“Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. 9Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; 10porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.” Hebreos 11:8-10
El apóstol Juan dice en la escritura que somos hijos de Dios pero que aún no se ha manifestado lo que debemos de ser. Y que seremos semejantes a Él, a Dios. El Espíritu Santo trabaja en su interior para que descubra el tesoro que hay escondido dentro de usted.
Manifestación quiere decir que aparece algo que estaba escondido o ignorado. Todo en su vida tiene que ir en crecimiento. De esta manera usted irá a nuevos niveles que lo llevarán a caminar con autoridad espiritual, con sabiduría y respaldo de Dios para manifestar lo que va a ser: un hijo de Dios que trae los cielos a la tierra.
Abraham siguió a Dios para entrar en su destino. Recibió el llamado de Dios y comenzó a caminar en dirección hacia ese destino divino que tenía con el Señor, sin saber a dónde iba pero obedeció a la Palabra de Dios. Es clave obedecer a la voz y a la revelación de Dios en nuestra vida. No siempre vemos rápidamente lo que Dios tiene para nuestro propósito. A veces en el proceso vamos a tener que enfrentar contratiempos, pero justamente los hijos de Dios tienen que saber que siempre van a salir como ganadores.
Obedecer es fundamental, porque es el primer paso para ir caminando hacia nuestro destino. Abraham salió sin saber hacia donde iba. No tenía claro el panorama, pero sí sabía que estaba obedeciendo al Señor. A medida que la Palabra del Señor se va aplicando a su vida, usted va renovando la mente y va comenzando a ver por medio del entendimiento el destino espiritual que hay para su vida. Tiene que saber que tiene que ir dando pasos que acompañen ese destino espiritual. Dios le ha dado talentos, dones, gracia y todo eso tiene que comenzar a fluir más fuerte en su vida para acercarse a su destino y para que vaya cumpliendo aquello que Dios espera que usted cumpla. Espere la manifestación de lo que Dios le ha prometido caminando hacia su destino que es glorioso y de bendición.
Oración: Padre, hoy quiero agradecerte por lo que se va a manifestar en mi vida y que viene de ti. Caminaré hacia mi destino de gloria cada día con fe. Lo haré y sé que veré la manifestación de lo prometido, en el nombre de Jesús, amén.
El apóstol Juan dice en la escritura que somos hijos de Dios pero que aún no se ha manifestado lo que debemos de ser. Y que seremos semejantes a Él, a Dios. El Espíritu Santo trabaja en su interior para que descubra el tesoro que hay escondido dentro de usted.
Manifestación quiere decir que aparece algo que estaba escondido o ignorado. Todo en su vida tiene que ir en crecimiento. De esta manera usted irá a nuevos niveles que lo llevarán a caminar con autoridad espiritual, con sabiduría y respaldo de Dios para manifestar lo que va a ser: un hijo de Dios que trae los cielos a la tierra.
Abraham siguió a Dios para entrar en su destino. Recibió el llamado de Dios y comenzó a caminar en dirección hacia ese destino divino que tenía con el Señor, sin saber a dónde iba pero obedeció a la Palabra de Dios. Es clave obedecer a la voz y a la revelación de Dios en nuestra vida. No siempre vemos rápidamente lo que Dios tiene para nuestro propósito. A veces en el proceso vamos a tener que enfrentar contratiempos, pero justamente los hijos de Dios tienen que saber que siempre van a salir como ganadores.
Obedecer es fundamental, porque es el primer paso para ir caminando hacia nuestro destino. Abraham salió sin saber hacia donde iba. No tenía claro el panorama, pero sí sabía que estaba obedeciendo al Señor. A medida que la Palabra del Señor se va aplicando a su vida, usted va renovando la mente y va comenzando a ver por medio del entendimiento el destino espiritual que hay para su vida. Tiene que saber que tiene que ir dando pasos que acompañen ese destino espiritual. Dios le ha dado talentos, dones, gracia y todo eso tiene que comenzar a fluir más fuerte en su vida para acercarse a su destino y para que vaya cumpliendo aquello que Dios espera que usted cumpla. Espere la manifestación de lo que Dios le ha prometido caminando hacia su destino que es glorioso y de bendición.
Oración: Padre, hoy quiero agradecerte por lo que se va a manifestar en mi vida y que viene de ti. Caminaré hacia mi destino de gloria cada día con fe. Lo haré y sé que veré la manifestación de lo prometido, en el nombre de Jesús, amén.
Por. Rev. Juan O. Crudo
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