Buscando la perfección

“Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.” Efesios 4:11-13
Nuestro maestro, el Espíritu Santo, vive dentro nuestro y es el que nos va educando, nos va guiando para caminar en el camino de la perfección. ¿Usted se creía perfecto? ¿Se creía imperfecto? Hoy quiero contarle un poco sobre este tema que es muy importante que tenga en claro.
Seguramente conocerá a personas que se van a otra iglesia porque encuentran que hay defectos y luego allá encuentran defectos también porque quizá los defectos los tienen en su interior. La única iglesia perfecta es la que está en el cielo, la que está en la tierra es imperfecta, como usted y yo somos imperfectos. En Efesios 4:11-13 dice bien claro que los cinco ministerios fueron puestos para nuestra edificación, para ayudarnos a llegar al varón perfecto. Ninguno de nosotros somos perfectos, para eso estamos acá para ministrarnos unos a los otros. ¿O usted cree que no tiene nada para bendecir a su hermano? Sí tiene y mucho.
Por eso es muy importante que sepa que el enemigo va a querer traerle confusión, división, conflicto para separar, dividir el cuerpo de Cristo. Y nosotros tenemos que ser un cuerpo espiritual, una familia de Dios. Aunque tengamos defectos nos tenemos que ir animando unos a otros, estimulando en amor y a las buenas obras y vamos a ir creciendo. La critica y la condena nunca tiene que estar en su boca. Sí el amor, el perdón y la restitución. Por eso tiene que estar muy atento y discernir las cosas que viene del enemigo. No puede abrirle la puerta a las cosas del diablo porque le está dando autoridad para hacer daño al cuerpo de Cristo. Usted es parte del cuerpo de Cristo y tiene que defenderlo. Camine siempre hacia la perfección siendo obediente a la Palabra y a lo que en ella se enseña. Repase el versículo de Efesios, medite en él y recuerde que usted va camino a la perfección. Tiene que parecerse cada vez más al varón perfecto que es Cristo.
Oración: Padre, hoy entendí que formo parte del cuerpo de Cristo que es edificado y perfeccionado por los cinco ministerios que pusiste como autoridades. No dejaré entrar al enemigo que viene para destruirlo. Miraré al varón perfecto para alcanzar la plenitud. Lo lograré, en el nombre de Jesús, amén.

Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina.