Compañerismo con Dios

“Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia.”
Juan 1:16
Cuando Dios creó al hombre y a la mujer. La Biblia dice que los hizo a su imagen y semejanza, porque quería tener a alguien de su propio nivel con quien tener comunión. Y esa comunión tenía que ser constante; pero el hombre la rompió. Recién a través de Cristo hoy, podemos volver a tenerla. De su plenitud, de lo que es Él, lo que puede Él, lo que tiene Él, tomamos todo, tenemos todo, recibimos todo. Ahora estamos habilitados para recibir de su plenitud. Fuimos llamados a libertad, a compañerismo con Dios y a ser la imagen de Dios en la tierra.
A través de la libertad que viene de Cristo estamos seguros de que podemos desarrollar algo importante. Y eso viene es revelado en el compañerismo que tenemos con Él. La libertad nos da acceso a recibir del Padre. No podemos vivir imitando a otros o corriendo la carrera de otros. Cada uno, dentro del cuerpo, funcionamos con una tarea diferente. Dios nos ha dado habilidades, capacidades, dones, unción, sabiduría para que lo podamos hacer. Y es en el compañerismo con el Padre de donde viene ese despertar al llamado divino para desarrollarnos en esta vida como Cristo y también manifestar el ministerio que Él tuvo en esta tierra.
Fuimos llamados a ser la imagen de Dios. Esto es, para revelarlo en la tierra, revelar su gloria y manifestar su presencia. Así que usted no lleva un título religioso, ni un cargo jerárquico; usted lo que lleva es la presencia de Dios en su vida y la va manifestando y revelando en todo lugar. Usted fue llamado al compañerismo con el Padre. Y es en la comunión, en la buena relación, la oración, la Palabra, la adoración, los tiempos de comunión, en dónde Él trata con su vida interior para mostrarle cosas importantes. Él le irá revelando lo que hay dentro suyo, lo que Él le ha otorgado, y sobre todo los planes a desarrollar para que sea efectivo, productivo, para que vea resultados de gran bendición. “Porque de su plenitud tomamos todos”.
Oración: Padre, declaro hoy que estoy en comunión contigo y esa comunión la haré crecer cada día más. Reconozco que pusiste dentro mío todo lo necesario para manifestar tu gloria sobre la tierra. Creo que fui creado a tu imagen y semejanza y eso es lo que quiero manifestar. Gracias Dios. En el nombre de Jesús, amén.
Por. Rev.Juan O. Crudo, Argentina.