“Porque sé que por vuestra oración y la suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi liberación, conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte.” Filipenses 1.19-20
En ese momento, durante la escritura de Filipenses, Pablo estaba en la cárcel. Y a pesar de estar en ese lugar estaba siendo de gran influencia para mucha gente. Habla de que estemos siempre gozosos y también que Cristo suplirá todo. “… esto resultará en mi liberación, conforme a mi anhelo y esperanza…” ¡Conforme a su anhelo! Eso es lo que él esperaba, eso dice la carta. ¿Se resigna usted a recibir cualquier cosa o está generando lo que crea la Palabra para que produzca lo que Dios ha prometido? Él dice que lo que va a experimentar es liberación, porque es conforme a lo que está esperando y en nada será avergonzado.
Para este ciclo de tiempo, la Palabra de Dios dice que nunca más usted pasará vergüenza porque tiene la expectativa de que su cosecha viene; como esa lluvia que viene sobre la semilla sembrada. Se va a ser con la provisión de lo que Dios le ha prometido. Si usted no confía en nada de todo eso, ha desaprovechado los beneficios del reino de Dios. No puede decir que Dios se ha olvidado de usted, sino que Él ha hecho todo para que reciba lo más grande del Señor. El plan de Dios siempre ha sido abundancia en todas las áreas de su vida. La expectativa en nuestro corazón juega un rol muy importante y el resultado viene por su actitud de agradecimiento y confianza en las promesas de la Palabra que va plantando en su corazón.
Si por la mañana, usted se levanta y hace unas oraciones de fe, se mueve con la Palabra, Dios le revelará algo mayor. ¿Qué está activando cuando hace esto? La intervención de Dios. Se halla en una expectativa para que Dios intervenga en su vida. Recuerde, conforme a su anhelo debe ser su confesión. Y su anhelo debe estar puesto en la Palabra de Dios, en hacer su Voluntad.
Oración: Padre, hoy quiero confesarte mi anhelo de hacer tu Voluntad. Gracias por tu revelación y guía de lo que tengo que hacer para recibir lo que estoy esperando. Te creo y sé que recibiré mi cosecha. En el nombre de Jesús, amén.
En ese momento, durante la escritura de Filipenses, Pablo estaba en la cárcel. Y a pesar de estar en ese lugar estaba siendo de gran influencia para mucha gente. Habla de que estemos siempre gozosos y también que Cristo suplirá todo. “… esto resultará en mi liberación, conforme a mi anhelo y esperanza…” ¡Conforme a su anhelo! Eso es lo que él esperaba, eso dice la carta. ¿Se resigna usted a recibir cualquier cosa o está generando lo que crea la Palabra para que produzca lo que Dios ha prometido? Él dice que lo que va a experimentar es liberación, porque es conforme a lo que está esperando y en nada será avergonzado.
Para este ciclo de tiempo, la Palabra de Dios dice que nunca más usted pasará vergüenza porque tiene la expectativa de que su cosecha viene; como esa lluvia que viene sobre la semilla sembrada. Se va a ser con la provisión de lo que Dios le ha prometido. Si usted no confía en nada de todo eso, ha desaprovechado los beneficios del reino de Dios. No puede decir que Dios se ha olvidado de usted, sino que Él ha hecho todo para que reciba lo más grande del Señor. El plan de Dios siempre ha sido abundancia en todas las áreas de su vida. La expectativa en nuestro corazón juega un rol muy importante y el resultado viene por su actitud de agradecimiento y confianza en las promesas de la Palabra que va plantando en su corazón.
Si por la mañana, usted se levanta y hace unas oraciones de fe, se mueve con la Palabra, Dios le revelará algo mayor. ¿Qué está activando cuando hace esto? La intervención de Dios. Se halla en una expectativa para que Dios intervenga en su vida. Recuerde, conforme a su anhelo debe ser su confesión. Y su anhelo debe estar puesto en la Palabra de Dios, en hacer su Voluntad.
Oración: Padre, hoy quiero confesarte mi anhelo de hacer tu Voluntad. Gracias por tu revelación y guía de lo que tengo que hacer para recibir lo que estoy esperando. Te creo y sé que recibiré mi cosecha. En el nombre de Jesús, amén.
Por. Rev. Juan O Crudo, Argentina.
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