregle conmigo, pero a la vez tengo miedo...", ¡así no! "Señor, yo quiero que nos arreglemos y que todo esté bien". Séle clara al Señor; pedile las cosas por completo al Señor. No le pidas por la mitad, no le pidas mediocremente. Él es el Dios de la gloria; él tiene riquezas para soltarte. Pero el que duda nunca va a recibir nada, por su duda. Séle claro al Señor; decile lo que querés, y cuando se lo digas prométele que lo vas a sostener en fe, pase lo que pase, porque vas a salir en victoria. Aferrate al Señor, él te va a guiar.
Lo único que puede detener tu victoria son los pensamientos de duda
Vos ponés en orden los pensamientos desordenados y decís "no me importa lo que pase, no me importa lo que me digan, yo creo que Dios va a hacer esto en mi vida, en la vida de mis hijos, de mi familia, de mi ciudad, de mi país; yo sé que Dios lo va a hacer, lo mantengo, y lo que mantengo en fe lo recibo sí o sí".
Tenemos que tener claridad de lo que queremos en la vida, no perder más tiempo, no estar más confundido. Es preferible una mujer equivocada pero decidida, que una perfecta que no toma decisiones. Es preferible que te equivoques pero que hayas tomado una decisión, a estar sin decidirte durante toda tu vida y creer que sos perfecta por eso.
Vos hoy le pediste algo al Señor y el Señor lo único que espera de vos es que lo mantengas firme para que el enemigo no pueda atacar tu fe, que no pueda robarte lo que Él ya soltó para vos. "¿Y si pedí mal?", no te preocupes; esto es como el tango: Él te va a guiar. Al principio serás torpe, al principio no sabrás qué paso dar, no vas a escuchar tal vez claramente la voz de Dios, pero seguís firme. Que tu fe siga firme, porque un día vas a aprender a bailar el tango con Él, Él te va a guiar, vos vas a ir donde Él te diga y va a ser una plena comunión y felicidad junto con Él. Y Dios va a honrar tu fe, porque Dios honra la fe y va a depositar en tu mano lo que le pediste, lo vas a ver dentro de poco porque Dios está honrando la fe que hoy estás soltando.

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Fuente: Ministerio Presencia de Dios, Argentina

viernes, 23 de abril de 2010

Comunicación - Parte II

“Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo”.1 Pedro 3:7
¡¡No te hablaré más!! Dice la mujer. Y el marido contesta: - ¡¡¡Yo tampoco lo haré!!! –¿Lo escuchó alguna vez? Las discusiones matan la comunicación. Trae distanciamiento y retrasos en las metas. Y también trae frustración y enojo. Todo esto_debilita_el_núcleo_familiar. Un habiente tenso provoca en los que allí están malestar espiritual y emocional.Cuando el matrimonio discute y se pelea y ya no hay comunicación, todas sus oraciones son retenidas, no llegan al trono de Dios. Fíjese que aquí el diablo no tiene nada que ver con que sus oraciones sean estorbadas, es su responsabilidad, su decisión si esto sigue en esa condición. Haga lo que tiene que hacer y listo, sus oraciones_podrán_seguir_camino.Mientras no se perdonen seguirán distraídos y perdiendo el tiempo. Esto si que le gusta al diablo. Distracción y retrazo. Mientras usted no apunte a la raíz de su problema todo seguirá siempre igual. Quizás usted me pregunte ¿Cuál es mi problema? La falta de dominio propio. Cuando uno pelea, no piensa en las consecuencias porque no se detiene a pensar. El que piensa, se domina porque sabe lo que conviene.Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte;Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad.Proverbios 16:32Se da cuenta que si usted decide poner en práctica el dominio propio en su vida, la comunicación en la pareja fluirá sanamente y no tendrán retrasos en lo que emprendan porque sus oraciones no serán estorbadas.Hoy usted puede cambiar el clima familiar con el sólo hecho de pensar antes de hablar. Está un usted.
Oración: Padre refrenaré mi lengua y usaré mi cerebro primero porque no quiero retrazar tu propósito sobre mi familia. Gracias por tu Palabra. En el nombre de Jesús. Amén.

jueves, 22 de abril de 2010

Comunicación - Parte I

“Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo;…” Génesis 2:18
La buena integración entre los que componen el núcleo familiar es vital. Por tal motivo no es bueno aislarse de los demás. El hombre fue diseñado para vivir en sociedad. Y para que esto sea así, debe existir comunicación entre los que la componen.
Para que tenga una idea de lo que estoy diciendo se lo voy a explicar así: la comunicación es como la sangre en su cuerpo, ella lleva a cada miembro lo que necesita para estar bien y en armonía con el resto. Supongamos que hacemos un torniquete en una pierna e impedimos que la sangre siga fluyendo en ese miembro en particular ¿qué sucedería? La pierna, pasado determinado tiempo, se atrofiaría y habría que amputarla. El resto del cuerpo tendría vida, pero no se desenvolvería armoniosamente. La comunicación es vida. Por eso cuando uno no se comunica y se aísla, cada vez empieza a gozar menos de la vida, ya que se atrofia y no puede captar bien ni disfrutar de los demás.
Es un engaño creer que aislarse o tener menos contactos con los demás, nos dará más paz.
Usted necesita del otro y los otros de usted. Aislarse provocará que cada vez se vaya encerrando en un mundo más pequeño y sufra más por cosas insignificantes.
Esto es igual con Dios, si se aísla de Él, su mundo de posibilidades cada vez será más pequeño y su espíritu se irá atrofiando hasta el punto de no escuchar más su voz y es allí donde empezará a morir espiritualmente.
Intégrese junto a sus seres queridos y comuníquese con ellos. Todos necesitamos comunicarnos para expresar nuestros sentimientos y dígales que los ama. Ore al Padre y dígale lo mismo. Todos necesitan escucharlo. Se lo agradecerán.
Oración: Padre, entiendo que no podemos evitar comunicarnos. Todo nuestro ser es expresivo y necesito hacerlo. No me aislaré del resto de mi familia. Gracias, en el nombre de Jesús. Amén.
Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina.

