“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.” Salmos 1: 1-3
¿Sabe qué sucede cuando usted lee un devocional de fe al comenzar el día? Está preparando el ambiente correcto para que la revelación de la Palabra llegue a su vida. Porque luego de leerlo, meditará en esa palabra y si abre su corazón para recibirla le dará lugar para que obre en su vida. Si algo está mal dentro suyo tendrá que removerlo para que pueda salir el buen fruto, que su hoja esté siempre verde y que todo lo que haga prospere. Porque al renovar el entendimiento se está transformando su vida.
Cuando usted está leyendo los devocionales de fe que recibe por correo electrónico los revisa y dice: esto no es lo que yo pensaba y algo choca, la Palabra lo impulsará a sacar lo que no pertenezca al sistema de creencia de Dios. Entonces usted se deleita en la Palabra, la deja que vaya echando raíces en su vida y renueva sus pensamientos.
En Mateo 12:33-37 dice que el árbol bueno da buenos frutos y árbol malo da malos frutos. Y después aclara que de la abundancia del corazón habla la boca. Esto quiere decir que el hombre que tiene su corazón lleno de la Palabra de Dios podrá sacarla en el momento que le sea necesario, en cambio aquella persona que atesora en su corazón cosas malas, sólo eso podrá soltar. El árbol se conoce por el fruto que da. Por todas sus acciones, confesiones y actitudes se conoce el árbol. Si una persona todo el tiempo se la pasa hablando negativo, cosas de temor, malas noticias, quiere decir que eso es lo que tiene guardado en su corazón, eso es en lo que está creyendo. Pero un hijo de Dios nunca debería sacar de su corazón tales cosas. Medite en esto ¿En qué lugar es donde se le colocaron y depositaron las buenas cosas en el corazón? Se lo respondo yo por si no lo sabe: en el hogar espiritual, en la casa de Dios, en el lugar donde está siendo entrenado. Ese es el lugar en el cual se le planta la semilla que después crece y da fruto. Lo que sale de su boca es muy importante para Dios y de ello tendremos que darle cuenta. Así que comience hoy a llenar su corazón de buena semilla para que donde caiga dé buen fruto. Entonces la gente conocerá lo que hay en su corazón.
Oración: Padre, gracias porque sé que estoy en el lugar correcto recibiendo buena semilla que dará buen fruto. Llenaré mi corazón de ella cada día. Veré buenos frutos. En el nombre de Jesús, amén. Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina.
Cuando usted está leyendo los devocionales de fe que recibe por correo electrónico los revisa y dice: esto no es lo que yo pensaba y algo choca, la Palabra lo impulsará a sacar lo que no pertenezca al sistema de creencia de Dios. Entonces usted se deleita en la Palabra, la deja que vaya echando raíces en su vida y renueva sus pensamientos.
En Mateo 12:33-37 dice que el árbol bueno da buenos frutos y árbol malo da malos frutos. Y después aclara que de la abundancia del corazón habla la boca. Esto quiere decir que el hombre que tiene su corazón lleno de la Palabra de Dios podrá sacarla en el momento que le sea necesario, en cambio aquella persona que atesora en su corazón cosas malas, sólo eso podrá soltar. El árbol se conoce por el fruto que da. Por todas sus acciones, confesiones y actitudes se conoce el árbol. Si una persona todo el tiempo se la pasa hablando negativo, cosas de temor, malas noticias, quiere decir que eso es lo que tiene guardado en su corazón, eso es en lo que está creyendo. Pero un hijo de Dios nunca debería sacar de su corazón tales cosas. Medite en esto ¿En qué lugar es donde se le colocaron y depositaron las buenas cosas en el corazón? Se lo respondo yo por si no lo sabe: en el hogar espiritual, en la casa de Dios, en el lugar donde está siendo entrenado. Ese es el lugar en el cual se le planta la semilla que después crece y da fruto. Lo que sale de su boca es muy importante para Dios y de ello tendremos que darle cuenta. Así que comience hoy a llenar su corazón de buena semilla para que donde caiga dé buen fruto. Entonces la gente conocerá lo que hay en su corazón.
Oración: Padre, gracias porque sé que estoy en el lugar correcto recibiendo buena semilla que dará buen fruto. Llenaré mi corazón de ella cada día. Veré buenos frutos. En el nombre de Jesús, amén. Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina.
Reciban muchas bendiciones desde El Salvador Centroamerica, les visito desde mi blog www.creeenjesusyserassalvo.blogspot.com
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