Y
yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador… (Juan 14:16).
Lectura:
Job 16:1-5
La
biblia en un año: Job 34–35; Hechos 15:1-21
Caleb
estaba gravemente enfermo. Por una afección del sistema nervioso, el niño
padecía una parálisis temporal. Sus padres, ansiosos, oraban y esperaban.
Lentamente, su hijo empezó a recuperarse. Al tiempo, cuando los médicos le
permitieron asistir a la escuela, Caleb solamente podía caminar con paso lento
y vacilante.
Un
día, el padre fue a la escuela y lo vio bajar titubeando por la escalera para
ir al recreo. Después, vio que un amigo se le acercaba. Mientras los otros
chicos corrían y jugaban, aquel muchachito caminaba lentamente por el patio al
lado de su frágil compañero.
Probablemente,
Job hubiese querido tener un amigo así, pero, en cambio, tuvo tres que
aseguraban que él era culpable de lo que le había pasado. Elifaz declaró: «¿qué
inocente se ha perdido?» (Job 4:7). Ante esto, Job exclamó amargamente:
«Consoladores molestos sois todos vosotros» (16:2).
¡Qué
distinto a Jesús! La víspera de su crucifixión, se ocupó de consolar a sus
discípulos. Les prometió que el Espíritu Santo vendría y estaría siempre con
ellos (Juan 14:16), y les aseguró: «No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros»
(v. 18); «yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo» (Mateo
28:20).
Aquel
que murió por nosotros también camina a nuestro lado en el dolor.
Señor,
ayúdanos a acompañar sabiamente a los que sufren.
A
veces, la mejor manera de ser como Cristo es sentarse en silencio junto a un
amigo que sufre.
Nuestro
Plan Diario
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MEDITACION
Entienda
que Dios es su fuente de prosperidad
Por. Juan O Crudo, Argentina
“17
Así ha dicho Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo soy Jehová Dios
tuyo, que te enseña provechosamente, que te encamina por el camino que debes
seguir.”
Isaías
48:17
No
es su trabajo, no es su jubilación, no es su mamá, es Dios. A través de los
evangelios el Señor Jesús cita ciento treinta y seis casos donde él reconoce al
Padre como la fuente de la provisión. Nosotros no podemos hacer menos que lo
que hizo Jesús. Hasta en el Padre nuestro lo añadió dentro de la oración.
Hablando con el Padre lo reconoció como fuente de toda bendición y de toda
gloria y honra, pero también dijo: “el pan nuestro de cada día dánoslo hoy”.
Dijo:
“hoy” como para acordarse que cada día la provisión viene de Dios, cada día hay
que acordarse de que Él es fuente de provisión, cada día hay que acordarse que
la bendición en cada área de su vida viene de parte de Dios. Sólo Dios puede
hacer que la provisión sobrenatural fluya de sus manos. Igual que José va a ver
en sus manos la bendición de la provisión sobrenatural.
Así
como él es la fuente de la provisión, sólo él le enseña a usted cómo se puede
entrar al terreno de lo sobrenatural. Tome esta palabra como algo muy
importante para su vida. Él es su redentor, Él es su Dios, Él es su Señor, pero también es el que le enseña. Se lo
revela el Espíritu Santo, enseñándole provechosamente. Lo que le enseña el Señor
siempre es para provecho y para bendición para la gloria de Dios. Y si aplica
sus principios va a vivir una vida plena, una vida abundante, una vida
bendecida y llena de todas las bendiciones del Señor.
Él
es el que lo encamina por el camino que debe de seguir. Ahí está la prosperidad
de su alma, en su alma está su voluntad. Dios le puede enseñar y le puede
mostrar el camino, pero el que decide entrar y caminar por ese camino es usted.
Porque usted tiene una voluntad, tiene una decisión, tiene determinación. Y si
al conocer la palabra, los principios, las enseñanzas reconoce que lo que Dios
le enseña es provechoso para su vida tiene que disponer su voluntad para
caminar por ese camino que en cual él lo está encaminando. Porque ese camino,
es el camino de la gloria de Dios, de la manifestación de su gloria. Si usted
transita por ese camino hará que sus hijos, su familia transiten por ese
camino.
Dios
quiere hacer algo más que resolver una crisis inmediata, él quiere llenar sus
manos con abundancia y sus manos están conectadas con su corazón. Si las cosas no funcionan bien en el corazón,
sus manos no harán lo que deben de hacer.
Hay que darle lugar a la Palabra de nuestro Dios en el corazón que se
revele, que se manifieste y permitir que el potencial divino comience a
liberarse para ser de bendición y tiene que crecer en los caminos de avance que
Dios tiene para su vida. Permita que Dios lo encamine por el camino que hay que
transitar. No lo haga a su manera con
fuerza humana, con ideas humanas naturales, razonamientos naturales, hágalo
como Dios se lo enseña. Ponga primero lo
que va primero, dé su diezmo que es un fundamento, es la base para todo lo
demás que va a desarrollar. Recuerde que
reconociendo quién es el dueño y Señor de todo se está conectando con la fuente
de toda bendición, respetando su palabra, poniendo en orden su vida. Usted va a estar bendecido, va a ser un canal
de bendición, su hogar va a estar bendecido. Verá los cielos abiertos y las
bendiciones fluyendo en su vida y la de sus herederos. Usted está haciendo una cobertura
de bendición. Porque entiende quién es su fuente de prosperidad.
Oración:
Padre, hoy me conecto a ti que eres mi fuente de prosperidad. Seré obediente y
cumpliré con todo lo que me mandas. Pondré primero lo primero y pondré orden en
todas las áreas de mi vida. Me declaro un bendecido y viviré en prosperidad. Lo creo y le recibo, en el
nombre de Jesús, amén.
Fuente:
Logoi, 2015
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