miércoles, 21 de abril de 2010

Las próximas 5 estaciones

Por.Rev. Bernardo Stamateas
Hechos 12:6-10
Si tomamos el subte siempre vamos a pasar por distintas estaciones. Veamos las cinco estaciones por las que todos vamos a pasar, y qué ocurre en cada una de ellas.
Primera estación: la muerte
Todos nos vamos a morir, esa es la primera estación que vamos a pasar. No importa lo que hagamos, ni la fe que declaremos, ni el lifting que tengamos, ni cuánto nos cuidemos con las comidas. En veinte, treinta, sesenta años vamos a llegar a esa estación. La esposa de Oliver Winchester, el del rifle, en 1918 quedó viuda y con tanto trauma que fue a consultar a una bruja porque quería saber cuándo se iba a morir. La bruja le dijo que no se iba a morir si ella edificaba una casa. La mujer a los ochenta y cinco años se murió y dejó una casa que tenía ciento cincuenta habitaciones, trece baños, dos mil puertas, cuarenta y siete chimeneas, diez mil ventanas y suficiente material para otros ochenta años más. Eso hoy es una atracción turística. Ella pensaba que mientras edificase la casa, no iba a pasar a la próxima estación.
Pero todos nos vamos a morir. La Biblia nos enseña que cuando una persona muere hay ángeles, por lo menos dos, que nos escoltan a la presencia de Dios. Cuenta Jesús que una vez un mendigo se murió y los ángeles lo escoltaron a la presencia de Dios. Me contó un hombre de una familia cristiana, que en una oportunidad estaban en la ruta toda la familia y en un momento le dice una de las hijas: "¿Papá, por qué hay tantos ángeles en la ruta? Veo un montón de ángeles en la ruta". Diez minutos después tuvieron un accidente y la hermanita de esa nena falleció. Sabemos por la Biblia que hay ángeles en la estación de la muerte que nos van a escoltar a la presencia de Dios. Parecería ser que a algunas personas, Dios les revela el día de su partida.
Cuando el apóstol Pablo estaba preso y escribió Filipenses, él declaró: "Si yo me muero me voy con Cristo, y si me quedo acá sigo adelante, yo sé que me voy a quedar un tiempo más acá". Era como si Pablo tuviera la convicción de que todavía tenía años por delante. Pero cuando escribe Segunda de Timoteo, estaba en otra cárcel en Roma. Pablo le escribe a su discípulo y le dice: "Yo sé que mi partida ya está, peleé la buena batalla, acabé la carrera, me voy con el Señor". Como si el apóstol ya supiese el momento de su partida.
Parecería que Dios a algunas personas les revela ese momento. También que algunas personas cuando quedan en coma o en paro cerebral, se encuentran con el Señor, y a algunos de ellos se les pregunta si quieren volver a la tierra o no.
Aquí venía una familia, que la chica estaba en coma, y la mamá en la cama oraba: "Señor, sanála, hacé un milagro, traéla de vuelta acá". Y de pronto la hija abrió los ojos y le dijo: "Mamá, dejáme partir en paz, porque en donde estoy es maravilloso." La mamá se quedó helada, dejó de orar, la hija cerró los ojos y partió con el Señor.
Le pregunté a una persona por su experiencia en un accidente y me contó que estaba con alguien de la mano, había una luz muy grande, y él se quería quedar ahí, pero el que lo tenía de la mano, no sabe quién era, que es la mano accidentada, le dijo: "No, vos tenés que volver". Él se quería quedar ahí, porque le encantaba ese lugar, y el ángel que estaba con él lo trajo de vuelta.
Parecería que a algunas personas Dios les pregunta si quieren volver o no. En la Biblia esto se describe como cambiar de casa, como levantar anclas, como un viaje.
Jamás tenemos que decir que Dios mandó la muerte, jamás digas que Dios se llevó a alguien. Dios no manda la muerte a nadie, la muerte es enemiga de Dios. Él no usa la muerte para nada, porque la muerte se opone al plan de vida eterna de Dios. En una oportunidad una chica de veintitrés años que falleció, en el velatorio los líderes religiosos dijeron: "era una flor tan linda que Dios la arrancó para llevársela a su jardín". ¡Imagínense la emoción de los padres!
La muerte es enemiga de Dios y siempre lo será.
Y un día tenemos la promesa en la Palabra que la muerte va a ser echada al infierno por siempre y para siempre. Tenemos la seguridad plena, la convicción profunda, la promesa inalterable, que todos los que recibimos a Jesús en nuestro corazón como nuestro Señor, al morir nos vamos con Él. Ésta es una de las más grandes promesas de la Biblia. Jesús dijo: "El que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá". Jesús es el único que dijo: "Yo soy el camino, la verdad y la vida".
Todos los que estamos acá, que hemos recibido a Jesús en el corazón como el rey de nuestra vida, tenemos la seguridad absoluta, rotunda de que cuando venga la muerte nos vamos con el Señor para siempre.
La muerte es un ángel y dice la Biblia que el ángel de la muerte tenía las llaves del infierno, tenía la autoridad para que cuando alguien moría tomara ese espíritu y lo llevara a la condenación eterna. Pero cuando Jesús vino, murió y resucitó, le sacó esa llave al ángel de la muerte. No es la muerte ahora la que decide adonde vamos, ahora somos nosotros. Si nosotros hemos recibido a Jesús en el corazón como Salvador y Señor, cuando la muerte venga por nosotros, no va a poder determinar que nos vamos a ir lejos de Dios, porque la sangre de Cristo va a hacer que nos volvamos a conectar con el gran Señor. ¡Gloria a Dios!
Jesús promete que cuando partamos de esta tierra estaremos con Él.
Segunda estación: irse con Jesús
¿Qué pasa con la gente que se ha muerto, dónde están ellos? No están ni en el limbo, ni en un lugar fumando o tomando un trago. No, la gente que ha muerto, está con el Señor. Todos los familiares y amigos que han partido antes que nosotros a la próxima estación, hoy están con el Señor. Pablo dijo que cuando muriera se iba con Cristo.
El cielo no está arriba, es un mundo paralelo a éste donde nosotros estamos viviendo. Y cuando nos vamos con el Señor, vamos a estar con Él en esa otra dimensión. Jesús prometió que Él se iba a esa otra dimensión llamada cielo a preparar un lugar para que un día nosotros, también estemos con él. Dicen que una vez iba un grupo por la selva, y una de las personas le preguntó al guía: "¿cuál es el camino para salir de acá?". El guía lo miró y le dijo: "el camino soy yo, síganme a mí". Jesús es el camino para llegar a Dios.
Todos los seres humanos tenemos eternidad en el corazón, por eso en todas las culturas de todos los tiempos, la gente adoró al sol, a la piedra, a la luz, a los dioses, a Alá, porque Dios puso eternidad dentro de nosotros. Nadie se quiere morir, porque no fuimos creados para la muerte, fuimos hechos para la vida eterna, y cuando una persona parte y está con el Señor, va a estar disfrutando con Él.
Yo soy de los que piensan que cuando una persona está a punto de morir, el Espíritu Santo le saca del corazón todas las palabras de fe que hay allí y las pone en su mente para que esa persona pueda tomar una decisión por Jesucristo. Por eso cuando sembramos una palabra de fe, estamos creyendo que Dios va a terminar la obra, para que seamos bendecidos.
Una vez, le preguntaron a Moody, el gran predicador: "se murió mi abuelo, y no sé si está con Dios o dónde está". Moody le dijo: "a nadie le corresponde saber dónde va o dónde no va". El predicador le explicó que en el cielo vamos a tener tres sorpresas: la primera es que los que pensamos que iban a estar, no van a estar; la segunda es que los que pensamos que no iban a estar, van a estar; y la tercera es que voy a estar yo.
¿Qué está haciendo la gente que ha partido, todos nuestros amigos y familiares? Los que han partido y están en la segunda estación, nos están mirando. Dicen las Escrituras que alrededor de nosotros hay una nube de testigos que nos están mirando. Según Apocalipsis 6 están observando todo lo que estamos haciendo. Yo sé que nuestros familiares, nuestros amigos, los líderes que partieron antes que nosotros, nos están viendo y se están gozando con nosotros en este momento, y cuando ven cómo estamos creciendo, lo que estamos logrando, están gritando.
Jesús dijo que cuando una persona conoce al Señor hay fiesta en los cielos, y esa gente que partió está orando por nosotros. Leemos en la Biblia: que Jesús está orando al Padre por nosotros y nos están alentando. Hay quienes nos están siguiendo de cerca y nos están alentando.
Nosotros no tenemos que orar a los que partieron, no debemos orarle a los muertos. Los muertos no pueden venir a este plano a visitarnos, porque ellos ya partieron a la otra estación. Nosotros no tenemos ni que darles ofrenda, ni invocarlos, al único que debemos invocar y orar y ser llenos de Él es al Espíritu Santo de Dios.
Dice Hebreos que hay una nube alrededor que nos está alentando. Cuando bajes los brazos, pensá en los miles que partieron antes que nosotros que están saltando con el Señor y te están diciendo: "Vamos, no te rindas porque al final del partido la victoria la ganamos nosotros con Jesucristo".
Tercera estación: la segunda venida
Jesús va a volver otra vez a tomarnos para estar con Él para siempre.
Jesús les prometió a los discípulos cuando había resucitado: "Me voy, pero les prometo algo, vuelvo otra vez por ustedes". Y según la Biblia la hora y el día nadie lo sabe, ni tampoco es importante saberlo, porque lo más importante es saber que cada vez falta menos, y que Él va a venir y nos vamos a encontrar.
¿Qué va a pasar en esa tercera estación'?
