1. La autocompasión.
“Entonces Pedro, tomando aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca”. Mateo 16:22
Pedro con una indignación generosa, le dice al maestro que no vaya a Jerusalén porque hay que evitar los padecimientos. Jesús lo reprende y le dice a sus discípulos: “SI ALGUNO QUIERE SER MI DISCIPULO, OLVIDESE DE SI MISMO, CARGUE CON SU CRUZ Y SIGAME”. Ser líder incluye invertir nuestras vidas en otros, tenemos que cargar voluntariamente la cruz del compromiso y la responsabilidad. El Señor no necesita admiradores, necesita líderes que no se refugien en la autocompasión, sino que con coraje y convicción estén dispuestos a enfrentar las adversidades y si es necesario sufrir por causa del evangelio. No busquemos solo nuestra comodidad, dejemos de ser pastores de escritorio y asumamos el desafío de nuestro ministerio, como pastores de territorio. Aunque la cruz sea muy pesada es un honor cargarla, Jesús cargo su propia cruz, ahora nos toca a nosotros cargar nuestra propia cruz.
2. La indulgencia.
“El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo”. 1 Juan 2:6
Tenemos el deber de imitar a Jesús, entre sus características sobresalen dos: La humildad y el auto sacrificio. Con que facilidad somos indulgentes con nosotros mismos y el diablo susurra nuestros oídos convenciéndonos de que merecemos ciertos lujos. Por ejemplo: El no hacer nuestro devocional diario, porque estamos muy ocupados en nuestro activismo ministerial, sin medir el riesgo de caer en la adicción de la evento manía. Otras veces somos indulgentes con las finanzas, en lugar de establecer prioridades nos excedemos en nuestros gastos y nos refugiamos en la excusa de que el Señor proveerá, olvidando que el Señor nunca bendice a los desordenados. ¿Por qué somos indulgentes con la impuntualidad? ¿Por qué somos indulgentes con la improvisación? ¿Por qué somos indulgentes con nuestra falta de responsabilidad? ¿Por qué somos indulgentes con la piratería? ¿Por qué somos indulgentes con nuestra falta de ética cristiana?
3. El antropocentrismo.
“Y ya no soy yo quien vive, sino que es Cristo quien vive en mi. Y la vida que ahora vivo en el cuerpo, la vivo por mi fe en el hijo de Dios, que me amo y se entregó a la muerte por mí”. Gálatas 2:20
Nuestro liderazgo cristiano no tendrá repercusión ni influencia cuando nos ubicamos como el centro de todas las atenciones. Nuestro liderazgo debe ser CRISTOCENTRICO y no antropocéntrico, tenemos que entender que nadie puede atribuirse la gloria que solo le corresponde a nuestro Señor Jesucristo. No permitamos que la arrogancia nos domine, recordemos que estamos llamados a ser CRISTOFOROS Y CRISTOFILOS.
4. El exclusivismo.
“Mas valen dos que uno, pues mayor provecho obtiene de su trabajo. Y si uno de ellos cae, el otro lo levanta. ¡Pero hay del que cae estando solo, pues no habrá quien lo levante!” Eclesiastés 4:9-10
Ya no hay espacio para los “llaneros solitarios”, no podemos desarrollar nuestro ministerio de manera aislada y exclusiva. El fracaso de muchos líderes radica en que Satanás les ha convencido de trabajar solos. Todos nos necesitamos, nadie debe sentirse indispensable, no esperemos que todos piensen como nosotros, en la diversidad hay una riqueza que necesitamos valorar. Auspiciemos una cultura de trabajo en equipo, si desea llegar rápido ande solo, pero si desea llegar lejos, ande acompañado. Es tiempo de honrar a Dios con nuestras vidas, busquemos coincidencias ministeriales, necesitamos demostrar que Dios ha cambiado nuestras vidas y que somos una nueva generación de líderes cristianos dispuestos a practicar el “amor fraternal no fingido”. Que la figura prístina del maestro de Galilea por infusión en los líderes cristianos pueda influenciar en la vida nacional de nuestro amado Perú.
La Biblia menciona a varios personajes que fueron muy exclusivos como Balaam, el profeta solitario y codicioso que termino reprendido, Sansón, un juez que lucho solo, pero su fin fue muy triste, Jonás, profeta rebelde y renegón que por su desobediencia, puso en caos a toda una tripulación causando enormes perdidas. La lista sería inmensa, pero Jesús marco la diferencia pues su ministerio lo desarrollo con 12 discípulos.
