“26 Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron voces de miedo. 27 Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis! 28 Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. 29 Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús.” Mateo 14:26-28
En este pasaje podemos observar lo sobrenatural manifestándose en la vida de Pedro. El mundo espiritual gobierna el mundo natural. Es un hecho sencillo pero la Biblia nos muestra que se puede manifestar en la vida de los creyentes a través de las leyes de la confesión y el acuerdo con la Palabra de Dios. Para eso fuimos creados para hacer las cosas a la manera de Dios. Fuimos creados a la imagen y semejanza de Dios. La escritura dice por el apóstol Pablo en la carta de los Efesios que somos imitadores de Dios, que tenemos que hacer las cosas como él las hace. Hablando y creyendo.
Cuando el Señor Jesús le dijo “ven”, la palabra fue al corazón de Pedro, a su espíritu. Pero lo que tenemos que resaltar es que él le creyó a Jesús (que es la Palabra) y actuó aferrado a esa palabra. Por fe venció la ley de la gravedad, lo espiritual gobernó lo físico. Recuerde que lo sobrenatural vino a su vida y luego a través de su vida e manifestó sobre lo natural.
Por eso hoy quiero dejarle como enseñanza que todo lo que usted vaya recibiendo de la Palabra tiene que meditarlo, confesarlo porque esa Palabra llega a su corazón y no tiene que quedar allí guardada para siempre, tiene que ser sembrada en algún terreno. Entonces cuando usted la cree y la confiesa y actúa sobre ella va a ir gobernando las situaciones. Antes quizá le gobernaba el alcohol, el cigarrillo, el bingo, el mal carácter, ahora no lo gobierna más. Pedro le creyó a la Palabra y venció a la ley de la gravedad porque aplicó una ley espiritual, de la confesión y el acuerdo.
Recuerde: Lo que va recibiendo de parte del Señor va generando una apertura a las cosas espirituales para que se manifiesten en esta tierra. Dando los pasos de fe más sencillos Dios lo irá llevando a ser un generador de bendición en cualquier ámbito en donde se mueva.
Desde el principio Dios lo creó para dominar las circunstancias, no para ser dominado por las cosas. Ahora esa autoridad usted la recuperó en Cristo. Qué importa lo que diga la gente y el mundo, usted reciba la Palabra de Dios y vaya formando en usted un hombre nuevo y una familia de bendición. Cuando usted habla la Palabra fluyen cosas espirituales. Deje fluir lo sobrenatural para que se manifieste en lo natural. Dios tiene cosas poderosas para soltar a través de su vida.
Oración: Padre, hoy creo lo que hablas en tu Palabra. Sé que tienes grandes cosas para soltar a través de mi vida y quiero serte un instrumento fiel. Lo haré, en el nombre de Jesús, amén.
En este pasaje podemos observar lo sobrenatural manifestándose en la vida de Pedro. El mundo espiritual gobierna el mundo natural. Es un hecho sencillo pero la Biblia nos muestra que se puede manifestar en la vida de los creyentes a través de las leyes de la confesión y el acuerdo con la Palabra de Dios. Para eso fuimos creados para hacer las cosas a la manera de Dios. Fuimos creados a la imagen y semejanza de Dios. La escritura dice por el apóstol Pablo en la carta de los Efesios que somos imitadores de Dios, que tenemos que hacer las cosas como él las hace. Hablando y creyendo.
Cuando el Señor Jesús le dijo “ven”, la palabra fue al corazón de Pedro, a su espíritu. Pero lo que tenemos que resaltar es que él le creyó a Jesús (que es la Palabra) y actuó aferrado a esa palabra. Por fe venció la ley de la gravedad, lo espiritual gobernó lo físico. Recuerde que lo sobrenatural vino a su vida y luego a través de su vida e manifestó sobre lo natural.
Por eso hoy quiero dejarle como enseñanza que todo lo que usted vaya recibiendo de la Palabra tiene que meditarlo, confesarlo porque esa Palabra llega a su corazón y no tiene que quedar allí guardada para siempre, tiene que ser sembrada en algún terreno. Entonces cuando usted la cree y la confiesa y actúa sobre ella va a ir gobernando las situaciones. Antes quizá le gobernaba el alcohol, el cigarrillo, el bingo, el mal carácter, ahora no lo gobierna más. Pedro le creyó a la Palabra y venció a la ley de la gravedad porque aplicó una ley espiritual, de la confesión y el acuerdo.
Recuerde: Lo que va recibiendo de parte del Señor va generando una apertura a las cosas espirituales para que se manifiesten en esta tierra. Dando los pasos de fe más sencillos Dios lo irá llevando a ser un generador de bendición en cualquier ámbito en donde se mueva.
Desde el principio Dios lo creó para dominar las circunstancias, no para ser dominado por las cosas. Ahora esa autoridad usted la recuperó en Cristo. Qué importa lo que diga la gente y el mundo, usted reciba la Palabra de Dios y vaya formando en usted un hombre nuevo y una familia de bendición. Cuando usted habla la Palabra fluyen cosas espirituales. Deje fluir lo sobrenatural para que se manifieste en lo natural. Dios tiene cosas poderosas para soltar a través de su vida.
Oración: Padre, hoy creo lo que hablas en tu Palabra. Sé que tienes grandes cosas para soltar a través de mi vida y quiero serte un instrumento fiel. Lo haré, en el nombre de Jesús, amén.
Por. Rev. Juan O. Crudo, Argentina.
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