Cuando Jesús venga Él va a venir con todos los que se fueron antes, y los que estemos vivos, nos vamos a encontrar con Él.
Yo no soy de los que creen que va a ver un rapto y persecución, como inventaron algunos, yo sé que Jesús viene con todos los miles de millones que partieron antes que nosotros y que recibieron a Cristo.
Y cuenta la Biblia que en una abrir y cerrar de ojos, Dios nos va a reciclar el cuerpo, nos va a dar un cuerpo inmortal como el mismo que tuvo Jesús. Los espíritus que están con el Señor cuyos cuerpos están descompuestos, Dios los va a recrear y nos va a dar un cuerpo incorruptible.
Todo ojo se va a enterar que Jesús viene, y viene con todos los que partieron y los que estemos acá, nos vamos a encontrar y Dios va a cambiar nuestro cuerpo, vamos a seguir siendo humanos. Cuando Jesús resucitó, se les apareció a los discípulos. ¿Recuerdan que comió? Jesús dijo: "No voy a volver a beber del vino hasta que vuelva". Vamos a comer, a tener cuerpo, a estar vestidos. Los hombres seguiremos siendo varones, y las mujeres seguirán siendo mujeres. Vamos a ser una gran familia. Recordaremos todo lo vivido, no es que Dios nos va a hacer sufrir amnesia.
Cuando Jesús resucitó, se apareció a los discípulos y recordaba todo. Les dijo: "Tomás, meté la mano en mi herida". Vamos a poder ver las heridas del Señor que todavía mantiene.
¿Qué va a pasar cuando el Señor venga en cualquier momento? Vamos a recibir premios, Dios nos va a premiar por todo lo que hicimos con una buena motivación. Pero todo lo que hicimos por envidia, por bronca, por celos, por competencia, eso se va a quemar, no habrá premio.
Va a ser una noche de premio. ¡Será un momento fantástico!
Y todos los que decidieron rechazar a Jesús, van a estar en otro lugar lejos de Dios, porque ellos decidieron no vivir la vida de Jesucristo. Pero los que hemos decidido seguirle y honrarle, estaremos con Él, con un cuerpo renovado. Esto es lo que Jesús ha prometido, y luego pasaremos a la cuarta estación.
Cuarta estación: cielos nuevos y tierra nueva
Dice la Palabra que Dios va a crear, a recrear, esta tierra y los cielos. En Apocalipsis leemos que Dios va a hacer cielos nuevos y tierra nueva. No es que esta tierra vaya a explotar, no es que venga el fin del mundo y volemos en pedazos. La tierra va a ser nueva, limpiada. Dios va a sacar la muerte, la enfermedad y va a conectar los cielos con la tierra como fue el plan original.
¿Por qué Dios creó la tierra y nos puso a nosotros en un cuerpo humano?
Para que gobernemos la tierra. Para que así como Dios gobernaba en el cielo, nosotros pudiésemos ser un reflejo de eso mismo en la tierra. Pero cuando el hombre decidió alejarse de Dios, Su gobierno quedó lejos. Por eso cuando Jesús oró, dijo: "Padre nuestro venga tu reino y que se haga tu voluntad como en el cielo en la tierra". Esa promesa se va a cumplir, y va a haber cielos nuevos y tierra nueva. Las culturas serán resucitadas, vamos a vivir en casas, a trabajar, a seguir estudiando. Dicen las escrituras que vamos a ser bellos, no va a haber enfermedad, ni policía, ni bomberos, ni psicólogos, ni ladrones, ni alarmas de seguridad.
¡No va a existir la muerte!
Esa es nuestra esperanza, lo que Dios le respondió al apóstol Juan en la isla de Patmos. Cuando Juan estaba viejito, Dios le descorrió el velo y le mostró como sería el fin de los tiempos. Al final, querida iglesia, terminaremos por goleada. Dios va a cumplir su plan. Cuando Jesús murió en la cruz, murió para salvarnos a nosotros y para redimir la tierra. Nos cuenta la Biblia que cuando se consuma la última etapa, todos los cielos y la tierra adorarán y a Su nombre cantarán y la tierra será llena de la gloria del Señor como las aguas cubren la mar. En la tierra nueva y en los cielos nuevos va a haber animales, el león va a jugar con el cordero. Isaías relata que también habrá niños. Yo soy de los que piensan que vamos a ver crecer en la misma edad que partieron a la gente. Hay padres que van a ver a sus hijos que partieron antes, los van a ver crecer. Que Jesús haya muerto y resucitado, y que esté vivo, es la garantía de que estaremos por siempre y para siempre con Él. Los que partieron no están en el cielo terminado.
Allí es donde vamos a gobernar con el Señor. Él dice en Su Palabra: "Buen siervo y fiel, sobre poco fuiste fiel, te doy cinco ciudades". Va a haber políticos pero sin pecado, sin mentira. El pecado, la muerte y Satanás serán echados al infierno. El infierno no fue hecho para la gente sino para Satanás, la muerte y el pecado. Pablo dijo: "Si Jesús no resucitó, somos tontos porque estamos creyendo una fábula, estamos creyéndole a un loco; pero si Jesús resucitó y todo lo que dijo es verdad, somos la gente más maravillosa que existe sobre la tierra.
Quinta estación: donde estamos ahora
Estamos vivos, por eso nosotros no nos preparamos para la otra estación, Estamos disfrutando esta estación que hoy nos toca vivir. En el pasaje bíblico a Pedro, Herodes lo llevó a la cárcel y lo esposó para matarlo. Esa misma noche en que Herodes iba a matarlo, vino una luz a la cárcel. No importa la condena de muerte que hay sobre tu vida, hoy el Señor va a encender una luz. No importa cuál es la cárcel de tu estación presente, el Señor no te va a dejar morir hoy, Él va a venir por vos. Dice que cuando vino una luz en la cárcel, las cadenas que tenía Pedro se cayeron.
Profetizo en esta estación que nos toca vivir, que las cadenas de la pobreza, de la enfermedad, de la depresión, del suicidio, todas esas cadenas van a caer. Pedro fue encadenado pero no fue para siempre. Es verdad que pasamos momentos difíciles, pero no son para siempre. El Señor ha prometido venir a liberarnos, porque todavía nos falta mucho por hacer, por eso todavía no nos fuimos. Tenemos que estar acá, porque aun tenemos sueños, hay planes, proyectos. Hay personas que necesitan que salgas de tu cárcel porque esperan que vos los bendigas. Por eso el Señor no te dejará en la cárcel.
Vino el ángel, se le cayeron las cadenas y Pedro salió, no entendía bien si estaba soñando o si era una visión. Aunque no entendamos nada, el Señor nos va a guiar igual. El ángel de Jehová va a acampar alrededor de los que le tememos. La cárcel no es tu destino final, la cárcel mental, familiar, del dolor. Dios hará algo sobrenatural para sacarnos de ahí.
Lo importante no es cuándo nos vamos a morir, sino cómo vamos a vivir la próxima etapa. Por eso todo lo que es muerte cancelálo en tu vida, fotos de muertos, sacá todo porque estamos vivos y si estamos en esta estación no es para que hablemos cómo nos vamos a morir. Cuando llegue, llegará, pero mientras tanto vamos a disfrutar, a capturar. Hacé del Señor tu prioridad, dejémonos de preocupar por tonterías, porque el subte ya ha arrancado, hoy estamos en esta estación, mañana estaremos en la próxima.
El ángel lo despertó y Pedro no entendía, y entonces le dijo: "Vístete, las sandalias, la capa". El Señor declara: "Todo lo que la cárcel te ha quitado, la cárcel te lo va a devolver". Porque cuando Dios te libera de las crisis, no te saca desnudo, te saca prosperado, vestido, con sueños grandes. Vas a salir de las crisis donde estás, pero no vas a salir corriendo, ni desnudo, sino vestido.
Cuando Pedro salió fue a buscar a sus amigos, porque cuando Dios nos libera, nos libera sin traumas, sin dolor. Dios va a sanar los recuerdos de abuso, de abandono, la sentencia de muerte, todos los diagnósticos terminales. Todo será cancelado, porque todavía hay cosas por hacer en esta estación. Aun hay sueños que no hemos alcanzado, hay gente a quienes no les hemos predicado, hay cosas que no hemos edificado, hay canciones con las que no hemos alabado. ¡Todavía hay fuego que no hemos gastado!
Y cuando salió Pedro salió vestido, pasó la primera y segunda guardia y nadie lo vio. En la crisis que hoy estás pasando, tus enemigos te van a ver pasar pero no te van a poder tocar. Todos los que pusieron cadenas, quedarán encadenados, porque alguien más grande del que te maldijo es el que te viene a rescatar. Porque aun hay hijos por criar, fuerzas por gastar. Todavía tenemos que alabar al Señor.
Herodes se murió y se lo comieron los gusanos, pero Pedro salió. Saldremos en victoria, porque lo que sembramos, cosecharemos, daremos fruto al treinta, al sesenta y al ciento por uno. Y todo lo que hagamos nos saldrá bien. La puerta de la cárcel ya está abierta. La cárcel representa la crisis, la dificultad, la pobreza, el conflicto, el lugar estrecho. La victoria es nuestra, no hay cárcel que te pueda retener porque Dios ya la abrió. La ciudad ya está abierta, la gente necesita conocer a Jesús, escuchar una palabra de fe. Ya están listos.
Cuando Pedro salió fue a la casa de Marcos, y la puerta de madera allí representa la mente, que la tenés que abrir vos, y decidir: "Señor yo quiero conocerte, quiero disfrutar esta estación que me toca vivir hoy. Y cuando pase a la otra, la gente pueda seguir las huellas que haya dejado, pueda aprender de la revelación, pero mientras tanto hoy estoy acá".
Hay un momento en donde Dios te va a tomar de la mano, y hay un momento donde te va a dejar seguir solo. El pueblo de Dios no va a quedar en la cárcel. Volveremos a estar vestidos, pasaremos por delante de nuestros enemigos y disfrutaremos porque todavía hay mucho por hacer.
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martes, 20 de abril de 2010

