“Entonces acercándose sus discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los fariseos se ofendieron cuando oyeron esta palabra? Pero respondiendo él, dijo: Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será desarraigada. Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo.”
Mateo 15:12-14
Hoy quiero decirle que ante cualquier cosa que se haya formando como algo religioso en usted, debe permitir que el discernimiento de la Palabra lo transforme. No tiene que ponerse a razonar y filosofar sobre la presencia de Dios y Su Palabra porque eso es muchas veces lo que hace que un concepto religioso se comience a establecer. Deje que la penetre hasta partir su alma, porque lo que ella le revele será lo que luego deberá poner en práctica. Eso es usar bien la palabra de verdad. Los fariseos no pensaban en edificar un reino para Dios, sino que pensaban en sus ventajas y cosas personales. Ellos se enojaron. Algunos pueden venir a manipular una situación con el enojo, hay otros que le puede decir: “¿Sabes lo que están diciendo de vos?” Pero en realidad es lo que ellos quisieran decir, pero no tienen el coraje para decir que ellos piensan así. Los fariseos son así. Hay algunos que andan diciendo: “Uh, este se enojó por esto y el otro por lo otro.” Hay personas que no quieren salir de su zona de confort. Hay algunos que dicen: “Me parece que me voy a quedar con el cura Mario porque no me molestaba.” Déjese confrontar con la verdad de la Palabra que lo ayuda a discernir.
Cuando usted se congrega y recibe la Verdad, no está siendo guiado por ciegos que guían a ciegos. Porque usted recibe la verdad, la examina en su casa y esa verdad penetra e ilumina dentro de su vida. La Palabra no le pone límites y lo hará alcanzar cosas mayores que yo. No es cuestión que usted no entiende algunas cosas y las transmite en ignorancia. Tiene que saber que tiene una cobertura espiritual y la palabra de verdad a su disposición. Nunca va a estar dentro de un pozo y nunca va a guiar a nadie a caerse en un pozo, sino que guiará a la gente a alcanzar los sueños. Tal vez usted es un creyente que está preocupado porque conoció a algunos cristianos que son lobos vestidos de oveja. ¡No se preocupe! Sólo camine en la verdad porque lo que no plantó el Padre, será desarraigado. Debe estar tranquilo y no ponerse nervioso por los demás creyentes. Dios no es ni ciego ni tonto, ya Él se va a encargar de esa gente. Usted tiene que crecer y desarrollarse en la palabra de verdad. Si hay gente que saca de contexto la Palabra y lo quiere influenciar, usted tiene el espíritu de la verdad y sabe en quién ha creído. Lo que usted conoce y cree es lo que va a vivir todos los días de la vida.
Oración: Padre, ya no razonaré más lo que viene a mi espíritu de lo alto. Sé que tu Palabra es la Verdad y creo en ella. Ella es mi guía. Gracias por dármela. La recibo, en el nombre de Jesús, amén.
Mateo 15:12-14
Hoy quiero decirle que ante cualquier cosa que se haya formando como algo religioso en usted, debe permitir que el discernimiento de la Palabra lo transforme. No tiene que ponerse a razonar y filosofar sobre la presencia de Dios y Su Palabra porque eso es muchas veces lo que hace que un concepto religioso se comience a establecer. Deje que la penetre hasta partir su alma, porque lo que ella le revele será lo que luego deberá poner en práctica. Eso es usar bien la palabra de verdad. Los fariseos no pensaban en edificar un reino para Dios, sino que pensaban en sus ventajas y cosas personales. Ellos se enojaron. Algunos pueden venir a manipular una situación con el enojo, hay otros que le puede decir: “¿Sabes lo que están diciendo de vos?” Pero en realidad es lo que ellos quisieran decir, pero no tienen el coraje para decir que ellos piensan así. Los fariseos son así. Hay algunos que andan diciendo: “Uh, este se enojó por esto y el otro por lo otro.” Hay personas que no quieren salir de su zona de confort. Hay algunos que dicen: “Me parece que me voy a quedar con el cura Mario porque no me molestaba.” Déjese confrontar con la verdad de la Palabra que lo ayuda a discernir.
Cuando usted se congrega y recibe la Verdad, no está siendo guiado por ciegos que guían a ciegos. Porque usted recibe la verdad, la examina en su casa y esa verdad penetra e ilumina dentro de su vida. La Palabra no le pone límites y lo hará alcanzar cosas mayores que yo. No es cuestión que usted no entiende algunas cosas y las transmite en ignorancia. Tiene que saber que tiene una cobertura espiritual y la palabra de verdad a su disposición. Nunca va a estar dentro de un pozo y nunca va a guiar a nadie a caerse en un pozo, sino que guiará a la gente a alcanzar los sueños. Tal vez usted es un creyente que está preocupado porque conoció a algunos cristianos que son lobos vestidos de oveja. ¡No se preocupe! Sólo camine en la verdad porque lo que no plantó el Padre, será desarraigado. Debe estar tranquilo y no ponerse nervioso por los demás creyentes. Dios no es ni ciego ni tonto, ya Él se va a encargar de esa gente. Usted tiene que crecer y desarrollarse en la palabra de verdad. Si hay gente que saca de contexto la Palabra y lo quiere influenciar, usted tiene el espíritu de la verdad y sabe en quién ha creído. Lo que usted conoce y cree es lo que va a vivir todos los días de la vida.
Oración: Padre, ya no razonaré más lo que viene a mi espíritu de lo alto. Sé que tu Palabra es la Verdad y creo en ella. Ella es mi guía. Gracias por dármela. La recibo, en el nombre de Jesús, amén.
Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina.
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