Por
David C. McCasland
Y
sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto (v. 14).
Leer: Colosenses 3:8-17
La
Biblia en un año: Isaías 3−4; Gálatas 6
Mientras
le quitaba la etiqueta a una prenda de vestir de invierno que había comprado,
sonreí al leer estas palabras en la parte de atrás: «CUIDADO: Este producto
innovador hará que quieras salir al aire libre y permanecer allí». Cuando una
persona está vestida de manera adecuada al clima, puede sobrevivir e incluso
permanecer bajo condiciones climáticas severas y cambiantes.
El
mismo principio se aplica a nuestra vida espiritual. Como seguidores de Jesús,
nuestro guardarropa espiritual para todo tipo de estación fue prescripto por el
Señor en su Palabra, la Biblia: «Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos
y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de
mansedumbre, de paciencia; […] perdonándoos […]. De la manera que Cristo os
perdonó» (Colosenses 3:12-13, énfasis agregado).
Estas
vestimentas que Dios provee nos permiten enfrentar la hostilidad y las críticas
con paciencia, perdón y amor. Nos dan fuerza y estabilidad en las tormentas de
la vida.
Cuando
enfrentamos condiciones adversas en el hogar, la escuela o el trabajo, la ropa
que Dios nos dice que llevemos nos protege y nos capacita para marcar una
diferencia positiva. «Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el
vínculo perfecto» (v. 14).
Señor,
ayúdame a vestirme hoy de tu amor.
La
bondad es el aceite que quita las fricciones de nuestra vida.
El
día que no pude orar
Por Randy
Kilgore
… qué
hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede
por nosotros… (v. 26).
Leer: Romanos 8:22-26
La
Biblia en un año: Isaías 5−6; Efesios 1
En
noviembre de 2015, me enteré de que tenían que operarme del corazón.
Sorprendido y un poco sacudido, pensé en la posibilidad de morir. ¿Tendría que
resolver cuestiones financieras o con conocidos y amigos? ¿Podría terminar
trabajos antes de tiempo? Y si había cosas que no podían esperar, ¿a quién se
las encargaría? Era el momento de actuar y orar.
Pero
no podía hacer ninguna de las dos cosas…
Mi
cuerpo y mi mente estaban tan agotados que no tenía fuerzas para hacer aun las
tareas más sencillas. Incluso, cuando trataba de orar, me quedaba
dormido.Estaba frustrado. No podía trabajar ¡ni pedirle a Dios que me
permitiera vivir para pasar más tiempo con mi familia!
Lo
peor era no poder orar, pero Dios, que conoce las necesidades humanas,
entendía. Al fin, recordé que Él preparó dos cosas para estos casos: la oración
del Espíritu Santo cuando no podemos orar (Romanos 8:26), y la oración de otros
a nuestro favor (Santiago 5:16; Gálatas 6:2).
¡Qué
consolador saber que el Espíritu elevaba mis preocupaciones ante el Padre! ¡Qué
bendición saber que amigos y parientes oraban por mí! Lo sorprendente fue darme
cuenta de que, al decirles a los demás que oraran por mí, Dios también me
estaba escuchando. ¡Y pensar que yo creía que no podía orar!
Señor,
gracias por orar por nosotros cuando no podemos hacerlo.
Dios
nunca cierra sus oídos a las voces de sus hijos.
Nuestro
Pan Diario
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EN
ESTO PENSAR
MAS
DESPACIO
Por Pr.
Arnold Enns
“Todo
tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. ¿Qué
es lo que en verdad gana la gente a cambio de tanto trabajo? Dios lo hizo todo
hermoso para el momento apropiado” Eclesiastés 3:1,9,11
No
tienes que ser un científico para saber que la tecnología ha tenido por lo menos
tres efectos en el mundo. La tecnología ha hecho al mundo más pequeño, más
complejo y más rápido. De hecho, ya vivimos en un mundo extremadamente rápido y
la generación que viene lo hará más rápido aún.
Sin
embargo, la Biblia nos dice que la rapidez tiene efectos negativos dramáticos
en nuestra vida. Dios nos hace recuerdo en nuestro pasaje que todo fue creado
por El para su momento apropiado. Para desacelerar el ritmo ten en cuenta estos
principios básicos:
1. Obedece el Cuarto Mandamiento: Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Es un hecho que la mayoría de los cristianos desobedecen este mandamiento e inclusive crean “excusas santas” para justificarse. ¿Si Dios descanso después de la creación no crees que tú también debes de hacerlo?
1. Obedece el Cuarto Mandamiento: Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Es un hecho que la mayoría de los cristianos desobedecen este mandamiento e inclusive crean “excusas santas” para justificarse. ¿Si Dios descanso después de la creación no crees que tú también debes de hacerlo?
2.
Aplica el Freno: Todo
vehículo viene con un freno y sin él nos accidentamos, por ello aprende a
usarlo con más frecuencia. Para ello es importante aprender a decir NO! Jesus
lo puso de esta manera ¿Y qué beneficio obtienes si ganas el mundo entero, pero
pierdes tu propia alma? (Mateo 16.26).
3.
Separa Tiempo para Orar:
La oración usualmente es el último recurso. Sin embargo, la palabra nos insta a
hablar con Dios en todo momento (1 Tes. 5.17 y Efesios 6.18). ¿Cómo ayuda esto
a disminuir la velocidad? Sencillo, cuando entras en oración tu alma, corazón y
mente bajan de ritmo.
4.
Aprende a Contentarte:
Pablo dice esto acerca del contentamiento “He aprendido el secreto de vivir en
cualquier situación” (Filipenses 4:12). El contentamiento no significa que te
acuestas en una hamaca y dejas de trabajar. Simplemente significa que tener más
y lograr más no te hará feliz.
5.
Confía en el Tiempo de Dios:
“El que se apura se ahoga”, dice un proverbio popular y otro dice “más vale
perder un minuto en la vida que la vida en un minuto”. Cuando estás impaciente,
estás diciendo: "Dios, realmente te amo, pero no confío en tu tiempo”. Por
ello debo dejar a Dios operar en Su tiempo perfecto.
CONCEPTO IMPORTANTE
Es
imposible seguir agregando cosas a la agenda sin eliminar algunas. Por ello
cuenta las bendiciones qua ya tienes, compártelas, y cosecharas felicidad.
Deja
que Dios sea el hacedor. No hay nada de malo en acostarse en una hamaca y
descansar para bajar el ritmo. Es más, la palabra nos dice que Dios es el que
controla todo indicando que ya sea que estemos dormido o despierto, la semilla
brota y crece de por si solo (Marcos 4.27).
Muchas
veces pensamos que al ir más rápido vamos a lograr más, pero la palabra nos
dice que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene
misericordia (Romanos 9.16).
Por
ello la vida no es una carrera de velocidad sino una maratón. Dios no quiere
que te agotes. Ya sea que tengas 20 u 80 años, Dios no quiere que te desgastes
antes de que Él pueda completar sus propósitos en y a través de ti.
MOTIVO DE ORACION
Señor Jesús
vengo delante de ti en este día para entregarte mi ritmo loco de correr de aquí
para allá. Quiero aprender a vivir en quietud, a dejarte obrar, que seas el
hacedor de todo en mi vida. Hoy renuncio a mi agenda y te entrego mis anhelos y
deseos para descansar en tus brazos.
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NOTICIAS CRISTIANAS
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