Influencia de bendición

“Trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también.” 2 Timoteo 1:5
La bendición más grande que les puede dejar a sus hijos es instruirlos en una vida de fe. Ser madre puede ser desgastante: gritos, peleas de los niños, la casa, los deberes escolares, el trabajo. Cuando son más grandes, los amigos, el novio o novia. La vida está llena de distintas facetas y si bien algunas madres comparten esta tarea con el padre, otras no tienen esa posibilidad por distintos motivos. Sea cual fuere su situación, usted no está sola, Dios está con usted y Él ha colocado en usted autoridad espiritual sobre la vida de sus hijos. Usted puede orar por ellos, usted puede bendecirlos, usted tiene la capacidad y la responsabilidad de instruirlos en el camino de la fe. No menosprecie su tarea y no la deje de lado en medio del trajín diario. Invierta tiempo en ellos.
Viva usted una vida de fe y sus hijos la verán y aprenderán. No se deje desbordar por las situaciones, busque de Dios y Él renovará sus fuerzas y le dará sabiduría.
Sus hijos serán grandes en Dios.
Use el poder de la oración y el ejemplo. Si sus hijos son pequeños, influéncielos con la Palabra de Dios todo el tiempo. Si sus hijos se han ido o están en caminos incorrectos, ore por ellos, usted todavía es su madre. Dios escuchará su oración. No baje los brazos. Ore para que Dios abra los ojos de su entendimiento y ellos puedan ver toda la bendición que Dios les tiene preparada.
Persevere, no se canse ni desanime; sus ojos verán a sus hijos sirviendo al Señor y su corazón se regocijará.
¡Su descendencia será poderosa en la tierra!
Oración: Padre, gracias por mis hijos, son tu bendición para mí. Te pido que los guardes y los guíes en cada paso que ellos deben dar. Ayúdame a ser una influencia de fe para sus vidas y un canal de tu bendición. Gracias, en el nombre de Jesús. Amén.
Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina.

