“Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion, Seremos como los que sueñan. Entonces nuestra boca se llenará de risa, Y nuestra lengua de alabanza; Entonces dirán entre las naciones: Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos. Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros; Estaremos alegres.” Salmo 126: 1-3
Usted tiene que dar pasos que lo sacarán de la cautividad. Tiene que aprender lecciones de fe y de obediencia. Si comienza hoy a poner en práctica la Palabra, entrará a un nivel de mayor sabiduría con Dios. Comenzará a entender lo que Dios le enseña y ya no será tan débil como para rendirse frente a la adversidad. Ahora usted es sabio y ungido. A la fe, siempre la tiene que acompañar la paciencia. Hay gente que tiene como una fe “ruidosa” y confiesa cosas poderosas, pero cuando viene un problema deja de gritar. Tiene que saber que está yendo en un proceso que va cada día mejor. No nació para sufrir sino para soñar. Nació para la intimidad y el gozo permanente con Dios. Eso es lo que hacía Adán y ahora esa intimidad fue recuperada por el postrer Adán. El postrer Adán, es decir Cristo, es quien vive dentro de usted para que logre eso. Pida a Dios sabiduría y se la dará.
Otro punto importante que debe recordar si está buscando un cambio en su vida, es que por dentro tiene garantía y seguridad de que cualquier cosa va a ser cambiada porque la Palabra de Dios es la que va a prevalecer siempre. Usted mismo conoce cuáles son los cambios que tiene que hacer con la Palabra, los cuales no sólo lo sacan de la cautividad, sino que lo llevarán a estar haciendo las cosas a la manera de Dios. Entonces se posicionará en otro nivel para una vida bendecida que ha salido de la cautividad.
Dios tiene algo grande para usted. Ninguno tiene que creer que es tan perfecto que no tiene que hacer cambios. A medida que vaya estudiando la Palabra, se dará cuenta que aún tiene que efectuar más cambios y tendrá que tomar decisiones. Pero la mejor noticia que puedo darle en este día es que siempre saldrá en victoria. Si usted se dispone a cambiar con ayuda de la palabra de Dios, lo logrará. Porque Dios es fiel y nunca falla. Él nos mandó al Espíritu santo que es nuestro ayudador y es quien vive dentro suyo. Él le recordará la palabra en el momento que más la necesite, por eso es tan importante que se llene a diario de ella. ¡No se rinda, usted puede cambiar! ¡Grandes cosas hará Dios con su vida!
Oración: Padre, hoy me determino a cambiar aquellas cosas que me mostraste y sé que tengo que cambiar. Gracias porque sé que tengo la victoria en todas las áreas de mi vida. Alcanzaré cosas grandes, en el nombre de Jesús, amén. Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina.
Otro punto importante que debe recordar si está buscando un cambio en su vida, es que por dentro tiene garantía y seguridad de que cualquier cosa va a ser cambiada porque la Palabra de Dios es la que va a prevalecer siempre. Usted mismo conoce cuáles son los cambios que tiene que hacer con la Palabra, los cuales no sólo lo sacan de la cautividad, sino que lo llevarán a estar haciendo las cosas a la manera de Dios. Entonces se posicionará en otro nivel para una vida bendecida que ha salido de la cautividad.
Dios tiene algo grande para usted. Ninguno tiene que creer que es tan perfecto que no tiene que hacer cambios. A medida que vaya estudiando la Palabra, se dará cuenta que aún tiene que efectuar más cambios y tendrá que tomar decisiones. Pero la mejor noticia que puedo darle en este día es que siempre saldrá en victoria. Si usted se dispone a cambiar con ayuda de la palabra de Dios, lo logrará. Porque Dios es fiel y nunca falla. Él nos mandó al Espíritu santo que es nuestro ayudador y es quien vive dentro suyo. Él le recordará la palabra en el momento que más la necesite, por eso es tan importante que se llene a diario de ella. ¡No se rinda, usted puede cambiar! ¡Grandes cosas hará Dios con su vida!
Oración: Padre, hoy me determino a cambiar aquellas cosas que me mostraste y sé que tengo que cambiar. Gracias porque sé que tengo la victoria en todas las áreas de mi vida. Alcanzaré cosas grandes, en el nombre de Jesús, amén. Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina.
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