La sabiduría derriba ignorancia

“Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención...” (1° Corintios 1:30).Dios dice que nos ha hecho sabiduría, este verbo también nos revela que ya fue hecho. En la nueva imagen de Dios, usted es la sabiduría del Señor aquí en la tierra. “Porque quiero que sepáis cuán gran lucha sostengo por vosotros, y por los que están en Laodicea, y por todos los que nunca han visto mi rostro; para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre y de Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento” (Colosenses 2:1-3).

Muchas personas, al venir a los pies de Cristo, se embrutecen y, además, se jactan de su ignorancia...

El evangelio tradicional embrutece a la gente. Recuerde siempre que la imagen de Dios le da sabiduría para hablar, para leer, para escribir, para actuar, etc. No olvide que la gente más sabia es la que tiene a Cristo. Una iglesia embrutecida deforma la imagen de Cristo.
Si la iglesia se atonta, le está presentando al mundo un Cristo con esas mismas características. Dios no recibe gloria con la brutalidad, sino con la manifestación de la sabiduría en sus hijos.

Si usted busca dentro suyo encontrará todo el misterio de Cristo. Todo está en usted.
La ignorancia se termina cuando la imagen de Cristo está dentro de la persona. Algo muy importante que usted debe saber es que tiene la mente de Cristo.
Estos tesoros vienen por la revelación del Espíritu Santo.

Si usted tiene una imagen de sí mismo como de una persona ignorante, será ignorante. Si usted tiene una imagen interior de sabio, usted será sabio: “Porque cual es su pensamiento, tal es él”.

Oración: Padre, te doy muchas gracias, por tu Palabra que me trae sabiduría para actuar diligentemente. Declaro, que hoy es el día de ponerle un punto final a la ignorancia entendiendo que la imagen de Cristo esta dentro mío. Lo creo. En el nombre de Jesús. Amén. Por. Alfredo Di Miro, Argentina.