lunes, 19 de abril de 2010

El mandamiento más grande

Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. 30Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. 31Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos. Marcos 12:29-31
Amar no es sólo sentir mariposas en el estómago y estar obnubilado por la otra persona. Amar es mucho más que eso. Es una decisión que tomamos una vez y la sostenemos cada día.
El día en que conoció a su esposo/a parecía que todo era un jardín de flores. Ni un sí ni un no, juntos para todos lados y después de cincuenta años de casados, la princesa ya es la vieja y el príncipe, el viejo. Muchos dicen se apagó el amor, ahora sólo queda la costumbre. Si se apagó el amor, ¡enciéndalo! Amar no es un sentimiento. Es un mandamiento. ¿Y cómo se obedece ese mandamiento? Primeramente amando a Dios sobre todas las cosas y luego a su cónyuge como a usted mismo.
No importa cuántos años hayan pasado, avive el amor. Piense en cómo agradar al otro, tal vez con el desayuno que más le gusta, dejándole a la noche un chocolate en la almohada, diciéndole palabras bonitas durante el día. Una llamada telefónica, un mail, lo que se le ocurra puede hacerlo.
Cuidar, respetar, honrar, dar, eso es amor. (Lea 1 Corintios 13)
Usted siempre decide accionarlo o no.
Si lo hace, si camina en amor, estará en la perfecta voluntad de Dios y su hogar recibirá una lluvia de bendiciones.
Actúe en amor con su pareja, con sus hijos y extienda el amor hacia los demás también. Eso es voluntad de Dios.
Oración: Padre, Tú has derramado tu amor en mi corazón. A partir de hoy decido amar a mi esposo/a sin condiciones. Activaré ese amor que has colocado en mí. Gracias, en el nombre de Jesús. Amén.
Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina

domingo, 18 de abril de 2010

Jóvenes sabios

“Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará Dios.
Quita, pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu carne el mal; porque la adolescencia y la juventud son vanidad.
Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, ylleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento”
Eclesiastés 11:9-10,12:1
Es de sabios elegir los caminos de Dios desde la juventud. Hay gran ganancia en hacerlo. Dios no es sólo para los viejos como muchos dicen. Dios llama a todos y tiene un propósito con cada uno. Si lo escuchas cuando eres joven podrás llevar una vida entera bendecida y librarte de muchos males.
Hay jóvenes que piensan que sus acciones no tienen consecuencias o que nunca les llegarán. Esto no es así, hay una ley espiritual que es la de la siembra y la cosecha que dice que todo lo que el hombre siembra eso cosechará. Es una ley, es inalterable. Si la semilla es mala, la cosecha será mala. Si tus acciones no están alineadas con la Palabra de Dios, no podrás recibir las bendiciones de ella.
Por eso es de sabios conducir tu vida desde temprana edad en los principios de Dios. Él te exaltará, te pondrá por cabeza y no por cola, estarás arriba y no abajo y todo lo que toquen tus manos prosperará. La bendición de Dios te llevará de gloria en gloria, de victoria en victoria. ¡Es emocionante!. Piensa en grande, porque Dios piensa en grande de Ti y no negocies por nada tu integridad. El diablo jamás podrá darte todo lo que Dios te puede dar.
Oración: Padre, consagro mi vida a Ti, andaré en tus principios y recibo de Ti la fuerza para vencer toda tentación. Tú tienes algo muy especial para mi vida, no lo perderé por nada de este mundo. Gracias por cuidarme. En el nombre de Jesús. Amén

