“1Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. 2Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos. 3Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.” Hebreos 11:1-3
La fe es fundamental y es alimentada por la Palabra de Dios. Por eso la Escritura dice que la fe viene por el oír y el oír la Palabra de Dios. Al ir oyendo la Palabra usted recibe como un impulso de parte del Señor para animarse a caminar hacia su destino. Abraham tenía 75 años y ya estaba cerrando el ciclo de la vida y parecía que sólo tenía una familia que casi terminaba en ellos dos (Él y Sara) y nada más. Dios le habla que iba a tener una descendencia, que de él nacería una nación grande, y que él sería bendición para todas las familias de la tierra. Él le cree y se encamina en ese plan, cree en ese destino. El tiempo fue pasando y sin embargo, él no ve nada pero tiene la fe puesta en el Señor. Cuando uno tiene la confianza puesta en el Señor y en su Palabra sabe que Él no le va a fallar, que no lo va a defraudar. Abraham no estaba mirando a una ciudad que se había edificado con ladrillos sino que miraba algo espiritual, cuyo arquitecto, el que planifica todo y el constructor, es Dios. Aunque él transitaba por el desierto y no había nada edificado, sino sólo tiendas, podía ver con los ojos de la fe. Él iba moviéndose en un nivel espiritual, sabiendo que Dios estaba construyendo algo poderoso.
Aunque sus ojos naturales todavía no vean nada, comience a ver con los ojos de la fe. El que planifica todo es Dios, él es quien lo construye. Nosotros vamos recibiendo en nuestro interior ese plano, esa guía para ir moviéndonos en esa dirección. Y todo lo que Dios va operando en su vida es para que usted descubra ese tesoro que hay en su interior, para que se vaya manifestando Cristo y su gloria a través de su vida. Abraham dejó la mejor ciudad en la que podía vivir, Ur de los caldeos y caminó por el desierto. Hasta tuvo que dormir en carpa. Pero iba feliz y gozoso porque iba tras del sueño de Dios.
Por eso hoy quiero que sepa que la fe es fundamental para alcanzar el sueño de Dios para su vida. La fe es ver, lo que no se ve con los ojos naturales. Usted ve algo que todavía no se ha manifestado en lo natural, pero que se manifestará si usted sigue creyendo. Y si Dios lo dice, así será. Sólo tiene que creer.
Oración: Padre amado estoy caminando hacia mi destino de gloria y lo hago con fe porque hoy comprendí que es fundamental para alcanzarlo. Lo creo y lo veré manifestado. En el nombre de Jesús, amén.
La fe es fundamental y es alimentada por la Palabra de Dios. Por eso la Escritura dice que la fe viene por el oír y el oír la Palabra de Dios. Al ir oyendo la Palabra usted recibe como un impulso de parte del Señor para animarse a caminar hacia su destino. Abraham tenía 75 años y ya estaba cerrando el ciclo de la vida y parecía que sólo tenía una familia que casi terminaba en ellos dos (Él y Sara) y nada más. Dios le habla que iba a tener una descendencia, que de él nacería una nación grande, y que él sería bendición para todas las familias de la tierra. Él le cree y se encamina en ese plan, cree en ese destino. El tiempo fue pasando y sin embargo, él no ve nada pero tiene la fe puesta en el Señor. Cuando uno tiene la confianza puesta en el Señor y en su Palabra sabe que Él no le va a fallar, que no lo va a defraudar. Abraham no estaba mirando a una ciudad que se había edificado con ladrillos sino que miraba algo espiritual, cuyo arquitecto, el que planifica todo y el constructor, es Dios. Aunque él transitaba por el desierto y no había nada edificado, sino sólo tiendas, podía ver con los ojos de la fe. Él iba moviéndose en un nivel espiritual, sabiendo que Dios estaba construyendo algo poderoso.
Aunque sus ojos naturales todavía no vean nada, comience a ver con los ojos de la fe. El que planifica todo es Dios, él es quien lo construye. Nosotros vamos recibiendo en nuestro interior ese plano, esa guía para ir moviéndonos en esa dirección. Y todo lo que Dios va operando en su vida es para que usted descubra ese tesoro que hay en su interior, para que se vaya manifestando Cristo y su gloria a través de su vida. Abraham dejó la mejor ciudad en la que podía vivir, Ur de los caldeos y caminó por el desierto. Hasta tuvo que dormir en carpa. Pero iba feliz y gozoso porque iba tras del sueño de Dios.
Por eso hoy quiero que sepa que la fe es fundamental para alcanzar el sueño de Dios para su vida. La fe es ver, lo que no se ve con los ojos naturales. Usted ve algo que todavía no se ha manifestado en lo natural, pero que se manifestará si usted sigue creyendo. Y si Dios lo dice, así será. Sólo tiene que creer.
Oración: Padre amado estoy caminando hacia mi destino de gloria y lo hago con fe porque hoy comprendí que es fundamental para alcanzarlo. Lo creo y lo veré manifestado. En el nombre de Jesús, amén.
Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina
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