Que el exclusivismo no nos lleve a menospreciar a los demás, aprendamos a ser escuderos los unos de los otros. Hoy el Señor necesita un ejército de líderes que trabajando en equipo puedan influenciar en la sociedad, las Fraternidades Pastorales deben ser auspiciadoras del esfuerzo corporativo pastoral, para que todos puedan comprobar que: ¡JUNTOS SOMOS MEJORES!
“Entonces Pedro, tomando aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca”. Mateo 16:22
Pedro con una indignación generosa, le dice al maestro que no vaya a Jerusalén porque hay que evitar los padecimientos. Jesús lo reprende y le dice a sus discípulos: “SI ALGUNO QUIERE SER MI DISCIPULO, OLVIDESE DE SI MISMO, CARGUE CON SU CRUZ Y SIGAME”. Ser líder incluye invertir nuestras vidas en otros, tenemos que cargar voluntariamente la cruz del compromiso y la responsabilidad. El Señor no necesita admiradores, necesita líderes que no se refugien en la autocompasión, sino que con coraje y convicción estén dispuestos a enfrentar las adversidades y si es necesario sufrir por causa del evangelio. No busquemos solo nuestra comodidad, dejemos de ser pastores de escritorio y asumamos el desafío de nuestro ministerio, como pastores de territorio. Aunque la cruz sea muy pesada es un honor cargarla, Jesús cargo su propia cruz, ahora nos toca a nosotros cargar nuestra propia cruz.
2. La indulgencia.
“El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo”. 1 Juan 2:6
Tenemos el deber de imitar a Jesús, entre sus características sobresalen dos: La humildad y el auto sacrificio. Con que facilidad somos indulgentes con nosotros mismos y el diablo susurra nuestros oídos convenciéndonos de que merecemos ciertos lujos. Por ejemplo: El no hacer nuestro devocional diario, porque estamos muy ocupados en nuestro activismo ministerial, sin medir el riesgo de caer en la adicción de la evento manía. Otras veces somos indulgentes con las finanzas, en lugar de establecer prioridades nos excedemos en nuestros gastos y nos refugiamos en la excusa de que el Señor proveerá, olvidando que el Señor nunca bendice a los desordenados. ¿Por qué somos indulgentes con la impuntualidad? ¿Por qué somos indulgentes con la improvisación? ¿Por qué somos indulgentes con nuestra falta de responsabilidad? ¿Por qué somos indulgentes con la piratería? ¿Por qué somos indulgentes con nuestra falta de ética cristiana?
3. El antropocentrismo.
“Y ya no soy yo quien vive, sino que es Cristo quien vive en mi. Y la vida que ahora vivo en el cuerpo, la vivo por mi fe en el hijo de Dios, que me amo y se entregó a la muerte por mí”. Gálatas 2:20
Nuestro liderazgo cristiano no tendrá repercusión ni influencia cuando nos ubicamos como el centro de todas las atenciones. Nuestro liderazgo debe ser CRISTOCENTRICO y no antropocéntrico, tenemos que entender que nadie puede atribuirse la gloria que solo le corresponde a nuestro Señor Jesucristo. No permitamos que la arrogancia nos domine, recordemos que estamos llamados a ser CRISTOFOROS Y CRISTOFILOS.
4. El exclusivismo.
“Mas valen dos que uno, pues mayor provecho obtiene de su trabajo. Y si uno de ellos cae, el otro lo levanta. ¡Pero hay del que cae estando solo, pues no habrá quien lo levante!” Eclesiastés 4:9-10
Ya no hay espacio para los “llaneros solitarios”, no podemos desarrollar nuestro ministerio de manera aislada y exclusiva. El fracaso de muchos líderes radica en que Satanás les ha convencido de trabajar solos. Todos nos necesitamos, nadie debe sentirse indispensable, no esperemos que todos piensen como nosotros, en la diversidad hay una riqueza que necesitamos valorar. Auspiciemos una cultura de trabajo en equipo, si desea llegar rápido ande solo, pero si desea llegar lejos, ande acompañado. Es tiempo de honrar a Dios con nuestras vidas, busquemos coincidencias ministeriales, necesitamos demostrar que Dios ha cambiado nuestras vidas y que somos una nueva generación de líderes cristianos dispuestos a practicar el “amor fraternal no fingido”. Que la figura prístina del maestro de Galilea por infusión en los líderes cristianos pueda influenciar en la vida nacional de nuestro amado Perú.