sábado, 17 de abril de 2010

Lenguas Filosas

El poder más grande que tenemos los seres humanos está en nuestro hablar, en nuestra boca. La Biblia dice que el poder de la vida y de la muerte está en la boca. Las palabras pueden levantar, matar, construir o destruir.
Hay personas llamadas "pasivo-agresivas", son aquellos que han guardado broncas, las han reprimido y las sacan de a poco con una lengua filosa. Son personas que no han podido expresar por miedo sus broncas, sus conflictos, sus problemas, sus diferencias con otra gente, entonces te pasan la factura por debajo. Son personas que te clavan un puñal, que les decís: "dale, vestíte que tenemos que ir a la reunión", y se visten bien lento para que llegues tarde; o que les decís: "hacé esto", "si, lo voy a hacer" contestan, y después hacen lo que quieren ellos.
Estas personas han reprimido broncas, tienen furia guardada y te van a acribillar con lenguas filosas. Ellos nunca pueden lograr nada porque el poder de la vida está en las palabras. Si mis palabras las calibro, las conecto con mis broncas, mis palabras no van a construir; pero si mis palabras las conecto con las palabras de Dios, se van a cancelar las deudas, mis hijos van a ser liberados y mi familia va a ser bendecida.
Distintos tipos de lengua filosa
1. El sádico-sarcástico:
Son esas personas que con humor y con sonrisitas sarcásticas te tiran una bomba: "demos libertad a todo como les gusta decir acá", "mirá la grasa que tiene esa mujer en las caderas, ¿no se da cuenta de que está gorda?". El sádico-sarcástico te tira una bomba tranquilo con una sonrisa, porque son personas que te tienen que humillar, aniquilar con las palabras. Son aquellos que de la nada te tiran una granada y se van.
2. El bala directo:
Son las personas que te apuntan y te tiran la bala en el medio de los ojos. Dicen: "¿qué te pasó?, estás destruida, ¡como engordaste!". Son quienes apenas te ven te preguntan: "¿vos estás descompuesto?". O te dicen: "¿vos sos abogado y no sabés lo que te estoy diciendo?". El marido de la mujer del relato se murió y le dejó una deuda muy grande que no había manera de pagar, entonces le iban a llevar a los dos hijos de esclavos. Cuando viene el profeta Eliseo, la viuda le dice: "tu siervo, mi marido que amaba al Señor, me dejó esta deuda". Traducido es: "esa basura me dejó una deuda que yo ahora no puedo pagar". Son personas que te tiran la bala directo porque te quieren hacer sentir mal, culpable. ¿Cuántos nos hemos encontrado con personas así?
3. El taladro quejoso, la ametralladora:
Son las personas que te tiran una palabra negativa detrás de otra. Les decís: "conseguí trabajo". "Sí", te responden, "pero lo vas a perder con la crisis mundial". "Tengo marido", "seguro que es un misógeno". "Me puse de novio", "te va a ser infiel, seguro". "Vino gente a la iglesia", "sí, pero cualquiera se convierte ahora". "Se bautizaron", "sí, pero el agua estaba fria". "Consegui un buen médico", "sí, pero seguro te va a hacer mala praxis".
Son personas que tiran una detrás de otra. Gente quejosa, que no hay nada que les venga bien. ¿Qué le ocurre a esa gente?. Tienen broncas reprimidas, por eso no logran nada.
Cuando esta mujer le dijo al profeta "tu siervo", Eliseo le respondió: "¿qué tengo yo que ver, mujer?" Porque el profeta se había dado cuenta de que esa mujer nunca iba a salir de la deuda hasta que no calibrara sus palabras. Entonces la vida y la muerte dependen de cómo hablamos.
4. El monótono dulce asesino:
Es el que te descuartiza despacito. "Mirá, quiero decirte algo que me molestó mucho". Te va descuartizando, te habla lento. Vos le pedís: "dale, rápido que a las ocho empieza la fiesta". Y te dice: "me estoy vistiendo". Y lo hace despacio para que llegues tarde. Una vez estuve en un casamiento donde los padres del novio llegaron cuando ya había terminado el casamiento civil. Cuando salían, los padres venían, y el novio les dijo: "papá, mamá, ¿qué pasó que no llegaron?". "Tu padre tardó tres horas para afeitarse", "y bueno", le respondió el padre. Te hablan despacio para que vos estés atento y lo hacen en voz baja .
También encontramos a:
El entrometido: la integrante del coro que dice: "acá ponen a cualquiera en el coro, ¿no?". Vive chusmeando y metiéndose en la vida de todo el mundo. Vos tenés que cuidarte de la gente que se mete siempre para ayudar. Cuando una persona más habla de los demás, más quiere hablar de sí mismo; y cuando una persona menos quiera hablar de sí mismo, es porque más esconde. El entrometido oculta cosas y no quiere hablar de sí mismo, siempre se mete en la vida de los demás. Una vez estábamos en una provincia y un hombre diácono me dijo que estaba preocupado por los jóvenes bautistas. Ese hombre estuvo preso porque mantenía relaciones incestuosas con la hija. Cuanto más una persona se mete en la vida de los demás, menos cosas va a lograr.
El "yo no": cuando una persona te dice:"yo no" es porque quiere decir: "yo sí". Por ejemplo: "yo no me quiero meter, pero te digo algo". Sí se quiere meter, ¿si no para qué lo niega?. O: "yo no tengo nada en contra de vos, lo quiero aclarar". Es decir: "estoy en contra tuyo". "Yo no soy legalista". O sea: sos legalista. "No lo digo para criticarte, lo de la ropa". O sea: te lo dice para criticarte. "Espero que no te ofendas por lo que te voy a decir". Es decir: le gustaria que te ofendas. "Espero que no te moleste lo que pienso". O sea: quiere que te moleste. "En mi humilde opinión" quiere decir: mi experiencia es muy grande y nadie la supera. "Lo que me pasa a mí, no le pasa a nadie" significa: soy único, admírenme. "Tiene un carácter muy especial" significa: es un loco insoportable. Cuando una persona te niega algo es porque lo está afirmando, y es alguien que tiene broncas reprimidas.
El "yo-yo": "mi perro es más grande que el tuyo". Es el ególatra, el narcisista. Todo tiene que estar, centrarse y girar alrededor de esa persona. Es el seductor: "hola bebé, hola linda, ¿cómo estás? hermosa, dulce, mi amor". ¿Qué son los seductores? A menos que el hombre le guste a la mujer y la mujer al hombre, sacando eso que está bien, el seductor tiene una agenda secreta y necesita seducir para usar al otro, sacarle lo que necesita y descartarlo. Por eso hay que tener cuidado con ellos porque son mentirosos, son esas personas que dicen: "sinceramente te lo digo, te estoy hablando de todo corazón y te lo juro por mis hijos". Te están engañando.
El silenciador: es la persona que no está ni con vos, ni en contra de vos. Te está observando y espera que te pase algo malo, y cuando te pase algo malo, te va a decir: "¿viste?, faltó ayuno, faltó palabra". No te dice nada cuando estás bien pero está esperando que te pase algo malo. Hay gente que te está mirando, no está ni a tu favor ni en tu contra pero está esperando que te pase algo malo. Por eso las crisis son buenas para que sepas quién está con vos, y quién no está con vos. Cuando esta mujer tuvo la crisis de la deuda todos desaparecieron, no quedó nadie. Porque las crisis son la mano de Dios que separa la gente que te va a acompañar en momentos difíciles, de la gente agresiva que estaba con vos, ni en contra ni a favor, pero te estaban mirando y esperando para luego decirte algo porque te tienen bronca.
Tengo que tener confianza en mí, yo tengo la capacidad de salir de cualquier situación.
Cuenta el pasaje que la mujer fue a buscar al profeta y le pidió: "me tenés que ayudar, tengo una deuda, el que trabajaba con vos me dejó esta deuda". Pero el profeta le dijo:
Primero:
"¿Qué tienes en tu casa?, yo no te voy a ayudar, vos vas a aprender a confiar en vos".
Una buena noticia para la iglesia: el diablo no se llevará a nuestros hijos, la deuda no nos va a aplastar, porque lo que él no sabe es que tenemos la capacidad para cancelar cualquier deuda, para levantarnos de cualquier crisis, para llegar a la cima de los sueños. Porque tenemos la capacidad de que "todo lo podemos en Cristo que nos fortalece".
El profeta le contestó: "yo no voy a hacer nada por vos, vos vas a hacer algo por vos misma". Por eso tenés que aprender a confiar en vos, porque tenés la capacidad que Dios te ha dado para resolver cualquier problema. Ella fue a pedirle ayuda a otro, pero el profeta le dijo: "yo no te voy a ayudar, porque si yo te doy el milagro en mis manos, voy a seguir fomentando tu baja estima. Sino que vos vas a aprender que tenés la capacidad de resolver todos tus problemas, todas tus deudas, todas tus dificultades".
Cuando una persona confía en sí misma, se ama y se respeta, no va a dejar que el diablo le camine sobre los hombros, y no va a dejar que la gente la pisotee .Por eso hay gente que no soporta que hablemos de que nos tenemos que amar, cuidar. Eso no es egoísmo, no es narcisismo, no es pedantería. Es respetarnos, es saber que somos valiosos por creacíon y por redención. Valemos doblemente y tenemos la capacidad para levantarnos de cualquier dificultad. Cuando una persona se ama le va a decir al diablo: "no me vas a pisar la cabeza, yo te voy a pisar y vas a estar debajo de mis pies".
Con los pies firmes sobre la tierra y la cabeza alta, declará: "tengo la capacidad para salir de cualquier situación, de alcanzar cualquier sueño, para vencer cualquier crisis, porque todo lo puedo en Cristo que me fortalece". Amén, ¡gloria a Dios!
Segundo:
"Busca muchas vasijas vacías y enciérrate en tu casa."
¡Tengo que aprender a no meterme en la casa de nadie, a dejar de mirar a los demás!
Si vos querés el milagro tenés que aprender a mirarte a vos. No juzgues a nadie, no te metas en la vida de nadie, porque mientras le sigas echando la culpa a tu marido muerto, al acreedor, a tus hijos, no vas a ver el milagro. Por eso los quejosos no resuelven nada, porque siempre están mirando, y hablando de los demás, en lugar de mirarse a sí mismos. No debo meterme en la vida de nadie. Yo no puedo construir destruyendo a los demás, yo no crezco hablando mal de otros, yo no puedo avanzar aplastando a otros La clave para que yo gane no es que el otro pierda, nadie crece en ningún ámbito privando a los demás.
Le preguntamos al gerente de Starbucks cómo hacen para entrenar a la gente, con quién compiten. Y nos contestó que no compiten con nadie, sólo con ellos mismos. Si un Starbucks del barrio vende tantos cafés por mes, y el otro vende el doble, y al primero se le dice: "ahora vas a duplicarlo", compiten contra ellos mismos. Y tienen una política: "no hablar mal de nadie".
Eso es lo que el profeta le dijo a la mujer: "encerrate en tu casa, concentrate en vos, dejá de meterte en la vida de los demás, no te rebajes al nivel de los cerdos porque éstos se ensucian y a ellos les gusta pero a nosotros no, concentrémonos en nosotros".
Tercero:
Voy a descubrir y explotar mi singularidad. Le dijo el profeta:" ¿Qué tienes tuyo?". Ella le dijo: "tengo un poquito de aceite". Eso simboliza la singularidad. Nadie puede competir contra tu singularidad, vos no tenés que ser diferente de los demás, vos tenés que ser único, porque tenés que ser quién sos vos. Cuando una persona quiere ser distinta de otra persona se está comparando, pero cuando una persona dice: "yo no quiero ser distinto, no quiero ser diferente, yo quiero ser quien yo soy", ésta es tu singularidad porque vos sos de una manera que nadie es.
Los que trabajan en negocios, tienen empresas, no hablen mal de la competencia, no estén mirando lo que hace el otro, descubran su singularidad, lo propio, lo característico, lo que los hace únicos, y exploten y desarollen eso. Porque eso va a ser lo que va a atraer gente. Vienen días en que todas las deudas se nos van a cancelar, porque tenemos la capacidad de levantarnos de cualquier situación, tenemos características únicas y nos vamos a concentrar en nosotros. Vamos a dejar de mirar a los otros porque se viene una abundancia aplastante, maravillosa, una abundancia como jamás hubo en nuestras casas.
Cuarto:
"Busca vasijas, todas las que puedas, no pocas, pídeselas a los vecinos, enciérrate en tu casa y empieza a echar ese poquito de aceite en las vasijas y se va a multiplicar". Para cancelar las deudas tenés que expandir tu arsenal de recursos, tenés que ensanchar tus recursos internos. Dios te va a poner en situaciones distintas para que puedas funcionar de maneras nuevas. Una cosa es predicar, otra cosa es enseñar. Cuando uno enseña en el instituto no está predicando, pero cuando uno da una charla o conferencia, eso es distinto. Y cuando uno da una clase en la universidad eso es distinto también. Yo me podría encerrar y decir: "a mí me gusta predicar, nada más". Pero Dios nos va a meter en otros esecenarios para que aprendamos a ensanchar el arsenal de recursos.
Otra cosa muy distinta es estar en la television, no es lo mismo que estar en la iglesia. Hacer una nota periodistica donde no sabés cómo el periodista lo va a traducir después y qué va a publicar , eso es otra cuatión. Uno tiene que aprender. En una oportunidad estuve dando un seminario para unas empresas, pero no les dijeron que les iban a dar un seminario, lo hicieron a escondidas. Cuando me presentaron para hablar de "Resultados extraordinarios" la gente empezó a preguntarse: "¿y éste quién es?, ¿de dónde salió?, esto no es una charla". Mientras yo hablaba, la gente murmuraba entre ellos. Cuando terminó el seminario el Espiritu Santo me dijo:"te voy a enseñar cómo moverte en ambientes hostiles, y debés entrenarte para eso". Mi primera reacción fue: "yo no vengo nunca más, esto no es para mí". Pero Dios me va a entrenar en ámbitos nuevos.
Dios te está llevando a situaciones nuevas para que aprendas a moverte como pez en el agua, para que aprendas a buscar mentores, para que te acerques a la palabra profética, para que sepas cómo moverte, para que tengas más recursos. La gente en la televisión no quiere invitar pastores para que no les digan siempre lo mismo que Dios los ama, sino que quieren hablar de otros temas, porque es otro escenario. Para esto necesitamos aprender recursos distintos. No importa la situación que estés pasando, Dios te va a sacar de ahí, y vas a salir con una idea de oro, con un recurso de oro, y con experiencia maravillosa. Vas a declarar que en esa situación no sabías, pero Dios te ha enseñado y vas camino a la abundancia.
Mi debilidad de hoy será mañana mi fortaleza, porque con Dios siempre hay expansion.
La deuda era la crisis más grande de la viuda, pero ¿cuál era el don más grande que tenía?. La riqueza. Allí donde es tu mayor crisis, será tu mayor bendicion, donde más el enemigo te ha atacado es donde más fruto habrá. ¿Te ha atacado en la pareja? Tendrás la mejor pareja del planeta. ¿Te ha atacado en las finanzas, en lo ministerial, en la salud? No importa nos vamos a volver a levantar, porque donde había deuda habrá abundancia, donde había soledad, habrá gente, donde había crisis, habrá expansion. Porque cuando Dios viene, siempre te va a llevar a un nivel más grande del que has estado.
¿Por qué le dijo el profeta buscá vasijas? Para que deje de quejarse la puso a hacer, porque la gente que logra cosas no es la gente con lengua filosa, es la gente que se mueve. Por eso cuando alguien te diga algo, vos fijáte qué está haciendo esa persona, porque el que más habla es el que menos hace, y el que menos habla es el que más hace.
La viuda empezó a llenar las vasijas con su singularidad, con lo único que ella tenía, con lo distinto. Empezó a echar el aceite, y el aceite se multiplicó, y cuando llegó donde estaba el profeta le dijo: "profeta, hice tal cual me dijiste, busqué las vasijas y puse el aceite". Y el profeta le contestó: "vende el aceite". Era tanto aceite en medio de la pobreza que le dijo que vendiera el aceite, pagara la deuda, y de lo que quedara no iba a trabajar más. Dios nos va a llevar a un momento donde nos dará una abundancia tan grande que vamos a tener para nosotros, y para las próximas generaciones.
Cuando la viuda declaró que habia juntado las vasijas, ella empezó a hablar como hablaba el profeta. El profeta representa la Palabra de Dios. Nosotros tenemos que hablar lo que Dios habla, porque cuando hablamos lo que Dios habla, Él respalda su Palabra. Dios te llevará a un nuevo nivel. Esta mujer sólo quería saldar la deuda, pero Dios no sólo le saldó la deuda, le dio más de lo que estaba esperando. Dios nos va a dar mucho más de lo que nosotros estábamos esperando y necesitando, porque cuando Él viene siempre nos pone en un nuevo nivel. Cuando viene el Señor, nos da un corazón nuevo, una mente nueva, una canción nueva, una revelación nueva, una visión nueva. Dios nos va a elevar a niveles de bendición, no te rindas, creé que Dios te ha dado la capacidad para pisar fuerte la tierra, para dejar de mirar a los demás, para explotar tu singularidad, para usar esta crisis, para aprender herramientas nuevas, para sacar las broncas, para aprender a usar tu boca y calibrarla con la Palabra del Señor. Nuestra oración debe ser: "Señor, usá mi crisis para ver tu gloria". Y el milagro va a acontecer porque vamos a ponernos de acuerdo y a hablar abundancia, milagro, bendicion. La historia termina con la viuda millonaria. Dios te va a hacer millonario de ideas, de fuerza, de recursos, de amistades, de revelación, de oportunidades. Hoy parece que el diablo nos va a cobrar las deudas, pero no serán cobradas porque el poder sanador del Señor va a hacer que se cancelen.
Por. Rev. Bernardo Stamateas, Argentina. Miniterio Presencia de Dios, Argentina