La Biblia menciona a varios personajes que fueron muy exclusivos como Balaam, el profeta solitario y codicioso que termino reprendido, Sansón, un juez que lucho solo, pero su fin fue muy triste, Jonás, profeta rebelde y renegón que por su desobediencia, puso en caos a toda una tripulación causando enormes perdidas. La lista sería inmensa, pero Jesús marco la diferencia pues su ministerio lo desarrollo con 12 discípulos.
Que el exclusivismo no nos lleve a menospreciar a los demás, aprendamos a ser escuderos los unos de los otros. Hoy el Señor necesita un ejército de líderes que trabajando en equipo puedan influenciar en la sociedad, las Fraternidades Pastorales deben ser auspiciadoras del esfuerzo corporativo pastoral, para que todos puedan comprobar que: ¡JUNTOS SOMOS MEJORES!
* Pastor David Cauracuri, dcauracuri@hotmail.com, Lima, Perú. D.Cauracuri es el Presidente de la CONNPE en Perú y director de la asociación cristiana bíblica del Perú.
Fuente: LIDERAZGO PASTORAL. El blog de la Revista La Fuente
Edicion ENERO, Nr.62
Quiero Ser
Quiero ser fuerte sin ser rudo,
Ser amable sin ser débil,
Aprender con orgullo sin arrogancia,
Aprender a ser gentil sin ser suave,
Ser humilde sin ser tímido,
Ser valioso sin ser agresivo,
Ser agradecido sin ser servil,
Meditar sin ser flojo.
Por eso señor te pido:
Dame grandeza para entender,
Capacidad para retener,
Método y Facultad para aprender,
Sutileza para interpretar,
Gracia y abundancia para hablar.
Dame acierto al empezar,
Dirección al progresar y perfección al acabar.
La oración sencilla de un siervo, determina el grado de su grandeza interna.
Somos sólo instrumentos en las manos de Dios.
Dios es el Grande y Sublime. Ríndete a él hoy.
Con majestad, cabalga victorioso en nombre de la verdad, la humildad y la justicia; que Tu diestra realice gloriosas hazañas. Salmo 45:4.
Con el orgullo viene el oprobio; con la humildad, la sabiduría. Proverbios 11:2.
Fuente: Anónimo
La anatomía de un asesinato que no debió ocurrir
Una "Sicosis maniaco depresiva" domina la vida de una mujer en Medellín.Desde el momento en que su EPS suspendió el suministro de los medicamentos vinieron consecuencias fatales, "el asesinato de su padre".
La crónica en http://www.caracoltv.com/producciones/informativos/septimodia/video-204539-la-anatomia-de-un-asesinato-no-debio-ocurrir
Fuente: LIDERAZGO PASTORAL. El blog de la Revista La Fuente
Edicion ENERO, Nr.62
Quiero Ser
Quiero ser fuerte sin ser rudo,
Ser amable sin ser débil,
Aprender con orgullo sin arrogancia,
Aprender a ser gentil sin ser suave,
Ser humilde sin ser tímido,
Ser valioso sin ser agresivo,
Ser agradecido sin ser servil,
Meditar sin ser flojo.
Por eso señor te pido:
Dame grandeza para entender,
Capacidad para retener,
Método y Facultad para aprender,
Sutileza para interpretar,
Gracia y abundancia para hablar.
Dame acierto al empezar,
Dirección al progresar y perfección al acabar.
La oración sencilla de un siervo, determina el grado de su grandeza interna.
Somos sólo instrumentos en las manos de Dios.
Dios es el Grande y Sublime. Ríndete a él hoy.
Con majestad, cabalga victorioso en nombre de la verdad, la humildad y la justicia; que Tu diestra realice gloriosas hazañas. Salmo 45:4.
Con el orgullo viene el oprobio; con la humildad, la sabiduría. Proverbios 11:2.
Fuente: Anónimo
La anatomía de un asesinato que no debió ocurrir
Una "Sicosis maniaco depresiva" domina la vida de una mujer en Medellín.Desde el momento en que su EPS suspendió el suministro de los medicamentos vinieron consecuencias fatales, "el asesinato de su padre".
La crónica en http://www.caracoltv.com/producciones/informativos/septimodia/video-204539-la-anatomia-de-un-asesinato-no-debio-ocurrir
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