viernes, 16 de abril de 2010

No tema, Dios hará provisión

“Jehová guarda a los extranjeros; al huérfano y a la viuda sostiene, y el camino de los impíos trastorna.” Salmos 146:9
Las personas que han quedado viudas pasan por un período de desconcierto. Antes todo lo hacían de a dos y ahora son ellos solos los que deben llevar las cosas adelante. Pero le tengo una noticia, usted no está solo. Dios está con usted. Mateo 28:20b “he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.”
La persona que partió terminó su misión y ahora usted debe completar la suya. Enfóquese en Dios y en servirlo a Él, continúe adelante porque la vida sigue. Dios será su proveedor, su sustentador. Él lo rodeará de personas que lo ayuden. Busque dirección en sus líderes espirituales y goce de la vida. Dios se la dio para que la disfrute y sea productivo en todo lo que haga. Si se queda encerrado llorando no lo logrará.
Sus fuerzas están en Dios, su gozo está en Él y el motivo de su vida también.
¡Vamos! Siga adelante, muchas personas necesitan de usted. Sea un canal de bendición.
Oración: Padre, gracias; Tú eres mi consuelo, mi gozo y mi alegría. Para Ti viviré, haré tu obra y nada temeré porque tú me sustentarás con tu poder. Gracias. En el nombre de Jesús. Amén.
Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina.

jueves, 15 de abril de 2010

Enemigo del matrimonio

“El amor…no hace nada indebido, no busca lo suyo…” 1 Corintios 13:5
El egoísmo es uno de los enemigos más grandes del matrimonio. El egoísmo siempre piensa en sí mismo, siempre reclama, siempre busca satisfacer lo propio. El egoísmo es contrario al amor.
Si usted detecta cualquier actitud egoísta en su vida, deséchela porque puede corromper su matrimonio.
El amor siempre piensa en lo que puede dar, lo que puede hacer para que el otro esté mejor. El egoísmo dice: “pero, ¿qué hay de mí? ¿A mí cuando me van a dar? Si yo le doy y no me retribuyen nada ¿Y si me quedo sin lo que me gusta? ¡Yo también necesito!”
Las personas egoístas terminan cansando a los que lo rodean, se transforman en parásitos que succionan todo de los demás pero no dan nada y como consecuencia terminan en soledad.
El egoísmo separa de Dios, es un obstáculo para recibir bendición. Dios no da para que lo que da sea retenido, da para que demos.
Lea las escrituras y encontrará como Cristo (el novio) ama a la iglesia (Su novia) al punto de darlo todo por ella, Su misma vida.
Por lo tanto, ponga en actividad el amor de Dios y sea generoso. Piense en el otro. Cómprele algo que usted se hubiera comprado. Hónrelo y será honrado.
Erradique el temor de no ser correspondido. Dios siempre da cosecha a los que con corazón correcto actúan en su Palabra.
Oración: Padre, echo fuera todo egoísmo de mi vida. Me decido a caminar en tu amor, en ser un dador alegre y generoso. Gracias. En el nombre de Jesús. Amén.
Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina.

miércoles, 14 de abril de 2010

DEUDAS

“Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?” Lucas 14:28
Cuando construimos nuestro hogar a menudo pedimos créditos y tomamos préstamos que nos ayudan a alcanzar nuestros objetivos. Un nuevo dormitorio, un nuevo automóvil o una televisión son adquiridos sin tener en cuenta que luego se podrán convertir en una deuda. Algo nos empuja a tenerlo ya, a pensar que es sumamente necesario para nuestra vida diaria y que es imposible esperar más.
Descontrol y auto complacencia es lo que provoca que actuemos de esta manera loca, ¿pero qué existe detrás de esto? El espíritu de la deuda. Ese poder invisible que controla nuestras emociones y desestabiliza nuestro ambiente familiar. Al no poder pagar, surgen las presiones, estallan las discusiones en la pareja y el maltrato a los hijos. Y todo esto ¿por qué? Por no sentarnos a calcular cuál sería el costo futuro de nuestras acciones.
Sepa que la influencia para entrar en deudas es espiritual, para ser más claro, la deuda es un espíritu. Debe tomar dominio sobre él en el nombre de Jesús para luego tomar dominio sobre sus acciones, así le será más fácil.
“…aun los demonios se nos sujetan en tu nombre” Lucas 10:17b
El poder de la deuda puede ser quebrado en su vida hoy. Luego de que tome control sobre el espíritu, deje de pedir prestado. Haga una lista de todas sus deudas y empiece a pagarlas una a la vez. Pero preste atención, nunca deje de diezmar y ofrendar primero, no se convierta en un ladrón al dejar de hacerlo. Hágalo, se lo debe a su familia y vuelva a recobrar el control de la misma.
Oración: Padre te agradezco que me hayas dado autoridad sobre el mundo espiritual. Ahora mismo le hablo al espíritu de la deuda. En el nombre de Jesús, te declaro atado. Quiebro tu dominio en mi vida y en mis finanzas. En el nombre de Jesús me declaro libre de tu poder y declaro libre a mi familia también. Amén.
Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina.